Capítulo 3 del libro “Bioeconomics,
Biological Economics”
Los problemas a los que se
enfrenta la Humanidad son complejos, no- lineales y acumulativos. Ellos
se originan en la interfaz del sistema biológico y el socioeconómico humano. Su
resolución es urgente y especialmente en relación con la cuestión de la sostenibilidad.
Además, la investigación disciplinaria reduccionista no es ni suficiente
ni apropiada y, se requiere un tratamiento interdisciplinario holístico.
El énfasis en la
interdisciplinariedad y no en la multidisciplinariedad se fundamenta porque no
se trata sólo de dotar a las viejas disciplinas de nuevos conocimientos. Las
clásicas disciplinas tradicionales han fracasado precisamente porque han
tratado los nuevos problemas interactivos como unidimensionales y
fragmentarios mientras que las soluciones a estos problemas tienen que partir
de un cambio de paradigma que resulta en un conocimiento innovador que no es
sólo una yuxtaposición de conocimientos disciplinarios obsoletos. Esto requiere
un tipo de metodología donde las ideas diferenciadas se discutan y luego se
entrelacen para producir un conjunto interdisciplinario integrado.
De esto se trata la Bioeconomía.
La intención es superar la racionalidad científica disciplina por disciplina,
separadas casi por muros excluyentes de intrusismo profesional, pasada de moda
y producir una innovadora base teórica de nuevas estrategias capaces de abordar
la interfaz compleja de los problemas responsables de una existencia de la
Humanidad, otra forma insostenible. El significado de la interdisciplinariedad
reside en el hecho de que proporciona un lenguaje común para lograr una
síntesis entre la Biología y la Economía. Este lenguaje funcional común hará
posible un cambio de paradigma en el descubrimiento del conocimiento innovador.
Este nuevo conocimiento personificado por la Bioeconomía tendría importantes
aplicaciones teóricas y empíricas además de que tiene importancia epistemológica.
Mi interés por la
interdisciplinariedad data de los años setenta, mucho antes de que se pusiera
de moda hablar de la multidisciplinariedad y mucho menos de
interdisciplinariedad. Me invitaron a finales de 1997 a participar en una
conferencia de dos días sobre este tema en Viena. La invitación fue ofrecida
por la Sociedad Internacional para Estudios interdisciplinarios y el tema de la
conferencia fue: “Interacción entre las Ciencias Sociales: ¿Puede la
interdisciplinariedad cerrar la brecha?” A continuación, se presenta, con algunos
cambios, la versión editada de mi conferencia “La Bioeconomía: la Interdisplinariedad
hacia la excelencia”. Sin embargo; antes de eso y para evitar más confusión
en el ya confuso concepto de interdisciplinariedad me gustaría para dejar muy
claro lo que quiero decir con interdisciplinariedad y cómo; en mi punto de
vista, difiere de la multidisciplinariedad o la transdisciplinariedad. Sin
embargo, me gustaría enfatizar en que no soy dogmático acerca de mi definición
y no me gustaría que se interpretara de la misma manera que Humpty Dumpty le
comentó a Alicia en el sentido de “Significa exactamente lo que yo digo; ni más
ni menos." Este tipo de actitud debe evitarse y va exactamente en contra
del espíritu de trabajo cooperativo en equipo característico de este tipo de
actividad intelectual.
En aras de la claridad,
la interdisciplinariedad surge del hecho de que como muchos conceptos
anteriores (el medio ambiente y el desarrollo sostenible), esta se ha
convertido en una palabra de moda y para significar lo que se quiere que signifique.
En realidad, y en mi opinión mucho de lo que se denomina interdisciplinariedad no
debe llamarse tal y de verdad son multi– o transdisciplinaria a las denominadas
titulaciones conjuntas como la biología y japonés. Muchas universidades
y otros establecimientos educativos están publicitando dichos títulos de modo
propagandístico, pero sin contenido. Este es el peor mal uso de un término si
es que alguna vez lo fue. No debe ponerse de moda y tomárselo a la ligera con el
propósito de atraer estudiantes o subvenciones. Por el contrario, creo que esta
metodología debe tomarse muy en serio porque es una herramienta necesaria para
aliviar el problema de la sobrecarga de información (Gibbons et al. 1994) que cada
vez más, los estudiantes de todo el mundo sienten sobre sus espaldas.
La enseñanza
multidisciplinar se refiere a una metodología mediante el que se realiza un
esfuerzo colaborativo de un grupo de profesores de diversas disciplinas para
impartir un curso específico que se divide en distintas áreas de conocimiento,
que cada una es competencia de un profesor especializado en esa área en
particular. La instrucción multidisciplinar es fragmentaria, carece de
coherencia y deja mella con la sensación de haber asistido a varias
conferencias. Eso incluso, puede llegar a ser dañino al dejarles con muchos fragmentos
desarticulados y conglomerados de información disciplinaria de los que no puede
inferirse el nexo común que obviamente es el objetivo del curso. Cada profesor
da su parte y es el alumno el que se ve obligado a integrar los conocimientos.
Igualmente, la transdisciplinariedad es la colaboración de un grupo de
académicos de diferentes disciplinas en el uso de algunas herramientas
intelectuales comunes como la teoría de sistemas, la ley de la entropía o la
teoría de la complejidad para la resolución de problema común. También sufre de
las mismas debilidades.
La enseñanza
interdisciplinaria, sin embargo, se refiere a un método de enseñanza mediante el
cual bajo la guía del profesor a cargo del curso se invita a un grupo de
colegas a impartir sus conocimientos sobre los temas que se les ofrecerán. Se
deciden los objetivos y luego a cada profesor se le asigna su(s) capítulo(s)
para escribir de acuerdo con su conocimiento. Luego, el material se edita como
un todo integrado por el profesor que va a impartir la asignatura. El éxito de
este tipo de instrucción depende en gran medida de la flexibilidad de los
participantes y también en el conocimiento y la perspicacia del profesor a
cargo para poder impulsar esta actividad cooperativa y llevarla a cabo Se
necesita interacción constante, diálogo y compromiso entre el grupo de colegas
para cooperar en la docencia e investigación, lo que significa no solo multidisciplinariedad
sino interdisci plinariedad. Este tipo de colaboración es cada vez más
necesaria.
La ventaja de la
instrucción interdisciplinaria es que toda la información es impartida hacia un
propósito final, que es esclarecer el tema del curso y cumplir sus objetivos.
Cada capítulo comienza y termina en relación con el precedente y el que lo
seguirá. Así, será el resultado será un curso homogéneo en el contenido,
coherente en propósito y que gozará de claridad en su presentación. Sin
embargo, se debe enfatizar que preparar y enseñar este tipo de curso, es una
tarea desafiante y que requiere mucho tiempo. Requiere en primer lugar, trabajo
en equipo coordinado por un grupo de profesores dedicados a la metodología
interdisciplinaria y en segundo lugar requiere una supervisión de cada profesor
con dominio de su propia disciplina, apreciando sus interrelaciones con otras
disciplinas y versado también en el arte de la interdisciplinariedad para que llegue
a ser un éxito. Ser simplemente conocedor de varias disciplinas o, que su
disciplina posea "calidad interdisciplinar” no es suficiente.
La interdisciplinariedad
es una metodología innovadora a través de la cual se pretende lograr el
mestizaje de diferentes ideas, áreas de conocimiento y conceptos. Es bien
sabido que el mestizaje entre razas da como resultado vigorosos descendientes
que pueden adaptarse mejor a entornos cambiantes y desafiantes, y evolucionar a
cotas más altas a través modificaciones visibles estructurales y conductuales.
Asimismo, la interdisciplinariedad a través de la síntesis de ideas y conceptos
de diferentes disciplinas pueden producir teorías innovadoras y soluciones
empíricas para algunos problemas intratables más allá de las capacidades de
cada disciplina por separado. En este sentido, la interdisciplinariedad
representa la diversidad e innovación que da lugar a un técnico
intelectualmente activo que se adapta al panorama cambiante de la Ciencia,
mientras que disciplinariamente promueve la endogamia y la uniformidad, dando
como resultado un Homo académicus soso y aburrido.
Los efectos de la
actividad humana sobre la Biosfera son de suma preocupación y lo que realmente
constituye una relación constructiva con la Naturaleza es una cuestión de debate. Sin embargo, lo que está más allá de
toda duda es que el ser humano se haya frente a una catástrofe ecológica de
proporciones sin precedentes. Prevenirla requiere cambios drásticos a largo
plazo en nuestro estilo de vida y modelos de actividad; no importa lo
desconcertantes que puedan ser. Uno de los sistemas principales que tiene que
ser revisado enérgicamente es el sistema socioeconómico porque los cambios hasta
ahora propuestos son coyunturales, benignos y cosméticos También es
comprensible que este preocupante tema sea complejo, ya que requiere
alteraciones con ramificaciones en otros sistemas de actividad humana sobre
todo en educación y epistemología del conocimiento.
Lamentablemente, algunos
de los resultados de esta investigación disciplinaria no son aplicables, por
ser problemas cotidianos complejos, “reales” a los que se enfrenta la Humanidad.
Estos problemas se ajustan a diversas especialidades o disciplinas y tienen que
ser investigados desde diferentes puntos de vista; pero toda esa información ha
de ser integrada para que sea coherente y resolutiva. El mundo académico habla
mucho de la interdisciplinariedad y sus ventajas y además, se jacta de que ofrecen
cursos interdisciplinarios pero en su mayoría sólo habla de en apariencia sobre
lo que está de moda ahora. Pero dudo que a medida que los límites del
conocimiento científico se extiendan y aporten aún más de conocimiento, se
necesitará que de integren entre sí, a riesgo de que provoquen una
superposición de información inabordable para los estudiantes y las agencias de
financiación. Para evitar este problema se requieren un esfuerzo concertado
para separar el grano de la paja en cada disciplina individual. Esto se logra
mejor mediante la interdisciplinariedad y habrá que dar prioridad a la
metodología y darle la atención que merece.
En el nuevo siglo las
actividades humanas que están impactando muy negativamente en el medio ambiente
no son solo socioeconómicas, pero también son biológicos y se producen en su
mayoría por extensión a su evolución endosmótica que ha dotado a la humanidad
de medios que provocan una alteración severa del hábitat natural. Por lo tanto,
parece razonable no hablar de estos problemas, pero no en términos puramente
económicos o en términos puramente biológicos sino para considerar sus causas
bioeconómicas. Estos eventos bioeconómicos resultan no sólo de los impactos
futuros de la actividad socioeconómica en el medio ambiente sino también de las
muchas interacciones entre los socioeconómicos de la Humanidad y los sistemas
biológicos. Sin embargo, lo que hace que su resolución sea tan importante es el
hecho de que estos eventos son además de Naturaleza muy compleja, que afectan a
un gran número de variables y que sufren una alta incertidumbre. Por lo tanto, es
imperativo investigar estos problemas desde una perspectiva interdisciplinar.
La investigación básica e incluso multidisciplinaria no será suficiente. La
Bioeconomía es precisamente la ciencia que se ha desarrollado para el estudio
de estos eventos bioeconómicos a través de la síntesis de la(s) ciencia(s) de
la vida y de la sociedad para una mejor comprensión de sus interacciones.
La Bioeconomía, como
ciencia interdisciplinaria se ocupa de las muchas interacciones en vez de las
interrelaciones, entre el sistema socioeconómico y el sistema biológico y, como
tal, abarca mucho más que los campos multidisciplinarios como la Economía
ecológica. Además, dado que estas interacciones son a menudo no lineales, su resolución
requiere conocimiento que sea verdaderamente interdisciplinario y no
multidisciplinario como se hace habitualmente, pero erróneamente a menudo se
defiende. La verdad es que sólo las ciencias sociales, ayudada con alguna
disciplina biológica, son incapaces de aclarar estos problemas bioeconómicos y
aportar soluciones.
Según investigaciones
sobre la Biología de la cognición y las características de los sistemas vivos
(Maturana, 1970 y 1994), un modelo de un sistema biológico es autopoiético, es
decir, se autoorganiza con características tales como complejidad y autonomía y
está abierto al flujo de materia y energía. Un sistema socioeconómico, aunque
no puede llamarse con precisión autopoiético, puede, en cierto modo, ser
considerado tanto, así como un sistema biológico. El sistema depende
mucho del entorno en el que opera. Pero cuando un sistema socioeconómico está
regulado por la insatisfacción y la crítica del público y puede cambiar con
bastante rapidez, un sistema biológico, sin embargo, puede afectar muy
negativamente a su entorno y durante mucho tiempo antes de que el ambiente
reaccione tal vez de una manera drástica y violenta, lo que conducirá a la
degradación y finalmente incluso a la extinción del ecosistema. El siglo XX ha
sido testigo de varios cambios en los sistemas socioeconómicos y a menos que la
Humanidad prevenga los impactos negativos de sus actividades en la Biosfera se
debe prevenir los efectos importantes y desagradables que afectarán su
continuidad en el planeta Tierra.
Considerando tanto los
sistemas biológicos como los socioeconómicos como autopoiéticos, esto convierte
a la Bioeconomía en un paradigma interdisciplinario con doble significado. En
primer lugar, hace posible una síntesis operativa de las dos ciencias
fundamentales. para clarificar las interacciones de todo lo biótico con todo lo
abiótico en la Biosfera. En segundo lugar, hace posible combinar las
propiedades autopoiéticas de un sistema biológico con las de un sistema socioeconómico
y producir un sistema bioeconómico con propiedades autopoiéticas únicas, integrando
todo lo biológico con todo lo socioeconómico en una ciencia holística; es
decir la ciencia de vida. El paradigma bioeconómico interdisciplinario, con
su doble significado y su visión holística e integradora también debe ayudarnos
a lograr los siguientes objetivos:
4 Identificar e interpretar las interacciones entre
la biología humana y sistemas de actividad socioeconómica para revelar patrones
más amplios que podría ayudar hacia la resolución de problemas multifactoriales
de la Humanidad.
4 Identificar los procesos para la utilización de
estas interacciones para el bienestar y la sostenibilidad de la sociedad
humana.
4 Avanzar en el desarrollo de influencias de
retroalimentación positiva de estas interacciones para que tanto las
actividades biológicas como las socioeconómicas puedan coevolucionar con
resultados armoniosos y sostenibles.
4 Encontrar un “nicho” adecuado para la crisis
ecológica que no sea ni el resultado de las actividades socioeconómicas humanas
por sí solas ni el resultado de los acontecimientos de naturaleza biológica,
sino la consecuencia no deseada de las actividades humanas en la Biosfera.
Tendremos que luchar por su resolución a través de la investigación
interdisciplinaria y la educación.
Se piensa, aunque
erróneamente, que la interdisciplinariedad significa generalización, falta de originalidad
y que representa un campo irracional de esfuerzo científico. Es decir, una
falacia completa y, hablando desde mi experiencia personal en la enseñanza de
la Bioeconomía, la instrucción interdisciplinaria es cualquier cosa menos general
y es bastante específica y especializada. Puede ser incluso más que si el tema
es enseñado como una disciplinaria concreta. Sin embargo, es un hecho que la
investigación disciplinaria está basada originalmente en un campo de actividad asentado.
Pero hasta lo original requiere docencia e investigación interdisciplinares, disfrutando
así de una gran dosis de originalidad y creatividad también, y con ello alcanzar
nuevos conocimientos; lo que requiere inspiración para percibir soluciones innovadoras
para problemas complejos. Los estudios disciplinarios son bastante estáticos y
se tratan como lo han hecho siempre durante décadas. Muchos problemas nuevos e
interactivos a los que se enfrenta la Humanidad ahora nos llevan a un tipo de
actividad intelectual que requiere ser mucho más dinámica y necesita de la cooperación
de muchas mentes, cada una aportando sus propias ideas novedosas.
¿Es la interdisciplinariedad
una empresa irracional? Puede ser considerado así por exigir a los científicos
que abandonen sus refugios seguros de conocimiento y se embarquen en actividades
dependientes en gran medida de la cooperación y la voluntad otros colegas y en
el proceso, perder todos o la mayoría de los recursos financieros durante muchos
años de investigación disciplinaria individual. Esto es necesariamente así y
las recompensas de la enseñanza interdisciplinaria investigación son muchas
también, aunque pueden tardar en llegar.
La instrucción interdisciplinaria
es una tarea desafiante y exigente para los investigadores y estudiantes,
aunque no sea por otra razón que el hecho de superar la metodología
disciplinaria fragmentada a la que se han adaptado nuestras mentes durante
varios siglos y ahora es una tradición en nuestros centros educativos y de
investigación. La docencia interdisciplinaria requiere superar ciertas barreras
intelectuales (asociadas con la libertad de cátedra sobre qué enseñar y cómo
enseñar), además de las barreras personales (autonomía de acción y perspectivas
de carrera, junto con la gloria y la publicidad), así como las barreras
económicas (beneficios económicos de los investigadores). Los estudiantes que
toman un curso de este tipo deben ser de alta calidad y estar listos para estudiar
mucho para ponerse al día con temas fuera de sus campos o especialización.
El hecho es que cuando
hay tan poca distinción entre especialidad y problemas, teoría y praxis, las
definiciones cognitivas empiezan a volverse borrosas e incluso desaparecen por
completo (Ziman, 1996). Estar bajo tales condiciones hace que la metodología
disciplinar pierda su utilidad y se tiene que sacudir a un enfoque
interdisciplinar y así, tener que dar paso a “compañeros de cama extraños” como
son la Biología y la Economía. Sin embargo, es bastante cierto que cuando se
requieren fondos para llevar a cabo un proyecto interdisciplinar las agencias
financiadoras lo hacen con desgana por el temor de poder perder el control de
la investigación. Además, está el problema de tener especialistas
disciplinarios en la junta de financiación que incluso pueden mostrar
hostilidad hacia una junta interdisciplinar sin ningún interés por entender el
objetivo del proyecto. A este respecto una reunión con el peticionario, aunque
no es lo habitual, es bastante útil para explicar con más detalle lo que se
propone lograr.
Después de todo, la docencia
y la investigación mono-disciplinaria han resistido la prueba de tiempo, y están
más claramente definidas, libres de vaguedad e incertidumbre. En el caso de las
conferencias, éstas se pueden impartir de una manera sistemática. Estas características
contrastan con las de la interdisciplinariedad que es nueva, sufre de
incertidumbre en el resultado y se piensa que es ineficiente desde el punto de
vista intelectual (la percepción de falta de especialización) y económico
(falta de división de trabajo, aunque la focalización en lo económico es el
estado de cosas preferido ahora, como se puede observar de las fusiones y
adquisiciones).
Es mi propósito indicar
el significado de la negativa humana hacia investigaciones sobre la Biosfera y
enfatizar la importancia de tratar la crisis ecológica rápidamente mediante la
epistemología de la docencia e investigación interdisciplinares. La Bioeconomía
se propone para este fin y es una disciplina holística e integradora que se
basa en la síntesis de Biología y Economía para dilucidar las muchas
interacciones no lineales derivados de los problemas que se originan en la
interfaz entre lo biológico y las actividades socioeconómicas. Se significa que
estos problemas son bioeconómicos y como tales no se pueden dejar en manos de
una sola disciplina en concreto y, por ello, han de ser tratados de modo
interdisciplinar.
Las divisiones
disciplinarias del conocimiento en Biología han resultado en la exclusión de
algunas dimensiones de la realidad en cuanto a nuestras relaciones con la
Biosfera. El lo mismo para la Economía. Como señaló Wassily Leontief (1982): “¿Cuánto
tiempo tardarán los investigadores que trabajan en campos contiguos como la demografía,
sociología y ciencia política por un lado y ecología, biología... por otro,
abstenerse de expresar su seria preocupación por... el espléndido aislamiento
en el que ahora se encuentra la Economía académica?” El paradigma
interdisciplinario proporcionará una visión más integral y un conocimiento
consciente de las realidades de la existencia humana en el Planeta y la
imperiosa necesidad de abordar los problemas interactivos frente a nosotros
ahora.
La Bioeconomía, mediante
la integración de los principios evolutivos de la Biología, requiere para la
supervivencia a largo plazo de la especie humana y de los principios
socioeconómicos necesarios para el bienestar a corto plazo, y puede promover el
instinto de supervivencia esencial para la sostenibilidad de la Humanidad. La
educación puede promover este valor como los valores ambientales, no sólo
porque parece lógico hacerlo para protegernos, sino también porque estos
valores deben ser inculcados en todos los seres humanos con el fin de proteger
nuestro medio ambiente si queremos lograr una existencia sostenible. Estos
valores deben convertirse en ingredientes indispensables para todos y, la
educación individual e interdisciplinaria es la estrategia para lograrlo (Mohammadian,
1997).
Antes de terminar mi defensa algo intensa y extensa de la interdisciplinariedad y para indicar cuán confundidos están algunos colegas al respecto y lo qué realmente significa, que me gustaría compartir una anécdota. Para mí es bastante reveladora en cuanto al estado de la interdisciplinariedad y la posibilidad de que en un futuro no muy lejano pueda aplicarse en nuestras universidades. Mientras visitaba a un colega por invitación suya para explicarle la Bioeconomía e interdisciplinariedad y con el propósito de dirigir un seminario, pasé una buena parte de la hora hablándole de estos temas y respondiendo sus preguntas. Cuando pensé que me había comprendido, sobre todo lo que era la interdisciplinariedad, se volvió hacia mí y me dijo: “creo que todavía no tienes claro cuál es tu especialidad”.
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Autores: Mansour Mohammadiam y José
Alfonso Delgado (traducción)
Nota: La publicación de las diferentes entregas
de El Tercer Camino
se realiza en este blog, todos los lunes desde el 3 de enero de 2022.
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