“El juego de la vida” y el Amor sin mente

¿Has jugado alguna vez a “El juego de la vida”? creo que se llamaba así, era un juego de mesa. Cuando pequeño, recuerdo que solíamos jugarlo en la casa de mi abuela con mis hermanos y primos, nos encantaba, y cuando llovía, más todavía porque los grandes se juntaban en la cocina a preparar deliciosos bizcochuelos y comidas donde todos colaboraban con algo ya sea amasando o contando chistes, también traían frutas o preparados riquísimos, en casa de mi abuela siempre había para comer. Era una época hermosa.

Volviendo a “El juego de la vida”, consistía en darle giro a una ruleta y avanzar en un tablero lleno de opciones y colores con situaciones como: estudias o trabajas, nació un bebé (o algo así) y entonces había designado un administrador y él te daba un hombrecito azul o rosado dependiendo del sexo, también estaba tu profesión, el tipo de casa que habitabas, el dinero que ganabas y tenías que pagar préstamos, etc. Si mal no recuerdo ganaba el que juntaba más dinero al final del camino de colores, pues todo lo que habías acumulado tenía valor de dinero y se sumaba, pido disculpas si no era bien así el reglamento pues no lo recuerdo bien. Muy real el juego ¿cierto?, ¿se parece en algo a tu vida actual?, ¿crees que estás en la vida para acumular y luego sumar con cuentas el resultado de tu paso terrenal?

Si piensas que es así, déjame comentarte algo. No te tomes en serio el reglamento, ni siquiera los objetivos, la metas, los planes y tantas cosas más con las que cargamos y sumamos a nuestra vida para hacer malabares, donde nos concentramos en tener todas esas cosas en el aire y no podemos disfrutar de lo que tenemos a nuestro alrededor, ahora, cerca, rozándote para que disfrutes. Cuando dejes de pensar en mantener todo en  el aire y controlarlo sabrás de lo que te hablo, lo percibirás con tu corazón y te emocionarás. Hazlo despacio no hay apuro, a tu tiempo, dejando fluir y aceptando como la naturaleza sabia.

Desconecta del reglamento de a poco, lento pero consciente, para que los cambios sean profundos y perduren porque los que escribieron el reglamento siempre estarán cerca para hacerte volver al juego, a la carrera, al camino que está delimitado. Deja los miedos de lado pues solo eso te une a ese reglamento y de esa forma nos controlan. Yo sé que no es fácil, a veces nos sentimos como en una caja de zapatos y no podemos ver más allá y decimos que esto de la paz y la tranquilidad y dejar fluir, aceptar, no es para mí y nos enojamos y andamos por la vida gruñendo. Respira, por favor… respira, tan solo como eso… respira, en esos momentos… respira, pero se consciente que con cada respiración desconectas y fluyes y vuelas y nadas y vives el momento disfrutando, despacio… así empiezas a dejar las cargas de a una a una, simple, sencillo, todo a su tiempo.

No me creas, experiméntalo, hazlo por favor, hazlo, intenta con paciencia, se consciente, deja el reglamento de lado, que ya lo usamos bastante, porque el secreto está en que no existen reglas en EL AMOR SIN MENTE porque cuando flotas en la nube de este amor no necesitas perdonar nada porque no hay nada que perdonar, somos todos uno y comprendemos las cosas con el corazón y aceptamos sin reglamentos ni miramientos. Para experimentar este AMOR SIN MENTE sólo debemos disolvernos en él, respirando, soltando, flotando, dejándonos llevar por una melodía sin tiempo… y cuando sientas un susurro de bienvenida estarás conmigo y podremos abrazarnos.

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Autor: Diego Alcalde (alcalde.diego@hotmail.com)
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