Cuando visito la vivienda de
una familia o de una pareja, suelen mostrarse con frecuencia diferentes puntos
de vista y de necesidades vitales para lograr la armonía que desean.
La necesidad de mejorar la
comunicación, el refuerzo del orden, el anhelo de tiempo juntos, la sensación
de falta de tiempo o el deseo de que uno o varios habitantes se comporte de
forma diferente, son algunas de las causas más comunes que me solicitan cuando
visito este tipo de viviendas.
Aunque siempre valoro y tomo
en serio las necesidades y anhelos de cada miembro de la pareja o familia, soy
consciente de que la voluntad de la vida puede ser diferente a la inercia que
ellos mismos sienten sobre ella. Es entonces cuando, al reforzar la vitalidad
de cada uno, la vida muestra su propio orden. Siempre perfecto.
Este es el caso de una chica
que contactó conmigo ante lo lejano que percibía a su marido. El hombre, por lo
que me contó, desde hacía unos meses mostraba indiferencia hacia ella y además
exponía a las personas de su entorno versiones de su vida que distorsionaba la
realidad para quedar él como un ser merecedor de atención en detrimento de su
mujer.
La chica, creyendo que todo se
debía a un momento de debilidad de la pareja, se había entregado en todos los
aspectos al marido creyendo que, dándole apoyo, libertad y comprensión, su
centro volvería a ser la pareja; pero la chica estaba agotada al ver que cuanto
más se entregaba, más se fortalecía la distancia del hombre y la debilidad de
ella.
Cuando contemplo estos casos,
lo primero que busco en la vivienda es la zona que muestra la energía de ambos.
Curiosamente, en esta
vivienda, la zona vital de cada uno de ellos estaba en uno de los dos cuartos
de baño de la vivienda: la de la chica en uno y la del chico en otro.
Cuando la zona vital de una
persona coincide en un cuarto de baño, suelen ocurrir dos cosas como reflejo de
la fragilidad que sienten: o se convierten en abusadores o en víctimas.
Sin duda, ambas posiciones
inconscientes se toman en base al carácter de la persona; una persona
dominante, ante su fragilidad se posiciona en el abuso y una persona sumisa, se
posiciona en el victimismo. Ambos, en este caso, al habitar juntos, se
retroalimentan.
Para lograr ayudar a la chica
lo único que sentí hacer fue reforzar su zona de energía. El deseo de ella era
reconducir la relación y que actuara de forma que le vivienda reforzase ambos,
pero le expliqué que no puedo intervenir en la vitalidad de quién no me lo
solicita por respeto a su propio camino y lo entendió. Cosa distinta sería si
la otra persona se implicase en el proceso (algo a lo que él se negó).
Le di por tanto unas sencillas
pautas para llevar a cabo en su baño. Había que potenciar el elemento Agua y lo
hicimos con una decoración sutil y económica.
Conforme pasaron los días (un
poco menos de una semana) comencé a recibir noticias suyas. Me indicaba que no
sabía cómo ni por qué, pero estaba viendo con claridad que la relación con su
marido era complemente tóxica para ella y que sentía abandonar el esfuerzo por
retenerlo y convencerlo de seguir.
De forma gradual se fue
sintiendo fuerte e íntegra y en menos de un mes recuperó el valor necesario
para salir de la vivienda y rehacer su vida.
El hombre reaccionó casi al
final, pues no llegaba a creer que su mujer iba a dar el paso de irse, pero
cuando quiso reaccionar, la lucidez de ella era tan firme que pudo ver la
falsedad que ocultaba el hombre y aún salió más rápido y más convencida.
Una de las cosas más bonitas
de mi sensibilidad es cuando, tras acompañar a una persona a recuperar su luz
personal, la veo caminar por sí sola manteniendo su lucidez interior.
No era casual que ambos
hubieran elegido estar en aquella vivienda. La mujer, sin embargo, tras
aumentar su luz interna, se comprometió con ella y la siguiente vivienda donde
habitó ya tenía fuerte, de forma innata, su zona vital.
Su fortaleza llegó con su deseo del orden natural y su apertura y
confianza en él.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
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