2.1.- PENSAMIENTO SISTÉMICO
El pensamiento sistémico tiene una base conceptual asombrosamente simple. En esencia consiste
solamente en ser capaces
de contemplar el bosque desde un alto, renunciando, eso sí al
detalle de ver cada árbol individualmente. La sabiduría popular dice y
sentencia que “el árbol no deja ver
el bosque”. Todos, diariamente
hacemos el esfuerzo de separarnos del
cuadro para verlo en su conjunto. Es la actitud que toma un pintor para lograr evaluar el resultado
de su trabajo; da unos pasos hacia atrás para ver el marco completo,
y no sólo el detalle mínimo de una pequeña parte del lienzo. Pero esta actitud la tomamos por instinto, porque
somos conscientes de que cuando nuestra empresa va mal, los problemas no suelen ser sólo de personal, o financieros,
o de
suministros. Algo nos dice que múltiples factores y agentes están
implicados en mayor o menor medida en el problema.
Sólo la experiencia de los años y las lecciones aprendidas (el tiempo se mide, según
la filosofía oriental en lecciones aprendidas y no en años, meses o días),
nos permiten adquirir ese conocimiento
heurístico que nos hace expertos, personas experimentadas que logramos generar un sistema de
retroalimentación, feed back de aprendizaje que consigue aproximarnos a esa visión sistémica que permite una más
o menos profunda aproximación al
entendimiento de la totalidad de la realidad
que tenemos ante nosotros.
Sin embargo,
más allá de la heurística y de la capacidad empírica que nos aportan los años, el pensamiento sistémico nos facilita
un conjunto de herramientas
metodológicas, para contextualizar, formalizar y comprender la realidad. Hablamos del empleo de técnicas de modelización, que es lo que hacemos todos, a todas
horas, para tratar de comprender la realidad que se nos presenta ante nuestros
ojos.
2.2.- MODELOS
Un modelo se define como la representación formal de un sistema.
La realidad
está ahí fuera. Nosotros somos seres inteligentes que disponemos de un sistema
de información que captura, procesa,
almacena y asocia la información que captan nuestros sentidos. Internamente, en nuestro cerebro, que es donde residimos,
no existe la realidad, sino los modelos mentales, más o menos estructurados que
de ella nos forjamos mediante la observación, memoria, asociación de idea y los
diferentes métodos inductivo – deductivos que
empíricamente o formalmente utilizamos. El modelo
más asombrosamente simple de realidad
que se conoce es “e = mc2”.
Es decir, la realidad,
a nivel cósmico se comporta como si
la energía tomara valores resultantes de multiplicar la masa por la velocidad
de la luz al cuadrado. Detrás de este simple modelo se esconde toda la
Teoría de la Relatividad. Pues bien, el diseño de
modelo es lo que todos, absolutamente todos, hacemos para comprender
la realidad que nos rodea.
Los modelos pueden recorrer un amplio espectro de complejidad, desde un simple esquema mental, hasta un modelo formal de “n” ecuaciones (siendo “n” cualquier número imaginable),
que sólo ordenadores vectoriales de muy alta capacidad de proceso pueden
correr. Pero el objetivo es el mismo.
Algo sorprendente de los modelos, que es
con lo que nos manejamos los seres humanos es que están configurados con
“información” procedente de nuestros sentidos y el posterior proceso de
análisis y asociación de ideas. Es decir, la “realidad” para nosotros es simple
información basada en datos procesados. No hay nada tangible en lo que
basarnos.
Uno puede decir que, al tocar una piedra,
eso es muy tangible y además, puede hacernos daño si nos golpea. Ciertamente,
pero ese tacto duro y esa percepción de dolor al impacto, al final, no son otra
cosa que “datos” que captan nuestros sentidos y procesa nuestro cerebro. De
hecho, todo pasa por la generación de potenciales de acción que recorren nuestras
neuronas, de modo que, si nos anestesian una superficie cutánea, así nos hieran
con un cuchillo, nosotros no sentiremos nada, porque no recibimos ninguna
información de que nos están cortando la piel, aunque así sea. Y supongo que a
todos nos han aplicado anestesia local para quitarnos un grano. Luego “todo es
información procesada”.
Los modelos pueden ser de tres tipos.
Están los modelos mentales, que es lo que
todos elaboramos para hacernos una idea de la realidad que ven nuestros ojos y
resto de sentidos. Y eso lo podemos explicar y describir con mayor o menor lujo
de detalles. Por ejemplo, si vemos un automóvil, un objeto, nuestro modelo
mental lo explicaría más o menos así:
Veo
un coche de tamaño medio, de color gris metalizado, de cuatro puertas, dos
volúmenes, híbrido, con llantas de aleación, faros halógenos, lunas traseras
tintadas.
Con esa descripción un tercero puede
descartar la mayoría de los coches grandes, tres volúmenes o monovolúmenes.
O decimos: “es un coche Tal de la marca Cual”. Aquellos que conozcan el modelo,
ya saben qué coche es.
Otro ejemplo de modelo mental es el
llenado de un vaso de agua:
Comienzo
a llenar un vaso vacío, y mientras tengo el grifo abierto, veo cómo el vaso se
llena y, cuando veo que está a dos tercios de su capacidad, voy cerrando el
grifo para que no rebose y cuando llega el agua al borde del vaso, cierro
totalmente el grifo.
En el primer caso he descrito mentalmente
un objeto y en el segundo he descrito un proceso donde intervienen un vaso, un
grifo, un líquido que fluye y un sistema de mando y control, que son mis ojos
que ven y controlan la mano que regula el grifo.
Están los modelos gráficos, que pueden
ser un dibujo de los objetos o un gráfico que represente las diferentes
relaciones entre cada uno de los elementos que intervienen en el proceso. En el
caso del llenado del vaso de agua, tenemos un elemento de nivel, el vaso, un
elemento de flujo, el grifo que regula el paso del agua y un elemento de manto
y control, nuestro ojo que ve asociado a la mano sobre el grifo.
Se puede profundizar más en la
representación de los sistemas hasta llegar al “modelo formal”, habitualmente
formulado como una ecuación o conjunto de ecuaciones, con los que podemos
efectuar “simulaciones” de la realidad, calculando valores de las diferentes
variables en función del tiempo. Este es un extremo en el que no vamos a entrar
en estas exposiciones. Si haremos referencia será a nivel de gráficos (curvas)
que representen los resultados de alguna que otra simulación.
2.3.- SIMILITUDES E ISOMORFISMOS
Cuando
diseñamos modelos, y si tenemos conocimientos más o menos aceptables
de varias disciplinas, una de las primeras
cosas que nos viene a la mente es la “similitud”. Poniendo el
ejemplo en la Economía y la Biología;
¿Es de alguna forma comparable la extinción
de los dinosaurios con la caída de
los imperios económicos, de las
grandes empresas? ¿Podemos considerar
el comportamiento de la sociedad,
de las organizaciones humanas
como si fueran seres vivos?
¿Son realmente seres vivos?
A estas tres preguntas la respuesta es categóricamente “si”.
Y decir “sí” es afirmar que la Economía, la Física y la Biología son ciencias que utilizan en el extremo –aunque no lo parezca o no seamos conscientes- los mismos conceptos sistémicos para estudiar
y comprender las realidades ante las
que cada una se enfrenta.
Es decir, en el fondo no es que se aplique la Física a
la Economía, o los conceptos
de la Biología a la Economía o los de la Economía
a la Física. Las tres beben de una misma fuente
– esto sostiene la Teoría de Sistemas-. Y esa fuente común es, o trata de ser el método sistémico. Aunque ciertamente
lo que hagamos sea aplicar los conceptos y procedimientos de una para la otra.
Con el término “símil” nos referimos a que dos sistemas, es decir, dos
realidades, impresionan de tener un cierto parecido y comportamiento. Con el término
“isomorfismo”, se afirma que, sobre la base del desarrollo de modelos
formales, con base matemática, dos sistemas, dos realidades, se comportan
soportados por el mismo
“modelo genérico”, es decir, mismas variables y relaciones. Es como sustituir
las variables por las letras del
álgebra, permaneciendo las ecuaciones sin variación.
Pongamos un ejemplo de símil, las
parábolas de Jesús de Nazareth. Jesús enseñaba en parábolas para poder explicar
algo tan sublime como el Reino de los Cielos a las gentes sencillas. Y acudía a
ejemplos de la vida diaria, “el Reino de
los Cielos es como un hijo que le pidió su herencia a su padre y se fue, se la
gastó en diversiones y despilfarro” y etc., etc…, la parábola del hijo
pródigo. Es un símil, porque la historia del hijo pródigo es sólo una
apariencia de algo, una esencia, que de otra forma sería difícil de descubrir.
Son comparaciones entre dos cosas o dos procesos que se parecen, pero sólo eso,
se parecen.
Los isomorfismos son dos sistemas que en
esencia se comportan igual aunque no se parezcan. El ejemplo clarísimo es el
isomorfismo entre la propagación de un rumor, un bulo y una enfermedad
epidémica. El proceso es el mismo: un bulo (una bacteria o un virus) surge en
un caso cero (primera persona afectada, que se cree el bulo o que es infectada)
y se comienza a transmitir a gente susceptible (personas que se creen el bulo o
que se contagian con el germen). Estas a su vez dispersan el bulo o el germen a
otras. Pasado unos días, el bulo comienza a desmentirse (aparece y se aplica el
tratamiento a los contagiados) y tanto engañados como contagiados se curan y a
su vez los no afectados por el bulo (lo no contagiados) se vacunan contra el
bulo (contra el germen), de modo que cuando alguien le cuente el bulo (entren
en contacto con una persona enferma) no se van a contagiar de la mentira (o de
la enfermedad).
En ambos casos, bulo o infección, los
elementos, las relaciones y el modo en que estas se establecen, son
idénticamente las mismas; es decir, el sistema gráfico y el modelo matemático
es exactamente el mismo. Esto es un isomorfismo.
Acaso no encontremos muchos isomorfismos
exactamente iguales, pero sí bastantes con ligeras diferencias, como por
ejemplo, la competencia entre especies (zorros que se alimentan de conejos), la
estabilidad financiera y el vuelo de los aviones o los ciclos circadianos
(noche y vigilia) de la gente.
De hecho, cuando hemos de explicar
procesos poco evidentes, donde la esencia cuesta sacarla a la luz, utilizamos
expresiones de la vida diaria, luz del día como ejemplo de conocer, de
entender, de tomar conciencia, de mejorar las expectativas, versus oscuridad de
la noche como ejemplo de desconocimiento, de confusión, de perspectivas
sombrías. Es decir, explicamos con términos físicos, conceptos complejos.
Otro claro ejemplo es el Camino de
Santiago. El que lo haya recorrido, estará conmigo que prácticamente, cada
situación de la vida diaria de una persona puede asemejarse a una situación
vivida en el camino. Es aquello de decir, la vida es como el Camino de
Santiago, cuando ante un cruce de caminos (en la vida), no sabes por dónde
tirar, qué camino tomar (qué decisión vital, qué salto de fe, sin vuelta atrás
has de decidir) hasta que descubres una señal, una flecha.
El cansancio tras una brusca subida, el
frescor de un bosque de hayas, las ampollas de los pies, la monotonía de la
meseta castellana, el cansancio al final de una jornada, etc, etc. Es decir, a
mí me pasa que, tras haberlo recorrido, no me cuesta trabajo asemejar cada
momento del día o cada experiencia vivida, con un momento vivido en el Camino.
Estos son símiles, que hasta en el cristianismo pueden convertirse, en boca de
Leonardo Bof, en sacramentos de la vida. Una experiencia espiritual evocada por
un pasaje vivido en el caminar del peregrino.
Es por ello, que el pensamiento
sistémico, que la gente utiliza sin saberlo (al hablar de símiles) es
extraordinariamente útil para poder efectuar aproximaciones a las esencias de
las apariencias.
En la siguiente entrega abordaremos cómo
elaborar pequeños modelos, simples ejemplos en los que introduciremos los
principios básicos del pensamiento sistémico.
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Autor: José Alfonso Delgado (Doctor en Medicina
especializado en Gestión Sanitaria y
en Teoría de Sistemas) (joseadelgado54@gmail.com)
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La publicación de las diferentes entregas
de Visión
sistémica del mundo se realiza en
este blog, en el contexto del Proyecto Consciencia y
Sociedad Distópica,
todos los lunes
desde el 20 de enero de 2020.
Se puede tener información detallada sobre los
objetivos y contenidos de tal Proyecto
por medio de su web: http://sociedaddistopica.com/
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