Durante el paso de los años en nuestra vida terrenal experimentamos
distintos estados de consciencia. Esto quiere decir que las experiencias que
vamos almacenando van formando nuestra visión de las cosas: experiencias que la
mente etiqueta como buenas o malas, blancas o negras, todas son parte y
contribuyeron a tu estado de consciencia actual.
Cuando alcanzamos este entendimiento, vamos soltando la actitud de
juzgar y opinar acerca del entorno donde nos desarrollamos, tanto de personas
como circunstancias. Comprendemos que cada cual está en su proceso
consciencial, en su camino vivencial, y lo transita con los medios y herramientas
que sus decisiones (con base en su estado de consciencia) le acercaron. Esto vale
para todas las experiencias. Es así como vamos recordando, recordando nuestro
Ser.
Sé que la mente (creencias, cultura, entorno, etc.) impide (muchas
veces) “ver” esta forma de sentir la vida, intenta racionalizar las cosas y
busca explicaciones para todo, empujándonos a un laberinto donde la salida
siempre es el pensar. Existe otro camino, recuerda. Sé que ya lo sientes. Pero
este recuerdo no es de la mente, este recuerdo es del Corazón.
No podemos “pedir peras al olmo”: cuando no se recuerda, no se recuerda...
Es así. El “no recuerdo” es una experiencia consciencial por la cual estamos o
hemos estado. Entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? Recuerda. Eleva tu
Consciencia. No se trata de justificar los actos, se trata de Trascender los
actos. Ordenarnos desde el Ser para reemplazar el ojo por ojo por la Paz que
todo lo puede, esta Paz del Ser que trasciende y nos transmuta para sanarnos,
individual y colectivamente.
En estos tiempos se nos presentan las oportunidades para ello,
oportunidades creadas por nosotros mismos para aprender, para recordar, pero debemos “ver” en lo profundo de las
cosas, en el fondo de iceberg. Ver desde el Ser. El recuerdo de esto es
fundamental para lo que viene. Tu actitud de Amor profundo ante las situaciones
superficiales que la razón parece no comprender es primordial y suma al
recuerdo de todos. Por eso no pelees contra el entorno, haz tu parte, pon tu
actitud de Amor y recuerdo.
Siente estas palabras en tu Corazón y puede que sea tu momento de
alcanzar su comprensión para soltar dudas y miedos, dolores y angustias. Esto
liberará en ti la lluvia del Perdón que regará tu vida y hará brotar flores de
calma, aceptación y comprensión. Este es el jardín del Ser donde en momentos de
confusión y desasosiego, con aquel que dispara, hiere o insulta…, yo tomo una
flor y se la comparto. Ya es tiempo.
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Autor: Diego Alcalde (alcalde.diego@hotmail.com)
Autor: Diego Alcalde (alcalde.diego@hotmail.com)
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