Insumisión,
¡ya? Espera, antes de contestar, explico algunos conceptos e ideas, y luego
resolvemos la pregunta exclamativa, o la exclamativa cuestión.
¿Qué es el honor? La cualidad moral que lleva al cumplimiento de los
propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.
¿Qué
es la moral? Lo perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de la
persona, desde un punto de vista de la bondad
o la malicia.
¿Qué es bondad? Cualidad de bueno. Natural
inclinación a hacer el bien. Amabilidad de una persona con respecto a la otra.
¿Qué es maldad? Cualidad de malo. Acción mala
e injusta.
¿Qué es justo? Que obra en justicia y razón. Arreglado a justicia y razón.
¿Qué es razón? Facultad de discernir. Acto de
discurrir en entendimiento.
¿Qué
es justicia? Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar cada uno lo que le corresponde o pertenece. Derecho, razón, equidad.
¿Qué es derecho? Recto, igual, seguido, sin
torcerse a un lado ni a otro. Justo, legítimo.
¿Qué es equidad? Igualdad de ánimo. Bondadosa
templanza habitual. Propensión a dejarse guiar, o a fallar, por el sentimiento
el deber o de la conciencia, más
bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto
terminante de la ley.
¿Qué
es legítimo? Cierto, genuino y verdadero en cualquier línea. Conforme a las
leyes.
¿Qué
es consciencia? Propiedad del espíritu humano (añado: alma o ser de uno) de reconocerse en sus atributos esenciales y
en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta. Conocimiento interior
del bien y el mal, y conocimiento reflexivo de las cosas. Actividad mental a la
que sólo puede tener acceso el propio sujeto. Acto psíquico por el que un
sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.
Espero
que las definiciones del diccionario estén más que claras y se pueda observar
que un término nos ha ido llevando al otro. ¿Podemos decir ya si o no a la
insumisión? No, no por el momento. Veamos, antes, la asociación de ideas que
expongo.
Las
leyes pueden ser amorales e inmorales, es más que evidente, y hay muchas. Eso fuerza
la voluntad del ser humano a inclinarse a donde no quiere, y de no hacerlo se
le puede castigar. Por tanto, se ha de obedecer a algo amoral e inmoral que es
justo pero que legalizado (sin legitimidad) y validado por determinadas fuerzas
que no tiene en cuenta a la mayoría. Será algo que especificarán las leyes,
pero que en modo alguno es legítimo pues quita al sujeto lo que le es propio y
pertenece sin razón alguna, sin verdad real.
Algo
puede ser legal, pero injusto y además no moral, y añado que nada ético. Por
tanto, el sujeto en justicia no está obligado a cumplir con algo que va en
contra de su moral y que puede dilucidar mediante su conciencia a la perfección
en sí, desde Sí.
Si
se cumplen las leyes injustas, el sujeto se vuelve sumiso, falto de voluntad,
libertad y entendimiento, por tanto su razón se anula en cumplimiento de algo
que va en contra de Sí. Tampoco habría honor en su acción, sino deshonor, e
incluso deshonestidad al no ser sincer@ en sí desde Sí. Lo que sembrarían una
tremenda incoherencia en la que vivir sin atender a razón, sino al impulso de
lo amoral y/e inmoral legalmente impuesto a la fuerza y mediante coacción.
Ante
situaciones como las mencionadas, el sujeto puede ejercer su libre albedrío de
no obedecer algo que va en contra de sí, de Sí, y de los demás, pues no hay
honor en ello, ni moral, ni se es justo consigo ni con el resto. Esto sería la
desobediencia civil con razón y desde el entendimiento antes de cumplir con algo
que no es justo aunque sí legalizado (lo legal, que no legítimo), pero que
deslegitima a quien dicta la ley ya que quien la cumple también le deslegitima
de su entendimiento al ir contra su conciencia volviéndose sumiso a la
iniquidad.
Así,
pues, cualquier ley que no es en beneficio de tod@s ni en equidad para tod@s,
automáticamente se convierte en algo no moral que va contra la razón aplicada
en el entendimiento que posee la conciencia del sujeto. Por tanto, su acto de
insumisión está absolutamente ajustado a razón, moral y honor.
De
hacerse sumiso a las leyes no morales ni hechas en razón, el ser humano se ve
forzado, coaccionado y sumiso a cumplir con lo que es el ser inhumano, y
esto desemboca en la incoherencia, en la confusión y en el sufrimiento para sí
y los demás.
De
tal manera, y tras todo lo expuesto, desembocamos en lo que denomino Coherencia Divina. Y ésta condición y definición se da en el ser humano que vive en, desde
y por el Amor; que, además, puede con razón
y moral, entender desde su Ser propio, desde Sí, es decir, desde su conciencia;
y que exista ley que le haga sumiso, le hace dejar de SER el/ella mism@, y es
obvio que ante tal magnitud no ha de obedecer, con total razón, cualquier ley
no moral.
¿Se
ha contestado a la pregunta? Pues hay que ser coherente, divinamente hablando,
en esta nueva dimensionalidad del Amor. Y no estoy animando a salir a la calle
y protestar, que no, que no es eso lo que hay que hacer, al contrario, lo que
hay que hacer es No Hacer volviéndose insumiso y siendo (de Ser) desobediente a
lo no moral. Esto es lo que le toca Ser:
No Hacer nada contra algo, sea amoral, no moral o inmoral. Toca Ser Amor, y no
hacer nada más. Así que la insumisión es No Hacer lo que siempre se ha hecho,
sino Ser Amor.
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Autor: Deéelij
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