1. Intuición – Inspiración - Desapego
Cuando permitimos que el
Ser que nos habita se despliegue a través de nosotros, nos convertimos en
creadores. Creadores de múltiples vidas (obras, relatos, música, comidas…) o,
más bien, infinitas vidas, pues Infinito es el Dios que vive en nosotros.
De hecho, es Él mismo
quien se despliega.
A mí me ocurrió. Me hice a
un lado y dejé que sucediera. Sin ser escritora, escribí. Por eso, el
resultado, la obra escrita, no me pertenece de manera exclusiva, sino que es de
quien entre en ella, de quien vaya con Juan, el caminante, el protagonista de
la historia.
Sí: En prospectiva, ahora
puedo ver claramente esa secuencia. Primero fue un sentimiento muy fuerte de
que algo dentro de mí tenía que salir (Intuición): aunque no supiera todavía
qué, tenía la certeza de que “algo importante era”. Esa necesidad imperiosa me
llevó a buscar información, sentarme y comenzar a escribir lo que brotara de mi
corazón (Inspiración), sin juicios, libremente, palabras y palabras ensambladas
unas con otras. Cuando ya no hubo más y leí el relato, me di cuenta de que yo
misma había sido escrita; y comprendí que la obra no era mía, que pertenece a
todo aquel que quiera hacerla suya. Y, siendo así, la entregué a la misma
Fuente de donde brotó (Desapego).
Por eso el Caminante acompaña y
lleva a la lectora y al lector a su Esencia.
2. Creatividad –
Coherencia - Elegancia
Solo cuando utilizamos
nuestros dones y talentos (Creatividad en sus infinitas formas) estaremos en
sintonía con nuestro diseño divino (Coherencia), hecho para dar, no para
retener; y en este sublime acto, se mostrará la Luz que portamos, la
belleza que somos (Elegancia), a imagen y semejanza de Dios.
3. Abrazar la incertidumbre
Este proceso de "permitirme ser
escrita" vino con una enseñanza: “Abrazar la incertidumbre”.
Paso a paso, arcano tras arcano hasta
los veintidós...la trama del Caminante sólo se me desvelaba en el justo momento
que escribía el correspondiente capítulo.
Mi mente egoica se desesperaba porque
no veía NADA. Cuando intentaba PENSAR cómo podría continuar la historia de
Juan, el protagonista, chocaba con un muro negro.
Sólo cuando me conectaba con el
presente se trazaba el Camino de manera asombrosa...
Por eso cuando leí todo el relato, me
di cuenta de lo importante (aunque tan difícil) que es ABRAZAR LA INCERTIDUMBRE
para dejar a Dios ser Dios en nosotros.
Y si no somos capaces de abrazar la
incertidumbre...abracemos nuestra incapacidad de abrazarla, pero no nos
rechacemos...el abrazo nos reconecta siempre con nuestro SER.
Os dejo con “Vida de un
caminante” (Prólogo sorpresa) y os animo a
desplegar vuestro Infinito… y si me permitís, os exhorto a ello, pues el mundo
está ávido de luces prendidas en los corazones, ávido de paz, ávido de vosotras
y de vosotros, de mí, de ti.
Muchas gracias.
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Texto de María José Lozano Lorenzo (mariajolozanol@gmail.com).
Autora de Vida de un caminante. Huellas del Evangelio en los arcanos del tarot (Editorial Consciente, 2022):
https://editorialconsciente.com/libros/vida-de-un-caminante/
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