En nuestra vivienda, al igual
que en nuestra vida, pueden identificarse diversos puntos de tensión que,
normalizados, pueden llegar a debilitarnos en varios aspectos y niveles.
Sentarnos de forma continua
cerca de la esquina de un pilar, dormir hacia una orientación desfavorable,
tener cerca de nuestra cabeza un aparato electrónico, estar de espaldas a la
puerta, tener la cama muy próxima a la pared del baño, y pasar mucho tiempo
rodeados de electrodomésticos, son algunas de las características en nuestra
vivienda que activan la alerta de nuestra sistema vital llevándolo, de forma
continuada, a la debilidad.
En nuestra vida, estos puntos
de tensión los podemos encontrar sosteniendo conversaciones que no nos
apetecen, tolerando actitudes que nos desgastan, trabajando de forma que no
afloran nuestros talentos, alimentándonos con ingredientes que agreden nuestra
energía, etc…
Cuando normalizamos vivir en
tensión, nuestra luz interna se va apagando y algo en nuestro interior se aleja
de nosotros mismos: nuestra vida real.
La vida real no consiste en
vivir con tensión, consiste en fluir con suavidad.
Puede que encontremos retos,
que aparezcan cuestas, incluso que sople el viento en contra, pero cuando
fluyes, logras ver en todo la posibilidad de aumentar tu luz y tu vitalidad.
Una forma sencilla de
identificar los puntos de tensión es aprender a sentir e integrar tu
naturalidad para identificar cuándo la pierdes y cómo volver a ella.
Prueba, cada vez que puedas, a
pasar tiempo en un entorno natural. Si es con tierra sólida mejor (montaña,
campo, huerta…). Busca un lugar sereno, siéntate o túmbate unos minutos.
Durante esos instantes, trata de sentir que eres un elemento más de ese entorno
natural; al igual que lo es la vegetación o los animales que te rodean. Una vez
lo sientas, observa tu mundo interior y las ideas y el orden que surge y, sobre
todo, observa la frescura y la suavidad de tu respiración. Esta suavidad será
siempre la señal.
La suavidad que surge en tu
interior es la respuesta a mimetizarte con la frecuencia, el orden y la
sincronía de la vida. Conforme la integres en ti, podrás identificar las veces
en que esa suavidad se altera y lo que ocurre tras ello. Si eres capaz de
mantener la suavidad pese a la tensión, podrás encontrar la clave que esconde
la situación para tu bien mayor.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de viviendas, comercios y
empresas que mejoran la calidad de vida.
Todas están a tu disposición de manera gratuita a traves
del e-book Habitar, al que puedes acceder a través de este enlace:
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