Seguimos distinguiendo: el bueno, el malo…
No acabamos de sentir que el Universo es el Gran Escenario.
donde se proyecta la maravilla del Ser
y se entrecruzan las vidas de los distintos seres,
a veces en medio del caos y del miedo,
siempre buscando la felicidad y el amor aun sin saberlo.
El Universo sigue, seamos como seamos...
y cuando envía un referente de lo que siente, como Buda o Cristo
Jesús,
nos sorprende que amen a todos,
que sean iluminados los mas sencillos:
el barquero, amigo de Siddharta
o el Ladrón que pide al Cristo que se acuerde de él
y oye la sentencia: "Hoy mismo estarás conmigo en el
Paraíso".
¡No distingamos!
Dediquemos nuestras vidas a acoger, a amar, a despreocupar, a relajar…
Sin darnos cuenta, seremos agua clara para todos.
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Autora: Concha Redondo (concharedondo@gmail.com)
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