Buscando calmar nuestra mente y nuestras emociones, tratamos de
conseguir externamente una calma que suele, por lo general, ser vulnerable y
débil.
En nuestras viviendas también lo hacemos.
Solemos crear entornos basados en lo que buscamos a nivel mental y
emocional sin tomar consciencia de que lo creado desde este punto, es tan
cambiante como su origen.
El orden y el desorden, la calma y la agitación, son
manifestaciones naturales que vivimos en nuestro interior y a nuestro
alrededor. Tratar, por tanto, de llevar lo natural a una única línea recta
emocional es una tarea tan frustrante como agotadora.
Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos vivir etapas en
las que nuestro mundo interior quede "patas arriba" y nuestro
alrededor lo refleje con acumulación de tareas o desorden. En esos momentos,
aceptar la situación y vivirla con naturalidad es la base para que el orden
llegue a su debido tiempo. Sin forzar.
Desde hace varios años, gran parte de las personas que contactan
conmigo están en procesos de cambios, bien de vida o bien interiores.
Muchas de esas personas esperan que al lograr que la energía vital
fluya por sus viviendas en armonía, esa misma armonía ponga en orden sus vidas,
y aunque en realidad es el gran objetivo, hay un paso previo imprescindible:
aceptar el orden natural.
Por normal general, las personas que esperan los cambios interiores
a través de los exteriores suelen sentir un alto grado de obsesión por alcanzar
la solución. Estas mismas personas, una vez logran habitar en un lugar
armónico, lo primero que sienten es una facilidad llamativa a la hora de
aceptar la realidad sin obsesionarse y es justo en el momento en el que logran
entender y abrazar la situación en la que se encuentran, cuando se mimetizan
internamente con la armonía que les rodea y sienten cómo todo responde a un
orden perfecto.
Una vez llegan a esta fase, logran sentir que lo natural en ellos
no es vivir desde la mente, sino desde su espíritu y desde él, la calma o la
agitación, el orden o el desorden, ya no son problemas a resolver, pues su
mirada nace ya de una paz de fondo que no se perturba ante lo superficial.
Es siempre necesaria una apertura en nuestro interior para que el
orden que se dé en nuestra vida sea desde una consciencia natural.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
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los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de
publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de
viviendas, comercios y empresas que mejoran la calidad de vida.
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