Ayer la tierra tembló. Se nos fue Franco.
El, que hacía tanto honor a su nombre.
El honesto, el buscador, el errante...
pero también el sabio, el hacedor, el viajero.
Tembló la tierra mientras saltaba de plano.
A veces, se me escapan las palabras de las manos
y se me atascan las letras en la boca, pero
llevo dos días limpiando el alma...ese alma
que se regocija en su recuerdo, en su obra,
en su talento.
Pocas palabras hay para recordar a alguien así.
Años de mi vida y miles de años formando ciclos
en la sombra de la luz, en Mesopotamia,
como nómadas, viniendo a buscarnos una y otra vez,
sin tiempo ni espacio, enarbolando la bandera blanca,
danzando, buscando la cura y el Centro de Gravedad permanente.
Ayer tembló la tierra.
Como tiembla la primavera en las flores y en las ramas
de los árboles, abriéndose a un nuevo ciclo...
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Autora: Ángeles Pérez (mapp58@yahoo.es)
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