Podría ser sencillo vincular
la forma en que despertamos del sueño con la forma en la que despertamos a
nivel espiritual, pues hay personas que su forma de despertar cada mañana es de
forma brusca y poco delicada, y cuando deciden despertar su espiritualidad,
eligen caminos similares llenos de esfuerzo y sacrificio con la esperanza o la
creencia, de que así se despierta el espíritu antes o con más firmeza.
Sería fácil usar esta relación
y este posible vínculo como ejemplo, pero en ese caso, el título de este
artículo, debería ser diferente, ya que las personas que usan el sacrificio y
la incomodidad para despertar, probablemente, en lugar de despertar, se acaban
durmiendo más.
La vinculación del dolor y del
sacrificio para la sublimación de la materia y ensalzar al espíritu, ha sido,
durante siglos, normalizada y defendida tratando a la materia como la cárcel
del espíritu o como el motivo de caer en la inconsciencia. De esta forma,
aquello que da placer a la materia se acaba catalogando como impuro o de poco
valor y es su negación y debilitación lo que se considera digno de respeto
espiritual.
Esta visión, tendencia o
creencia, respetable como todas, puede ser modificada en cualquier momento sólo
por el hecho de tomar consciencia de que nuestro cuerpo no es indigno, sino tan
sagrado como todo lo que nos rodea, y nuestro hogar nos puede ayudar a
integrarlo.
Todo lo que observes a tu
alrededor en tu vivienda, tiene un componente material y un componente
trascendente.
Un cojín, por ejemplo, tiene
un componente material determinado por su firmeza, su textura, su forma y sus
materiales. A la vez, está formado por átomos de una determinada vibración
entre los cuales, existe un espacio vacío que es el mismo ella hay entre tus
células.
El cojín, que a simple vista no
tiene por qué parece que pueda participar en tu nivel de consciencia, puede,
por medio de tratarlo con respeto, tanto a su aspecto material como al
inmaterial, iluminar tu experiencia.
La clave, con cualquier
objeto, es la suavidad.
Prueba a tratar durante unos
días todo aquello que te rodea con suavidad. Ya sea ordenar la vivienda,
limpiarla, mover objetos, caminar por ella, acostarte en la cama… Trata de
implementar la suavidad como forma de relacionarte con la parte material e
inmaterial de aquello que te rodea y tanto cuerpo como tu esencia, se
reconocerán en ella y la integrarán.
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Autor: Andrés Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de viviendas, comercios y
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