Soy el capitán del Mundo y el navegante del Universo,
que se transforma en multiverso, en multiversos.
Doyte el beso;
y el beso me lo doy, en mí y en ti…
Me doy y me das, nos damos,
en miles de universos compuestos.
Aquí me encuentras y nos encontramos;
y no me canso de perderme en ti,
y encontrarme en mi,
sin un sin ti y sin mi.
Y me pierdo y me reitero,
y no parece novedoso, ni certero,
ni las teclas aciertan a exponer lo que me espanta sin espantar,
en un sin estar siendo no que es y lo que no es.
Sé que no soy el universo;
y sí lo soy con tus ojos abiertos,
en un escrutar que no sé qué significa,
pero que suena a celestial,
a encuentro en todo,
a esparcimiento sin motivo aparente,
sin atisbo de lo que no siento
y sí percibo desde mí.
No sé a dónde vamos,
pero sí de a qué acontezco.
No puedo imaginarme
cuando me imagino sin imaginarte;
imagíname
y quizás nos imaginemos.
Quiero perderme de nuevo,
aunque sea en un suspiro,
en un letargo que no sé a qué conduce,
aunque seas tú a quien conduce
en un desenfreno sin acierto.
Piénsame y nos pensamos,
que quiero acariciar tus besos
y todo tu anhelo.
Abróchame
y clausúrame,
que me expando sin más tormentos.
Me duermo en tus brazos
y en ti me despierto,
sin más sentido que el que quieras darle al momento.
Dame tu momento
y será presteza a lo que acontezca,
a lo que sientas y pienses;
y seré tu pensamiento,
tu corpiño exagerado,
pero lo seré.
Me voy a dormir,
¿vienes a velar mis sueños que tuyos son?
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Autor: Deéelij
Fuente: De su
libro Alas sin plumas (Ediciones Ende, 2016):
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