Vídeo (duración: 02:04:02) del capítulo 3 de la segunda temporada del programa de Recuerda TV titulado Comparte tus preguntas con Emilio Carrillo, con el formato de charla-coloquio en directo. Se emitió con fecha 27 de noviembre de 2015 y el tema abordado fue La educación de los hijos.
Recuerda TV es la web-televisión con contenido consciente las 24 horas del día los 365 días del año. Para ver el programa sólo tienes que entrar en este enlace:
Recuerda TV emitirá una nueva entrega de Comparte tus preguntas con Emilio Carrillo, con el formato de charla-coloquio en directo, todos los últimos viernes de mes, a las 22:00 horas (en diciembre, por la Navidad, la emisión será el martes 29). Puedes hacernos llegar tus propuestas sobre posibles temas a tratar por medio de este correo electrónico:
infofe@fundacionespato.com
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LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS
Esquema básico de la charla
1. Los hijos: dos
cosas debes recordar con relación a ellos
1º. Tus hijos son
mucho más que “tus hijos”: Al igual que tú, son
“Conductores” (Espíritu, Energía, Luz, Consciencia, Amor…) que han encarnado en
un yo físico, mental y emocional –“coche”- para vivenciar la experiencia
humana. Ciertamente, ese yo físico es biológicamente hijo/a tuyo/a, pero, al
unísono y sobretodo, es mucho más que tú hijo/a. Nunca lo olvides.
2º Al encarnar, son los Conductores que harán de hijos los que eligen a
los Conductores que harán de padres, no al revés. Por tanto, tus hijos te han elegido a ti, al Conductor
que eres con el “coche” que tienes, como padre/madre. Si a veces te agobia
la responsabilidad o te preguntas si estás a la altura que tus hijos merecen,
relájate. Ellos tienen sus razones y motivos conscienciales para haberte
elegido, tal como eres, como padre o madre.
2. La educación: ¿en
qué consiste exactamente?
+”Educación” y “educar” proceden del verbo latino “educare”, que significa extraer
del otro lo mejor de sí.
+Por ello, la educación tiene dos
fundamentos principales: colaborar para que el niño, el adolescente o el
joven se conozcan a sí mismos; y
que, al hacerlo, ponga en valor sus
dones y talentos, sus capacidades y facultades innatas.
3. Educación y
formación no son lo mismo
+Coloquialmente, se suele
hablar de “educación” y “formación” como sinónimos,
pero no es así. Como tampoco es
igual “educar” que “formar”.
+Concretamente, “formación” y “formar” no derivan de “educare”, sino
de otro verbo latino: “formare”. Su
traducción admite actualmente una doble interpretación: “formar” o “formatear”. La línea que separa ambos términos es muy
fina, pero muy importante.
+Formar: Aprendizaje de
técnicas, herramientas y conocimientos, ligados o no a los dones y talentos de
la persona, para acceder al mercado laboral.
+Formatear: Es lo que se
hace en informática cuando se formatea, por ejemplo, un Cd, esto es, borrar los
ficheros primigenios que contenía y sustituirlos por otros.
+Realmente, esto, “formatear” y
no “educar” es lo que con demasiada frecuencia y facilidad hacen los padres y
el denominado “sistema educativo”: dejar a un lado los ficheros originales
del niño, adolescente o joven –sus dones
y talentos innatos- e imponer en su
lugar otros ficheros distintos: sistemas de creencias que actúan cual
“programas informáticos”, desvirtuando y anulando lo que los chicos/as son
y amoldándolos y sometiéndolos a lo que la sociedad y el sistema imperante
quieren de ellos y ajustando y encorsetando su comprensión de las cosas y sus
pautas de conducta y comportamientos a las normas y reglas establecidas por tal
sistema. En definitiva, transformarlos
en una especie de robots que no hacen cosas por sí mismos –como derivación
de lo que son y se mueve en su interior-, sino
como acciones y reacciones mecánicas y automáticas inducidas y provocadas
por esos programas informáticos, por esos sistemas de creencias.
+De este modo, en vez de colaborar a extraer de los hijos/as lo mejor
de sí mismos, se les aliena y se les
prepara para una vida marcada por el olvido y la renuncia a lo que verdadera
son –lo que inexorablemente conllevará frustración y sufrimiento-,
imbuyéndoles una consciencia egocéntrica que los convierte en “sujetos” (literalmente, significa
“estar sometido”) y “esclavos integrales”
(se autoexplotan voluntariamente a sí mismos) aptos para el “trabajo” (mercado laboral) y para sobrevivir, en lugar
de vivir.
+Como padre y madre y como
educador es momento de que recuerdes y recuperes lo que es la esencia de la
educación: tal como se señaló anteriormente (punto 2), colaborar para que
el niño, el adolescente o el joven se conozcan a sí mismos y, al hacerlo, ponga
en valor sus dones y talentos.
4. Conocimiento de
uno mismo
+Conocimiento de uno mismo: más trascendente que el “conocimiento del
medio”, que sí se estudia como asignatura; reconocerse y recordarse como “Conductor” y “coche”.
+Y colaborando en los chicos se conozcan a sí mismos, en la
colaboración para que saquen lo de mejor de sí, hacerlo también para que recuerden cuestiones
conscienciales básicas como estas: Búsqueda exterior y encuentro interior /
Lo importante no es el qué, sino “cómo se vive el qué” / Ritmo de vida / El
papel y el funcionamiento de la mente.
5. Dones y talentos
+La existencia del esclavo integral gira en torno al trabajo. Todo
en su vida se halla en función de que tenga o no un trabajo proporcionado por
el sistema y, en caso de tenerlo, de la retribución que le aboné aquel que le
suministrado el empleo. ¿Qué es trabajo? El desarrollo de una actividad
(“hacer”) ajena y desvinculada de los dones y talentos que de la persona
que lo realiza. Sin embargo, nadie ha encarnado y nacido en este plano para
venderse como fuerza de trabajo.
+Los dones y talentos –capacidades, habilidades, facultades,
facilidades…- son muy variados y que cada persona, sin excepción, cuenta con
los suyos para ponerlos en práctica y compartirlos con los demás. Y entre los
dones y talentos no hay jerarquías, pues todos son expresión de la naturaleza
divina y eterna que atesora cada ser humano. Se caracterizan por llevarse a
cabo sin esfuerzo, con entusiasmo. Por esto, el ejercicio de los dones
constituye un “hacer no haciendo”, pues se haya libre de las ideas y
sensaciones de obligación, deber, carga o sacrificio. Es decir, todo lo
contrario del “hacer” y del trabajo al que han terminado por acostumbrarse las
personas convertidas en esclavos integrales.
+Desplegar una actividad laboral que no sea trabajo, sino que se vincule
a los dones y talentos de la persona que la lleva a cabo configura una pieza
clave de la libertad del “amo” que, atendiendo a la “dialéctica del amo y el
esclavo” de Hegel, no trabaja, únicamente goza y, por tanto, vive –no
sobrevive-.
+Además, frente al sujeto-esclavo que no es capaz de establecer con
los otros relaciones libres de cualquier finalidad, los dones y talentos se
ponen en práctica y se comparten sin buscar ningún otro resultado o
contrapartida que no sea el goce
íntimo que su realización provoca. Es así como los dones, siendo de cada cual,
generan ineludiblemente interacciones sociales en un marco de comunidad.
6. La importancia
del ejemplo y, por tanto, de la coherencia, el respeto y el amor
+Para plasmar en la práctica la educación en el sentido y con los contenidos
conscientes que han apuntando, es
crucial que como padre o madre comprendas que de poco valen los “discursos”
y las peroratas que lances a tus hijos, que sólo conseguirán que desconecten de
tus palabras y mensajes, y tomes consciencia de que lo realmente cala en ellos es tu ejemplo vivo en el día a día con base
en la coherencia, el respeto y el amor.
+Coherencia: Actúa como
padre o madre en coherencia con tu Corazón y verás cómo tu ejemplo de vida, sin
necesidad de que “rayes” a tus hijos, los impregnan y orientan. Sin esa
coherencia vital y práctica, la educación se convierte en un imposible.
+Respeto: Cada uno es cada
uno y ha encarnado para vivir unas determinadas vivencias y experiencias.
También tus hijos, que, como se ha insistido desde el principio, son mucho más
que “tus hijos”. Respétalos profundamente y acepta que encaucen su vida por
derroteros distintos a los tuyos y a tus deseos. Es más, apóyalos
incondicionalmente para que tengan el valor de hacer aquello que les indica su
Corazón.
+Amor: No ames a tus hijos
cuando son o actúan como tú, tu ego, quiere. Ámalos plenamente con
independencia de lo que hagan o dejen de hacer y desde un hondo agradecimiento
por haberte elegido en el otro plano como padre o madre a la hora en encarnar y
vivir en este.
+Especial importancia de todo lo anterior en el caso de los llamados “niños cristal”.
7. A los maestros y maestras, profesores y
docentes, en general
+No permitir que se desvanezca
la llama de la vocación que, desde el Corazón, os ha llevado a ser
educadores.
+Ciertamente, el sistema,
que de “educativo” ya sólo tiene el
nombre, os aburre con papeleos sin sentido, se despreocupa de la calidad de
la enseñanza, prima la función del centro docente como guardería y desmerece y
minusvalora vuestro papel y actividad profesional.
+Pero daros cuenta que, a
pesar de todo ello y con independencia de la asignatura que impartáis, podéis recuperar el valor de la educación y
utilizar el margen de maniobra que tenéis para volcar en vuestros alumnos
todo lo que se mueve en vuestro interior y sentís en consciencia.
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