Autor:
Deéelij.
“No
creas
en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque
muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan
creído
en ello durante muchos siglos. No creas
en nada por el simple hecho de que muchos lo crean
o finjan que lo crean.
No creas
en
nada porque así lo hayan creído
los sabios de otras épocas. No
creas
en
lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de
pensar que Dios os lo inspira. No creas
en
lo que dicen las sagradas escrituras, sólo porque ellas lo digan. No
creas
a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano. Cree
únicamente
en lo que tú mismo hayas experimentado, verificado y aceptado
después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la
conciencia.”
5.-
Empoderamiento mediante la desidentificación.
Imagina
que una persona tiene un accidente que le lleva a un coma que pude
durar desde un día a tres meses, y es por poner un tiempo en el
coma. Que al despertar del coma no recuerda absolutamente nada de
nada. Tanto es así que ni sabe su nombre, que no habla ningún
idioma, que solo balbucea como un bebé recién nacido. Tal es el
olvido, que es presentado a sus padres y no los reconoce, que mucho
menos reconoce o siente por la que le dicen que es su novia, y que
para remate no recuerda nada de su profesión de ingeniería. Pues no
lo imagines, fue real. Tuvo que aprender el idioma, con el tiempo
desarrolla sentimientos a sus padres, pero no a la novia, y que no
puede trabajar como ingeniero dado que no recuerda nada de nada de
esa profesión. Aprendió contabilidad y con ello pudo conseguir un
trabajo e independizarse. Sí, es dramático, no obstante, es el
ejemplo para que veamos mejor el tema de la desidentificación,
que es lo que le pasó a este hombre.
Cuando
este hombre despierta del coma, con todo olvidado, su Particularidad
se ha esfumado, es como nacer de golpe sin pasar por el vientre
materno. Estaba conectado a su Singularidad con una Particularidad
efímera que empieza a formarse con lo que sus sentidos empiezan a
recoger de lo que sucede en su realidad inmediata y cercana. Poco a
poco, al ir asimilando datos, que le son nuevos, la Particularidad
emerge con solidez. Pese a ello, esta nueva Particularidad tenía muy
poco que ver con la olvidada.
Lo
que le había pasado a este hombre es que se había producido la
desidentificación
de golpe con toda la Particularidad desde la que manifestaba
lo que
fuera que manifestara
desde esa
Particularidad ya olvidada. Ahora, su manifestación
ya no es la misma. La nueva manifestación
empieza a mostrarse desde y con los datos nuevos que su
Particularidad empieza a identificarse
con la ventaja de que la nueva Particularidad aún sigue conectada a
la Singularidad, que es la que acepta. Al mismo tiempo, con la
desidentificación,
los sistemas de creencia que tuviera han volado, no están en sí.
Obvio que hay una Particularidad que es de Ego consciente. Pese a
ello, corre el riesgo de empezar a adquirir nuevos sistemas de
creencias que son aceptados rápidamente si no son verificados, y si
fuera así ya sabemos que empezaría el proceso de desconexión con
la Singularidad al ir identificándose
con esos sistemas de creencias desde lo que manifestaría
una realidad que no tendría nada que ver con la anterior antes del
coma, pero que sin duda iría yendo a la manifestación
de una Particularidad de Ego semi-consciente y/o inconsciente. Sea
como sea lo que pudiera pasar, vayamos de nuevo al inicio de la
salida del coma, en ese momento su Singularidad, empoderada
de Sí, estaría manifestándose
tal cual, como en esencia es, sin identificaciones
de ningún tipo, sin sistemas de creencias, desde la aceptación, la
bondad y el Amor.
Esto
que le pasó a este hombre al salir del coma, es una
desidentificación
absoluta, es empezar de nuevo, de cero, con todo el empoderamiento
y con una manifestación
sin ninguna identificación.
Ahora
podrías decir algo así como: ¡Ya
está! El listillo del Deéelij ya lo ha resuelto, ya ha dicho cómo
empoderarse
uno mediante la desidentificación:
te metes un buen accidente a ver si, como consecuencia, tienes un
coma y al despertar ya no hay identificación
alguna, se está totalmente empoderado
y manifestando
algo de lujo. ¿En serio, Deéelij ésta es la solución?
Pues
no, no lo es, aunque si eso es lo que quieres manifestar
en tu vida, es cosa tuya, Almita encarnada. Esto ss lo que he
mostrado para comprender lo que es la
identificación
con la que manifiesta
una Particularidad. Ahora toca mostrar cómo producir la
desidentificación
sin entrar en un coma, a menos que quieras que te preste mi martillo
y pruebes la opción del coma.
Veamos,
Almitas. Se trata de darnos cuenta que nuestra Particularidad se
identifica
con miles de conceptos e ideas creyendo
en eso, en eso que sólo es un concepto o una idea (sistemas de
creencias). Es tal la identificación
con la creencia
(idea) de que eres de tal nacionalidad que estás dispuesto a morir
por tu patria si te llaman al combate. Es tal la identificación
con tantos miles de conceptos, que sólo crees que eres eso, un
concepto o una idea (sistema de creencias). Es tal la identificación
que te crees que eres delgado o gordo, alto o bajo, guapo o feo…
Nos hemos llegado a identificar
tanto con una marca de ropa, por ejemplo, que si no llevamos esa
marca en la ropa, pues como que uno no es nadie, o que no está de
moda, o en la onda. Nos hemos llegado a identificar
con una forma concreta de expresarse (manifestar)
con sentimientos concretos antes circunstancias especiales. Y muchas
de esas formas de expresión (manifestaciones)
nos llevan a situaciones que no son agradables. Es tal el conjunto de
identificaciones
adquiridas que nos debemos a ellas en nuestras formas de hacer,
de tener y ser
(manifestaciones)
hacia los demás, e incluso hacia uno mismo.
Fíjate
en lo que he subrayado dos líneas antes, son tres verbos, y veamos
el por qué los he marcados. Resulta que es la Particularidad quien
se encarga del tener y el hacer, y la Singularidad de ser; no
obstante, cuando la Particularidad se ha desconectado de la
Singularidad, empieza a manifestarse
desde el Ego semi-consciente y/o el inconsciente, y evidencia que su
manifestación
con su tener y hacer se ha identificado
con una forma de “ser” al tener y al hacer, y en un tener y un
hacer concreto.
Normalmente,
se suele decir que alguien “es”
en función de su manifestación
en el tener y el hacer; y esto es identificar a alguien por el tener
y el hacer. ¿Has escuchado eso de: "es
un buen partido ese médico”?
¿Te das cuenta? Resulta que alguien “es” un buen partido en
función de tener un título y en el hacer en función del mismo. Es
evidente que eso mismo pasa en primera persona cuando uno dice que
“es” médico, cuando en realidad no lo es, lo que sucede es que
tiene un título y hace en función del mismo, pero no “es” lo
que dice lo que tiene y hace. La Singularidad que es quien ES (de
“ser”), y sabe que aquellas cuestiones con las que la
Particularidad se identifica
en su tener y hacer, no ES la Singularidad, sino sólo una
identificación
de la Particularidad. Pero cuando la Particularidad se ha
identificado
con el tener y el hacer, manifiesta
una forma de “ser” concreta en función del tener y el hacer,
pero esa forma de “ser” no está empoderada
de sí (de ser quien ES), sino que es sólo la manifestación
del uso del tener y el hacer; y que en ese tener y en ese hacer se
identifica
en su manifestación
cómo si esa fuera su forma “ser”, pero no lo ES.
Ser
si ninguna necesidad de tener o hacer,
es una excelente forma de desidentificación,
de manifestación
empoderada.
Es la manifestación
de Ser Quien se ES, y cuando eso sucede, lo que manifiesta
el poder
(empoderamiento) del Ser no es una identificación
en modo alguno con una 3D; y, sin embargo, es más que una 3D, pues
no hay identificación
con ninguna D, dado que ya Es toda manifestación
dimensional posible que quiera crear, desarrollar y evidenciar,
aunque a esa manifestación
dimensional que evidencia la queramos identificar
como una realidad de 5D.
Toda
identificación
tiene que ver con el tener o el hacer, nunca con el ser
de Quien se ES.
Las
identificaciones
con el tener y el hacer existen… quizá incontables. Resulta que
uno se identifica
con su cuerpo, y cree
que es el cuerpo, cuando quien se ES, es un Alma (Singularidad)
encarnada en un cuerpo. La identificación
con el cuerpo es una de las mayores identificaciones
que adquirimos desde la Particularidad. Fíjate en esto: crees
que eres el cuerpo; he dicho crees,
de creer
(sistemas de creencias), pero en realidad el cuerpo es algo que el
Alma TIENE (habita) para HACER en el mundo físico manifestaciones
concretas, pero desde su SER, sin identificarse
con lo que tiene (de tener) y con lo que hace (de hacer).
Visto
lo visto, ¿por qué no dejar de identificarse
con el tener y hacer diario y empezar a Ser una manifestación
empoderada
de Sí Mismo? Si consigues esto, al mismo tiempo se produce el
desapego
de la manifestación
realizada,
pues no te identificas
con lo manifestado,
el resultado de tu manifestación
al desapegarte
de la misma no hace que busques, en lo externo, recompensas, medallas
o aprobaciones.
Te
voy a poner mi propio ejemplo, y lo digo muchas veces. Cuando cada
día me afeito, lo que miro es cómo no cortar el cuerpo, porque es
molesto el corte, pero no estoy mirando al cuerpo a ver si está
hermoso o no. De hecho, es lo que menos me gusta cada día, poner en
marcha al cuerpo teniéndolo que asear, darle de comer y vestirlo.
Ojalá despertara cada mañana con todo eso hecho. Es algo así como
montarte en el coche y arrancarlo sin tener que revisar cada día los
niveles de agua, aceite, presión de ruedas… Cuando dejas de
identificarte
con el cuerpo, dejas de identificarte
con muchas cosas al mismo tiempo, pues ya no estás pendiente de dar
una imagen mediante el mismo. Es darte cuenta que el cuerpo tiene
limitaciones, que ya te gustaría saltar seis metros pero el cuerpo
que tenemos da para mucho menos. Esto, al mismo tiempo, es aceptar
que el cuerpo tiene una serie de limitaciones, pues el Alma quisiera
saltar seis metros, pero el cuerpo no da para eso. Es como querer que
tu vehículo utilitario corra como uno de fórmula uno. La
desidentificación
con el cuerpo rompe muchas limitaciones en las que has creído
(sistemas de creencias), por ejemplo, que uno crea (sistemas de
creencias con los que te identificas) que por poseer una altura de
150 centímetros no puede realizar ciertas cosas como jugar al
baloncesto, ¿por qué no? Quizá en el salto no se llegue a la
canasta, pero puede convertirse uno en un encestador magnífico sin
necesidad de poseer 200 centímetros de cuerpo.
Yo
no me identifico
con el cuerpo, nunca. No SOY eso, eso tiene edad, peso, volumen,
medidas… Pero Yo no SOY eso, sencillamente SOY.
Ni
siquiera me identifico con el nombre físico que pusieron (mis
padres) en el nacimiento de este cuerpo (que habito). Mañana puedo
ir al registro civil (al menos en España) y solicito el cambio de
nombre. Que ahora posea otro nombre no significa que la Singularidad
(Yo) haya cambiado, al contrario, sigue siendo la misma, lo único
que cambia es que la identificación
al cuerpo lleva otro nombre físico. Y he dicho nombre físico, pues
con el nombre con el que sí me identifico
es con el nombre del Alma: Deéelij. Todo lo que no sea Deéelij, no
soy Yo, y no me identifico
con nada de ello, pues sé que todo eso es la Particularidad con la
que manifiesto
empoderado
desde la Singularidad. Si bien uso la Particularidad desde la
Singularidad, no me identifico
con esta Particularidad de esta encarnación, pues en otras muchas
vidas tuve distintas Particularidades, pero la Singularidad siempre
ha sido la misma, y seguirá siéndolo pese a las Particularidades en
las que quiera encarnar.
La
desidentificación
del cuerpo y el nombre del mismo ayuda a romper muchas otras
identificaciones.
Hay quien se identifica
con un título nobiliario, con el título de la profesión que
realiza, con los logros alcanzados, con los objetivos cubiertos, con
las medallas y honores otorgados. También está la identificación
con los hijos y lo que los mismos han logrado en sus respectivas
vidas. A todo esto le podríamos llamar una identificación
positiva,
pero podríamos ver que existe una identificación
negativa,
pues uno se puede identificar
con que vive en un barrio de clase social baja, que uno es natural de
un pueblo perdido, o de un país que no tiene mucho o poco renombre.
Y así seguiríamos con infinitud de identificaciones
que nos limitan y producen sufrimiento, e incluso arrogancia y
desfachatez.
Yo
no Soy lo que tengo o lo que hago; Soy quien tiene y hace, quien
manifiesta
un tener y
un hacer concreto, sin identificarme
con lo que tengo o hago.
Yo
no Soy un concepto o una idea; Soy quien usa el concepto o la idea,
quien manifiesta
esa idea o concepto.
Ahora
puede que digas algo así como: ¡Ok,
Deéelij, listillo! ya nos has explicado qué es para ti la
identificación
y la desidentificación,
pero podrías explicar cómo proceder a la desidentificación,
de una vez, que te lías juntando palabras y no paras.
Ok,
pongámonos a ello, aunque ya he explicado al respecto hasta aquí,
que conste. No obstante, veámoslo más claro o evidente. Fíjate que
cuando te identificas
con tu cuerpo dices mental o verbalmente lo siguiente: “Mi
cuerpo”,
no dices “El
cuerpo”.
Lo mismo sucede al mencionar el nombre físico, pues dices: “Mi
nombre es…”
o “Me
llamo…”,
pero no dices: “El
nombre de este cuerpo es….”
La clave en la desidentificación
es quitar el “me” y el “mi”; esto no quiere decir que dejes
de usar el adjetivo posesión del “me” y el “mi” en el
lenguaje verbal, sino que lo quites del lenguaje mental que es el que
se apega
al posesivo. Se trata de que no te identifiques
con que eso es lo que posees acorde a lo que identifica
el adjetivo posesivo. Si
te identificas
con el adjetivo posesivo, el mismo te posee,
te esclaviza, te hará sufrir, y mucho, además de haberte
desempoderado
un par de palabras posesivas que conducen al apego adictivo.
Cuando
te refieres en determinadas expresiones donde se usa el
posesivo a modo de pertenencia,
no en forma apocopada, frases como: “Mi
hijo…”
“Mi
coche…” “Mis
joyas…” “Mi
trabajo…” “Mi
casa…”…
Podríamos poner muchos ejemplos más y quizá no acabaríamos. La
cuestión es que todos esos “mi” (adjetivo posesivo) hacen que te
apegues
(APEGO)
a una serie de personas y/o cosas. Entonces, el apego,
que es miedo a perder algo, te lleva a padecer (sufrir) cuando
algunas de las cosas o personas con las que te identificas,
con ese apego, pueden desaparecer de tu realidad física de 3D.
Se
puede seguir usando el posesivo sin que nos posea el posesivo. Se
puede seguir diciendo el “mi
hijo, y mil mis más”
sin que el “mi”
conduzca al apego,
al miedo a perder algo o alguien. Se puede transmitir con todos los
términos del idioma que uses, mientras que los términos de ese
idioma no te apeguen
a lo que tarde o temprano dejará de existir en tu realidad de 3D.
La
identificación
es el uso del adjetivo posesivo que lleva al apego
desmedido padeciendo sufrimiento.
Todas
estas identificaciones son hacia formas
concretas que se existen en tu realidad. He dicho formas. Y las
formas,
forman parte de la Particularidad, mientras que la No
Forma es
la esencia de la Singularidad. Tú no eres esas formas
con las que aún puedas identificarte;
tú Eres la No
Forma que
usa de la forma
(o formas de la Singularidad) para crear manifestaciones
de forma empoderada.
Y cuando lo realizas así, desde la No
Forma, la
manifestación
es de 5D en Uno (y hacia los demás), pese a habitar un cuerpo físico
en una realidad de 3D, de momento.
Puedes
desidentificarte
de las formas
aprendidas al dejar de poseerlas como propias, como algo que te
pertenecen. Al conseguirlo, es la No
Forma la
que surge empoderada
creando Formas
de 5D en el 3D pero sin una forma
apegada y
adictiva.
En
el desapego de las formas
(identificaciones), aparece una manifestación
empoderada
desde la No
Forma (sin
identificaciones).
6.-
Miedo, culpabilidad y vergüenza: no empoderamiento
En
el punto anterior hemos visto que el apego es miedo
a perder algo.
El
Ego semi-consciente y/o el inconsciente, siempre tienen miedo
a algo.
Cuando
la Particularidad se ha identificado con el miedo,
se ha desconectado de la Singularidad que es Amor.
Si
la Particularidad está cargada de miedo,
eso es lo que manifestará.
Una
cuestión es el miedo
instintivo
del cuerpo físico que biológicamente lleva aprendido; y el cuerpo
físico aprendió que hay una serie de cuestiones que pueden
extinguirlo, y cuando aparecen esas cuestiones provoca un miedo
para que se aleje el cuerpo de eso que puede provocar su extinción.
Sea el ejemplo de ver fuego, entonces el cuerpo lanza el miedo a
quemarse haciendo que te alejes de eso que es peligroso, dañino e
incluso mortal.
Pues
una cosa es el miedo
instintivo,
al que no hay que combatir (porque además protege la vida del cuerpo
físico), y otra cosa es el miedo
aprendido
a miles de cuestiones que sí es lo que hay que combatir (más bien
desaprender), pues ese miedo
aprendido
se ha instalado en la Particularidad que se ha desconectado de su
Singularidad, como consecuencia del miedo
aprendido,;
así que toda manifestación
producida desde una Particularidad desconectada de su Singularidad
será una manifestación
de miedo.
¿Por
qué darle cabida al miedo
si sabes que Eres un Alma Inmortal y Eterna? Quizá lo sabes ahora,
pero aprendiste a identificarte
con el cuerpo, a protegerlo de los avatares de la vida, te
confundiste con el cuerpo, identificándote con él, y creíste en
mil creencias
de cuestiones que producían miedo
a algo. De todo este conjunto tratado en este párrafo (subrayados),
ya hemos ido hablando en las partes y secciones anteriores. La
cuestión es observar qué más trae el miedo
y cómo eliminarlo.
¿Tienes
miedo
al qué dirán? Si es así, te da vergüenza
pasar por una situación en la que te juzguen o critique por algo.
Obvio que hay miedo
a que lo que piensen los demás te aleje de ellos. La cuestión aquí,
al responder a la pregunta inicial, es que además de aparecer el
miedo,
aparece algo más: vergüenza.
Así que ya tenemos que al miedo
se le asocia la vergüenza.
¿Tienes
miedo
a quedar mal por algo que haces o dejas de hacer? Si es así, puedes
sentirte culpable
por quedar mal ante algo que has hecho o dejado de hacer.
Indudablemente te daría vergüenza
lo que digan de ese hacer o no hacer tuyo, e indiscutiblemente
observamos que el miedo
está ahí también. Y el punto aquí, es que de nuevo localizamos el
otro socio del miedo: la culpabilidad.
Bien,
pues ya tenemos que hay tres sensaciones, que en principio no traemos
puesta desde que nacemos, sino que se aprenden posteriormente, y son
el miedo,
la culpabilidad y la vergüenza.
Estos tres socios, al aparecer, hacen que la Particularidad se
identifique con los mismos, pues cree en ellos como así lo aprende.
Observemos
que cuando eras pequeño no tenías miedo
al “Coco”, pero te lo inculcaron; no obstante, al crecer te das
cuenta que el “Coco” no existe y ese miedo
aprendido desaparece. Luego ese miedo
sólo existe mientras creas (sistemas de creencias) en el mismo, con
el que te identificas.
Ahora
veamos cómo cuando eras pequeño no te daba vergüenza
ir sin bañador en la playa; pero progresivamente te van inculcando
que eso de ir desnudo es vergonzoso.
No te digo que ahora salgas desnudo a la calle, sino que observes que
aquello por lo que no tenías vergüenza,
ahora sí la tienes. Luego, de lo que se trata es de observar que la
vergüenza
es otra sensación aprendida; y, consecuentemente, que ahora te daría
miedo
y vergüenza
salir a la calle desnudo, o que te vieran desnudo. Pues hay tribus,
en este planeta que desnudos por la vida y es evidente que no tienen
miedo
ni vergüenza
de mostrarse como llegaron al mundo, así que una prueba más de que
esto es aprendido.
Del
mismo modo, de pequeño no tenías ninguna culpabilidad
cuando tirabas el chupe al suelo, pero posteriormente empezaste a
aprender que al hacer ciertas cosas, sí te hacían culpable
de hacer, e incluso de no hacer otras; por ejemplo, que un día
hiciste caquita fuera de la taza; y tus padres te dijeron que eras el
culpable
de ese desaguisado; de igual modo te pueden hacer sentir culpable
por no sacar las notas en el colegio que ellos esperaban de ti. Al
igual que antes (con
el miedo y la vergüenza),
la culpabilidad
es aprendida. Y claro, a día actual te puedes sentir culpable
de aquello que te achacaron en un momento dado por algo que hiciste o
no, y del mismo modo te daría vergüenza
y miedo
que los demás lo supieran.
Si
sientes vergüenza,
culpabilidad o miedo,
eso es lo que manifestará
tu Particularidad en esta realidad de 3D que está repleta de esas
tres sensaciones, pero repleta, atiborrada.
Mientras
que haya un ápice de vergüenza,
culpabilidad o miedo no hay empoderamiento,
ni de coña. Ten en cuenta que te has identificado con esas tres
sensaciones, y que si no las eliminas, sigue habiendo alguna
identificación con las mismas. De igual modo, creíste (diste valor
a sistemas de creencias) que en ciertas ocasiones, en función de tu
tener y hacer (incluso de tu no tener y no hacer), eres culpable,
has de padecer vergüenza
y desde luego existe el miedo
tras todo ello; aunque en realidad, las tres sensaciones van de la
mano siempre juntas.
¿Es
posible que te sientas vergüenza
de no terminar tu despertar espiritualmente, que te sientas culpable
de no
hacer lo suficiente en el despertar espiritual y que te dé miedo
de no estar en un despertar espiritual al modo de 5D en Ti Mismo, y
que, posteriormente, no puedas ir a una 5D física? Si fuera sí la
repuesta, no hay empoderamiento,
y se sigue manifestando
al estilo de 3D, porque el estilo de 3D es que se manifieste
la
vergüenza,
la culpabilidad o el miedo.
Ya
he escuchado un grito por ahí que dice: A
ver, Deéelij, listillo de las narices ¿quieres de una vez decirnos
cómo eliminar esto que explicas para poder estar empoderado
y manifestar
una 5D en Uno, en esta 3D física?
¿Tienes
miedo,
acaso, a que no lo explique? Si es sí, el miedo
está contigo aún. ¿Tienes miedo
a que si lo explico y no sepas conseguirlo te quedes en una 3D? Pues
aún es la evidencia de que el miedo
está ahí, a tu lado, pegadito, incrustado.
En
serio, respóndete. ¿A qué tienes miedo
si sabes que eres un Ser Eterno e Infinito, un Alma encarnada que es
parte del Todo, de la Fuente? ¿Cuál es el miedo
que aparece en ti? Sí, examínalo, pues ese miedo
no es cosa de la Singularidad, es cosa de la Particularidad, que lo
aprendió. Si localizas el miedo,
puedes observar que se debe a algo en lo que creías
que producía miedo,
pero es sólo una creencia
con la que
te identificabas,
no más. Al mismo tiempo que localizas el miedo,
observarás que había algo de vergüenza
y culpabilidad,
pues cuando uno de los tres aparecen, los otros dos están al lado.
Si
eliminas uno de los tres (miedo,
vergüenza, culpabilidad),
los otros dos se eliminan al mismo tiempo. Así que has de observar
cuál de los tres te es más fácil eliminar, pues no habrás de
trabajar en eliminar a los otros dos, pues al quitar uno, los otros
dos desaparecen.
Te
pongo un ejemplo mío: No me siento culpable
jamás de nada de lo que hago o no hago. En cualquier caso, sea lo
que haga o no, soy responsable de lo que hago o no, y asumo las
consecuencias de mi hacer o no hacer. Pero además, como en mi hacer
o no hacer, no va implícita la maldad de ninguna de las maneras,
como en cualquier hacer o no, no pretendo producir daño a nada ni a
nadie, pues no hay culpabilidad
en mi hacer o no hacer. ¿Visto hasta aquí? Pongo otro ejemplo,
¿Vergüenza
de ser como Soy? En modo alguno. Soy yo, sin aditivos, sin
complementos, sin pretender nada de nada ni de nadie. Me dedico a ser
Yo, y distinto es que no les guste a los demás, pero soy libre en mi
manifestación
de ser Yo. Que a los demás no les gusta que sea como Soy es
distinto. Pero aprendí hace mucho, que no le voy a gustar a la
mayoría. Así que no siento vergüenza
de ser como Soy.
Insisto,
si eliminamos una de las tres sensaciones, las otras dos se van, y
con ellas los sistemas de creencias y las identificaciones. Entonces,
lo que surge, a continuación, es la
manifestación del empoderamiento desde la Singularidad.
El
próximo jueves hay más.
Nota:
si alguien quiere en PDF los dos seriales anteriores que ya se han
publicado en este Blog (año 2018), más lo aquí expuesto, sólo has
de solicitarlo en mi correo, y luego, si te apetece, y consideras que
esto es útil, puedes mandarlo a quien quieras: deeelij@gmail.com
Nota
2: Si quieres en formato PDF mi libro “Alas sin plumas” también
lo puedes solicitar en el mismo mail.
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