Una vez más, el Sol
desaparece en el horizonte. Mis ojos se bañan de oscuridad y se cierran para
descansar del fin de un ciclo. Mi corazón sereno comprende que su destello está
vivo y presente, aunque ya no lo vea mi mente. No importa las vueltas que la Tierra de sobre sí misma
para ver la Luz y
la Oscuridad
porque la gran estrella está ahí, iluminando siempre.
Observa, ahora, los giros que tu mente da alrededor de sí
misma. No pretendas pararlos pues son cíclicos, incesantes y naturales como los de este planeta en el espacio, como
el movimiento de las olas del mar en el océano. En el centro está tu Sol, tu
Consciencia. Espera, atento y vigilante, al siguiente pensamiento. Toda idea se
origina, se manifiesta y se desvanece para comenzar un nuevo ciclo. No trates de
resistirte a la corriente y comprenderás que Eres quietud viviendo en el
espacio de infinita expansión. Así, cada paso que das, será silencioso y
consciente. Percibirás con claridad la emoción que te produce el siguiente
pensamiento. Entonces, sabrás que es solo una idea-sentimiento. Da igual la
categoría, pues son solo eso, ideas creadas desde el espacio para dirigirse al
mismo sitio. Todo surge y se desvanece, pero el observador, la consciencia,
observa siempre el vaivén de la mente. Los miedos, las paranoias, las angustias
NO EXISTEN. Los creó tu mente condicionada por un sistema de creencias formado
por más ideas fabricadas. Respira y observa lo que tu mente te dice. Siente
como las emociones procedentes de esos pensamientos impactan en tu cuerpo.
Ahora, estás despierto. La honestidad es una puerta abierta a tu sabiduría. Es
probable que sientas vértigo y angustia al ver la puerta abierta. No hay prisa.
Puedes asomarte a ver lo que hay. Tu Ego te lo va a impedir a través del miedo,
pero la honestidad, transforma el instante en Amor. Al mirar a través de la
puerta ves lo que realmente ERES: Claridad, Luz, Amor, discernimiento…
No importa lo que sucede
ahí fuera ni tampoco lo que tus ojos ven, sino el Ser que crea los pensamientos
en cada momento.
Comprende que todo se
desvanecerá cuando llegue la dama de blanco llamando a tu puerta: el cuerpo, la
mente y las emociones se disolverán en el espacio. También, se quedarán aquí
las cosas y las personas que te rodean. Todos te recordarán durante un tiempo,
pero dentro de doscientos años ya nadie se acordará de ti…
¿Tan importante creemos que
somos? ¿Tan indispensables son nuestras opiniones? No te enredes dándole
importancia a las cosas irrelevantes. Escucha el silencio; escúchate. Suéltalo
todo: la alegría, la tristeza, el miedo, el enfado, la rabia, el Ego y sus
velos.
Todo es efímero, excepto LA CONSCIENCIA que ERES TÚ, PURAMENTE, ETERNAMENTE…
PRESENCIA INFINITA
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Autora: Raquel García Rodríguez (raquelin101@gmail.com)
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