Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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11/7/22

TC28.- LA BIOECONOMÍA, CIENCIA POSTMODERNA

Capítulo 3 del libro “Bioeconomics, Biological Economics”

 

Los problemas a los que se enfrenta la Humanidad son el resultado de interacciones no lineales entre la interfaz del sistema biológico de la Naturaleza y la socioeconómica del sistema humano. Estos problemas, además de ser interactivos y complejos, sufren de un alto grado de incertidumbre e implican altos riesgos lo que hace que su resolución sea bastante urgente.

Problemas tales como los organismos genéticamente modificados, los trasplantes en humanos de órganos animales y el desarrollo tecnológico futurista conocido como la nanotecnología son, además, el resultado del progreso científico y la tecno- innovaciones que caracterizan a la especie humana. Estos y otros son ejemplos de problemas posmodernos donde no hay datos objetivos disponibles y están envueltos en la incertidumbre en cuanto a sus posibles resultados. Acudir a subjetividad y a los valores éticos son las únicas pautas para actuar como nuestros faros en la postmodernidad. Nos vemos obligados a reflexionar sobre las diversas direcciones a tomar, influidas por normas y tradiciones, y también influenciadas en gran medida por nuestros valores y creencias éticas.

La ciencia se encuentra en una etapa crucial de su desarrollo comparable a la era de la Iluminación y estas nuevas demandas hacen que esté cada vez más involucrada con los problemas sociales y como tal ya no puede ser considerada meramente una actividad libre de valor llevada a cabo para satisfacer la inquisitiva naturaleza humana. Estamos extendiendo nuestros poderes intelectuales a dominios límite de la ciencia moderna con sus conceptos clásicos. La noción del riesgo y la incertidumbre es uno de esos dominios en el sentido de que nos hace darnos cuenta de que los conceptos clásicos son más apropiados para describir eventos individuales que para comprender sus interacciones e interrelaciones. Es, por tanto, necesario acceder a una ciencia postmoderna que pueda superar estas limitaciones y cumplir con los requisitos posmodernos de holismo y la evidente incertidumbre que nos domina.

La investigación científica moderna durante los últimos dos siglos adolecía de premisas simplistas de certeza, objetividad y positivismo. Además, su metodología reduccionista cartesiana ha dividido la Biosfera y los sistemas de actividad humana en compartimentos estancos para ser estudiados por varias disciplinas ajenas a la unidad de la vida y sin consideración de sus problemas interactivos “reales”.

Estos problemas se han originado a través de los logros de la Humanidad extendiendo su fecundidad a lo largo y ancho del Planeta y también a través de sus logros en el progreso científico y la innovación tecnológica para alimentar y albergar a esta población cada vez mayor. El progreso en la resolución de estos problemas requiere más que de medidas disciplinarias reduccionistas, de un esfuerzo científico innovador basado en síntesis e interdisciplinariedad. Esto lo afirma un célebre biólogo que refiriéndose a la importancia del reduccionismo dice: “Juntar las piezas de nuevo, ya sea en la realidad o en nuestras mentes puede no aportar una explicación completa del comportamiento ni siquiera de los más elementales sistema vivo” (Weiss, 1971). La Bioeconomía, resultante de la síntesis de Biología y Economía, investiga los problemas sociales desde una perspectiva interactiva y un punto de vista holístico y es un paso en la dirección correcta.

La Bioeconomía, basada en una docencia científica interdisciplinaria y la cultura investigadora está orientada a la calidad más que a la cantidad y es esencialmente holística. Como tal, es una buena candidata para cumplir con los requisitos de una ciencia postmoderna. Además, se presenta como una ciencia postmoderna porque está orientado a los problemas que son ambientales, socioeconómicos, biológicos y éticos, todos a la vez, y derivados del impacto del la actividad humana, social, económica y tecnológica sobre la Naturaleza. Un tema de gran trascendencia para la existencia sostenible de la Humanidad es la eliminación de la enorme cantidad de residuos que produce su actividad sistema. “El concepto de temporalidades biológicas y culturales” y sus relaciones e importancia para la gestión de residuos (Van Loon y Sabelis, 1997) es un tema complejo, cargado de incertidumbre y de   restricciones económicas, sociales y éticas que hace necesaria una investigación interdisciplinar y postmoderna.

La ciencia moderna de antaño exploraba cuestiones que eran más ciertas y objetivas y sus investigadores las determinaban en su actividad y dirección. Esta ciencia moderna fue desarrollada por algunas de las mentes científicas más grandes como Bacon y Descartes con el fin de domar la Naturaleza y hacer del Planeta un lugar más acogedor para la Humanidad. Ellos creían que la ciencia podría ayudarnos a entendernos a nosotros mismos y a ser los dueños y poseedores de la Naturaleza. Sin embargo, los logros de la Ciencia moderna han resultado en una degradación ambiental, en penurias, dislocaciones sociales e incertidumbres biológicas. Finalmente se ha vuelto obvio que la Naturaleza no puede ser completamente conquistada y su reacción en contra de las malas acciones de la Humanidad se están manifestando cada vez más a través de fenómenos tan dañinos como el supuesto cambio climático, el calentamiento global, el agotamiento del ozono y otros. La ciencia postmoderna como la Bioeconomía por otra parte, se ocupa de la reparación del daño causado y la prevención de nuevos daños provocados por la Humanidad a través de fenómenos interactivos.

Sin embargo, la ciencia moderna sigue siendo muy útil y su enfoque de arriba hacia abajo con metodología reduccionista ha tenido mucho éxito en el descubrimiento de muchas incógnitas y arrojada luz sobre muchas cuestiones que han facilitado enormemente la marcha del progreso de la Humanidad. Ha actuado como el vínculo para traer cierta cohesión a culturas y poblaciones humanas dispares. Sin embargo, ahora la Humanidad se enfrenta al desafío de mantener el genio bajo control a través de una ética del conocimiento en evolución. El verdadero conocimiento debe ser realmente objetivos y esto significa que estamos entrando en el terreno de la ética porque el verdadero conocimiento, aunque sin valor, debe tener una base ética sólida y, qué mejor que un fundamento de valores éticos en forma de ética postmoderna de conocimiento.

Desde un punto de vista histórico se puede decir que la idea detrás del desarrollo de una ciencia postmoderna es la continuación de las ideas de Bateson, 1972,1979 de desarrollar una ciencia para la que “todavía no tenía un nombre satisfactorio”. Él creía en la pluralidad de las ideas científicas y expresaba la opinión de que “dos perspectivas son mejores que una”. Esta pluralidad de perspectivas es uno de los principales pilares de la Bioeconomía que también permite la expresión de ideas y opiniones de la Comunidad no científica. En este sentido se hace conocida, y adaptable a las preocupaciones en desarrollos científicos tales como organismos genéticamente modificados y sus impactos tanto en el entorno socioeconómico y el biológico. Estos avances científicos y tecnológicos están llevando a la Humanidad donde hay vulneración del “bien y la verdad” de la ética de la herencia biológica (Funtowicz y Ravetz, 1992, 1993). Los avances en biotecnología están provocando que la humanidad imagine más lo virtualmente probable, que lo realmente posible. El desafío para la ciencia postmoderna es aclarar y distinguir entre lo real y lo virtual y entre lo posible y probable debido la inmensa importancia que tiene esto en todos los aspectos de la existencia humana.

El paradigma dominante tanto en Biología como en Economía ha sido el de la auto-preservación mediante la competencia por el progreso individual en la Economía y para la supervivencia colectiva en la esfera biológica. El “cientificismo moderno” con una metodología reduccionista bien establecida basada en la idea newtoniana de linealidad y causa y efecto, ya no es un concepto o un método válidos para la resolución de los problemas interactivos de la Humanidad. La teoría socioeconómica moderna se enfrenta al gran reto de la integración. Es unir este sistema con el sistema biosférico para satisfacer las requerimientos socioeconómicos y biológicos de la generación actual, mientras actúa como guardián de la herencia biológica para las generaciones futuras. Sin embargo; a medida que la Humanidad avanza hacia la globalización, la cooperación en lugar de la competencia debe convertirse en la norma y la comunidad científica debe dar un paso en la primera. Para la Sociedad actual, los problemas debido a su complejidad e incertidumbre requieren un enfoque holístico de abajo hacia arriba, abordado por científicos que sean de mente abierta y estén dispuestos a trabajar en equipos interdisciplinarios. La interdisciplinariedad es un concepto que podría resultar muy útil y la Bioeconomía, es verdaderamente interdisciplinaria al combinar el poder investigativo empírico de la Biología con el poder subjetivo de la Economía (Mohammadian, 1997).

Por lo tanto, una ciencia postmoderna basada en la Bioeconomía requiere síntesis e interdisciplinariedad, más que multidisciplinariedad. Esta ciencia postmoderna que tiene la calidad como uno de sus pilares es proactiva en lugar de reactiva y será capaz de conducir a la comunidad científica desde una visión puramente antropocéntrica hacia una biocéntrica que fomente preocupaciones éticas en lugar de utilitaristas y egoístas.

La calidad para esta ciencia postmoderna es importante, no sólo en términos de proceso de toma de decisiones, que involucra a muchas partes interesadas, sino también en el proceso de obtención y creación de la información y el conocimiento para ser utilizados en el proceso de toma de decisiones. Este es un aspecto muy importante de una ciencia postmoderna porque está abierta a muchas fuentes abiertas y encubiertas de información, cuya validez puede ser un factor determinante además de producir el potencial para el aprendizaje mutuo por parte de varios participantes.

La ciencia postmoderna, en contraste con la ciencia moderna, tiene que lidiar con muchos temas inciertos y complejos que involucran no solo a la comunidad científica sino también a diversos grupos de interés. Sin embargo, esto no significa que sean antagónicos, sino que deben considerarse complementarios. Esto contrasta con la ciencia moderna con sus pretensiones de determinar toda la verdad, la totalidad verdad, la cual está obviamente más allá de nuestro alcance.

La ciencia moderna, al tratar más bien con hechos ciertos y objetivos, se limita en sus fuentes de información mientras que la ciencia postmoderna hace posible la combinación de enfoques científicos y no científicos para resolver complejos problemas interactivos. Esta Naturaleza complementaria de la información puede ser muy útil en casos donde, además de conocimiento científico hace falta, también, altas dosis de educación y sentido común procedente de consejos de los propios ciudadanos, ONGs y otros grupos. Todos bajo la “comunidad de pares ampliada”, recorrerá un largo camino para formular las decisiones políticas correctas. Por falta de distinción entre hechos y valores, tales comunidades de pares pueden proporcionar un puente entre el conocimiento científico y técnico, y los intereses y preocupaciones del público en general. Esto genera una medida de respeto y confianza de la comunidad científica y, sus resultados científicos y pronunciamientos son más fácilmente creíbles que la sola actividad científica, y ambas son así creíbles y útiles. Esto es más importante ahora que nunca cuando debido a los últimos desarrollos en tecnociencia hay poca confianza en la comunidad científica

Si es difícil determinar la naturaleza de estos problemas complejos e interactivos y tan inprescindibles para llegar a decisiones políticas adecuadas es exactamente porque el sistema de actividad socioeconómica humana y la Biosfera están tan íntimamente interrelacionados e interactivos. Esto hace que la información sobre estos sistemas y sus interacciones sea escasa y difícil de compilar. La Bioeconomía trata de aclarar estas interacciones y, por lo tanto, cualquier fuente adicional de información debe ser bienvenida y apreciada. Esta la pluralidad de fuentes de información es definitivamente un punto muy fuerte a favor de la Bioeconomía como ciencia postmoderna.

Además, la ciencia moderna ha originado la separación entre la cultura empírica de las ciencias biológicas y la literaria de las ciencias sociales, dando lugar al síndrome de las “dos culturas” en el que sus practicantes tienen gran dificultad para comunicarse entre sí y mucho menos con el público en general. La Bioeconomía resultante de una síntesis real debería llenar el vacío dejado por las “dos culturas” y hacer de la actividad científica una empresa más cooperativa entre los diferentes científicos y entre ellos y el público en general y más al alcance de todos los interesados ​​en su conocimiento.

Además, la Bioeconomía es más adecuada para la docencia interdisciplinaria y la investigación. La actividad docente e investigadora actual es bastante simplista, disciplinaria y por lo tanto desprovista del contexto del mundo “real”. Además, está orientada a la cantidad en el sentido de que la comunidad académica debe estar con la mayoría de los grados en contraste y también estar orientada a la calidad que es incluyendo a personas sin titulación oficial, pero con un acervo de conocimientos sobre los problemas simplemente porque han estado involucrados en ellos. La naturaleza de los problemas que enfrenta la Humanidad ahora es tal que sus soluciones no se encuentran sólo en libros de texto o en cursos impartidos por personal académico interesado únicamente en sus propias publicaciones y editoriales; es decir se necesitan aquellos que no estén comprometidos en la mercantilización de la ciencia a través del circuito de lecturas y conferencias. Todas estas actividades los distraen de su principal responsabilidad, que es tener tiempo para atender las consultas de los alumnos y orientarlos. Nosotros necesitamos una ciencia postmoderna en forma de Bioeconomía para impulsar las barreras disciplinarias colocadas en nuestro camino por el método científico moderno y la forma en que se practica.

También la calidad en la investigación científica moderna generalmente ha sido asegurada a través de la revisión por pares de los resultados de la investigación y depende de la experiencia de revisores y también sobre sus valores éticos. Esto es muy importante porque como ha sido enfatizado por Jerome Ravetz (1999) no hay manera de tener pruebas de calidad por medios y métodos físicos a pesar de que el resultado de la investigación sea a la vez repetible y verificable. Sin embargo, en la calidad de la ciencia postmoderna, el aseguramiento es doblemente difícil porque además del elemento científico y sus problemas de garantía de calidad también tiene la "comunidad de pares extendida” factor que debe ser tratado. Varias preguntas surgen al respecto:

4 ¿Cómo puede la integridad científica y su importancia para la formulación de políticas, mantenerse y no ser sacrificada en el altar de los poderosos intereses no científicos comprometidos con varios grupos comerciales?

4 ¿Cómo puede la participación de muchos científicos y no científicos gestionar los grupos y canalizar sus contribuciones hacia los resultados?

4 ¿Cuáles son los criterios para distinguir información válida y opiniones para integrarlas en un consenso válido?

Esto significa la divulgación de muchos puntos de vista y la necesidad de dar y recibir, lo que significa que no todas las decisiones serán beneficiosas (ganar-ganar) para todos, es decir, para satisfacción de todos. Algunas decisiones serán necesariamente del tipo ganar-perder, pero incluso entonces los perdedores estarán satisfechos porque sus inquietudes y preocupaciones habrá sido comentadas, discutidas y respetadas.

La sociedad humana de los últimos siglos tiene una gran deuda de gratitud a la ciencia moderna por su éxito material. Diversas poblaciones humanas han progresado a través de la ciencia moderna aplicada en tecnología útil para la vida humana, pero también sufre de muchos de sus efectos secundarios negativos. Hay una necesidad urgente para una ética del conocimiento en evolución o ética postmoderna en forma de imperativo ético bioeconómico, ajustándose a las realidades éticas de los tiempos. Esto está de acuerdo con los problemas posmodernos de los organismos genéticamente modificados (OGM), el cribado genético, investigación con embriones, entre otros, que aporten una ética bastante para hacerlos útiles para el bien de la Humanidad en la era postmoderna.

La Bioeconomía como ciencia postmoderna es una disciplina con el valor científico y potencial investigador, como para estar a la vanguardia de la los movimientos científicos postmodernos que promueven la síntesis frente al análisis, el holismo frente al reduccionismo, interdisciplinaridad vs disciplinariedad y, biocentrismo vs antropocentrismo.

La Bioeconomía como ciencia postmoderna es más apropiada porque los problemas desafían nuestra inteligencia ahora y requieren, además de los dominios de la socioeconómica y conocimiento biológico, la incorporación de juicios éticos y de valor. Sería un error intentar separar el conocimiento del valor. El descubrimiento del conocimiento está ligado a un determinado sistema de valores ya la ética de los científicos. En otras palabras, la ética del conocimiento es inseparable del conocimiento de la ética y la primera compromete al buscador del conocimiento a un cierto nivel de conducta ética. La ciencia moderna, debido al esfuerzo de personas solitarias o pequeñas grupos, le dio a la Humanidad mucho poder para avanzar o poner en peligro su existencia. En la ciencia postmoderna, por otro lado, el orden para tener éxito depende en el discurso genuino y la colaboración de todos los interesados.

Si la Humanidad está cada vez más globalizada, entonces este proceso debe extenderse también al ámbito de la investigación científica en el sentido de que la actividad científica debe volverse holística, interactiva, orientada a valores y participativa. Esto significa involucrar no sólo al público en general y a los científicos de diversas disciplinas, sino también a científicos de diferentes naciones, por lo tanto beneficiarse de la pluralidad de valores culturales y creencias éticas, así como eliminar la dañina dicotomía de ciencia desarrollada versus ciencia en desarrollo. En este breve discurso he pretendido proponer algunos de los requisitos previos y directrices para una ciencia postmoderna y Bioeconomía se considera, cumple al menos algunos de ellos.

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Autores: Mansour Mohammadiam y José Alfonso Delgado (traducción)

Nota: La publicación de las diferentes entregas de El Tercer Camino

se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.

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