En estos momentos de crisis se ha vendido la idea de que nosotros
podemos ser creadores de otra realidad; sin embargo, parece que no hay una
orientación clara al respecto.
¿Podemos acceder a otra realidad? Sí, mas no es crear porque ya todo en
el universo está creado en distintas dimensiones, nosotros vamos accediendo a
la creación en la medida en que vamos saliendo de códigos densos con los cuales
no podríamos acceder a lo nuevo.
Estos códigos de división de dualidad con los cuales hemos desarrollado
nuestra vida en tercera dimensión para el aprendizaje por contraste, y
necesarios además para construir vida en la forma, son de una frecuencia con la
cual no podemos acceder a lo nuevo; es decir desde el mismo nivel del conflicto
anterior, no se accede a algo diferente
La elección es lo que denominamos libre albedrío, el tema ahora es
trascenderlo. Este libre albedrío existe mientras se viva en la dualidad es
decir en el código de información de un sistema dual.
Seguir eligiendo es seguir reforzando la dualidad y es el yo más denso
ese yo pequeñito e instintivo, es el que defiende elegir porque con ello se
siente valorado y siente que tiene poder, sin darse cuenta de que una elección
trae a continuación otra y luego otra, manteniendo la rueda de la ilusión, con
la idea de poder sostener su vano poder.
No tener necesidad de elegir es básico para salir de esta rueda sin fin,
si quieres o mejor si necesitas dejar de sufrir, la salida de los programas
duales es indispensable. La dualidad está entrelazada con el miedo, el
sufrimiento, la separación, la controversia, las verdades subjetivas defendidas
y todas las posiciones radicales que se tienen para entender y asumir la vida;
esto por supuesto es acorde a los datos que la dualidad presenta y ofrece; y
claro debe ser así puesto que la información que recibimos no es real.
Cuando se está eligiendo se está eligiendo sobre verdades subjetivas,
estas verdades se vuelven experiencias y estas experiencias siempre se ajustan
a las ideas de los códigos de supervivencia que están sujetas a las leyes de la
dualidad.
Este es el juego de la ignorancia, y aquí no hay vencedores ni vencidos,
sin embargo no todo el que está ganando en la forma, tiene claridad de la vida
que vive. Pues este pequeño yo solo se
ocupa de lo que los cinco sentidos le muestran, pues no se mueve sino por
verdades heredadas basadas en creencias.
Cuando salimos del programa dual hacia la unidad ha comenzado el proceso
de transformación de transfiguración y no es que salgamos del cuerpo a otro espacio
o a otro cuerpo, lo que ocurre es que cambiamos de frecuencia vibratoria
indicándonos que estamos accediendo a otra dimensión y por lo tanto a otra
realidad. Esto ocurre Una vez que el alma planetaria durante el recorrido a
preparado su cuerpo y su mente para que sean coherentes con la nueva vibración
que se está instalando y que advierte el cambio de poderes. Así ese yo diminuto en el
recorrido y por comprensión, ha entregado el poder que creía tener, lo ha
entregado a la vibración mayor que ahora lo acompaña para ir saliendo del
encadenamiento, de la idea del libre albedrío, pues esta es una herramienta de códigos de supervivencia;
salidos de allí, la sutileza de esta otra dimensión nos muestra
una realidad sin agravios, sin miedo, sin esfuerzo, sin creencias, sin
separación, sin cuestionamientos, todo esto desaparece porque nos sentimos sin el peso de la división. Vivir en este reino y
salir de las cargas mentales y de las experiencias de aprendizajes fuertes son
nuestra gran liberación
Hace 37 años mi alma cósmica o alma gemela me dio la dicha de conocerla
y de hablar con ella, como no sabía
quién era, en ese encuentro la llamé la NIÑA, esta NIÑA me encontró en momentos
de noches muy oscuras en donde para esta época ya tenía completamente acabada
la vida de ese pequeño y diminuto yo; en este encuentro la NIÑA me mostraba que
solamente a través de la muerte podría ser como ella porque yo le reclamaba
que quería estar en La Paz y la plenitud
que veía que ella tenía, así que en este encuentro ambas sabíamos a qué muertes
se refería. Enfáticamente la niña dijo: “Serás
como yo cuando mueras” Y claro, el camino que se venía venir no lo
imaginaba, ahora comprendo que para ir a donde no se sabe hay que ir por donde
no se sabe. Y desde luego no era para reconstruir a ese yo
personal aniquilado, ni siquiera para modificarlo, era para trascender al
diminuto yo. Gran cantidad de muertes me vendrían entonces para poder comprender
que tenía que salir de los códigos de aprendizaje que plantea la dualidad; “había
que dejar de hacer lo que no es, para poder realizar lo que sí, es.”
Cuando se vive en esta otra frecuencia se complementa lo finito con lo
infinito, lo Divino con lo humano, vibración en donde no se siente la necesidad
de elegir no hay nada para defender nada para atacar sólo se elige cuando estamos
divididos, pero si ya estamos completos
en la unidad ya somos EL SER MISMO EN SI
MISMOS EN EL UNO MISMO .y por lo tanto, en esta dimensión de la UNIDAD CON NUESTRA ALMA , la
NIÑA , lo que indica, es que el que elige
se siente incompleto vacío, de SÍ MISMO.
ANTES ELEGÍA, AHORA RECIBO. Es una delicia los
encuentros que hoy ya son mi vivencia diaria con la NIÑA, en el encuentro de
hoy conversábamos y me decía ¿qué has comprendido sobre ti? Y llena de plenitud contesté:
SOY EL SER MISMO MULTIDIMENCIONAL ENCARNANDOTE A TÍ EN ESTE CUERPO
MENTE. Me sentí en ese instante amando
profundamente mi proceso, y abrasé a la niña diciéndole, AHORA SOMOS UNO Y LO MISMO.
Compartiendo mi experiencia de corazón a corazón
Ananda
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Gracias a mi amado Emilio por haber abierto el espacio de tu corazón
a tantos que compartimos tu blog.
Bendiciones.
Ananda
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