Para muchas personas, llegar a
casa no es sinónimo de relajación, calma o recarga de energía.
Por diversos aspectos
-familiares, de pareja o personales- puede que en ocasiones, llegar a casa nos
active un estado de defensa interior que nos conlleve esfuerzo habitar en ella
y proteger nuestra estabilidad interior.
Cualquier tipo de esfuerzo,
sea mental, emocional o físico, conlleva un consumo de energía (de vida) que si
no ponemos atención en la recarga necesaria posterior, puede llegar a debilitar
aspectos de nuestra propia vida interior que nos puede llevar, incluso, a
desear alejarnos o a generar rechazo a lo que nos crea tensión en lugar de
poder discernir sobre las mejores formas de vivirlo o gestionarlo.
Si sientes que llegar a casa
te supone un esfuerzo, es muy probable que, por reflejo, también te suponga
esfuerzo habitar dentro de ti.
El siguiente ejercicio te
puede ayudar a encontrar la luz que entra en ti tras cada esfuerzo, llenándote
de nueva vida y nuevo orden interior:
1 Identifica el esfuerzo
Trata de identificar aquello
que te genera esfuerzo. Ya sea simplemente llegar a casa, o poner orden,
escuchar a tu familia o pareja, o unas tareas en concreto.
Cada vez que te esfuerzas,
consumes energía (vida) y si consumes más que recuperas, la debilidad aparece.
2 Suelta en esfuerzo
Una vez identificado el motivo
o motivos que te generan esfuerzo, presta atención al momento en que el
esfuerzo cesa. Por ejemplo, al acabar una tarea, al colgar tras una llamada
incómoda o tras ordenar una zona de la casa.
En los instantes en que el
esfuerzo se detiene, la vida se prepara de nuevo para entrar.
3 Recoge vida
Tras unos instantes -de 3 a 10
segundos- tras el esfuerzo, el cuerpo absorbe una gran cantidad de energía de
su alrededor para recargarse. Si tomas consciencia de tus sensaciones
corporales podrás identificar qué sientes cuando la vida entre en ti: calor,
recogimiento, escalofríos…
4 Siente el nuevo orden
Cada vez que entra nueva
energía en nosotros, tenemos la posibilidad de sentir nuevas direcciones
interiores, nuevas formas de vivir esa nueva vida que acabamos de recoger. Por
ello, tras cada esfuerzo, si lo vives bien, puedes encontrar un nuevo orden y
una mejor dirección de vida para vivirla y vivirte.
Como metáfora
Este proceso es parecido a
sacar todas las cosas de una habitación al pasillo para ordenarlo y en lugar de
intervenir nosotros en el orden posterior, hacernos a un lado internamente
confiando en que, tras toda la energía que hemos sacado de la habitación, la
vida va a renovar dicha energía indicando un nuevo orden a través de nuestra
intuición.
•Este ejercicio lo puedes
practicar en cualquier momento y en cualquier circunstancia que te lleve
esfuerzo, sea físico, mental o emocional.
Te ayudará a no resistirte al
esfuerzo que debas hacer ya que, tras él, sabes que te espera una nueva luz.
Y sobre todo, el mayor premio
es que desde
tu esencia más profunda lograrás, poco a poco, integrar qué es lo que te quita
vida y qué sensación genera en tu cuerpo lo que te la da. Así
podrás identificar con mucha más certeza qué es lo que más te conviene en unión
consciente con la vida.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de
noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de
viviendas, comercios y empresas que mejoran la calidad de vida.
Todas están a tu disposición de
manera gratuita a traves del e-book Habitar, al que puedes acceder a través de este enlace:
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