Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2023-2024

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4/8/10

Arpas Eternas: Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (2/5)

Arpas Eternas se encuentra entre los llamados “Libros Revelados”. Y es uno de los más importantes de los últimos tiempos. Fue editado 20 años antes de lo publicado sobre los Manuscritos de Qumram y el contenido de ambos es, en lo esencial, coincidente, aunque Arpas Eternas es más rico en detalles y datos. De su amplio contenido, Pepe Navajas, editor de Ituci Siglo XXI y amigo del Blog, ha seleccionado una serie de pasajes que todos los miércoles pone a nuestra disposición.

1. Profecía del Maestro Jesús referida a estos tiempos (ver entrada publicada el pasado 19 de febrero)

2. Encuentro entre Jesús y Juan el Bautista siendo niños (24 de febrero)

3. Jesús y Juan el Bautista, siendo niños, oran en un templo esenio (3 de marzo)

4. Profecía de Jesús a Vercia, la druidesa gala (10 de marzo)

5. La inquietud compartida entre Vercia, Nebai y Mágdalo (24 de marzo)

6. Muerte de Juan el Bautista y lectura de su testamento (31 de marzo)

7. El prendimiento de Jesús (1/2) (7 de abril)

8. El prendimiento de Jesús (2/2) (14 de abril)

9. Jhasua ante sus jueces (1/2) (21 de abril)

10. Jhasua ante sus jueces (2/2) (28 de abril)

11. Gólgota (1/2) (5 de mayo)

12. Gólgota (2/2) (12 de mayo)

13. Debate en el Gran Colegio (19 de mayo)

14. Esperando al Amor (26 de mayo)

15. Jhasua a los 15 años (2 de junio)

16. Jhasua, a los 12 años, en el Templo de Jerusalén (9 de junio)

17. Lo que escribió Jhasua, a los 19 años, sobre el Templo de Jerusalén (16 de junio)

18. Jhasua aclamado en el Templo de Jerusalén (1/2) (23 de junio)

19. Jhasua aclamado en el Templo de Jerusalén (2/2) (30 de junio)

20. Jhasua, Marcos y Jhosuelin (7 de julio)

21. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (1/5) (28 de julio)

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La verdadera historia de los comienzos de nuestra civilización, (la Civilización Adamica) se recopila en una serie de entregas de Arpas Eternas dedicadas a los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios del Monte Tabor, datado hace 8300 años y son leídos a Jhasua (Jesús) cuando todavía no había cumplido 20 años.

Es la historia de ABEL, (primera Encarnación Mesiánica del Espíritu de Jhasua en esta civilización) y su relación con ADAMU (erróneamente Adam); EVANA (erróneamente Eva) KAINO (erróneamente Caín, y hermanastro de Abel) y otros personajes que conocemos de la Biblia y de Mitos y Leyendas de otras culturas.

+21. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (1/5) (28 de julio)

+22. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (2/5) (4 de agosto)

+23. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (3/5) (25 de agosto)

+24. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (4/5) (1 de septiembre)

+25. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (5/5) (8 de septiembre)

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22. Los Papiros 79 y 80 de los Archivos Esenios (2/5)

"Sólo sabíamos de esta expedición de Abel, su padre, la Matriarca Walkiria y yo. Los tres le despedimos cuando ya él, vestido también de un casacón y gorro de piel negro, entró al recinto de oración. También entramos Adamú y yo. La Matriarca se dirigió a su alcoba.

"Nadie se dio cuenta que de allí salió en seguida otro arquero vestido igual que los demás. Cuando salimos con Abel al parque lateral del Santuario donde ocultaban las cabalgaduras, vimos uno de los arqueros que estaba desmontado y que otro de ellos le acercaba un caballo sobre el cual saltó con gran ligereza y se mezcló a los demás.

"¡Cuan lejos estábamos de pensar que aquel arquero retardado en montar era la Matriarca Walkiria en persona, pues ella a nadie había comunicado su intento.

"Aquel inmenso grupo de hombres vestidos de pieles negras se puso en movimiento a la mitad de la tarde con un sol velado de ligera niebla.

"—Padre —me dijo Adamú como en un sollozo—, ¡qué mal presagio tiene mi corazón en este viaje de mi hijo!

"—En verdad —respondí yo— que no vale Kaino con toda su pa­rentela la ansiedad que nos causa a todos.

"La angustia de la Reina y de Evana es bastante para que se le condene al Peñón de Sindi, como yo quería en la otra rebeldía que tuvo, y que casi costó la vida a Bohindra. ¡Oh la piedad! La piedad es buena paira los indefensos y los débiles, no para un rinoceronte siempre dis­puesto a clavar los dientes.

"Desde la torre mayor del Santuario continuamos viendo aquella mancha negra que corría por la pradera a la luz pálida de un sol brumoso de invierno.

"—Extraño que no esté aquí la Matriarca Walkiria —dije yo, que había creído encontrarla en la torre.

—Estará desconsolada —me contestó Adamú—, pues ella no quería la partida de Abel por juzgarla muy peligrosa.

"—A ella no le ha pasado desapercibido el odio disimulado de Kaino para mi hijo. Fue un mal que apareció en la niñez, cuando el nacimiento de Abel, y ese mal ha crecido juntamente con él.

"—Abel ha querido evitar una matanza terrible si de aquí salían cuerpos de ejército a rescatar a la Reina y a Evana. De hacerlo así, era ya una guerra declarada.

"—El cree que aún será posible un razonamiento con Kaino.

"—Dios te oiga —le contesté, y ambos nos dirigimos al Pabellón del Rey, donde se oía la algarabía de los muchachos que se hallaban en el recreo de la tarde.

"En el Pabellón de la Reina se escuchaban los alegres cantares de las doncellas, bajo la custodia de sus regentes, las Kobdas auxiliares de la Reina Ada en la educación de la juventud femenina hasta la edad de que tomaran esposo.

"Nada hacía sospechar en el Santuario que una gran tempestad se cernía sobre él.

"Cuando ya cerrada la noche entré en mi alcoba particular, encontré sobre un retazo de papiro esta breve escritura:

"Pangrave Aldis: valor! La hora llega. No decaiga vuestro ánimo, pues debéis ser la fortaleza de todos. -Senio".

"No necesité más para comprenderlo todo.

"La breve escritura había sido dejada allí por el sensitivo que la re­cibió en el recinto de oración, en el momento en que yo me despedía de Abel y mi angustiado corazón sentía ansiedades de muerte.

"¿Qué pasó allá en Shivara en los tres días que siguieron al de su partida?

"Vamos a verlo.

"Evana y la reina Ada habían agotado todos los recursos de su ternura y bondad para convencer a Kaino de que no sería más feliz por asumir el mando de los pueblos de Nairi en contra de la voluntad de los mismos.

"La sangre que se derramara por su causa caería sobre él, aplas­tándolo como a una sierpe venenosa.

"Su ambición desmedida que lo llevó a desertar del Santuario protector a los 15 años, le daba ahora el amargo fruto que saboreaba. Ninguno de los pueblos que por herencia le pertenecían accedía a ser gobernados

"Ya que mi hermano Abel ha subido tan alto —decía—, que me ayude a subir también a mí, que me veo desposeído de todo como un ani­mal dañino del cual todos huyen.

"Ningún soberbio comprende que su mal lo lleva en sí mismo, y se empeña en cargar sobre otro la causa y la culpa que sólo está en él.

"Convencido de que Abel podía forzar a los pueblos de Nairi y de Shivara a aceptarlo como soberano, mandó clausurar con fuertes cerrojos el pabellón en que estaban hospedadas la Reina y Evana, y puso guardias de toda su confianza. Y despachó mensajero a La Paz de que ambas habían sido tomadas como rehenes para obligar al Alto Consejo de la Alianza a pactar con él las condiciones del rescate.

"Cuando Abel llegó, y antes de entrar en Nood, se levantó bandera blanca para anunciar misión de paz y que nadie se alarmara por aquel centenar de arqueros que le escoltaban.

"La gran Fortaleza estaba al final de una avenida abierta en el espeso bosque que rodeaba el edificio, y que poblado de fieras encadenadas, ofre­cía un pavoroso aspecto en la noche iluminado por antorchas que chispo­rroteaban.

"Ya clareaba el nuevo día cuando Abel llegó a la plazoleta de la fortaleza.

"Viajeros de] Santuario de La Paz —anunció la bocina del heraldo, y esta voz llegó al pabellón de la Reina y Evana, que comprendieron lo que sucedía.

"Mas no pensaron que era Abel mismo quien venía

"Kaino salió a recibirle escoltado por una decena de guerreros ar­mados de lanzas. Abel hizo una señal a los suyos de que se mantuvieran a distancia, y sólo se acercó a su hermano.

"Traigo mensaje de paz"—le dijo afablemente, como si nada ocu­rriera y tocándole el pecho con su diestra, según el saludo de práctica.

"La paz no me interesa, sino la justicia —contestó secamente Kaino.

"La justicia y la paz son hermanas, y siempre están juntas. Para hablar contigo he venido, Kaino, y sólo me anima el deseo de llegar a un acuerdo...

"—Deja que entren a la fortaleza tus hombres —dijo dulcificando Kaino su voz.

"A una señal de Abel, los cien arqueros entraron en la plazoleta y se desmontaron.

"—Esperadme aquí, que yo hablaré con mi hermano.

"Y en el pórtico exterior de la fortaleza, Abel y Kaino hablaron.

"Uno de los arqueros de Abel, habló al oído al que tenía a su lado y disimuladamente y ocultándose en la sombra de los grandes árboles que enredaban sus ramas con las columnatas, se acercaron al edificio todo cuanto les fue posible.

El lector habrá comprendido que el primer arquero era la Matriarca Walkiria y el otro el que mandaba la centuria que era aquel capitán Crisanto, segundo del velero Añade que había salvado la vida de Abel en una oportunidad ya relatada en otra parte de estas Escrituras.

"—Mi viejo tío está para morir —decía Kaino y si tú quieres, él me nombrará su heredero del país de Shivara.

"—Bien hermano mío, yo trataré el asunto con tu tío. Te doy mi palabra y ya sabes que nunca te he engañado.

"—Quiero que obligues a Iber a que abandone a los Nairitas para que me acepten como su único soberano, puesto que lo soy por derecho paterno.

"—Bien sabes que Iber, nunca te ha resistido. Quien te resiste es el pueblo y tendrías que conquistar su amor con tus hechos Kaino.

Procúrate que el pueblo de Nairi, se entere de que has tomado como rehenes a la reina Ada y a tu madre para conseguir tus deseos. ¿Efe acción ésta que conquista el amor de los pueblos? ¿No ves Kaino que la violencia engendra odios y que el odio es una fuerza destructora?

"—No es hora de filosofía sino de obrar —contestó Kaino. Vamos a ver a mi tío. Cuando Abel pasó, Kaino tiró detrás de él tan hábilmente una lazada de cuerda encerada, que Abel quedó atado por la cintura y con sus brazos sujetos.

"Pero los dos arqueros que se habían escondido en el pórtico hicieron lo propio con Kaino, que sin saber como, se vio amarrado por dos cuerdas que se apretaban más y más a su cuerpo.

"— ¡Miserables! —gritó viendo los dos arqueros que le seguían.

"—Vos lo fuiste antes, y a vuestra traición hemos respondido como se merecía —contestó Walkiria con fuerte voz.

"— ¡Esa voz, esa voz! —exclamó Kaino tratando de mirar a los ojos a aquel arquero, pero como aparecía tan cubierto de piel y a más estaba detrás de él 210 logró su deseo.

"—Esta voz es de la Justicia que va a pediros cuenta de lo que habéis hecho.

"— ¡La Matriarca Walkiria! —dijeron al mismo tiempo Abel y Kaino, volviendo el rostro hacia ella.

"— ¡Sí, la Matriarca Walkiria —respondió tirando hacia atrás el ca­puchón de piel que le ocultaba el rostro—. ¿Ereis vos el descendiente de Etchebea que reclama el puesto de su ilustre abuelo? Si se levantara de su tumba sería para maldeciros por vuestra infamia sin nombre. ¡Apri­sionar a la Reina Ada, la compañera de Bohindra, que fue el padre de todos!... ¡Aprisionar a vuestra madre que os conservó la vida para que hoy la uséis en contra de ella!... ¡No merecéis ver la luz del sol, ni pisar la tierra santa que nos alimenta a todos!

"La vibración de su voz y sus palabras, era tan intensa que refrenó por un momento la cólera de Kaino.

"—Vos Matriarca —dijo— no tenéis nada que ver en este asunto. Es gratuita vuestra intervención.

"— ¿Habéis olvidado el pacto que hicimos en Kiffauser por el cual quedaba obligaría yo a teneros en cuenta en toda empresa importante que quisiera realizar, y a vos, a no hacer nada sin consultarme? ¿Lo habéis olvidado? Yo que soy mujer he cumplido mi palabra, pero vos no habéis cumplido la vuestra. Estaría por negar que corriera por vuestras venas la sangre noble de Etchevea.

"—Matriarca —dijo Abel—, podríais haberos ahorrado este grave disgusto. Hablemos tranquilamente y todo llegará a buen término.

"Walkiria sacó de su pecho un pequeño puñal y cortó la cuerda que sujetaba a Abel.

"— ¡Gracias Matriarca!... ahora yo cortaré al de mi hermano. "— ¡No, Grandeza! y perdonad! A él se le debe tratar como se trata a los traidores. Me habéis hecho compartir con vos la autoridad suprema. Dejadme ejercerla en este instante. ¡Vuestra alma no puede medirse con los buitres!

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