El silencio es, para mí, introducirme en el Universo y pegarme al Vacío
Vibrante que se expansiona amorosamente en el acontecer.
No hay preguntas ni respuestas: mi ser en la unidad del Ser. No hay espacio, ni tiempo; ni asuntos, ni conflictos; ni necesidades, ni soledad…
Vuelvo a la "vida": hablo, me río, disfruto, amo, respeto, no
juzgo, no investigo, comparto... desde ese silencio que se ha pegado a las entrañas
de mi ser.
Acepto y amo mi barco y el cauce del río: sus espacios serenos y los
abruptos, los días y las noches. Y repito con Juan de Yepes:
"Dejéme y olvidéme,
el rostro recliné
sobre el Amado...
Cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado”.
el rostro recliné
sobre el Amado...
Cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado”.
==========================================================
Autora: Concha Redondo
==========================================================
Autora: Concha Redondo
==========================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.