Capítulo 3 del libro “Bioeconomics,
Biological Economics”
¿Existe la necesidad de la Bioeconomía?
Una pregunta, y muy válida, que se podría
hacer es: ¿Por qué hay necesidad de otra disciplina para investigar las relaciones
de interfaz de la problemática Economía - medio ambiente mientras hay ya otras
tres disciplinas para este propósito? En otras palabras: ¿por qué no acomodar
las preocupaciones de la Bioeconomía en los paradigmas existentes? Este mismo
argumento se podría haber presentado a favor de la Economía ecológica una
década atrás porque todas sus preocupaciones podrían haber sido atendidas por
las disciplinas de la Economía de los recursos y la Economía ambiental. Mis
razones para desarrollar y proponer la nueva disciplina de la Bioeconomía son
varios y derivan de lo siguiente:
1.- Importancia de la Biología
La Biología es la ciencia madre de
todas las disciplinas ambientales; de hecho, es la madre de todas las
ciencias que tienen a la Física como padre legítimo. Aplicar sus leyes y
principios a la interfaz de los problemas Economía-medio ambiente, fortalecería
en gran medida la base científica de su estudio e investigación. Se puede decir
con seguridad que la Biología tiene una razón de ser superior a la de la
Economía, aunque sólo sea por el hecho de que la eficiencia económica en el
mercado capitalista neoclásico se basa en la competencia y utilización de
recursos biológicos agotables escasos aunque “baratos”. Esto es, depende de
condiciones que son externas a ella mientras que los procesos biológicos
extraen su eficiencia de la eficiencia intrínseca inherente a ellos y son
basadas en la cooperación y la sinergia.
Después de todo, la Ecología como
disciplina se estableció como una respuesta a la tendencia cartesiana de
dividir la Biología en varias especialidades. Esta tendencia ha continuado
también en la Economía, que se ha dividido en subdisciplinas de las cuales la
Economía ecológica es una. Lo que he propuesto y propongo aquí otra vez es,
el acabar con esta fragmentación
disciplinaria no sistémica y proceder hacia la Ciencia de Sistemas Holísticos
de la Bioeconomía.
La Ecología es una ciencia dividida al
separar y estudiar la vida en su forma animada, sus componentes inanimados,
componentes terrestres y marinos. Lo que ha sido más dañino es estudiar su
componente cultural y ético por separado. Ahora más que nunca necesitamos una
ciencia que no sólo sea holística y biológica sino “bio-lógica”. Parafraseando
al histórico de la ciencia sueca, Thomas Soderquist, no debemos ceñirnos a la
Ecología como nuestro Dios, el concepto de raíz como nuestra iglesia y los
hermanos Odum como los ángeles.
La Ecología es el estudio de la materia y
la energía que circulan a través de los ecosistemas en la forma de
producción de biomasa. Seguramente la Biosfera es mucho más que esta
perspectiva estrecha. ¿Qué pasa con las vistas, los signos y los sonidos de la
Naturaleza como el color y la fragancia de las flores, los cantos de los
pájaros, el olor, el tacto y la convivencia entre especies? Estos asuntos han
sido discutidos por Jesper Hoffmeyer en su libro de 1996, donde ha
discutido la importancia de los fenómenos y de la Semiótica en general.
Necesitamos una ciencia intensiva más comprensible como la Biología, que haría
posible la aprehensión de todos estos fenómenos biológicos, su
interdependencia, sus interacciones y más. Necesitamos además, la conciliación
entre lo biológico y lo social. Edward Wilson (1998) ha utilizado el término “consiliencia”
para este propósito que significa un "saltar juntos de hechos y crear
una teoría para formar una red común de explicaciones entre las disciplinas
científicas.» Siguiendo su línea de razonamiento de que los organismos en
su estructura biológica son agregados de moléculas y elementos que se ajustan a
los principios de la física y la química, entonces sugeriría que también los
organismos en su estructura socioeconómica son agregados de las actividades de
toma de decisiones involucradas con procesos de producción-consumo y
oferta-demanda. En este sentido, estos agregados tienen que ajustarse a ambos
principios biológicos de generación, regeneración y conservación y, también a
los principios socioeconómicos de oferta-demanda y regulación de precios. Lo
que esto indica es que el ser humano, como organismo, no es únicamente
biológico ni únicamente económico, sino que es un organismo bioeconómico. Este
concepto se organiza en torno a dos ideas complementarias:
1.- Todos los organismos, como sistemas
biológicos y tienen que ajustarse a los principios de la Química y la Biología.
2.- Todos los organismos, como sistemas
sociales, tienen que ajustarse a las normas socioeconómicas, a los principios
de oferta y demanda regulados por los límites fijados por abundancia o escasez.
Lo que estas ideas realmente expresan es
conciliación, esto es interdependencia e interacción entre el sistema de
actividad biológica de un organismo y su sistema de actividad socioeconómica
para dar lugar a un sistema bioeconómico que disfrute de las características
comunes a ambos. Además, los datos y las estadísticas recopilados para abordar
los problemas de interfaz Economía-medio ambiente disfrutarían de más
formalismo, exactamente porque los procesos responsables de estos problemas
interactivos habrán sido definidos de acuerdo con los sólidos principios
científicos de la Biología. Por supuesto, la integración y síntesis de la
Biología y la Economía significaría una reformulación de los tipos de datos
necesarios y una revisión de los sistemas de recolección de datos.
La teoría de la evolución biológica se
basa tanto en el concepto de adaptación y su contraparte de la no adaptación.
Mientras que el primero indica el éxito del mecanismo de selección natural en
la adaptación de un organismo a su entorno, este último indica que este
mecanismo es un proceso continuo, proceso interminable tratando continuamente
de ajustar el organismo a su ambiente. El ajuste se puede lograr a través de la
dinámica de hacer compatibles y complementarios los dos aspectos opuestos de
cantidad y cualidad. La primera está representada por algunos organismos en
competencia entre sí para la acumulación de recursos o bienes mientras que
estos últimos son representados por
otros organismos mejor adaptados al medio ambiente en el sentido de “ganarse la
vida” concentrándose en los aspectos cualitativos de la vida. La dualidad
cantidad-calidad es especialmente importante en el caso de procesos de desarrollo
y en especial del desarrollo sostenible
donde ningún miembro de esta dualidad es superior al otro, pero una comprensión
de cuál es esencial para un modelo cuantitativo operativo de desarrollo
sostenible es en este sentido que el conocimiento biológico, junto con el
obtenido de la actividad socioeconómica exhibida ya que sus características
bioeconómicas, puede ser muy útil para determinar el correcto proceso de
desarrollo.
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Autores: Mansour Mohammadiam y José
Alfonso Delgado (traducción)
Nota: La publicación de las diferentes entregas
de El Tercer Camino
se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.
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