Tenemos un maravilloso cuerpo que nos sustenta y acompaña en esta
vida de ser humano.
Damos por hecho que es simplemente un cuerpo físico que a veces nos
molesta en nuestra cotidianeidad con algún dolor, limitación o incapacidad,
pero este en un concepto muy limitado.
Nuestro cuerpo es nuestro templo espiritual. Todo lo que nos ocurre
y afecta a nuestro físico contiene un gran mensaje.
Una vez leí en un artículo médico, que la enfermedad física
comienza en el alma. Si no escuchamos ni atendemos a las necesidades de nuestra alma,
enfermamos.
Nuestra alma, está a su vez conectada con todos los cuerpos:
+El físico,
+El mental,
+Emocional,
+Supramental
+Álmico.
Cualquier alteración en alguno de éstos, supondrá un defecto en
nuestra salud.
Cuando tenemos un dolor, lo primero que anhelamos es estar bien, y
que desparezca. Sin embargo, lo más importante es parar, escuchar lo que nos
ocurre y qué nos quiere decir nuestro cuerpo.
A continuación hemos de valorar qué es lo que no entiendo o acepto
de mi propio SER o de mi vida en general. Por ejemplo, puedo estar bien conmigo
mismo, pero en mi inconsciente o subconsciente sé que tengo relaciones
personales con cierto grado de rechazo emocional, incoherencia emocional o
incluso reproche.
Todo esto que nuestra mente no es capaz de ver ni analizar (puesto
que está en el inconsciente) aparece reflejado en nuestro cuerpo físico o en
nuestra vida.
A veces es fácil determinar cuál puede ser el conflicto, según la
zona del cuerpo afectada o por la enfermedad en sí. Según la biodescodificación
por ejemplo, esto está bien definido.
Otras veces, la relación está más oculta, proviene de otras vidas o
de una parte muy profunda del inconsciente.
En estos casos, hemos de conectar con la persona en una perfecta
comunión hasta alcanzar la
UNIDAD DEL SER.
Conectamos con el vacío, la verdadera escucha y el mayor respeto y
AMOR hacia la vida.
Desde aquí, entramos en el inconsciente individual y colectivo
uniéndonos a la fuente y a la ESENCIA MISMA de la DIVINIDAD.
RECONECTAMOS,…REPROGRAMAMOS,…SOÑAMOS,…. Y CREAMOS una nueva realidad con un grado más elevado
de consciencia, eliminando todo lo que no está en este nivel.
Podemos conectar con una emoción atrapada o con varios conflictos a
la vez anclados en nuestras profundidades.
Las propias inteligencias del SER, que en esta comunión se
convierten en UNA, trabajan por sí
solas. No hemos de hacer nada.
Solo ESTAR EN ESTE MOMENTO PRESENTE hasta desaparecer...desde el NO
SER DEL SER…perdidos en el espacio-tiempo…
Con pasión y amor.
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Autora: Inmaculada Perea Salguero (impesal2012@gmail.com)
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