Admiro a las personas auténticas, que de su saber ser, pensar, discernir y resolver con empatía e inteligencia relacional...hacen escuela.
Pocas dudas de que una de ellas fue el
escritor y premio Nobel de Literatura André Gide, que tras vivir de cerca la
muerte por enfermedad, evolucionó una nueva conciencia y trazo de vida con
impulso original más radical: “Ninguna palabra asoma a mis labios sin que
haya estado primero en el corazón.”
“El corazón tiene razones que la mente
ignora”. Esta otra perla de la escritora Manuela Hernán, tan
necesaria en tiempo de gran tribulación y turbulencia mental, madura el
discernimiento para acercamiento a esa fuente de la Verdad
Si las imágenes creadas y plasmadas
con intencionalidad se cumplen, también los pensamientos toman cuerpo de hecho
a través de las manos, previo a haberlos expresado en palabras o guiones
literarios. Pero, ¿dónde queda ese sentimiento noble que a decir de Cicerón: “Solamente
pueden unirnos los buenos sentimientos; el interés no ha formado jamás
amistades estables.....”
Hoy, una parte del mundo está
enemistada con la otra, como nunca lo estuvo en la historia conocida.
Vivimos-sufrimos arrebatos de miedo, por el alcance de hechos invasivos de esa
ínfima parte de la humanidad poderosa. Sufrimos la incertidumbre de lo que se
traen entre manos, pues cada día que pasa, salen a la luz nuevas evidencias de
que se trata de un complot, de gran envergadura y consecuencias impredecibles.
Las imágenes de eventos, de películas y guiones literarios y cinematográficos
que se diseñaron… ya se hacen realidad de hechos.
Hoy, audiovisuales y pornografía de
primera línea de consumo, erosionan la personalidad psíquica e identidad
espiritual. Víctimas, cada vez a más tierna edad, al apegarse a videoclips con
ritmos musicales incrustantes, formas y estilos erotizantes, que restan
individualidad y dificultan su maduración.
En imagen real; el evento de apertura
de los Juegos Olímpicos de Londres2012 escenificaba una situación hospitalaria,
enfermeras atendiendo una pandemia, niños con mascarillas, (la realidad de
hoy), hacen saltar las sospechas de que fue un anuncio programado. De manera
sincronizada en televisiones y prensa, enfatizan con tal inflación paniquea los
“casos”, cuando por otra parte ejercen censura (videos en Youtube) de lo que
pudiera esclarecer y tranquilizar sobre, cuidados preventivos y soluciones
reales personales.... al margen de lo clínico.
Admiro a Nietzsche, que fue quien
delimitó una frontera entre lo cívico y lo político desde el derecho: “Donde
comienza el estado, allí termina el hombre”. El control y embudo
sociosanitario impuesto hoy en lo genético, desprecia el acuerdo internacional
(ratificado en 1977) de protocolo para Consentimiento Informado, a favor
de la autonomía del paciente, que fue redactado en el Código Nuremberg de
agosto de 1.947, (tras los experimentos médicos en la Alemania nazi y
vacunación con efectos muy adversos en 1.940 en Guatemala) hasta hoy, niñas esterilizadas
en África con vacunas, cuyos efectos secundarios graves, suman en España 970
casos al año.... aún sin la vacuna genética Covid
Traspasando todas las fronteras del
civismo democrático, de la moral cristiana y los Principios de Bioética
acuñados en el año 1.970, ya penetraron en lo mas íntimo de nuestra naturaleza
humana, como es el código genético orgánico. Hoy, les llevaría a intentar
llegar al alma, como esencia del sentimiento (que habla Gide) que nace desde
una Conciencia divina y herencia genética solar.
La Bioética es base de dignidad
humana. Nos dice que, es la ciencia la que debe estar al servicio del bien
humano para preservarnos la salud, y no el hombre para experimentación de la
ciencia como vienen haciéndolo con las vacunas por interés económico de
corporaciones farmacéuticas. Hoy, quien se erige como el mesías salvador desde
el portal suizo de la OMS, permite a los gobiernos descargarse la
responsabilidad ética, al endosarla a favor de un mercader sin escrúpulos, que
por su gran poder económico, maneja voluntades políticas y en la OMS, hasta
imponer su programa ID2020 de Identidad Digital por biocontrol remoto, al
margen de la ética ni acuerdo promulgado por la ONU
El padre de esta “coronita” humana
llamada BioÉtica, es Fritz Jahr, y así nos cubrió a toda la humanidad en
1.927 a través de cuatro Principios con los cuales nos aseguraba estar la
ciencia al servicio del paciente: Autonomía, que el paciente
tenga derecho a escoger su tratamiento (exige ampliar la oferta médica a favor
de las Medicinas Integrativas basadas en evidencias, abolir la exclusividad del
cientifismo médico-farmacéutico y paternalismo profesional), Justicia, dar
valor a las evidencias y testimonios humanos documentados, en paridad a los
ensayos en laboratorios, tan alejados de la Bioética en la mayoría de sus
experimentos con mamíferos, Beneficencia, aplicar el acuerdo de
Helsinki, que en pandemias permite usar productos y terapias no reconocidos por
los organismos oficiales, pero que por experimentación clínica y evidencias
abrumadoras, dan resultados positivos para el SARS- CoV-2 (altas clínicas por
inyección intravenosa de Dióxido de cloro sin un solo efecto secundario), y Maleficiencia,
efectos secundarios indeseables con medicamentos de síntesis,
yatrogenia hospitalaria, patentes farmacéuticas con ánimo de usura, etcétera.
Poderosas corporaciones empresariales
nos agreden con esta invasión. Hechos exacerbados de codicia consumada y en
ejecución, son el anuncio de que el sistema económico e industrial fomentado
por ese poder en minoría, ya ha colapsado. Su chivo expiatorio parido como
señuelo, es la pandemia Covid-19.
Hoy, la mayor parte de la humanidad,
espera regresar a esa “normalidad” de progreso. Una minoría, en su despertar
progresivo, apuesta por no mirar a ningún pasado como modelo de futuro, y esos
decimales de humanidad que a los segundos llaman “conspiranóicos”… conspiran
para su codicia exclusiva.
Censuran a quienes divulgan lo que
pudiera ser benefactor para la inmensa mayoría. Se aplican con énfasis
compulsivo y sin pudor, en la estadística falaz: PCR positivo=contagiado=enfermo
futurible, para desde ella justificar medidas antidemocráticas e ilegales
por anticonstitucionales. Se prevarica al atentar contra los derechos
fundamentales de los españoles recogidos en como mínimo once artículos de la
Constitución el 10 y del 14 al 23; la censura y conculcación del derecho a la
información (art. 20) no tiene parangón desde el franquismo.
Cómplices de la Caverna
política-científica-mediática-religiosa, que mantienen secuestrada la verdad y
enmascarada la mentira. Nada quedará bajo las piedras; todo saldrá a la luz…
del Calor despertador de una conciencia, aún hoy, atrapada como sombra en
la “pared” del intelecto de nuestra caverna mental.
Despertar la vida Real, conlleva afianzarnos en sus dos
máximos exponentes: Salud aquí y Existencia futura. Hoy amenazadas, ante
excesos conductistas y reduccionistas, que nos despojarían de nuestra dignidad.
¿En quién? ¿en qué podemos confiar para retornar como mínimo a la “normalidad”
disfrutada en algún período del Renacimiento?... En uno mismo y en nuestra
divinidad interior.
En esta gloriosa década que estrenamos
dentro del Siglo de Oro, saber lo que está en juego para unos y otros, ayudaría
a posicionarnos. Para quienes como mayor poder, contamos con la alianza con el
Cosmos, nos queda poco más que asumir lo que desde esa misma confianza decía
Juan de la Cruz: “Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente
en... aceptarla tal cual es”.
Empoderarnos para evitar que nuestras
vidas estén cada vez más en manos de quien sostiene la suya a costa de
arrebatar o desmembrar la de los demás... es nuestro reto. Qué difícil mantener
una resolución tan elevada como la del santo rebelde, en que su amor a la vida
subyace por encima del miedo a la muerte. Sin llegar al “misticismo”
existencial de personas tan íntimamente enlazadas con su divinidad interior, un
cambio, a favor de ser coherentes con la razón de nuestra existencia, empieza
por lo silvestre y lo doméstico como más básico. Traer imágenes fuera de la
caverna del intelecto....ayuda a salir del mal sueño.
Caminar el Nuevo Tiempo es desandar.
Deshacer lo que no nos ha servido para evolucionar, es reto y apuesta tendente
al ascetismo materialista. Apostar, con propósito firme, no a resistir en la
vida, sí a ganárnosla, venciendo al miedo que mantiene confinada a nuestra
conciencia en la oscuridad de la Caverna lunar; espacio estéril en que no nace
luz....solo eclipsa a la nuestra.
Los seres humanos no sólo necesitamos
de la naturaleza, sino que somos naturaleza; no sólo necesitamos de la
divinidad, sino que somos divinidad. Obrar, considerándonos superiores a
otras criaturas, es en buena parte, causa de la crisis civilizatoria y de salud
que padecemos. “Resolver”, ignorando a la divinidad que portamos, nos mantiene
en eterno bucle existencial. Ese déficit de identidad, nos resta discernimiento
y resoluciones para nuestra salud, al no reparar en que, el daño que hoy nos
hacen... nosotros aún lo hacemos a otros.
Última batalla: despertar para
nacer-nos en la Luz, o dejar de ser dentro de la oscuridad de la caverna.
Omega-Alfa en el Finisterre de este ciclo civilizatorio.
Cada día amanece Memoria de despertar
hacia superior conciencia de luz que contiene Sentir. Por la Lluvia, pasa a la
tierra y al reino vegetal. La Luz y Calor creciente de la atmósfera que exhala
el planeta, nos regala en cada respiración, dejando atrás el eco y sombras del
pasado en la caverna mental. Enlazar con esa Memoria de evolución superior,
contenida en Elementos que hacen crecer alimentos a través de esa Lluvia
solar-estelar, afianza nuestra Existencia futura.
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Autor: Iulen Lizaso (iulenlizaso@gmail.com)
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