GRUPO DE ESTUDIOS TEOSÓFICOS DE SEVILLA
SUBGRUPO 2: “DE LA TRANSFORMACIÓN INTERNA A LA EXTERNA”
Texto base: “De la transformación interna a la externa”, de Joy
Mills
RESUMEN-CONCLUSIONES DE LA
REUNIÓN DE FECHA 15/11/2017
(Con base en el capítulo 2
del texto citado)
Planteamiento inicial
Hay dos tipos de literatura: de información (por ejemplo, los
sastras, obras en estilo comentario, discursivas y lógicas) y de poder
(verbigracia, los sutras, aforismos breves al hilo de los cuales se pueden
ensartar pensamientos, visiones y comprensiones). La primera es útil para
expandir la mente, proporcionando nuevas visiones y una comprensión más
profunda. La segunda tiene que ver con la verdadera sabiduría, que procede de
dentro y por ello ha de despertarse. “La Voz del Silencio”, sobre la que versa
el texto de Mills que estamos estudiando, es literatura de poder.
La Voz del Silencio
Ese Silencio es el Vacío. De él procede
todo lo Manifestado, toda la Creación. ¿Cómo?:
1º Nos
indica la Sabiduría sin Edad que, subyacente a todas las cosas, está “Sunyata”,
que se suele traducir como Seidad, pero también como Vacío. Etimológicamente
deriva del verbo “svi”, que significa “expandirse”. Sunyata puede describirse
como el Silencio original.
2º El
Silencio tiene voz y resuena. Es su voz creadora, el sonido que saca a la luz
todo cuanto existe. Es la Voz del Silencio, de lo Inmanifestado, del Vacío, de
la “nada” bajo la perspectiva del intelecto humano, del “akasha” que está
iluminado desde dentro. Ese sonido o voz es la única característica del
Silencio: la pulsación emitida desde su interior, la Vibración pura y
primigenia del Vacío.
3º Esta
Vibración da existencia y es el arranque de todo lo Manifestado. Lo hace a
través de la resonancia que ella misma origina, ineludiblemente, en el propio
Vacío: la Vibración pura y primigenia del Vacío reverbera en este de manera tan
inevitable como natural, generando así la “cadena de ecos” que en el inicio del
Evangelio de Juan se denomina “Verbo”
o, en griego, “Logos”.
4º Se
trata de una expansión desde dentro hacia fuera. Todo crece así: desde el
interior al exterior. El universo visible tiene su propio movimiento natural.
5º Y la
Vibración del Vacío y el Verbo que su reverberación desencadena, por su propia
naturaleza, aportan orden. “Logos” es orden, a menudo contrastado con “caos”,
que no es desorden cual suele interpretarse. La Vibración es la esencia,
subyacente en el Logos. Y del caos viene la apariencia o “maya”, que es también
un cosmos, palabra coincidente en raíz con “cosmética”: se “cosmetiza” el
espacio original y toma apariencia de manifestación ordenada.
En la raíz de nuestro ser
El Silencio primordial está en la raíz
de nuestro ser. La voz es el sonido auto-existente de la realidad que se oye
cuando uno experimenta “sunyata”, esto es, la ausencia de todas las
constricciones aplicadas a la realidad. La palabra creadora por la cual todo un
universo manifestado es traído a la existencia: es el Aum u Om. En palabras del
Mandukya Upanishad: “Om es todo lo
que ha existido, todo lo que existe y todo lo que existirá. Y todo lo que
trasciende el pasado, el presente y el futuro, eso también es Om”.
Y la Mónada es el aspecto inmortal de
nuestra naturaleza, el Dios interno que nos aporta luz y transformación. La
tarea en el Sendero espiritual es llegar a esa Consciencia profunda, a esa
Esencia innata, a esa naturaleza fundamental interior. La Voz del Silencio ofrece unas cuantas sugerencias al respecto:
A) “Monta
en el Ave de la Vida si pretendes saber”. Y el ave vuela siempre hacia arriba.
Cuando uno se mueve hacia una posición más elevada, la visión puede extenderse
mucho. Es la percepción global a la que se hizo mención en el planteamiento
inicial del primer capítulo de esta obra de Mills. Para conseguir una
perspectiva más amplia es imprescindible una visión desde las alturas. El
planteamiento teosófico, la Sabiduría Divina, da esta visión panorámica.
B) La
clave de esta visión es la percepción de la profunda unidad de toda existencia,
hebra única que une todas las consciencias, todos los seres. Cada nivel de
consciencia no es sino una diferenciación de una Consciencia esencial e
indiferenciada. A cada nivel, lo no diferenciado está presente en lo
diferenciado. Pensamos en términos de subir una escalera en la consciencia, pero
todo está presente aquí mismo. Percibir esto es tener una visión transformadora
del mundo y el Universo y de todos los seres que hay en ellos.
C) Esta
visión transformadora conlleva un modo transformado de actuar en el aquí-ahora.
Tiene que disolverse la gran ilusión de la separatividad, de la diferencia. La
Unicidad se manifiesta en la diversidad, no en el uniformismo; lo
indiferenciado, en lo diferenciado, no en el igualitarismo. Hemos de llegar a
conocer, como afirmó H. P. Blavatsky, que “la Existencia es una sola cosa”.
D)
Nuestro hogar no esta en ninguno de los mundos, sino en todos los mundos. Y
errantes por todos ellos, somos realmente libres de todas las decoloraciones
producidas por los gustos y antipatías, los apegos y las repulsiones. En última
instancia, nos convertimos en Bodhisattva, libre para moverse a través de todas
las esferas de la existencia, a través de todos los márgenes de la consciencia.
Despiertos a todas las posibilidades. Om nos sostiene y mantiene, igual que
sostiene y mantiene todo lo Manifestado, toda la Creación. Podemos y debemos “despertar”
a esta realidad. Esto es lo primero que la Voz nos dice: ¡Despertaos!
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Autores: Lola Rumi y Emilio Carrillo
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Las Enseñanzas Teosóficas se publican en este blog cada domingo, desde el
19 de febrero de 2017
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