“No Eres lo que buscas. Sentencia final” Así terminé la I parte de dos que ofrezco, con
esta:
Y es que si buscas, es que no te has encontrado. Es así de simple, porque si te has encontrado, ya has muerto a la vida y vives, mientras que si sigues buscando, sólo sobrevives con tal de no morir o de morir lo mejor posible. Y la mejor manera de morir es cuando encuentras en lo interno de ti la satisfacción íntima de estar cumpliendo con tu propósito de vida, que es vivir feliz, Siendo lo que tienes que Ser al instante.
¿Cómo hay que ir, si se ha de ir, a una guerra? Muy sencillo: sabiendo que ya estás muerto. Pues entonces el miedo a morir ha desaparecido, pues sabes que ya estás muerto en medio de la contienda.
¿Cómo se ha de ir, pues, en esta vida que parece un puro conflicto, una pura guerra por la supervivencia hasta llegar a la muerte? Igualmente de sencilla es la respuesta como lo fue a la anterior cuestión: sabiendo que ya estás muerto. Pues entonces vives tu vida sin más, y eso ya es mucho.
No obstante, si traigo de nuevo la cuestión que en el anterior (I) plantee, cuando dije que imaginaras que sólo te queda una hora – o un día – para morir… ¿Qué pasaría? Simple, de nuevo, pues solo, y sólo entonces, si haces una mínima reflexión de sentirte plenamente satisfecho del propósito que vas cumpliendo en tu vida a cada momento, puedes vivir sin que la muerte te atrape o su miedo te envuelva.
Y puedes plantearte otra cosa, y es igual de simple que todas las anteriores mencionadas: ¿puedes pasar al otro lado con la satisfacción plena de haber cumplido con tu propósito de vida? En mi caso puedo asegurarte que lo estoy, y que puedo presentarme con las manos llenas de frutos, de cosecha fértil y abundante, pues no tengo miedo a ningún juicio debido a que sé que en cada instante, sino también en todo mi pasado, he cumplido, y cumplo, sobradamente, con mi propósito de vida.
Si estrujas el jugo de tu vida a cada segundo, estás en plenitud de Ti, sin miedo a nada, muerto en vida, satisfecho con tu vida, repleto de la misma. Si das todo en cada momento, si eres plenitud a cada instante, ya te has llenado de Ti y nada has de buscar pues ya todo lo Eres sin tener que rendir cuentas a la muerte cuando llegue, pues ya has auditado a la misma al cumplir plenamente con tu propósito de vida.
Si quieres vivir sin miedo a morir, has de vivir muriendo a cada instante a sabiendas de que has cumplido con lo que sea que has de cumplir hacia ti, y de camino hacia los demás. Y si puedes ponerte delante de la muerte y decirle que estás listo, la muerte no es un problema, no es un miedo, no es más que la dicha continuada de estar listo a acompañarla ya que nada dejaste atrás, nada dejaste para luego, nada aplazaste y todo lo diste.
Si haces una intervención instantánea de tu vida auditándola, vives, y solo, y sólo entonces estás listo para morir debido a que estás y eres en plenitud de Ti en todo instante. Entonces se acabaron las búsquedas, pues te has encontrado y estás listo para vivir al haber encerrado a la muerte en el casillero de la plenitud cumplida de tus instantes.
¿Estás listo para rendir la muerte? Pues rinde todo lo posible y un poco más. Solo, y sólo entonces, vives en plenitud sin miedo a que algo te haga rendir cuentas no cumplidas.
Tengo la satisfacción plena íntima de haber cumplido sobradamente el propósito de vida, y así puedo vivir dado que he dado muerte a la muerte en vida. Y así muero cada día, sin miedo a morir, pues ya muerto estoy en mi propósito más que cumplido de vida.
¿Qué tienes tú?
==========================================================
Fuente: Deéelij
==========================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.