¿Piensas
o crees que en una realidad consciencial nueva es necesario el concepto y la
acción del sacrificio? Te dejaré en tu respuesta mientras hago mi alegato, si
así me permites llamarlo.
Antiguamente se estilaba, por lo que fuera -por patriotismo, por ideales, por vocación...-, que un soldado estuviera dispuesto
a sacrificar su vida por los demás. Y estaba considerado un acto de
absoluta entrega y valentía, además de ser nombrado un héroe, porque heroínas
(salvo la sustancia alucinógena) había pocas; y es que parecía que la mujer era poco heroica y en nada se
sacrificaba. Pero ese era el modo a cómo se veía a la mujer antiguamente,
lamentablemente.
La cuestión es que el sacrificio estaba a la
orden del día. Había que sacrificarse por los hijos, por los demás, por el
país… Siempre había una excusa que lanzaba al ser humano, antiguo, a
sacrificarse sin pensar un mínimo si eso tenía algún sentido o merecía la pena.
Que conste que no desprecio el valor de las personas y su capacidad de entrega
a los demás, en muchas ocasiones de forma altruista. Se trata de observar la
dinámica del sacrificio que implicaba sudar, trabajar si era necesario como un
esclavo a cambio de una miseria, negarse en sus propios derechos y beneficios,
olvidarse de sí para hacer entrega de todo al vilipendio de alguien… Sea cómo
se enfocara el sacrificio, siempre implicaba sufrimiento (las propias
religiones y cultos exigían sacrificios al "altísimo" para que tuviera
misericordia de sus súbditos). Y cuando es tal como se menciona, no es que sea
malo, es que es contraproducente para el ser humano. Mediante el sufrimiento se
podía aprender, pero a lo bestia, el cómo no hacer, pues ello implicaba que
dejabas de ser tú mismo para convertirte en lo que los demás NECESITABAN de ti
haciéndote creer que si así te comportabas bien. Era lo más digno que podías hacer
en tu vida, pero en ello, de nuevo, perdías tu dignidad de ser humano.
En la nueva consciencia dimensional, aunque
sea de parvulario, de momento, se acabaron los sacrificios. Porque resulta que
la dimensión nueva está para disfrutarla, no para padecerla como antaño.
Ya, ahora, el concepto de
sacrificio se puede cambiar por el nuevo concepto y la práctica de compartir (que implica placer),
de dar, de ofrecer, de regalar, de invitar sin exprimir nada a nada ni a
nadie.
¿No te ha pasado alguna vez que cuando no te
han pedido has dado con sumo placer lo que ni siquiera se ha solicitado? Quizá no a ti, pero sí a mí y a muchas personas que conozco. Pero cuando
nos han exigido un sacrificio que implicaba sufrimiento o deterioro de la
propia dignidad, te aseguro que hemos dado la vuelta y nos hemos alejado
corriendo hasta llegar al jardín del gozo. Que nada se nos había perdido allí a
dónde nos querían forzar a hincar la libertad.
¿Piensas
o crees, aún, que en una realidad de altruismo y generosidad es necesario el
concepto y la acción del sacrificio?
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Autor: Deéelij
Fuente: De su libro Alas sin plumas (Ediciones Ende,
2016):
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