Uno de los motivos más habituales por los que una persona suele sentir que se siente estacada, es cuando percibe internamente dificultad a la hora de encontrar su camino profesional.
En un mundo en el que se vincula tanto el valor del talento
con su recompensa monetaria, es fácil llegar a creer que si un talento no se
monetiza, no tiene validez.
Cuando esta creencia se integra en el interior de una
persona, puede llegar, inconscientemente, a bloquear su expresión para no
perder lo que considera que le aporta realmente valor.
Este es el caso de una mujer acostumbrada a "ganarse
la vida" mediante la venta de utensilios de cocina en un gran almacén y
que, en un momento determinado, se comenzó a sentir perdida.
La sensación de incertidumbre sobre su camino profesional
le sobrevino con la llegada en su vida de una nueva relación.
Por un tiempo pensó que la nueva ilusión le estaba restando
lucidez profesional y mantuvo la esperanza de que, conforme la fase inicial de
la relación de asentase, volvería a recuperar su foco, pero no fue así.
Conforme su relación se consolidaba, su incertidumbre profesional crecía hasta
llegar a un punto de incomodidad que decidió revisar la vitalidad de su vivienda
por si lograba encontrar algún síntoma evidente de lo que le estaba ocurriendo.
Tras la entrevista con ella, se pudo observar que la mujer
estaba llegando a la conclusión de que su nueva relación, pese a que le hacía
feliz sentimentalmente, le quitaba energía profesional y para encontrar un
equilibrio estaba probando a distanciarse, pero tampoco funcionaba.
Tras estudiar su reflejo interior en la vivienda y observar
con detenimiento el área vital que refleja el camino de vida y la vocación, se
evidenció la causa de su bloqueo.
Cuando estamos alineados con nuestra vocación y nuestro
camino de vida, internamente vibramos en sintonía con la fluidez del elemento
Agua y externamente, la decoración de nuestro hogar facilita dicha vibración.
En el caso de esta mujer, la zona contenía una gran
cantidad de vibración de Tierra debido a la presencia de un gran jarrón que
presidía la zona.
La excesiva presencia de Tierra en la zona que vibra en
sintonía con el Agua genera, a nivel vibracional, la sensación de andar sobre
barro con la consiguiente sensación de sentir estacada la proyección
profesional.
Ante la pregunta sobre el tiempo que aquel jarrón llevaba
en aquel lugar y la respuesta de que lo colocó a la semana de comenzar la nueva
relación, la mujer reafirmó su creencia de que la nueva pareja le impedía
crecer, pero no estaba en lo cierto.
Para su tranquilidad se revisó el área que vibra en
sintonía con las buenas relaciones y estaba completamente sana y fuerte, por lo
tanto, el bloqueo pertenecía únicamente a ella.
Se le preguntó, por tanto, qué simbolizaba aquel jarrón
para ella y recordó que fue un premio que recibió años atrás en un concurso de
cocina. Ante aquel recuerdo, su mirada bajó y se le preguntó sobre su virtud a
la hora de cocinar.
La mujer confesó que muchas personas le reconocían un
talento innato a la hora de cocinar, sobre todo a la hora de innovar y de
combinar diferentes técnicas, pero nunca supo qué hacer con dicho talento hasta
el punto de que casi había dejado de cocinar.
Reconoció que la ilusión por la nueva relación trajo
consigo de nuevo la ilusión por cocinar, pero cada vez que se disponía a ello,
algo le bloqueaba y acababa apagando el fogón.
Ante un caso así, resulta fácil observar desde fuera cómo
la Luz que la nueva relación daba a su vida, aportaba también lucidez para
potenciar su talento. Sin embargo, la presencia de aquel jarrón representaba
que un premio a su virtud bloqueaba su camino y el trabajo vital residía,
precisamente, en desbloquear aquella situación.
Como internamente le costaba mucho encontrar lo que le
bloqueaba, se le facilitaron pautas para desbloquear externamente la zona con
el objetivo de que pudiera, por reflejo, observar con más Luz su bloqueo
interno, y así fue.
Tras sencillos cambios en esa zona de la vivienda, la mujer
pudo observar con claridad, en tan solo un par de días, cómo había relacionado
su virtud con un problema. Se dio cuenta de que la entrega de aquel premio le
pudo haber abierto una puerta que decidió no abrir por miedo a perder la
seguridad de su empleo y poco a poco se apagó.
Ahora, ante la recobrada ilusión, apareció de nuevo el
miedo inconsciente a perder su empleo y sin darse cuenta, bloqueaba su talento
y su ilusión.
Ante estas situaciones hay que ser muy prudentes, pues hay
muchas ocasiones que los bloqueos favorecen durante un tiempo la felicidad,
pero la inquietud de aquella mujer ya era incómoda y decidió trabajar aquel
bloqueo.
En cuestión de dos semanas, en un punto de lucidez, expuso
a su empresa la idea de crear un espacio de cocina en la exposición en el cuál,
mientras cocinaba, exponía la utilidad de los accesorios.
Su propuesta fue aceptada con tal interés que supuso,
además, un aumento de categoría profesional y de salario.
Al cabo de un mes, tras visitar de nuevo su vivienda, la
zona de la vocación estaba luminosa, ordenada y llena de vitalidad y lo más
bonito fue ver cómo, de forma innata e intuitiva, el jarrón lo había colocado
en un lugar especial: en el área de la sabiduría.
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Autor: Andrés
Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte
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