Querid@s herman@s, se están proponiendo "meditaciones" mundiales (a cualquier cosa se le llama "meditación") como algo positivo.
Sin contar lo que puede
pasar con la energía que se provoca cuando se ruega desde el miedo, quisiera
reflexionar: es mucho más cómodo y menos comprometido "meditar" o cerrar los ojos un rato que
hacerse cargo de lo que tenemos que hacer para evitar cualquier enfermedad. (Ahora que esta de moda esa práctica Egoica de los Challenge, los retos: otra
expresión del ego que el rebaño acata y promueve).
¿Quién se anima a desde hoy
dejar de comer azúcar blanca, harinas refinadas, lácteos, alcohol, bollería,
fritos, carnes, café, frutas y verduras transgénicas, alimentos con químicos,
comida chatarra de las grandes cadenas, productos congelados y desvitalizados,
medicamentos y drogas, a hacer ejercicio diario, meditación diaria, dejar de
reproducir pensamientos negativos, dejar de sentir miedo y confiar a dejar de
desperdiciar la energía sexual, a dejar de consumir pornografía, a dejar de
consumir productos y servicios para resaltar la "imagen", a dejar de
consumir modas absurdas para enriquecer a algunos fabricantes de trapos a
costillas del trabajo esclavo de niños, mujeres y hombres de países hambreados
.
Qué les parece si nos comprometemos a fortalecer nuestros sistemas
inmunológicos cada uno sin esperar un salvador externo: un médico, una vacuna o
un milagro.
Y si cada uno, en silencio, se compromete consigo y con la unicidad
a no juzgar a su hermano; a dejar de criticar a los demás; a dejar de ganar
dinero a costas del engaño y las desgracias ajenas.
Y si hubiera una
pandemia de arrestos a los sinverguenzas que crean pánico; a los ignorantes que
la propagan; a los medios de comunicación mercenarios que lo promueven; a los
políticos y funcionarios que son cómplices del engaño; a los médicos corruptos
que intentan imponer su pseudociencia y no permiten que el ciudadano elija a su
terapeuta de confianza o la terapia que crea conveniente; a los laboratorios
que hacen todo tipo de maniobras fraudulentas, mafiosas y corruptas poniendo en
peligro la salud mundial, ocasionando muerte y enfermedades con sus
vacunas, creando virus y bacterias en laboratorios para propagar muerte; a los
funcionarios corruptos que autorizan y decretan, en forma autoritaria y violando
todos los derechos constitucionales de los ciudadanos, a vacunarse con vacunas
que no han sido probadas, que no se conoce los efectos secundarios a largo
plazo, que comprometen los recursos del pueblo para enriquecer a laboratorios y
la industria farmacéutica.
Qué tal si aprovechamos para meditar en silencio
y nos dejamos de llenarnos la mente con televisión basura, con noticieros que
no informan, sino manipulan; con programas que revelan miserias humanas.
Qué tal si nos ponemos a llamar a quienes hemos dañado para pedirles perdón,
para decirles que los queremos...
Qué tal si nos ponemos a meditar sobre la vida
que llevamos, sobre nuestro propósito en la vida, sobre qué podemos hacer para
ser útiles al Planeta.
Qué tal si dejamos de comprar más y mas cosas (en
oferta) y vivimos cada momento con plenitud, dejamos de contaminar el mundo,
sembramos alimentos sin veneno en nuestro jardines, abrazamos a nuestros seres
queridos, miramos a los ojos a las personas que amamos, decimos más veces te
AMO e impedimos que nuestros hijos vivan un futuro distópico víctimas de la
voluntad de unos pocos.
No le demos más poder, que no nos arrebaten nuestro
poder personal: purifica tu cuerpo, limpia tus órganos internos, haz ayuno,
medita, aliméntate con alimento fisiológico... Y tendrás tanto poder que nadie nos
arrebatará la vida, el poder de decidir la alegría de vivir.
Abrazo a todos
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Autor: Sergio Quiroga Morla (Coordinador de Salud del Proyecto de
Investigación "Consciencia y Sociedad Distópica")
Investigación "Consciencia y Sociedad Distópica")
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