Sexta jornada. Madrugada. Espacio aéreo de Ís
La
respuesta no llegaba. Jano permanecía anotando, digiriendo y aceptando en su
lógica y a la luz de la conciencia todas esas afirmaciones: Encajaban. El
cuadro ofrecía un resultado repleto de posibilidades. Jamás pensó que fuesen
tan fáciles las cosas. No obstante, percibía que otros detalles ampliarían el
nuevo dibujo que se estaba describiendo.
Miró el anemómetro. Treinta y dos mil y subiendo. Volar en el VZ era
todo un prodigio no soñado, pero real. Aún en la inmensa oscuridad donde
evolucionaban, la mente se adornaba con destellos lustrosos. Su entendimiento
florecía con cada una de las explicaciones que iba integrando.
- Perfecto. Lo tengo.
Continúa por favor.
- Luego estaría algo muy
simple, pero que muchos no alcanzan a dilucidar al principio. Es el encuentro
con algo que cuesta trabajo aceptar, sobre todo, cuando el fruto del
recibimiento no es agradable. Me explico: para
recibir hay que dar, y en la medida que das, recibes; recuerda la tercera
norma: ser la causa de los efectos. De
la misma forma, y como extracto de lo anteriormente expuesto, no puedes dar lo
que no posees y/o Eres. Si, por ejemplo, no tienes y eres paz y serenidad en tu
vida, no puedes transmitirla; como consecuencia, lo que se obtiene, es la misma
medida de lo que albergues, y aquí entra en juego lo que podríamos definir como
la ley de la afinidad o acercamiento, que explicaré en breve. Sólo quiero que
en estos momentos adviertas que recibirás justo lo que puedas dar, y que no
podrás pedir lo que no estés dispuesto a dar o no poseas y seas en tu Ser…
- Espera un momento, Pal,
que me pierdo. Perdón por la interrupción.
- Tranquilo, Hazlo cuando lo
consideres oportuno; estamos en clase.
- Lo último es lo que me ha
dejado pensativo. ¿Cómo es eso de que no puedo pedir lo que no esté dispuesto a
dar?
- Bien, has sido un poco
impaciente – manifestó tolerante –, pues estaba a punto de explicarlo. Pongamos
otro ejemplo: si quieres tener en tu vida
algo que quieres, podrás siempre conseguirlo y obtenerlo, siempre que estés a
la altura de lo que en realidad solicites. Pese a todo, sea lo que sea, se
otorga. Aunque la cuestión estriba en que cuando lo encuentras no sabes
apreciarlo o poseerlo, pues no estás en la misma medida, es decir, depende de
tu nivel de CONCIENCIA. ¡No! ¡Espera! – Dijo Pal ante el resoplido
trasmitido a través de los cascos –. No interrumpas, sé a dónde quieres ir a
parar. Por experiencia sabes que algunas
cosas de las que puedas pedir desear o anhelar, no se conquistan, y es
correcto. ¿Por qué? Nuevamente sencillo: es tal lo que se quiere, que no se
está en absoluto, mínimamente, preparado para sopesarlo. Es decir, no podrás
alcanzar una cota superior a los diez mil pies si no vas preparado con el oxígeno
necesario para poder seguir respirando. ¿Entiendes todo?
- Entonces, ¿Por qué
respiramos sin equipo cuando estamos a más de cuarenta mil pies de altura? Y
otra cuestión que me llega de golpe: ¿por qué se manifestó todo lo que pensé
que quería hacer con la pista de Ís y el resto de las cosas que conseguí
materializar de la nada? ¿Estaba a la altura de las circunstancias para
recibirlo? Pues entiendo que no.
- Estás en una Escuela de
Vuelo. Estás aquí para recordar lo que no
pudiste recordar en vida, para aprender las reglas de vuelo, los principios por
los que se rigen tus experiencias en las vivencias percibidas en vidas. Por
tanto, al estar practicando, la facilidad para la consecución de los resultados
es mayor; no obstante, has de reconocer que has ido cosechando en la medida en
que has ido sopesando correctamente las normas. No se te borre lo que me pasó a
mi llegada a Nairda: estaba tan ocluida que no podía experimentar. Yo tuve que
empezar por aprender a descargar el resentimiento para poder practicar el resto
del conocimiento. Cada Ser es distinto en
forma, aunque en esencia Es lo mismo, y cada uno tiene un proceso diferente,
propio. No quiero terminar sin apuntalar que no hay que fijar la esencia de las
reglas del vuelo, o de la vida, en cuestiones exclusivamente materiales, pues
lo externo nunca conforta lo interno. Lo interno, el pensamiento plasmado de
Amor manifestará el exterior, pero nunca a la inversa. ¿Serías capaz de
realizar un breve resumen?
- ¿Puedes darme algo de
tiempo?
- El que necesites. No lo tomes
a modo de examen. Sólo quiero comprobar cómo vas, y en esa medida podemos
seguir cimentando con firmeza.
Jano comprobó su reloj, no creía que el de la pantalla tuviese razón.
Los dos marcaban las dos menos diez de la madrugada. Asombroso: El tiempo se
consumió sin pesar. El cansancio se había esfumado y el sueño no anunciaba su
visita. La noche marcaba paz. Felicidad era la conclusión de su escrutinio. El
planeador y él, se fueron acostumbrando a palpar las corrientes de aire que le
procuraban el ascenso de forma segura y continuada. A cada incipiente golpe de
las mismas, obedecía aferrándolas, dejándose impulsar hasta el encuentro con
otra similar. La diferencia entre las frías y calientes eran resueltas sin
problemas, como si la temperatura de las mismas llegase a su cuerpo; se sentía
un termostato que calibraba la calidez de las que le hacían subir, y de las
frías, que procuraban el efecto contrario.
- Bien Pal. A ver qué tal llevo
la clase. Resulta que para saber lo
que es el Amor, lo primero es la aceptación a uno mismo, queriéndose, amándose
y apartando lo que no procure la felicidad; y eso, por consiguiente, sólo me
regalará más de lo mismo. Además, podré dar el Amor que posea, ni más ni menos,
y en esa justa medida, recibiré. Consecuentemente, cuanto más crezca siendo el
auténtico significado del Amor, lo viva, lo cree, lo sienta y lo experimente,
mayores serán las posibilidades de conseguir resultados similares. Y si quieres
un resumen más corto, podría decir que cuanto más alto sea mi Amor, menores
serán las alternativas de encontrar algo distinto al Amor, de tal forma que
recibiré en la medida de mi altura en el Amor; sin olvidar que lo exterior es
el amor (aunque muchas veces se confunde con el querer) y lo interior es el
Amor, por lo que he podido deducir. Lleno de Amor en mi interior, se plasmará
en el exterior en esa misma medida, tanto en lo material como en lo espiritual
de acuerdo al nivel de conciencia desarrollado desde el Ser en Amor.
¿Te sirve?
- Bueno no es incorrecto. Pero
creía que podrías haberlo acortado tanto como lo siguiente: Piensa sólo en Amor, y esa será tu
consecuencia: tu Ser.
- Esa conclusión ya la extraje
anteriormente, tan sólo que no lo he manifestado, pero te aseguro que tuve esa
cognición como la mayor verdad posible de alcanzar. Aunque entendí que
solicitabas una exégesis de lo que hemos hablado
durante la noche.
Ella rio complacida con una buena carcajada de complicidad provocando un
sonido idéntico en la parte delantera de la cabina. Aquello contribuyó a soltar
cierto lastre después de explicaciones tan filosóficas y metafísicas. La
consecuencia inminente fue la entrada en una extensa conversación sobre algunos
incidentes sucedidos desde su llegada. Pal refirió algunas experiencias, ya
lejanas, de su época de alumna.
Así
se extendieron hasta las tres y diez de la mañana, sobrepasando los sesenta mil
pies, techo considerablemente extraordinario, a la vez que casi inimaginable,
para un planeador. Cesaron los comentarios y las risas. Pasaron instantes no
calculados sintiendo el vuelo, contemplando la lejana superficie desde la que
partieron hacía un poco menos de horas.
- Pal, ¿continuamos el ascenso?
- Con el ascenso, la clase y un
nuevo amanecer – pronunció con dulzura y romanticismo –, quisiera que la
formación concluyera hoy. ¿Te apetece?
- Como guste usted señorita
instructora.
Pal
advirtió el tono melódico en que Jano se le dirigió. Incluso percibió que hacía
muchísimo tiempo que nadie le decía señorita de esa forma.
- ¿Listo? – concluyó
ella tajante, acompañando la cuestión con una palmada sorda y sonora.
- Listo.
- De
acuerdo. Quedé en explicar lo que era la ley de la afinidad o acercamiento.
Deducirás que el contenido de la misma se inscribe en alguna de las cinco
primeras normas. Llegado a este punto, y rozando el techo de los setenta mil
pies, puedo definir tal ley como la
capacidad de atraer a tu vida aquellas manifestaciones que son similares a las
que tu posees y/o Eres. Es decir, en tu mundo personal e íntimo, sólo existirán
personas que actúen y vivan como tú piensas y realizas. Encontrarás lo que Eres.
¿Visto?
- En definitiva, es una
ampliación de lo anterior: Sólo tendrás
lo que eres capaz de dar en función de lo que ya Eres en tu Ser. ¿No?
- Así es: recibes lo que das, eso concluiría lo ya explicado. Al aceptarte y dar lo que tienes para
recibir, sin buscar necesariamente lo mismo, atraes, como consecuencia, lo
mismo que Eres. Sólo se recibe en la medida en que se posee y Es en el Ser.
¿Correcto?
- Entendido. Perfecto. Esto
cada vez cuadra mejor. Parecía complicado al inicio, pero la resolución se
torna indescriptiblemente sencilla.
- Más, pues podrás apreciar y
ahondar conforme avancemos. ¿Seguimos?
- Sí, no hay inconveniente,
pero… ¿no es excesivo que estemos a ochenta mil pies?
- ¿Por qué? ¿Acaso conoces la
medida de la atmósfera de este mundo? ¿Sabes dónde concluye su extensión? ¿O
estás comparando con respecto al
anterior donde viviste?
La
última cuestión le hizo recapacitar. Efectivamente, las medidas aplicadas eran
las que conocía. Por tanto, y de igual modo, el efecto de hipoxia podría no
suceder a partir de los diez mil pies; aquí podría ser bien distinto. Por un
instante sintió algo de miedo, pero decidió seguir confiando; ella no le
engañaría.
- De acuerdo, continúa, sólo
fue una sugerencia que se ha olvidado. Gracias.
- De nada, piloto – respondía
sin la acostumbrada coletilla, cuestión que agradó al que se consideraba hasta
ese momento un pilotillo – El siguiente
secreto del Amor es la plasmación de la tolerancia y la solidaridad. Ambas
virtudes caminan juntas, adheridas. Son condición sin la que es imposible
crecer y ascender en el Amor. Si quieres volar, recuerda, has de usar el aire;
de igual modo y lo traigo a colación a posta, para ser feliz sólo es necesario
usar el Amor pero bien usado, eso implica aplicarlo de la forma concreta que
estoy especificando; por tanto, mostrar capacidad para adaptar los modos y usos
de los demás sin despreciarlos, acogiéndolos con aceptación, sin menos cabo ni
acritud, procurando en la medida de las posibilidades compensar, paliar, ayudar
o dar las cuestiones o alternativas necesarias para solventar las carencias que
observes en ellos en tu deambular, sea donde sea, y con quien sea. Y, siempre,
por supuesto, dejando la libertad y voluntad ajena a la manera que tengan de
ejercerla; esto es algo imprescindible para poder usar el Amor con solvencia.
Los frutos se recogerán en abundancia; ésta es la mayor bendición que se
obtiene al ser tolerante y solidario. Has de saber que siempre, repito, siempre,
se cosecha el ciento por uno, siempre; que no se te olvide. Planta la semilla
del Amor y el fruto será increíble y maravilloso. Planta la del odio y el
rencor y de igual modo la recolección podrá parecer increíble al mismo tiempo
que devastadora. ¿Qué te ha parecido?
- Tremendo. Casi parece una
sentencia.
-
Es, en realidad la advertencia del incorrecto uso del Amor, o lo que es
lo mismo, la aplicación de algo que no es Amor. Porque el amor es simplemente
un apego y el querer una adicción. ¿Te gusta más este punto de encuentro?
- Afirmativo.
- Veamos cómo acoges lo próximo:
Tolerancia y solidaridad son, siempre,
aplicable mejor con la aplicación de la comunicación, es decir: saber escuchar
y dialogar encontrando el consenso y puntos de encuentro desde los que pivotar
hasta el beneficio de todos. Comunicarse, no es sólo charlar, es hablar con
sentido, escuchando de igual modo, con interés, captando lo que quieren
transmitirnos, poniéndonos en el lugar del otro, hasta asegurarse de que se
entiende la problemática. ¿Pillado?
- Afirmativo.
- Todavía queda más al respecto.
Puede ser impactante, pero es concluyente e inexorable: el Amor es fundamentalmente comunicación. ¿Asimilado?
- No tan bien como los cien
mil pies conquistados.
- Bien. Retrocedamos un poco. Recordemos que damos lo que tenemos, lo que
somos y, como consecuencia, atraemos en la misma medida; de aquí quiero que
entiendas que el dar no es sólo un hecho material exclusivo; la realidad es más
bien distinta, si la percibimos desde el punto de vista de la comunicación.
Determina primero con exactitud, lo que tu pensamiento está queriendo definir,
y posteriormente, configurarlo en frases, afectos o cualquier otro elemento de
plasmación. Podemos decir, por tanto, que la comunicación es cualquier lenguaje
que se use, y sea el que sea, transmite lo que posees y eres. De tal manera que,
si comunicas Amor, sabrás cual es el resultado. ¿Entendido ahora?
- Infinitamente claro. Mucho
más que entender cómo a estas alturas siguen existiendo corrientes de aire
caliente que nos permitan subir.
- Ya mencioné que comparas lo que sabías, con algo que aún no
alcanzas a conocer. Todo es Amor, Jano, Todo. Entiéndelo de una vez. Si estas
navegando en el Amor, nada te faltará, nada. Confía en Él y no habrás de
pre-ocuparte por el resto. ¿Sorprendido?
- Gratamente, Pal. Gratamente.
Puedo asegurar, creo, que esto último define la esencia de este último
capítulo.
Las
carcajadas sonaron acordes, y múltiples. El silencio marcado era roto en aquella
extensa inmensidad, llegando a sus oídos en forma de eco, siendo ya las cuatro
en punto: Quedaban dos horas para el amanecer. La placidez adornaba, como
guirnaldas de flores multicolores en una corona, la felicidad desbordante en
dos corazones volando muy alto; tanto que Jano desistió de atender a las
marcaciones ofrecidas por el anemómetro. Dejó que el tiempo furtivo corriera al
galope. Aquellos momentos merecían la pena ¿Por qué tendría que pre-ocuparse?
¿Qué tenía que perder, si a cada pie conquistado su dicha se duplicaba?
- ¿Continuamos piloto, o
debería decir astronauta?
Nuevas risas asociadas inundaban el espacio que los contenía,
rebosándolos.
- Cuando quieras Pal. Pensé
que iba a ser un vuelo corto, pero, por el contrario, está siendo el más largo
que he realizado desde mi incorporación, y también el que más he disfrutado;
eso sin detrimento de los demás, incluido el del primer día que fue calamitoso,
pues me ocurrió algo desagradable: mi instructora me abandono en mitad del viaje
saltando en paracaídas. Luego me dijo que se había bajado antes de despegar…
Pal
aceptó con agrado la broma. Sus emociones se expandieron a rienda suelta. Ella
perfiló el momento de entrar a saco con otra cuestión de importancia. Jano
había adquirido por fin, sentido del humor, dejando su tosquedad y seriedad en
algún lugar de aquel cielo escalado. Sus risas los contagiaban mutuamente.
- ¡Para, para por favor! –
exclamaba queriendo encontrar el espacio necesario para su exposición –. Puede
parecer tener gracia lo que voy a decir, pero también es verdad – decía
escuchando cómo se apagaba, poco a poco, la risa de Jano ante su requerimiento
–. Escucha atentamente – ordenaba advirtiendo la persistencia de emociones –.
Sé que es el instante preciso para que sepas una de las mejores
características, algo que define y localiza a la perfección el Amor. Quiero que
aceptes esto, al igual que el resto, como una cuestión muy seria, y real: el Amor siempre está de buen humor y siempre
sabe reír, simplemente, porque si Es el Amor, no puede ser otra cosa que su
propia manifestación en alegría.
El
estallido de sus gargantas irrumpió estruendosamente hasta alcanzar cada uno de
los remaches del planeador. La circunstancia lo merecía. Estaban felices, muy
felices. Albergaban plenitud en su comunicación. La chispa estaba suelta y viva
y simplemente volaban en armonía y paz. En esencia, volaban felices en el Amor,
ejercitándolo de una forma diametralmente opuesta a la que tenía planeada Jano
para aquella velada sin velas, pero con un cielo repleto de estrellas.
- Bueno Jano –intervino ella
tras una pausa serena en sus jolgorios –. Tenemos que regresar; son las cinco
de la mañana, hay que dormir algo. Si no fuera porque Pitt nos espera para
almorzar podríamos continuar. Desciende con un régimen de mil cien pies por
minuto y fija rumbo en tres cuatro cero.
- Recibido – contestó él sin
réplica comprobando una altitud de algo más de ciento doce mil pies. Hizo un
cálculo rápido extrayendo el tiempo que se emplearía en tocar tierra –.
Tardaremos una hora y cuarenta minutos en llegar a Ís.
- Así veremos el amanecer en
todo su esplendor ¿te apetece?
- Eso siempre es un placer que
muy pocos pueden contemplar desde las alturas. De acuerdo Pal.
El
descenso requerido para cumplir con el régimen ordenado forzaba un picado de
unos treinta grados que tendría que ir corrigiendo para que la velocidad no
excediese los límites estructurales y aerodinámicos, cuestión poco relevante
dado el escaso peso del aparato; aunque lo importante consistía en poder
corregir el avión sin que la velocidad se sobrepasara, pues las enormes alas
serían forzadas con un posible quebranto de las mismas.
- Un lujo real – habló
Pal – es comportarse con honestidad, nueva clave para el correcto uso del Amor.
Sé siempre honesto, y des-pre-ocúpate de lo que pueda suceder, siempre será lo
mejor.
- Si es la honestidad una
característica del Amor, ¿Podrías definirla? Por favor, después de tantas horas
sin parar, mi mente está algo espesa.
-
Más que una definición, es un modo de comportamiento. Es responder de acuerdo a las normas comunes
y aceptadas provocando únicamente aquello que es digno de respeto hacia ti y
hacia los demás. Es también el respeto al código moral que se establece de
forma voluntaria entre los Seres para producir únicamente felicidad, paz e
igualdad. Es, en definitiva, hacer cualquier cosa que se emprenda para bien,
procurando cotas de felicidad, sin mentiras, sin ocultaciones, sin
humillaciones, sin menosprecios. Es producir, con tus actos y plasmaciones,
beneficios; no destrozos. Es como ninguna otra cuestión, tratar como te
gustaría que te trataran. Honestidad es, concluyendo, englobar seis claras
connotaciones: sinceridad, confianza, respeto, integridad, lealtad y fidelidad.
Ser honesto es al igual que la comunicación, ofrecer Amor. ¿Definida?
- Con rotunda perfección y
claridad. ¿Quedan más cosas? Este descenso vertiginoso recaba mucha atención.
- Tres últimas, rápidas y
sencillas. ¿Estás preparado o lo dejamos para otro momento?
- Dispara. Supongo que dará
tiempo antes del orto.
- Dalo por hecho. Así podrás,
por fin, consagrarte como un auténtico y real piloto de tu vida en la
existencia. La instrucción habrá concluido – anunciaba Pal dando por finalizada
su función de instructora –, pero antes corrige la inclinación; la velocidad se
precipita.
Enderezó cinco grados el morro provocando el efecto perseguido. El VZ
estaba procesando el control requerido. El descenso en la oscuridad arrojaba
cierta incertidumbre al simular el escrutinio de una cueva desconocida y
profunda, sin el uso del tacto; como posando precavidamente los pies sobre un
lecho igualmente incierto e indescifrable. Los únicos ojos que aportaban alguna
certeza al momento describiendo la realidad de la situación, lo formaba la
pantalla del radar meteorológico y las indicaciones de los instrumentos; el
resto lo constituían una grandiosa y espectacular oscuridad.
-
Ahora le toca el turno a aquellas manifestaciones que son impropias del
Amor. Son características esenciales que detectan, a la perfección, el
incorrecto uso del Amor. Verlas u observarlas, sentirlas o experimentarlas, es
el aviso absoluto de la entrada en perdida del vuelo en el que estés sumido.
Por ello, podríamos denominarlas como las consecuencias del “no Amor”, ¿Entendido
esto?
- Sí. Es fácil. Continúa –
respondía acusando, en su tono, la tensión producida por la vertiginosa
maniobra de descenso.
- Bien. Cuando
percibas en ti o en otros, hechos, cuestiones o situaciones tan evidentes como
son el juzgar y criticar, se tenga o no razón, se posean o no todos los datos
para tal actitud, esa es la prueba concluyente de estar usando el “amor” de
forma coactiva. Con ello producirías limitaciones, e igualmente las recibirías.
Lo correcto es dejar a voluntad de cada cual el uso de sus decisiones y actos,
pues cada uno, como he mencionado antes, es distinto, y, por tanto, procede de
la forma que considera más conveniente, acorde a su nivel de entendimiento. En
definitiva: se trata del respeto a la libertad; a dejar Ser, hacer y tener; a
no interferir en la vida de otros a menos que seamos requeridos. El
Amor nunca es crítica o juicio, ni valora despectivamente; sólo
construye felicidad. Acepta, aunque no asumas ni estés de acuerdo, el concepto
de que cada cual, por muy equivocado que pueda parecernos sus actos y
pensamientos, tiene su propia vida. Cada Ser posee su personal universo en el
que quiere experimentarse como considera adecuado y oportuno. ¿Visto?
- A medias. Veamos. Pongo un
ejemplo: Y si observo que mi razonamiento es el adecuado para advertir de un
aterrizaje forzoso. ¿No puedo aconsejar o advertir? ¿No estaría ayudando a
producir felicidad? – concluía Jano al igual que rectificaba una vez más la
inclinación del descenso en un grado.
- Puedes ayudar, advertir con tus consejos, aun cuando las
conclusiones de los hechos se terminan produciendo, siempre y cuando seas requerido. Recuerda lo que te pasó antes de
llegar a Nairda. Tus ingenieros advirtieron cómo debías proceder con los
motores de cuádruple inyección, pero no hiciste el menor caso, luego pasó lo
que ya conoces. Advirtieron, pero no consideraste sus conocimientos y ciertos
razonamientos; pensaste que tú sólo lo solventarías. Y desde luego que lo
hiciste. El prototipo quedó destrozado y desperdigado por doquier. ¿Entendido? Has de dejar Ser y hacer, no enjuiciar,
aunque percibas el desastre; y sólo actuar si eres requerido, aceptando la
libertad individual. ¿Si?
- Lo siento, pero sigo sin
captar esto. Creo que es cruel esta aseveración. Pongamos otro caso: Sea que un
supuesto hijo mío está a punto de cruzar una carretera con tráfico, y observo
que lo hace sin mirar a cada lado, sin usar el semáforo o el paso de peatones,
y que pretende pasar a las bravas sin prestar atención al peligro que se cierne
en su decisión. Según tú, he de dejarle caminar directo a un accidente que
puede provocarle, cuanto menos, lesiones. ¿Eso es dejar actuar a los demás en
libertad, sin poder advertirles de su erróneo proceder? Sinceramente, no me
cuadra, Pal.
Posdata:
En el artículo del día 1
de diciembre (Rojo octubre, peligroso noviembre y brillante diciembre.
III Parte) comuniqué que personalmente había recibido por psicografía una
serie de técnicas y procesos para aplicar en psicoterapia, que solucionaba el
80% de los problemas psicológicos del ser humano. La explicación resumida de
esta psicoterapia es que elimina el ego, te reconecta con tu alma (conecta la
Particularidad con la Singularidad) y tienes control emocional, siendo feliz en
tu vida actual; al mismo tiempo dije que lo había transferido a dos Almitas
maravillosas (psicólogas) que os los podía ofrecer mediante terapia, obvio que,
con remuneración, pues es su trabajo, y que además ellas lo harán, pues mis
tiempos están contados, para seguir en esa labor. No se trata de dar una
formación, sino de recibir terapia para quien lo necesite. Durante un tiempo os
habéis puesto en contacto conmigo para luego realizar el contacto con ellas
(Rosario y Yesenia), pero ahora ya podéis hacerlo de forma directa mediante su
correo profesional: terapia.psico2@gmail.com También podéis visitar su Web: http://www.psico2-internacional.es
Nota a la posdata: si quieres recibir esta
ayuda terapéutica más vale que te comprometas contigo mismo, pues es exigente.
Sólo apto para valientes y no timoratos. Ah, y hay lista de espera, que conste,
así que ve pillando sitio, hueco o número.
Audio libro testimonio terapéutico de Mario:
https://www.ivoox.com/testimonios-terapeuticos-01-audios-mp3_rf_69779795_1.html
Audio libro testimonio terapéutico de Marisol:
https://www.ivoox.com/testimonios-terapeuticos-02-audios-mp3_rf_70602394_1.html
Audio libro testimonio terapéutico de Jordi:
https://www.ivoox.com/testimonios-terapeuticos-03-audios-mp3_rf_71720654_1.html
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