Las Meditaciones emanan de la lectura de un poema breve, pero intenso y profundo: el Hsin Sin Ming, obra de Seng Tsan, uno de los primeros maestros chinos de Zen. Se publican en el Blog de lunes a viernes (Primera entrada e introducción: martes 23 de febrero de 2010). Se recogen a continuación las Meditaciones publicadas durante la semana que termina.
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LXIII
No busques en el cuerpo la salud del cuerpo,
ni en la mente el equilibrio emocional.
El bienestar del cuerpo no depende del cuerpo,
ni el de la mente, de la mente.
Las técnicas terapéuticas, por sugerentes que parezcan,
terminan en el mismo sitio que empiezan:
en la identificación con el pequeño yo
y en el laberinto del ego.
Y en tal identificación cualquier salud es pasajera;
cualquier alegría, efímera;
cualquier equilibrio, calma que precede a una nueva tormenta.
¿No te parece salud suficiente gozar de una Vida que es eterna?;
¿no consideras equilibrio bastante el que te proporciona tu divinidad?.
Contémplate como lo que realmente eres: Divino y Eterno.
Y afirma en esa seguridad:
no deseo la salud, ¡Soy
no persigo el equilibrio, ¡Soy el Equilibrio!.
LXIV
Supera la gran mentita que pesa sobre tus espaldas:
tu identidad personal.
Rompe las amarras con el engaño que te atenaza:
verte y concebirte como persona.
Sé lo que realmente eres: Espíritu, Vida Eterna, Ser.
El Espíritu incrementará entonces la dinámica vibratoria del alma,
su fruto e instrumento experiencial en la aventura de
colmándola de energía y Amor.
Y el alma llenará el cuerpo,
su vehículo de acción en la materialidad,
de salud y equilibrio físico y mental.
LXV
Tu cuerpo no eres tú;
tampoco eres tu mente, ni tus pensamientos.
Tu materialidad es algo maravilloso,
pero su funcionalidad es limitada:
por un corto tiempo, servir de vehículo a un alma
que es, a su vez, fruto e instrumento del Espíritu
para vivir experiencias de expansión de
Consciencia, Unidad, Amor;
Ser.
LXVI
Mírate con la luz profunda y hermosa
que llena y engalana tu Ser.
Obsérvate desde
que fluyen y confluyen en tu interior.
No has nacido en tiempo alguno;
no procedes de ningún lugar.
Quita tamañas falacias de tu percepción de
pues no se corresponden con
Eres de todos los espacios y dimensiones;
Tú mismo eres todos los espacios y dimensiones.
Eres de todas las épocas, eras y generaciones;
Tu mismo eres todas las épocas, eras y generaciones.
Y así eres y Es desde antes de
cuando dejes de concebirte como alguien.
De hecho, eso es la iluminación:
transcender de la identidad personal
y ver, por fin, que Todo Soy Yo
y Yo Soy Todo.
La ausencia de la idea de ser alguien
otorga la libertad de Ser.
No existe dualidad alguna:
Todo es Uno.
Tampoco hay dualidad entre Dios y tú.
No te sientas separado del Creador,
pues su omnipotencia luce
hasta en la más recóndita de tus células
y hace de ti Creación Creadora.
Sé Tú mismo en
sé Tú mismo el Milagro.
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Compendio de las Meditaciones publicadas hasta ahora:
+Sábado 20 de marzo: 1 a 28.
+Viernes 9 de abril: 29 a 42.
+Sábado 17 de abril: 43 a 47.
+Sábado 24 de abril: 48 a 52.
+Sábado 1 de mayo: 53 a 57.
+Sábado 8 de mayo: 58 a 62.
Gestor, ¿te importaría prestarme un día "esa chistera", para dedicar todo el tiempo que merece este rico contenido?
ResponderEliminarA tu entera disposición, pues Yo soy Tú como Tú eres Yo.
ResponderEliminarUn beso.
¡¡Esa chisteraaa!! ¡Que chistera como esa namá que hay una!
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