Cualquier persona que sintiese que su estómago -sin ingerir comida-
está continuamente activo generando procesos digestivos, buscaría consejo o
ayuda médica ante lo que podría ser una patología.
Si esto lo llevamos a la actividad de nuestro cerebro, podemos
observar que hemos normalizado que esté continuamente en marcha, aunque no se
precise de su función.
Suele ser habitual confundir el cerebro con la mente.
A nivel vital, el cerebro es tratado como el órgano capaz de
conectar con la mente y descifrar su contenido. Esto nos lleva a definir la
mente como una red de información universal disponible para todo aquel ser vivo
capaz de sintonizar con ella.
Más allá de la capacidad o coeficiente intelectual, hay un factor
clave que determina el nivel de información mental al que puede acceder nuestro
cerebro y la forma en que la interpreta; este factor es el nivel de consciencia de la persona
que habita el cuerpo y toma
uso del cerebro.
Las personas que habitan conscientemente su cuerpo y son cuidadosas
con el uso de su cerebro, dedican tiempo al cabo del día a realizar descansos
conscientes, a llevar a cabo actividades contemplativas sin juicios ni
interpretaciones, a valorar el tipo de información al que están expuestos y a
evaluar el momento oportuno para acceder a la mente según el nivel de vibración
en que se sienten, ya que dicho nivel, determina el grado de acceso y uso del
material mental.
Por otro lado, las personas que no habitan su cuerpo con
consciencia, que confunden la mente con su cerebro y que ingieren cantidad de
información impuesta sin ningún tipo de filtro, suelen tener indigestiones
mentales cronificadas por su creencia de que lo que logran concebir con su
cerebro es lo que acumulan con sus experiencias.
Esta limitación de visión, baja tanto la vibración, que el acceso a
la información mental se permite simplemente a nivel de la supervivencia con lo
que conlleva dicha vibración: alerta, miedo, agresividad, obsesión, ansiedad…
Es cierto que hay personas con mucha consciencia que, debido a
alguna alteración en un momento determinado de su día a día o de su vida, baja
su vibración y su nivel mental también lo hace entrando a la supervivencia. A
todos nos pasa en determinados momentos. Es aquí, cuando la capacidad de
observación es clave para no quedarse anclado en dicha vibración y poder, con
sencillas herramientas como la respiración o la capacidad de amar, elevar el
nivel vibracional y con ello, el mental.
Si alguna vez te cuesta subir el nivel mental, hay unas acciones
que puedes llevar a cabo en casa para que te ayuden a mejorar tu lucidez:
+La vibración de la mente despejada
está representada en el color blanco, el orden, las formas curvas y esferas,
así como también en las texturas pulidas.
Es por ello, que estar en una habitación blanca, despejada y con
algún objeto de líneas curvas y de textura pulida, puede aumentar la vibración
hasta el nivel en que la mente se percibe serena y libre de ruido.
+En el caso de que sea difícil lograr
un ambiente así en casa, también puede ayudarte visualizar una imagen que
represente las diferentes vibraciones. Por ejemplo, cerrar los ojos e
imaginarte en una estancia blanca, ordenada, con el suelo pulido y con techos
abovedados, tendría todos los factores de una vibración mental alta. Si sólo
tuviese uno de los factores (una estancia blanca, por ejemplo) también
serviría.
Tras preparar un escenario de este tipo, imaginarlo o tener una
imagen que lo represente (puede servir una imagen de revista o digital), es muy
recomendable tener, además, una representación cerca del elemento Tierra.
El elemento Tierra, representado en los objetos de arcilla,
cerámica o porcelana, en los colores terrosos y en las formas cuadras y
cúbicas, nos facilita tomar contacto con nuestro sentimiento.
El contacto con el sentimiento es clave en el equilibrio de buscar
la claridad mental ya que, de no tenerlo presente, podríamos adquirir una
mentalidad excesivamente "fría".
El contacto con el sentimiento nos permite seguir conectados y
equilibrados con nuestra esencia.
+Si logras crear el ambiente blanco,
tener presente algún objetivo cerámico será ideal para mantener el equilibrio.
+Si no logras crear el ambiente y
recurres a visualizar una imagen blanca, tras visualizar la imagen blanca,
trata de observar durante unos minutos la imagen de algún elemento terroso.
De esta manera lograrás, con una mentalidad despejada, conectar,
aún con más profundidad, con lo que sientes.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de viviendas, comercios y
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