Feliz Día de
Navidad… ¡Nuestro Día… como todos!... El de todos los que hemos experimentado
la Dicha de Nacer de Nuevo y, tras la Resurrección en Vida, convertidos ya en
Niños-Dios, gozamos de cada instante en el Vivir Viviendo desde la perfecta
simbiosis entre la Madurez Consciencial y la Inocencia.
En este
momento eterno, te hago llegar toda la Gracia que soy y el colosal Amor que es
mi ser y esencia para que la Gracia y el Amor nazcan con más fuerza que nunca
en tu Corazón y en él se instalen en el continuo desenvolvimiento del momento
presente. Que el Niño-Dios que eres y soy te colme de todo lo que Él es. Que
sientas hoy, de instante en instante, el Poder del Amor que compartimos y el
Poder Divino que nos une.
Aquí y Ahora
Re-nacemos constantemente. Que se diluya cualquier interferencia anclada aún en
el pasado. Que tu vida quede libre de cualquier impacto en ti de las vivencias
del ayer. Camina libre, sin ataduras a lo que ocurrió, sucedió, pasó… La gente
piensa que las experiencias sirven para aprender. Es falso. Las experiencias
desplegadas valen exclusivamente para no volver a vivirlas, para descargarse de
la necesidad de vivenciarlas. Cuando las hayas experimentado todas, las puertas
del Retorno al Hogar se abrirán de par en par. Céntrate en ti mism@ para que lo
que hayas probado y degustado ya, da igual su sabor, desaparezca del menú de tu
vida. Lo que somos lo es fuera del tiempo… Y el presente se despliega inmenso
ante nosotros, absorbiéndonos en su inabarcabilidad. Nada quedó atrás, porque
nada de lo que fue existe, salvo en la ilusión de la mente.
No hay nada que preguntarse. Cualquier pregunta proviene
de la ignorancia del ego; cualquier respuesta, de su vanidad. Preguntas,
opciones y respuestas tejen un Holograma que el ego define como realidad. En
verdad solo es el velo que oculta lo Real. Para descorrerlo, nada hay que
preguntarse. Basta con vivir el Aquí y Ahora: mirada horizontal, nariz vertical.
Mi Corazón
fluye en la Pureza y me inunda la Paz y la Risa en este Día incesante. Ya no
hay añoranzas y el Amor se hace en mí plenamente. Todo me impulsa a ser lo que
Soy: la Armonía me envuelve y la Felicidad me abraza. El viento es mi voz; los
rayos del Sol, mi rostro; la lluvia, mis lágrimas; tú, mi reflejo. La Libertad
me arrastra por Dimensiones que eran desconocidas en este plano para el alma. Y
todo lo que antes me dividía, me une en la fuerza y en la esencia del Espíritu
Uno.
Para encontrarme, me
buscaba por los campos infinitos y eternos. Fue maravilloso y ya experiencié tanto
la búsqueda como el encuentro. Solo queda el recuerdo mental y álmico de lo
vivido. Pero lo que Soy nada sabe de recuerdos. Aquí y Ahora soy Amante, Amado
y Amor. Para fusionarse en el No-Ser -para unirse al Padre/Madre, al Amado, y
volver al Hogar-, el Ser, el Hijo del Vacío, se hizo Amante. Y la fusión
aconteció cuando me transformé en Amor. Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo
(Vibración Pura y Primigenia, Ser, Hijo, Rayo Divino) quien vive en mí. Y
siendo Cristo, soy el Amante y el Padre Amado: No-Ser, Vacío, Todo y Nada. Y en
el Padre/Madre me unifico espaciándome en la Experiencia de Amor, que todo lo llena, que todo lo
abarca.
Feliz Día de
Navidad… ¡Nuestro Día… como todos!... Mirada horizontal, nariz
vertical.
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