Deja que esta noche,
Te sienta como otra.
Deja que esta noche,
El manto nocturno,
De los sueños encontrados,
Nos cobije en su seno.
Deja que te vea,
Como una mirada ardiente,
De labios carnosos y
De senos voluptuosos,
Que se insinúan a través,
Del tejido vaporoso,
Que te cubre.
Deja que te vea,
Ofreciéndome una copa de vino,
Vino que degustaré,
En el sabor,
Que me proponen tus labios.
Copa,
Que es el prólogo,
De la que más tarde,
Me será entregada.
Aquella de bordes carnosos,
Y que contiene el néctar,
Con el que los Amantes,
Son embriagados.
Deja que esta noche,
Tu piel sedosa,
Sea recorrida por mis dedos,
Que sienta tu carne y tu ser,
Que sea escuchado,
El gemido cómplice,
Del deseo alcanzado.
Deja que esta noche,
Todo me sea concedido,
Que la aparente distancia,
Se haga real.
Para poderte experimentar,
Para poderte degustar,
Para poderte Amar,
Como si fueras otra,
Como si no te conociera,
Como si no fueras Yo mismo.
Deja que esta noche,
Sea así.
Solo por esta noche,
Y que la madrugada,
El despunte del nuevo día,
Me encuentre repleto y
Anegado de ti,
De tu fragancia,
De tu deseo,
De tu Amor.
Deja que esta noche,
Nos veamos como dos partes,
Nos sintamos como duales,
Nos deseemos como Amantes
fugitivos.
Deja que esta noche,
Te sienta así,
Te saboree así.
Mañana retornaremos a la Unidad ,
Mañana seremos Uno,
Pero esta noche,
Te anhelo como Amante,
Te deseo como Amada.
Deja que esta noche,
Se eternice,
En ese instante,
En ese momento.
Que quede grabada,
La imagen de tu rostro,
Por siempre,
DEJA QUE ESTA NOCHE
SEA ASÍ
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Autor: Matías Márquez (gaudapada@hotmail.com)
Fuente: De
su libro Alma embriagada (Editorial: Visión Libros)
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