Hay muchos temas que se pueden tratar, pero el de la vibración lo
impregna todo, la base y este conocimiento realmente te podrá llevar a entender
todo lo demás.
Se ha demostrado que las emociones tienen una frecuencia
vibratoria. Es más, sólo existen dos emociones que los seres humanos pueden
experimentar: Miedo y Amor. El resto de las emociones son derivadas directa o
indirectamente de éstas dos. El miedo tiene una larga y lenta frecuencia
vibratoria, mientras que el amor tiene una rápida y alta frecuencia.
Existen 64 códigos posibles de aminoácidos en la estructura de
nuestro ADN compuestas de cuatro elementos, Carbono, Oxígeno, Hidrógeno y
Nitrógeno. Por lógica todos deberíamos tener los 64 códigos activados dentro de
la estructura de nuestro ADN. Sin embargo, actualmente sólo tenemos activos 20
códigos. De todas estas 64 posibilidades, parece que sólo 20 de estos códigos
están activados en este momento, por eso los 20 aminoácidos.
Existe un interruptor que apaga y enciende donde esos códigos se
sitúan, y ese interruptor que los apaga y enciende es lo que llamamos
EMOCIONES. Esta es la primera vez que vemos el patrón de las emociones
vinculadas física y directamente con el material genético humano.
El Miedo es una onda larga y lenta de emociones y toca
relativamente pocos puntos de este ADN, por lo tanto, un individuo viviendo con
Miedo está limitado al número de antenas que tiene disponible. Mientras que un
individuo viviendo en el patrón de Amor, toca más puntos del ADN ya que su
frecuencia es mas alta con una onda mas corta y tiene más sitios potenciales
para codificación a lo largo de este patrón genérico.
Nuestras emociones afectan directamente la estructura de nuestro
ADN el cual a la vez forma directamente el mundo físico que experimentamos
todos los días. El presidente de la Facultad de Química en la Universidad de
California, Berkley, demostró que el ADN accesa a una antena para la regulación
celular. Nos enseñaron que la función principal del ADN, es la de recibir y
transmitir fotones, luz y sonido, ¿para qué? Para la regulación celular, lo que
significa que las moléculas de agua, el poder piramidal alrededor de los
espirales de energía del ADN, absorben la energía espiritual de la vibración
del Amor y luego son expulsadas al exterior para manifestarse y precipitarse en
un campo cuántico, la materia física del cuerpo.
No mires a tus miedos como una amenaza, en vez, entiende que este
mundo material, es sólo una manifestación de Amor o Temor en tu conciencia. Es
tan simple como eso. Lo único que importa es
que tú personalmente aprendas a conquistar tus temores internos y
aprendas a Amar. Ama a aquellos que están a tu lado, pero especialmente a los
que estén contra ti. Cuando consigues elevar tu frecuencia vibratoria, mirando
a tus temores por lo que realmente son y domines tus emociones, entonces y sólo
entonces serás realmente libre.
Cuando un electrón acumula suficiente energía desaparece de la
órbita en que gira para aparecer en una superior. Si los saltos cuánticos son
posibles a nivel subatómico, también son realidad al nivel visible de nuestra
cotidianidad si sabemos cómo generarlos. Si lo quieres, puedes enfocarte en
generar la conciencia necesaria para acumular la energía requerida para que
puedas dar el salto cuántico.
Las emociones y los estados de ánimo determinan todo el tiempo la
frecuencia en la que nos sintonizamos en la vida. Estas emociones son
representadas como niveles. Cada uno de estas estaciones tiene su propio grupo
de emociones y representan la frecuencia en la que cada uno de los seres
humanos podemos estar dependiendo de nuestro estado de conciencia, la
aprobación y el amor propio que hemos logrado. Me he permitido moldear esta
información, enriqueciéndola, a fin de aplicarla a nuestro propósito de
recuperación.
ABANDONO
+Vergüenza. Te paraliza,
te olvidas de ti misma, te deprimes, puedes crear trastornos psicológicos. Si
sientes vergüenza pon las manos frente a tu cara y expresa que sientes
vergüenza y qué te llevó a ella. Quizás lo que pasó lo juzgas mal pero eso no
significa que tú seas mala. Otórgate el perdón: “me perdono y me dejo en
libertad”.
+Culpa. Surge cuando
no han sido congruentes tus acciones con tus pensamientos. La culpa te oprime.
Quedarte aquí te llevará a un estado de victimes, a revolcarte entre el
remordimiento y el castigo. Para darle la vuelta, acepta que lo que hiciste
afectó y te está afectando, ofrece disculpas, otorga perdón. Si lo requieres
eleva tus manos y decreta “hoy me libero de esta emoción negativa que me somete
y me destruye”.
+Tristeza. Aquí
experimentas pobreza interna, no hay esperanza, no ves las oportunidades, hay
un profundo desconsuelo. Es un estado de “imposibles” ves más las
consideraciones que las oportunidades que se presentan frente a ti. Careces de
energía, todo ha perdido sentido. No reprimas la emoción, es necesario vivirlas
pero no convertirte en ellas. Aquí hay llanto, lloras con frecuencia y tu
sensación de vacío te invade. Requieres soltar, lo que ya no está, lo que se
fue o lo que jamás llegó. Vive la pérdida, tu duelo y establece cuánto tiempo
es necesario y suficiente. La tristeza es la nube negra que te impide ver el
sol. Piensa en algún momento en el que te hayas sentido profundamente feliz,
visualízalo, ahora sostén ese momento. Quita el foco de la tormenta, sólo
existe aquello en lo que nos enfocamos.
DEFENSIVA
+Miedo. En este nivel
hay más energía. El miedo puede paralizarte pero también impulsarte. ¿Cuál es
tu miedo? ¿Muerte, rechazo, abandono, desamor, frustración, fracaso, soledad?
Para moverte del miedo no hay otra forma más que atravesarlo. El miedo estará
ahí como un perro rabioso esperándote a que salgas de tu escondite para
perseguirte, así que moverte es la mejor opción, así evitarás que te
inmovilice. La vida está esperándote.
+Envidia. Este es el
nivel de la escasez, no es suficiente, no alcanza, aquí te refugias en el
trabajo o en cualquier fuente que te permita evadir. Ves lo que otros tienen y
te produce una gran insatisfacción, hay un constante reclamo a ti misma.
Impúlsate y cruza de la avaricia a la ambición para que construyas desde el
amor y la riqueza espiritual.
+Enojo. En este nivel
puedes estar experimentando enfermedades (no psicológicas, como en la vergüenza
o la culpa), sino enfermedades físicas como cáncer, obesidad, severas caries,
diabetes o vejez prematura. Es importante que revises si no estás parada en el
resentimiento o la venganza. Si bien es perjudicial toda la energía que empleas
en destruir a alguien fuera de ti es igualmente proporcional a la energía que
inviertes en destruirte a ti misma. Libérate del enojo por medio de la
reconciliación. Lleva tus manos a tu garganta e imagina que desprendes un tumor
maligno de tu cuello, tíralo al suelo y permite que la tierra lo
desintegres.
FORTALEZA
+Confianza. La confianza
es un nivel generativo, es aquí donde confiar en la vida, confiar en la gente y
principalmente confiar en ti misma es el primer paso de empoderamiento. El
universo es perfecto, la vida también lo es. Observa que el año tiene ciclos
conformado por estaciones y cada una de ellas te permite disfrutar de
diferentes estampas, lo mismo ocurre con el amor. Si hoy no estás en relación
tienes la oportunidad de estarlo. Después de la noche sigue la alborada. Si
estás en relación y esta no funciona la confianza permite que las cosas
sucedan.
+Satisfacción. La satisfacción no significa “sentarse en los laureles”, no se
trata de “conformismo” sino de agradecimiento, de experimentar que hay
resultados que son suficientes y alcanzan. Parado en la satisfacción estás
listo (a) para ir por más. Satisfacción también es “aprobarte”, amarte y
reconocerte. En este nivel experimentas el optimismo, bajas la mirada del cielo
para enfocarla en todo lo que está frente a Ti, en todo lo que está por venir.
Satisfacción no sólo es dibujar una carita feliz, sino el compromiso de
asegurar que lo que viene es aún más grande que lo que tienes. Lo puedes todo,
todo el tiempo y también puedes confiar en que hay UNA FUERZA SUPREMA a Ti,
creadora hasta de tu capacidad de ponerlo en duda, y que esa FUERZA te sostiene
en la vida.
+Esperanza. La esperanza
es el terreno del porvenir, es la confianza y la seguridad de que vas a
cosechar frutos. No es detenerte a esperar que las cosas caigan del cielo, es
hacer que sucedan y permitir que sucedan. Recuerda Dios en Ti. Eres la creadora
de tu destino.
EXPANSIÓN
+Alegría. Este primer
marcador de la expansión es un gozo, si estás en este nivel disfrutas lo que
has creado y generado, no estás parada frente a la casualidad sino al perfecto
sincrodestino. La alegría es la gasolina de tu ser creador.
+Paz. Este nivel es una zona
creativa-evolutiva, al mismo tiempo es una conexión de tu Yo interno con el
cosmos, un espacio de unidad. No se puede ocultar tu luz, eres la luz.
+Gracia. Aquí no hay
esfuerzos, es un fluir como el agua de un río. Observa a los árboles cómo sin
esfuerzo dan frutos. Tu cuerpo, tu mente y tu espíritu están más allá de las
cosas materiales y del amor corporal, estás en la antesala del amor
incondicional.
+Amor. El amor
incondicional no depende de nada externo, el amor está dentro de ti. Amar
incondicionalmente es amar sin esperar nada a cambio, amar solo por el
privilegio de hacerlo. El amor no es vengativo, el amor no retiene, el amor no
vigila, el amor no guarda rencor, el amor apoya, impulsa, libera: el amor es
incondicional. Ámate a ti mism@ y acepta el amor del mundo. El amor fortalece.
¿EN QUÉ NIVEL TE ENCUENTRAS? ¿EN QUÉ
NIVEL QUIERES ESTAR?
Todos en algún momento de nuestras vidas estamos en un punto A y
queremos estar en un punto B; pues bien, esta es la oportunidad para revisar en
qué punto te encuentras y hacia dónde quieres moverte.
Ejercicio: Escribe en una hoja cada uno de estos cuatro bloques con
las emociones que cada uno integra y enseguida escribirás cómo te sientes en
relación a cada uno de los marcadores. Por ejemplo, vergüenza: En este momento
siento una profunda vergüenza por… Observarás que lo que escribas es lo que en
este momento te corresponde trabajar, el nivel donde te empiece a costar
escribir es el rango en el que te encuentras.
Es importante que no te juzgues, estés donde estés es el resultado
del contexto en el que vives, sin duda para generar un cambio de frecuencia vas
a necesitar un cambio de actitud, trabajar en crear y generar cosas distintas y
muchas veces realizar cambios radicales. Nada afuera va a cambiar, lo único que
puede cambiar es tu propio observador, quien sí puede evolucionar eres tú.
Para los dos primeros bloques puedes usar las siguientes preguntas
a fin de profundizar y darle la vuelta: 1. ¿Qué sucedió o sucede que me hace
sentir así? Es importante que te permitas ser honest@. 2. ¿Qué requiero hacer
para superarlo? Siempre sabemos qué nos pasa y cómo podemos superarlo.
Para los dos siguientes bloques puedes usar estas preguntas a fin
de lograr un mayor desarrollo: 1. ¿Qué estás permitiendo que suceda, que te
produzca sentirte así? Eres creador@. 2. ¿Qué mujer estás siendo que genera
tales emociones? Tus formas de ser.
Esta revisión puedes hacerla frecuentemente y evaluar el avance que
vas a ir creando. Si algo va a suceder es porque quieres que suceda y esto
depende de Ti.
INFLUENCIA DE LA FRECUENCIA DE
RESONANCIA EN EL ÁMBITO DEL CRECIMIENTO PERSONAL
Por último, todas las cosas que hacemos, ejecutamos, decidimos,
etcétera… generan en nosotros un cierto tipo de energía. Esta energía forma
parte de algún patrón energético bien a nivel mental o emocional
(principalmente), que puede añadirse a cualquiera de nuestros cuerpos sutiles y
resto de componentes del sistema energético, así como influenciar el
“crecimiento” o cristalización (como lo llamaba Gurdjieff) del alma en cada
uno. Es decir, básicamente lo que aprendemos a través de lo que nos pasa o lo
que hacemos que nos pase, influye sobre nuestra frecuencia de vibración o
resonancia pudiendo incrementarla o reducirla (fluctúa siempre, y no es
estática), y que puede hacer que “potenciemos” más nuestra “esencia” interior,
o la sigamos manteniendo dormida. Eventos que nos hacen crecer, como
experiencias y lecciones superadas, incrementan el nivel de resonancia hacia
frecuencias mayores. Eventos generadores de efectos tales como traumas,
bloqueos de diversa índole, contagios del inconsciente colectivo, o ataques
energéticos, pueden alterar y reducir nuestra frecuencia de resonancia
haciéndonos más débiles o vulnerables.
Cuando vemos por todas partes que nos dicen que el “conocimiento
protege" y la “ignorancia nos pone en peligro”, no solo es un consejo que
suena bien, sino que literalmente cada pieza de conocimiento “objetivo y
factual” trae consigo su propia carga energética, que se suma a nuestro cuerpo
mental incrementando su frecuencia de resonancia global, potenciando la
frecuencia de resonancia global del sistema energético.
Puesto que además nuestro nivel de vibración global depende de la
suma del nivel de vibración de cada parte de nuestro sistema físico y
energético, cuando hablamos de que es necesario tener una salud optima, un
robusto cuerpo eterice, un cuerpo emocional sano y un cuerpo mental limpio, nos
estamos refiriendo a que todos los componentes se apoyan y necesitan entre si,
y que de nada sirve tener unos en perfecto estado, y otro hecho un asco, pues
nos hará caer en picado el nivel vibracional que tengamos.
De este modo vamos a poner atención a nuestras emociones, a mirar
hacia adentro para conocerlas y trabajarlas y contribuir así a la elevación de
la vibración individual y colectiva.
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Autora: María Rodríguez (mariarodriguezatma@gmail.com)
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