En una entrada del Blog se ha realizado un comentario que agradezco mucho y que plantea lo siguiente: “¿Qué puedo hacer para amarme de forma pura y plena? Llevo bastante tiempo en una situación de rechazo a mi mismo y con un sentimiento de no merecimiento que me daña y me hunde”.
El ser humano se auto-castiga y auto-lesiona de múltiples maneras: miedos, autolimitaciones mentales, culpas, sufrimientos (que son muy distintos al dolor), celos, recelos, envidas, rencores, iras, olvido de su esencia y poder divinos, falta de autoestima y complejos diversos, desgaste energético por los continuos viajes en el tiempo (saltando permanentemente entre el pasado y el futuro, sin vivir nunca en el Aquí y Ahora), pre-ocupaciones constantes, sentimiento de soledad, falta de comunicación y generación de suposiciones, asunción del trabajo herculano de ser “magistrado” de todo y todos (siempre opinando, etiquetando y juzgando a los demás y a uno mismo), alimentación insana, ritmo de vida estresante y un largo, muy largo etcétera.
¿Por qué semejante martirio auto-infligido?. Muy sencillo: por vanidad. Todos esos auto-castigos y auto-lesiones se deben a la vanidad, al ridículo empeño de ser un “yo soy” individual.
La paradoja es que con ese “yo soy” se interpreta un papel secundario y hasta estrafalario en la película de la vida, mientras que dejando de ser un “yo soy” fragmentado de
¿Qué puedes hacer para amarte de forma pura y plena?. Precisamente, no “amarte” ni amar nada ni a nadie. Eres Amor, no un “yo soy” que ama o deja de amar. Eres Amor pleno y puro. Simplemente, vive como lo que eres: Yo Soy. No hay mejor manera de “amarte” que dejar de amarse a uno mismo para Ser el Amor que Somos y Es: Yo Soy. Vive no amándote ni amando, sino, sencillamente, siendo Amor: Yo Soy.
Y siendo Amor, fluye confiando absolutamente en
Todo lo demás es vanidad de vanidades y ¡sólo vanidad!.
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Gracias por ayudarnoa romper las cadenas del ego y la mente.
ResponderEliminarBeatriz
La peor guerra es la nuestra propia, la que se genera con nuestros pensamientos, que no nos dejan vivir el momento el presente, la paz empieza en uno mismo.
ResponderEliminarYa, Emilio. Estoy de acuerdo. Aunque yo hago incapié en la escisión operada en la mente. Es el ego el vanidoso. Y la vanidad no es algo que no escoja actuar por deporte, porque no tenga nada mejor que hacer. Existe una causa para la vanidad. Y esa causa es la que debe ser sanada. Un niño abandonado se convierte en un adulto vanidoso
ResponderEliminar¡Acostumbrarnos a vivir desde el Corazón!
ResponderEliminarGracias a ambos.
desde mi punto de vista esa vanidad que engloba las emociones que has citado anteriormente y donde el yo soy las usa para perpetuarse haciendose fuerte,hay que observarlas tomando plena conciencia de ellas,y cuando le das distancia desde el observador ya no son dañinas,las contempla desde el YO SOY.el problema surge cuando te identificas con ellas desde la inconciencia donde ya eres arrastrado por el yo soy.Cuando estas en estado de presencia solo existe el YO SOY,por ello nuestra practica debe consistir en volver a ese estado presencial continuamente,cuando la consciencia se une con la conciencia se produce la magia
ResponderEliminarMuchas gracias, Braulio.
ResponderEliminarHago totalmemte mías tus percepciones.
Y encontrar ese ángulo de observador es crucial.
Un abrazo.
Pero Emilio,
ResponderEliminar¿Cómo es vivir desde el corazón? ¿Cómo es sentir desde el corazón? Perdona mi ignorancia, pero es que creo que estoy tan arraigado a esta vida occidental que vivimos tan fria y superficial,tan competitiva y mal pensada que te aseguro que me gustaría de verdad cambiarla como tú nos cuentas, como nos enseñas en tu blog y en tus conferencias pero es que... ¡¡¡no sé hacerlo!!! quiero decir, no sé por donde empezar, que hacer... no me han educado desde esa perspectiva,quizás sea un poco corto, pero es que nunca me han enseñado a nada de esto, es nuevo para mí. Espero que entiendas lo que te quiero decir.
Muchas gracias por estar ahí, un abrazo.
Entiendo, José Luis, lo que quieres decir.
ResponderEliminarQuizá te sirva un texto que recientemente me ha llegado sobre el papel del Corazón. Lo colgaré este fin de semana como entrada en el blog. Espero que te sea útil.
Gracias Emilio.Esperaré a esa nueva entrada en el blog.
ResponderEliminarLa acabo de publicar con el título "El Corazón: nuestro cerebro principal:
Eliminarhttp://emiliocarrillobenito.blogspot.com.es/2012/03/el-corazon-nuestro-cerebro-principal.html
Espero que te sea de utilidad.
Abrazos.
Estoy de acuerdo con José Luis, "no se hacerlo"
ResponderEliminarDices que uno es AMOR...puede ser en el origen , pero como siendo AMOR puede uno estar peleandose consigo mismo... desde el querer por fin despertar de este sueño...y al mismo tiempo estar atrapado por la soledad ,el vacio , el sinsentido de tu vida , la separatividad(esto hace daño) y la necesidad de amar y ser amado por Todo y por todos...????
Un abrazo querido Emilio y sigue iluminando con tu experiencia ...nuestro camino.
Miles de Gracias Emilio...Te quiero desde el principio de los tiempos.
Y te correspondo, Peregrina, desde el inicio de los tiempo con el Amor que Soy y Eres.
ResponderEliminarEspero que te sirva la entrada que, a propósito de las preguntas de José Luís, he insertado en el blog:"El Corazón: nuestro cerebro principal" (http://emiliocarrillobenito.blogspot.com.es/2012/03/el-corazon-nuestro-cerebro-principal.html).
Igualmente, volcaré en un texto algunas inspiraciones e intuciones que he sentido bajo la influencia de tu comentario. No conozco aún sus contenidos exactos, la Providencia se encargará de ello, pero si puedo adelantarte el título de lo que será la entrada del blog: Nacer es “no-hacer”: Vivir es ¡Vivir! (“no-hacer”).
Abrazos, Besos y Bendiciones de Amor
Hola de nuevo, Peregrina.
ResponderEliminarLa entrada anunciada ya ha sido publicada.
Abrazos
Hola amig@s-herma@s, me gustaría unirme si me permitís a esta vuestra tertulia, al leer vuestras entradas me han venido estas ideas, no sé si os servirá de ayuda pero al escribirlo también me ayuda a mí, creo que quizás primero sería importante aprender a amarnos a nosotros mismos, como entidad y ser, para luego desde ese amor reconocido, trasladarlo hacia el exterior, como bien dice Braulio en un párrafo anterior, desde el observador, el YO SOY. Recuerdo un día hace ya bastantes años, iba paseando por la calle y empecé a palpar el instante, la belleza del día que estaba contemplando esa mañana, sentía el sol acariciarme mi pelo, la piel de mi cara, los colores intensos me hicieron emocionarme, de repente sentí una gozosa sensación de plenitud y amor, que me hizo sentir la sensación de que flotaba, sí, por un momento creí que no pisaba el suelo, que iba en total estado de éxtasis, fueron unos segundos pero tan intensos que aún los puedo sentir, creo que eso es el amor, cuando no hay separación, estás en el TODO, en un COMPLETO TODO.
ResponderEliminarGracias Enrique por enseñarme a ver. Saludos y abrazos desde el corazón.
Gracias, Ann.
EliminarLo han subrayado todos los maestros de todas las épocas y lo enfatizó muy especialmente Jesús: "Ama al prójimo como a ti mismo". Este "como a ti mismo" se suele olvidar, pero es la condición necesaria e imprescindible para poder amar a los demás. ¿La razón?. Muy sencillo: el amor a uno mismo desvela la gran realidad de lo que somos: ¡Amor!.
A partir de lo cual, ni siquiera se ama a nadie ni a nada, sino que se Vive siendo Amor y llenando con él, de manera natural y espontánea (no teniendo que hacer, no teniendo que amar) cuanto nos rodea.
Abrazos.