Si después
de buscar tanto fuera mediante fórmulas matemáticas y mediante la observación
externa del Universo, los científicos están
dando con fascinantes descubrimiento sobre el origen del Universo a través del
estudio del comportamiento de las partículas diminutas, entonces, se puede
decir que es lógica la expresión budista: “lo infinitamente grande es igual a lo
infinitamente pequeño”.
Si podemos
acceder a la explicación del origen del universo infinitamente grande mediante
la observación del comportamiento de las partículas infinitamente pequeñas,
Si el
universo comenzó en un punto para expandirse en la divergencia, nosotros también
comenzamos siendo un punto (cigoto) para experimentar la división y la
separación ilusoria (humano) que no nos permite ver el Todo que Somos hasta que
nos demos cuenta de que buscando las respuestas fuera sólo obtendremos, como
los científicos newtonianos, una parte del funcionamiento de la realidad.
Accederemos a nuestro Origen cuando giremos nuestra mirada al espacio interno
para ir integrando todas las experiencias duales y externas de las que estamos
hartos de vivir.
Esto es
algo tan simple, que nuestra mente no lo comprende y por eso seguimos
creyéndonos todo lo que la mente crea: los pensamientos…
Hasta que
un día, alguien dentro de nosotros decide observar a los pensamientos desde un
espacio diferente: sin tiempo, sin juicio, sin nada.
¿Quién
Observa por encima de tu tercera dimensión (la mente)?
Alguien
que ya no tiene respuestas ni preguntas.
Alguien
que ya no es nadie.
Tu Origen
que Ahora se expande desde el original…
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Autora: Raquel García Rodríguez (raquelin101@gmail.com)
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