Las
manifestaciones de lo Infinito, son infinitas. La Fuente que lo Es Todo y que
todo genera, es (que no está, aunque sí, pero en lo que No Es) en una
continuada manifestación de su infinitud.
La fuente, la
Divinidad en definitiva, sin fin, Es (sin estar, que sí, pero en lo que No Es),
Siendo lo que Es, en concreto, en un experimentarse continuado y sin final en y
desde Sí, e incluso contra Sí.
Una dimensión
(en un entendernos desde aquí), es una expresión infinita de lo Infinito que es
(y está) en un sin cesar experimentándose sin final. Cuando se manifiesta, se manifiesta en
nosotr@s, pero en un Ser individual y a la vez grupal que se diferencia en una
identificación sin personificación concreta, y a la vez lo realiza en una
particularidad perfecta e infinita en una singularidad determinada de ser lo
que quiere ser en y desde distintos estados de ser y de Ser en cualquier tipo
de ser imaginado e incluso inimaginable, pues Siendo infinitud, todo lo que
puede manifestar es infinito y sin final.
¿Cuánto tarda
el Ser, la Fuente, la misma Divinidad en experimentarse? La respuesta es clara
y evidente: infinito. Dado que Es infinito, su experimentarse en lo que Es y lo
que No Es, es infinito. Y en eso Es y está, sin estar, pero siendo, en un experimentar
de infinitos en infinitas manifestaciones sin final.
¿Cesa lo
Infinito en su experimentarse infinitamente en manifestaciones infinitas? Sí,
cuando una manifestación infinita de su ser en lo que No Es deja de ser ese ser
al darse cuenta que es el mismo Ser. Al instante pasa a integrarse en lo que No
Es penetrando a lo que Es. Y una vez en el Ser Infinito, de regreso, sin
haberse ido, pues siempre estuvo en Sí en algún si en un ser, reinicia sin un
principio ni un inicio una manifestación propia de Si, infinita, en algún otro
sí, o No Ser.
Hay un cesar
sin cese. Hay un estar sin ser. Hay un ser sin estar… Hay infinitud de
manifestaciones de lo infinito en su Infinitud.
Todo es Todo
en un proceso de ida y vuelta sin irse ni perderse, sin luchas, sin prisas,
pues Todo lo Es al instante en Sí, en sí, y en el No Ser.
Todo es
infinito en ti, en mí, en todos, pues todos, tú y yo, somos el Todo en
manifestaciones infinitas sin cesar en un cese que cesa cuando cesas en sí para
ser en Sí.
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Autor: Deéelij
Fuente: De su
libro Alas sin plumas (Ediciones Ende, 2016):
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