Contentos y agradecidos estábamos en España cuando sonaron las trompetas
anunciadoras de las primeras ayudas para tener el trance vivencial más
soportable y feliz.
Ayudas e incentivos del gobierno, preocupación de la Unión Europea,
súplicas y lágrimas de nuestros mandatarios locales, reivindicación contundente
de organizaciones sociales. Todos al unísono clamaban por ser nuestros
salvadores económicos y existenciales. Y yo, casi me lo creía.
Una sutil voz con letra y musiquilla, alentaba a seguir viviendo como
veníamos haciéndolo, con la misma partitura, compases y acordes de siempre.
A la monótona y pegadiza canción que
nos repiten sin cesar podemos ponerle diferentes títulos, pues cada estrofa es
distinta pero está fuertemente relacionada con la siguiente y con la anterior,
de tal forma que la composición musical deja entrever, de forma engañosa,
unos tonos sugerentes, embriagadores y relajantes y todas tienen el mismo
objetivo engatusarte y hacer de ti un acólito.
Algunos títulos que identifican a esa ensoñadora canción pudieran ser:
+Cuanta más prisa, mejor vida.
+Consume mucho y serás más feliz.
+Sé el mejor y el primero, la vida te lo
agradecerá.
+Todo es tuyo, compartir es una equivocación.
+Para que cambiar, si ya eres feliz.
(Amig@ lector,
añade todos los títulos que tu alma te sugiera, pues al ser igual en afinidad a
la mía, estás autorizado).
Y así, dormidos y embriagados por esta música terrenal y de evocación
material se nos va pasando los días esperando el milagro de nuestros
queridos protectores terrestres. Ignorando que cuando venga la muerte, a la que
todos estamos llamados por Ley de Vida y dentro de nuestro proceso evolutivo,
nuestra Alma haga el balance de las ganancias espirituales recogidas en esta
vida y nos comunique que nuestro rendimiento es tan pobre que tenemos que
repetir curso.
Pero volvamos al combustible. Sé nos anuncia a bombo y platillo una bajada
en el precio como medida compensatoria al coste del producto y sus
consecuencias inflacionista. Y he aquí, que cuatro días antes de la fecha
acordada para la bajada de los precios, los empresarios del sector suben los
precios en la misma o aproximada cantidad con la que se va a subvencionar.
Querid@ amig@, cómo una de las enseñanzas que estoy practicando e interiorizando
es EL NO JUICIO, tirar la balanza que siempre llevamos para enjuiciar todo,
aquí no cabe más comentarios sino los que tu con tu libre albedrío quieras
añadir.
Un botón pequeñito más de muestra de lo que está pasando en el mundo y que
nos sirve para discernir donde está el verdadero Camino. Así es todo (pandemia,
guerras, cambio climático…).
Las élites, sus ramificaciones y todos los que quieran acompañarles,
ejercen de pirómanos y un poco después, los mismos, ejercen de bomberos. Crean
el problema a su medida, nos dan soluciones a su medida con el único objetivo
de controlar todo y entre ello, lo más valioso para un ser humano: LA LIBERTAD.
Y ahora viene la gran pregunta: ¿Qué hacer?
NADA que te
lleve por el camino carente de sentido espiritual.
ESTAR lo más
quieto y consciente posible en el centro de las convulsiones programada por los
que se creen dueños del mundo.
NADA que
favorezca y fortalezca la involución espiritual.
NADA que esté
acorde con los experimentos de la élite.
NADA que vaya en
contra de tu consciencia y no olvidando que la generosidad termina cuando lo
que vayas a hacer sea injusto para ti.
Actúa buscando alternativas… A los experimentos de los espíritus
involutivos, estrategia de los espíritus evolutivos.
Valga de ejemplo: Al control y usura de los combustibles, utiliza el
transporte público. Cambia tu forma de desplazarte, no cojas el coche para
todo. Observa que posiblemente, lo que necesites para llevar una vida más
plena, está mucho más cerca de ti, sin tener que desplazarte. Reflexiona sobre
tu alimentación puede estar relacionada con el coste energético. Analiza tu
consumo eléctrico puede estar relacionado con horas de televisión de
entretenimientos simples y necios, ocupa más tiempo en lecturas, videos y
audios de contenido espiritual.
La clave está en no dejarte arrastrar por la marea involutiva, sino
comprenderla para favorecer un cambio en la forma de vivir, un acicate para ir
entendiendo el concepto de “VIVIR” y no de “sobrevivir”. Se sobrevive con la
personalidad, se VIVE desde nuestra Esencia anclada en lo más profundo de
nuestro Ser.
La vida si se mira con ojos mundanos parece dura, incomprensible,
desmadrada, injusta…
La vida si se mira con los ojos del Alma es tierna, bella, adorable,
sublime, comprensible, organizada, justa, bondadosa y sobre todo llena de AMOR.
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Autor: Luis Hipólito Hernández (luhihera@yahoo.es)
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