Medina Runda se confunde en la meseta bajo el sueño de la noche.
A lo lejos se oyen las notas cortadas de un canto, de una plegaria que parece
expandirse por el viento y el eco de las calles.
Abul Beka, dirigiéndose a los suyos en la
quietud del hogar, les dijo:
—Llegarán días en que este descanso de la noche sea alterado, en
que sean rotos estos cielos y hasta la misma Luna sienta vergüenza y se oculte.
»Llegarán días en que no se pueda salir a las calles a disfrutar
del aire fresco de la noche o a contemplar la esperanza de las estrellas.
»Y todo será cubierto por un velo de inestabilidad, porque la
misma tierra se negará a dar más frutos y los mismos cielos a donar su agua.
»Hasta las golondrinas no querrán hacer más nidos junto a los
hombres. Mas se preguntarán unos a otros, y se echarán la culpa, y se matarán
entre ellos, como si el mal no estuviera en ellos mismos.
»Muchos llorarán pero ya será tarde. Habrá muerto la aurora y la
vida se quedará quieta en el tiempo, esperando nuevos retoños que se críen en
la quietud y la paz y no en el comercio o la rapiña de la muerte.
»Sí, muchos murmurarán aterrados: «¿Qué hemos hecho?», y esto
los despertará; más aún, habrá otros que, viendo como todo se derrumba día a
día, levantarán altares para esperar que el cielo les ayude a salvar cosas que
ellos mismos perdieron con su egoísmo.
======================================================
Autor: Cayetano
Arroyo
Fuente: Diálogos
con Abul Beka (Editorial Sirio)
Nota: En
homenaje a la memoria de Cayetano Arroyo y Vicente
Pérez Moreno,
un texto
extraído de los Diálogos de Abul Beka se
publica en el este blog todos los
miércoles
desde el 4 de octubre de 2017.
======================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.