Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2024-2025

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24/2/20

Bases del pensamiento sistémico: Teoría de los sistemas biológicos (Visión sistémica del mundo: 6)


Otro investigador, el estadounidense James Greg Miller publicó en 1978 un interesante tratado denominado The living systems, en el que plantea una atrayente teoría, la que afirma que desde la célula hasta las sociedades humanas, los diferentes escalones biológicos: célula, órgano, organismo, grupo humano, organización, sociedad (nación) y sociedad internacional, todo ser vivo, para ser- lo y comportarse como tal, ha de disponer de 19 subsistemas críticos que procesan materia, energía o información, e intercambian con el medio ambiente en el que se desenvuelven y con el que interactúan permanentemente.

Este modelo es aplicable a toda la escala biológica incluida las organizaciones humanas y el Planeta en su conjunto, se entroncaría en el caso de las comunidades humanas como parte del sistema de información de los grupos, organizaciones y sociedades, en tanto que aporta datos, información y conocimiento sobre el valor de los bienes que se compran del exterior, transforman, fabrican y almacenan en su interior y venden en el exterior.

El fundamento absoluto de este libro es la afirmación de que en la vida todo está relacionado de alguna forma con todo. Nada hay, nada existe aislado y por sí mismo. En las organizaciones humanas, las causas del crecimiento económico no están exclusivamente en lo que estudia la Economía como ciencia, sino que hay que acudir a la Historia, a la Sociología, a la Literatura, al Derecho, a la Tecnología, etc. Y hay que acudir en primer lugar a la ciencia de la Vida, a la Biología, para entender que la Vida es la que ha inventado las leyes de la Economía mucho antes de que Ricardo descubriera la Ley de los rendimientos decrecientes, por poner un ejemplo.

Y esta es la idea fundamental:

Las leyes que rigen la vida de los seres humanos no son ni económicas ni sociológicas, sino que son las leyes propias de la vida.

Esta frase, puesta en grandes titulares dan sentido al pensamiento sistémico y explica cómo no querer conocer ni cumplir con las leyes de la vida, nos está poniendo en el borde de nuestra propia extinción.
Las leyes económicas y sociológicas son una adaptación chapucera (pero aparentemente útil para "andar por casa") de las leyes de la vida al entorno estrictamente humano.

Si aceptamos esta hipótesis de trabajo, entonces lo que resta de esta explicación tiene sentido. Si no es así, más vale dejar de leer porque estaremos perdiendo el tiempo.

Si el lector acepta seguir el juego, diré que James Grier Miller, investigó esta forma de abordar el estudio de los seres vivos, bajo la perspectiva de los sistemas, y propone un esquema de pensamiento que, como herramienta intelectual puede ser válida para entender la vida en sus diferentes manifestaciones. Su tesis propone una sistemática de estudio que puede llegar a ser de una nitidez palmaria en unos casos, y en otros algo más confusa pero, en cualquier caso, no se puede negar que puede llegar a ser muy eficaz a la hora de comprender muchos aspectos de la vida que nos pueden parecer oscuros.

Este abordaje incluye los niveles de asociación de individuos, tanto animales, como humanos. En este último caso, es la Sociología la ciencia que se ve más identificada con esta Teoría de los Sistemas Vivos.

En resumen, Miller propone tres grandes principios.

+El primero es la aceptación de la organización multinivel de los seres vivos en una escala de siete niveles:
      - La célula.
      - El órgano.
      - El organismo.
      - El grupo.
      - La organización.
      - La sociedad.
      - La sociedad internacional.

+El segundo gran principio es la aceptación de las funciones básicas de los seres vivos en el sentido siguiente:
Un ser vivo, para poder serlo, tiene que disponer de componentes que sean capaces de cumplir una serie de funciones elementales, sin las cuales, la organización biológica que lo mantiene vivo, degeneraría hasta hacerle morir, bien como individuo, bien como especie. De hecho, el progresivo deterioro de estos componentes hace sobrevenir la vejez y al final la muerte.

+El tercer gran principio es el concepto de “ser vivo como sistema”, asumiendo la definición formal de sistema como conjunto de elementos interactuantes. Este tercer principio obliga a asumir para la Teoría de Sistemas Vivos, los principios básicos de la Teoría General de Sistemas, ya descritos en las entregas anteriores.

La síntesis de estos tres principios se resume en:

1.- Todo ser vivo a cualquier nivel de la escala referida, tiene como objetivo mantener una estructura interna altamente organizada, que le permite crecer, reproducirse, y relacionarse con el entorno. Esto se aplica también en los niveles sociales.

2.- Para conseguir tal fin, necesita disponer de un conjunto de subsistemas que ejecuten un conjunto de funciones encaminadas a procesar materia, energía e información. Estos son los tres fluidos esenciales para la vida.

3.- Los subsistemas biológicos se agrupan en tres clases:
a) Los que procesan materia, energía. e información.
         - Reproductor.
         - Cubierta.
b) Los que procesan materia y energía.
         - Ingestor.
         - Digestor.
         - Distribuidor.
         - Almacenador.
         - Productor.
         - Evacuador.
         - Motor.
         - Soporte estructural.
c) Los que procesan información.
         - Transductor de señal externa.
         - Transductor de señal interna.
         - Canales y redes.
         - Descodificador.
         - Asociador.
         - Decisor.
         - Memoria.
         - Codificador.
         - Transductor de órdenes.

Esta organización se puede representar gráficamente mediante la siguiente figura:



Los subsistemas que procesan materia y energía son los que componen la estructura casi completa del ser vivo. Están encargados de incorporar los nutrientes necesarios para poderlos convertir en energía para todo tipo de actividad, o en materia propia del propio ser vivo, así como la eliminación de residuos, y la conversión de la energía en función útil para la relación con el entorno, es decir, para la movilidad.

Los subsistemas que procesan información permiten relacionarse adecuadamente con el entorno, con el objetivo de detectar la fuente de materia y energía útil para sí mismo. Los componentes superiores del subsistema de información constituyen el elemento que da consciencia de sí mismo al ser vivo. En los niveles sociales el sistema de información es la base fundamental de la toma de decisiones y del mantenimiento de la cohesión organizativa.

La vida de un sistema se basa en las relaciones entre los subsistemas que lo componen, tanto a escala estructural como funcional, y entre el sistema con su entorno. El tipo fundamental de relación se establece sobre la base del circuito de retroalimentación ("feed-back").

Todo ser vivo como ente pasa necesariamente por las fases de nacimiento, crecimiento, madurez, deterioro y muerte. Todas estas fases se dan inevitablemente.

A lo largo de la vida surgen crisis en el sistema, pérdida del estado estable superables unas veces y otras no. Este fenómeno se denomina "patología".

La perpetuación en el tiempo se produce generando nuevos seres vivos más adaptados a nuevas circunstancias, capaces de sobrevivir y de mejorar sus características ante nuevas circunstancias. Esto es lo que denominamos Evolución.

Los sistemas vivos son susceptibles de ser modelizados y simulados con ayuda de modelos formales.

Estas diez características son perfectamente conocidas por todos aquellos que trabajan con organismos vivos, desde los biólogos hasta los sociólogos, pues así se comportan todos los seres vivos, todos los sistemas biológicos.

El aforismo de Lamarck, “la función crea al órgano” cobra aquí todo su sentido, pues significa que las estructuras que observamos en la Naturaleza y en las organizaciones humanas no están diseñadas al azar; no son fruto de la casualidad. En los tres mil millones de años de evolución de la vida en la Tierra, la Naturaleza ha dado pasos decididos con un único fin, perpetuar la vida. Y vemos que para conseguir que un sistema se mantenga autónomamente vivo, necesita inexorablemente disponer de una serie de elementos que ejecuten una serie de funciones, tales como ingerir alimentos, transformarlos en combustible orgánico capaz de poder ser quemado para conseguir la energía suficiente como para, primero crecer y desarrollarse, segundo mantener sus estructuras y reponer los tejidos o elementos que el uso hace que se deterioren. Tiene que deshacerse de lo que le sobre, eliminar la entropía que genera todo este trabajo, y debe ser capaz de poder moverse para buscar alimento y defenderse de los que le consideran a él como alimento. Y debe poder recibir señales del exterior y actuar a voluntad, etc. Es decir, nada en estos diecinueve subsistemas críticos está colocado al azar. Los subsistemas de Miller no son una invención del autor, sino una deducción lógica de la detenida observación de la Naturaleza

Por tanto, cualquier organización debe mantenerse a sí misma como un sistema. Y todo sistema y subsistema consta de elementos que forman parte de su estructura, e interactúan entre sí y con el entorno en actividades en la que se utiliza, bien materia, energía o información, denominadas en su conjunto "procesos".

Con esta explicación sobre los principios del pensamiento sistémico, la Teoría general de sistemas y su aplicación a los seres vivos, en la siguiente entrega, abordaremos la increíble historia del Universo. Será un sencillo paseo desde el momento cero del Big bang, hasta la aparición y desarrollo de la vida a través de los filos, la larga carrera de los philos biológicos, en palabras de Isaac Asimov. Pero lo haremos desde la perspectiva de la evolución de los sistemas, primero, los cósmicos, la materia primordial agregada en estrellas, planetas y galaxias, para centrarnos en los fenómenos que dieron aparición a la vida y cómo, desde una visión holística, los seres vivos se han desarrollado con la estructura de los argumentos de Miller.

Será apasionante.

Para ir ambientándonos, propongo escuchar la obra de Richard Strauss, “Así habló Zaratrusta”, para ir entrando en materia y consciencia:

Veréis que las explicaciones que daré sobre la evolución del Universo, no se salen de lo que la Ciencia ha descubierto y sostenido a través de las diferentes teorías. El valor añadido de todo lo que explicaré en las próximas entregas consiste en recalcar el comportamiento sistémico, basado en lo que brevemente he explicado hasta ahora, tanto de los seres inanimados (los astros del Universo) como animados; de cómo las leyes sistémicas apuntadas, permiten comprender “todo lo que existe”, desde lo más banal a lo más complejo.

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Autor: José Alfonso Delgado (Doctor en Medicina especializado en Gestión Sanitaria y
en Teoría de Sistemas) (joseadelgado54@gmail.com)
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La publicación de las diferentes entregas de Visión sistémica del mundo se realiza en
este blog, en el contexto del Proyecto Consciencia y Sociedad Distópica, todos los lunes
desde el 20 de enero de 2020.
Se puede tener información detallada sobre los objetivos y contenidos de tal Proyecto
por medio de su web: http://sociedaddistopica.com/
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