Son much@s los amig@s del blog que comparten conmigo sus
experiencias cotidianas relacionadas con sus procesos conscienciales y me
preguntan cuestiones relativas a la evolución en la percepción del mundo y la
vida –la suya y la de los demás-, las subidas y bajadas en los estados de
ánimo, los cambios en las relaciones y conexiones con los seres queridos y las
personas más cercanas y un amplio etcétera.
Con este telón de fondo y por considerarlo de interés y utilidad
para tod@s los que se acercan al blog, se inserta en él un texto titulado Dinámica Consciencial, Co-creación y Matriz Holográfica que, aunque escrito a finales de 2012 para el libro “Amor: Vida y
Consciencia”, acabo de actualizar y mejorar para su difusión en el blog. Dada
su extensión, se publica en cinco entradas sucesivas y concadenadas:
1. Estado de consciencia y dinámica consciencial (fecha de publicación: 1 de enero)
2. La expansión de la consciencia (fecha de publicación: 3 de enero)
3. Creación
y co-creación: sus características básicas (fecha de publicación: 5 de enero)
4. “Despertar Consciencial” y desconexión de la Matrix (fecha de publicación: 7 de enero)
5.
Desconectado de la Matriz, abro los ojos y veo (fecha de publicación: 9 de enero)
Espero que el texto completo resuene en vuestro interior y lo
disfrutéis
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Dinámica Consciencial, Co-creación y Matriz Holográfica:
5.
Desconectado de la Matriz, abro los ojos y veo
Mi vida y la realidad son mi creación
Abro y los ojos y veo que todo lo que llamo “mi vida” y todo lo que
en ella acontece, es mi creación. No hay excepciones.
Abro los ojos y veo que cada ser humano contempla, concibe y
experiencia la vida y la realidad en función de su estado consciencial. De ahí
que todo lo que denomino realidad es sólo, ni más ni menos, que “mi realidad”,
íntegramente creada por mí. Y mi realidad es intrínsecamente distinta a la de
los demás, pues cada cual genera “su vida” y “su realidad”.
Abro los ojos y veo que “mi vida” y la realidad (“mi realidad”) son
la manifestación y proyección conscienciales de mi propio interior, de mi
estado consciencial -y la frecuencia vibracional a él asociada- en cada momento
presente. Por tanto, “mi vida” y la realidad (“mi realidad”) son un holograma
proyectado desde mi interior (estado consciencial).
Abro los ojos y veo que exactamente lo mismo le ocurre a cada uno
de mis congéneres: la vida (”su vida”) y la realidad (“su realidad”) son la
manifestación y proyección de sus respectivos estados conscienciales –con sus
respectivas frecuencias vibracionales-. Y ningún estado consciencial es mejor o
peor, superior o inferior,… Sencillamente, cada cual vive el estado
consciencial –y las experiencias creadas, generadas y atraídas desde él- que le
corresponde en función de propio proceso consciencial y momento evolutivo.
Abro los ojos y veo que cada cual genera su holograma (su vida y la
realidad tal como la concibe y experiencia) y que la globalidad de hologramas
que coexisten en el Aquí y Ahora configuran una gigantesca Matriz Holográfica
en la que todos los hologramas interactúan sin merma para ninguno.
No existe una realidad objetiva y única
y no hay un “mundo”
Abro los ojos y veo que la pretendida y teórica realidad objetiva y
única, no existe, sino que es absolutamente subjetiva y radicalmente múltiple:
+Es subjetiva porque nada existe en ella, aparte de lo que cada
cual genera y proyecta desde el interior de uno mismo, hacia la gigantesca
Matriz Holográfica. En esta Matriz interactúan todas proyecciones y “visiones”
individuales de la vida, la muerte, uno mismo, los demás, las cosas, el mundo,
Dios…
+Es múltiple porque existen muchas realidades: tantas, como
personas, cada una de las cuales crea su realidad desde su respectiva dimensión
interior, desde su estado de consciencia..
Aplicando lo anterior a lo que la Humanidad denomina “mundo” o
“mundo exterior”, abro los ojos y veo que tal mundo, como realidad única y
objetiva, simplemente no existe: hay tantos mundos como seres humanos,
exactamente uno por cada uno, pues lo que cada persona percibe y contempla como
mundo exterior, es ella misma, su propia manifestación y proyección desde su
estado consciencial y frecuencia vibracional.
Mundo exterior y evolución interior
Abro los ojos y veo que cualquier transformación de la realidad y
el mundo exterior pasa inexorablemente por “mi evolución interior”; es decir:
por el impulso de mi estado consciencial –y la consiguiente variación de la
frecuencia vibracional a él asociada- que haga factible crear esa nueva
realidad y ese nuevo mundo.
Abro los ojos y veo que la idea de cambio es una ficción, que todo
es Evolución. Y que el cambio exterior realmente no existe, pues es la
proyección de la transformación del estado de consciencia: un holograma, como
proyección individual; una Matriz Holográfica, como interacción colectica de
todos los hologramas individuales. Y tal transformación es puramente interior:
ojos nuevos para un mundo nuevo.
Todo es verdad y nada es “Real”
Abro y los ojos y veo que, derivado de lo precedente, en el escenario
de la Matriz Holográfica (el Gran Teatro del Mundo) todo es verdad y nada es
Real:
+Todo es verdad, porque la realidad creada por cada ser humano -con
todo lo que implica, conlleva y representa-, es ineludiblemente verdad para él
(en el Gran Teatro del Mundo, cada uno se cree a pie juntillas, firme y hasta
vehemente, el papel que decide en cada momento interpretar).
+Nada es “Real”, pues la realidad creada por cada cual es -como se
acaba de exponer- subjetiva y múltiple, no existiendo en la Matriz Holográfica
ninguna realidad “Real”, sino multitud de realidades holográficas: la de cada
uno, que interaccionan y configuran conjuntamente la Matriz Holográfica y el
mundo exterior (en el Gran Teatro del Mundo, todo es pura manifestación
holográfica y virtual de estados conscienciales interiores que varían y mutan
-expansión consciencial- como consecuencia de las experiencias que cada persona
vivencia en el contexto de la realidad por ella misma creada).
Consecuencia de mi decisión de ser: “yo
soy”
Abro y los ojos y veo que todo lo que en mi vida y el mundo sucede,
cualquier hecho, circunstancia, evento o situación, es mi creación. Todo es
consecuencia de mi decisión de ser (“mi papel”: el papel que decido
interpretar) y manifestación de lo que “yo soy” (mi yo y mis circunstancias
derivados de “mi papel”) como consecuencia de esa decisión, haciendo que mi
vida y todo lo que me rodea, sin excepción alguna, sean proyecciones, como
espejos en los que me veo reflejado, de lo que yo soy porque lo he decidido ser.
¿Algunos ejemplos? Abro y los ojos y veo que:
+Si mi decisión de ser es “ayudar a los demás”, ineludiblemente
crearé a quienes precisen mi ayuda, a los “necesitados” de ella, dado que si
éstos no existieran, mi deseo de “ayudarles” no podría plasmarse en la
“realidad” por mí generada. De idéntica forma, crearé la “situación de
necesidad o escasez (de lo que sea)” que provoca que precisen de mi ayuda y la
“situación de disponibilidad y abundancia (de lo que sea)” que hace posible que
yo se la ofrezca.
+Si mi decisión de ser es “ser bueno”, inevitablemente crearé a
quienes sean “malos”, pues si éstos no existieran, mi deseo de ser “bueno” no
podría plasmarse en la “realidad” por mí generada. Igualmente, crearé la
“maldad” que lleva a los “malos,” a serlo, así como la “bondad” que a mí me
hace “bueno”.
+Si mi decisión de ser, es estar “despierto”, obligatoriamente
crearé a los que estén “dormidos”, ya que si éstos no existieran, mi deseo de
estar “despierto” carecería de sentido en la “realidad” desde mí engendrada.
Del mismo modo, crearé los motivos que hacen que los “dormidos” lo estén, así
como las razones que provocan mi “despertar”.
+Si mi decisión de ser es “ser un salvador”, forzosamente crearé
tanto las “víctimas” a quienes pueda “salvar” como el “algo”, el “verdugo” o el
“perseguidor” que hostiga a las “víctimas” y del que yo, “salvador”, les voy a
“salvar”.
Cuando no decido, incluso cuando no
decido ser: “Yo Soy”
Abro los ojos y veo que más allá de la vida (“mi vida”) y la
realidad (“mi realidad”) hay algo que no puede ser pensado ni expresado y que
es ajeno a cualquier Matriz Holográfica. Sé que siempre lo he sabido, aunque lo
había olvidado entre hologramas y proyecciones virtuales. Y siento que se trata
de la Vida en toda su Pureza.
Abro los ojos y veo la Vida que no es “mi vida” ni la de nadie en
singular, y la Consciencia, que no es “consciencia” ni la de nadie en
particular.
Abro los ojos y veo que lo que realmente Soy, fluye de manera
natural y espontánea cuando no se diluye el “yo soy” y cuando no decido nada,
incluso cuando no decido ser.
Abro los ojos y me veo: Yo Soy
Abro los ojos y me veo: Amor
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