EL
SILENCIO POETIZADO DE LA MONTAÑA. Las voces del silencio han irrumpido las formas del
intelecto. Estamos percibiéndolas. Permanecemos en el refugio, en las
verdiazules montañas de la tenue neblina de los sueños. Jacinta, el ser místico
y su guía espiritual silencioso, espíritu andariego, acompaña. Un cuaderno de
notas recoge cada mensaje. Contemplamos, entramos en el silencio, todo va
apareciendo en el flujo de energía que somos. Nuestra mano se mueve y aparecen
las frases poéticas del andariego
cosmocultor.
Los encuentros continuaron.
En cierta ocasión, durante una fría mañana, fuimos nuevamente a la montaña de
Jacinta, de vericuetos caminos y espesa vegetación. Nos aproximamos a su casita
tejida de barro y cañabrava, pequeña, muy confortable, con una hermosa vista a
los valles cercanos. Frente a la casita, sentada en una silla de madera, con un
viejo y amarillento libro entre sus manos, estaba Jacinta, nos miró y sonrió De
rasgos muy sencillos en sus vestimentas y una profunda mirada, como si alcanzara la infinitud y con ella esbozara el
sentido de todo, se levantó y abrazó a a
su “amigo andariego”, como así nos dijo al vernos. Luego nos tocó el hombro y percibimos una paz incomprensible, luego nos
abrazó nuevamente y dijo que entráramos al interior de la casita. Así lo
hicimos.
Todo el interior estaba muy ordenado. Unos muebles
finamente tallados de madera y juncos, con cojines de diversos colores, hacían
juego con las cortinas que ventilaban la única ventana. En un rincón, un
estante con muchos libros. Los contemplamos y ella dijo que eran libros que la
visitaban, que a veces estaban y otras veces no, dijo que los libros son
viajeros y siguen su propio camino. Nos invitó a sentar. Ella hizo lo mismo,
miró a su alrededor y después de un profundo silencio, fijó su mirada en el
infinito. “Lo que quieras hacer”, nos dijo, “graba o toma nota”. Cerró sus
ojos, y sus palabras fueron a su vez, el silencio poetizado de la montaña:
La
tarde es hermosa,
aunque
percibes la mañana.
El
cielo se vistió de nubes.
El
viento anunció la danza de la lluvia.
Las
flores sonrieron y las avecillas del monte,
sus
amores descubrieron.
La
tierra suspiró,
y de
ella,
emergió
el silencio y las voces de los duendes,
esto
fue lo que me dijeron:
Va a
llover toda la noche,
aunque
percibas la lluvia del amanecer,
De la
lluvia, tú serás el viajero.
Muchos
otros están invitados,
será
el gran concierto de los duendes
aliados,
en el
cuál la lluvia,
descifrará
el misterio.
Llueve
toda la noche,
aunque
tus sentidos físicos contemplan la mañana.
No es
una lluvia con estruendos.
Es
una lluvia de melodías sublimes,
tenues
y cargadas de ensueños.
Viaja
al interior de ti mismo.
Comprende
que tu también eres la lluvia.
Conoce
que inventaste el invierno,
para
que te descubrieran los buscadores del infinito cielo.
Y esa
cantarina lluvia que soy yo mismo,
que
es Jacinta,
pregunta
sin exigencias:
¿Qué
escuchas?
¿Ruidos?
¿Sonidos?
¿O
acaso el silencio?
Si es
el silencio,
si
puedes captar el lenguaje del silencio,
entonces
estás escuchando las voces de los abuelos;
de
los abuelos de tus abuelos,
y
estas voces no lo entiende el intelecto dominado por la razón,
ni
los académicos imbuidos de números,
ni
los doctores arropados de teorías,
no lo
entienden porque estas voces no son voces,
no
forman parte de un lenguaje codificado por el pensamiento.
¿Cómo
describir con palabras y números el aroma del sol,
el
color de las flores,
el
néctar del amor,
la
libertad del espíritu y la paz del infinito?
¿Como
pintar de risas el pensamiento,
energía
sublime secuestrada por el intelecto,
que
lo pone al servicio de la razón, y con ella,
crea
teorías que sostienen la efímera estadía de una ilusión?
Quien
logra establecer contacto con el silencio,
encuentra y celebra otro tipo de comunicación:
la
percepción espiritual.
Y es
la naturaleza la gran aliada.
Quien
viaja al interior de sí mismo,
ve en
la naturaleza un libro abierto.
En
una nube danzarina,
en
una brisa sublime de una mañana decembrina,
en el
canto de un ave,
y en
una lluvia que reinventa el rocío,
descifrando
una señal,
que
es un juego de niños,
teorizado
por adultos.
Y
Quien descubre la señal es el espíritu que vive la libertad,
pero
de inmediato,
el
ego creado por la razón del intelecto, hace emerger el miedo,
la
duda y la confusión.
Pero
el ego,
la
razón,
el
miedo,
la
duda y la confusión;
son
una ilusión.
Es la
misma ilusión que desencadena las guerras en estos mundos, donde reina el ego.
Reino
que por cierto,
también
es una ilusión.
Y en
este reino de la ilusión,
sobre
las bases del ego,
está
organizado este mundo físico.
Los
sistemas políticos,
económicos,
sociales,
culturales,
las
leyes que rigen esta sociedad,
las
estructuras y sistemas de poder y de justicia;
tienen
su base en la razón,
que
es lo mismo que decir, en la ilusión.
¿A
qué se le presta más atención?
A lo
cuantitativo.
¿Cuántos
están de un lado?
¿Cuántos
están del otro?
¿Con
cuántos números se ganó?
¿Con
cuántos números se perdió?
¿En
cuántos se incrementó la ganancia de uno?
¿En
cuántos disminuyó la pérdida del otro?
¿Cuántos
quieren más?
¿Cuántos
quieren menos?
¿Quiénes
tienen la razón?
¿Quiénes
están equivocados?
Números,
cantidades,
cifras
y tendencias.
Incrementos
o decrementos.
¿Para
qué se utilizan esas cifras?
Para
llegar a tener razón.
Para
tener como referencia quién gana y quién pierde.
Para
poder definir quién es el más fuerte y quién el más débil.
Y
¿Quién es el más fuerte?
¿El
que tiene más?
¿Quién
es el más débil?
¿El
que tiene menos?
¿Dónde
está el amor en uno?
¿Dónde
está el amor en el otro?
Y la
espiritualidad profunda en cada uno de ellos,
¿dónde
está?,
¿dónde
está la armonía infinita en el uno y en el otro?
Mientras
sólo manejen el lenguaje de las cifras,
no
podrán escuchar el silencio.
Esa
voz silente,
que
anulando el pensamiento y el análisis egoísta del intelecto,
los
ayuda a volver a la nada,
y
entonces reconstruirán sus memorias.
¿Quiénes
son los que de un lado o del otro,
están
dejando de aprender,
para
recordar los universos que son?
¿Alguien
tiene alguna explicación referente a la percepción espiritual que muestran las
orquídeas desde la majestuosidad de los bucares?
¿Alguien
está percibiendo, comprendiendo el nivel de amor alcanzado por la quebrada a su
llegada al océano?
¿Alguien
por fin,
se ha
dado cuenta,
que
no se trata de un país,
de un
planeta,
de un
sistema solar,
de
una galaxia;
sino,
del
infinito Cosmos?
¿Alguien
está estudiando la poesía vibrante que emerge de los grillos en las noches de plenilunio?
¿Alguien
ha dejado de buscar,
de
llamar,
de
pedir,
¿Y se
ha dedicado a encontrar y dar?
¿Quién
está estudiando esto?
¿Cuánto
miedo ciega las conciencias?
¿Cuál
es el nivel de libertad alcanzado por los aguaitacaminos?
¿Cuánto
color emerge del canto de una guacharaca?
¿Quiénes
ahora hablan con la lluvia?
¿Quiénes
hablan con las piedras?
¿Quiénes
están inventando mientras soñamos y creando lo que ya existe?
¿Quiénes
están viajando hacia el interior de sí mismo y están haciendo Revolución en sus
consciencias?
¿Quiénes
se están desprendiendo de los prejuicios y dogmas preconcebidos por el ego?
Y,
¿Cuántos
se están nutriendo con el amor que pintan los niños?
Si
queremos poner los números,
las
cifras al servicio de la consciencia espiritual que somos; preguntémonos,
¿A
cuántos del uno o del otro lado miro a sus ojos, y percibo el amor cósmico,
universal y sublime que somos todos?
¿A
cuántos les he sonreído hoy?
¿A
cuántos he alimentado y escuchado?
¿Cuántos
árboles he sembrado hoy?
¿Cuántos
he regado y abonado?
¿Cuántos
sonidos de la naturaleza he escuchado hoy?
¿Cuántos
te amo, ha pronunciado mi percepción física?
¿A
cuántos he enseñado a leer y percibir el lenguaje de la vida?,
que
es el lenguaje del amor.
¿Cuántas
estrellas pude contar anoche cuando alcé la vista al cielo, y vislumbré la luz
infinita del cosmos?
¿Cuánto
he caminado para descubrir que estoy en el mismo sitio?
¿Cuánto
me he despegado del intelecto y del ego, de títulos y de conocimientos provistos
de razón, pero indefensos de amor?
¿Cuántos
doblaron la lanza con la cual pretendían aniquilar al otro y ahora construyen
un arado para abrir los surcos, desde donde emergerá la vida que le dará la
libertad al uno y al otro?
Es
una energía…
profundamente
armoniosa y espiritual…
y
este tipo de energía siempre está a favor de…
y no
en contra de…
Comprenderlo,
requiere
de viajar hacia la nada.
Y ese
viaje está cargado de renunciamientos a los apegos,
dogmas
y prejuicios que esconden el verdadero SER que somos...
La
vieja Jacinta, adormecida por el éxtasis sublime en el que había caído, unió
sus manos y lentamente acarició su rostro. Al cabo de cierto tiempo, se dirigió
a un rincón donde se encontraba un viejo garrote, encabuyado con hilos de
diversos colores, lo tomó de manera pausada, volvió a su silla de cuero y comenzó a trazar círculos en el piso, como si
dibujara luceros, soles, galaxias,
nebulosas. Todo era silencio. La lluvia prosiguió y la tarde se convirtió en
mañana.
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Autor: Hector Honorio Rodríguez Orellana (forimakius@gmail.com)
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