“Todo llega a su fin…”, cantaban Los Módulos en los 70. Pero
esperemos que este viaje nunca llegue a su fin, sino todo lo contrario...
Creí que hacía un viaje a
un lugar y me encontré que el viaje era a un estado de consciencia superior al
habitual. Me encontré con el Proyecto Arturo...De hecho, quizá por eso, mi experiencia a nivel interno más
intensa se produjera en la Abadía de Glastonbury, donde está la tumba del Rey Arturo...
A nivel externo-interno, la
magia del viaje hizo que coincidiera con un grupo de andaluces (amo Andalucía)
entre los que había varios músicos, incluyendo una profesora del conservatorio
de música de Sevilla... Por mi Amor a la música, tal vez por eso, me pusieron
a Josefina que cantaba como los
ángeles y nos amenizaba las cenas y reuniones, y a Antonio, un traumatólogo (esto fue
un guiño a mis huesos, jejeje...) muy Da Vinci, que cantaba y tocaba la guitarra por
soleares, seguidillas y sevillanas, además de ser el autor del reportaje
fotográfico que viene a continuación y que canta él mismo... con letra de
Josefina... Yo toqué la flauta el último día, en la última reunión bajando del Thor...
También llevábamos un grupo
de cuatro personas valencianas (las encantadoras Encar, Lourdes, Maribel y otra), que resultaron
ser hadas y que tres de ellas coincidieron con su fauno -Nacho- y la cuarta estuvo
conmigo en forma de Reyes Magos...
Luego había seis
malagueños; los adorables Jorge y Alfons; las magas Manuela e Isabel; y un par de ángeles
llamados Antonio y Ana...
El gran grupo era
sevillano: Antonio, el cantaor; Carmen, una mujer encantadora; Josefina, a quien yo veía siempre
con alas...; Ada, que para mi era
"hada"; Charo, que dijo que iba a dejar a su marido como una raspa de arenque
cuando llegara a Sevilla, jajajja... Mercedes, que es preciosa; y Carmen, la del "shumo de manshana", jajajja. Lo que me he
podido reír con todos ellos... Hacía muchos años que no me reía así, tanto
humor andalú, qué arte tenían tod@s, que no parábamos de reír...
Quiso el gran espíritu que
nos acompañara Mónica, una chica catalana, jejeje... Ella era la que ponía orden en el
grupo con su famoso shhhhhhh.... Todos terminamos adorando a Mónica y ella
comenzó a hablar en andalú... Yo creo que tiene ancestros andaluces… jeje...
Lo que predominó en el
grupo fue el HUMOR Y EL AMOR... Todos nos abrazábamos con todos,
continuamente... impresionante, nunca he conocido un grupo tan bien avenido y
tan compactado… Sin conocernos de antemano... (bueno, algunos de Sevilla si se
conocían). Lo que me impresionó también fue que todos eran muy buenas personas
y eso se palpaba a la legua...
Y, por supuesto, Agustín y Amparo, los Guardianes de la Puerta de Ávalon, que eran quienes nos
llevaban y traían de un lado a otro y que nos trataron con musho
Amor...
Con todo ello, lo más
importante -para mí- del Viaje es el Proyecto Arturo, que yo sentí con claridad y que Emilio Carrillo algún día, más pronto
que tarde, espero desarrolle...
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Autora: Ángeles Pérez (mapp58@yahoo.es)
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