No trates de
dominar… y nunca te enfades. De hecho, en la medida que cesa la lucha del ego,
adquieres una imperturbabilidad que hará imposible que te enojes por nada ni
por nadie. El otro podrá intentarlo, por ejemplo, insultándote, pero tú no te
sentirás aludido. Si alguien se enfada o insulta, es su problema. Nada tiene
que ver contigo. El insulto solo será tal si a ti te lo parece; en caso
contrario, no te sentirás insultado. Y si te afecta y respondes de la misma
manera, será señal inequívoca de que el enfado o el insulto del otro era solo
la excusa que necesitabas y estabas esperando para sacar a la luz la ira o el
enojo que ya bullían en ti.
Nunca te
enfades… Y si alguien de tu entorno lo hace, toma consciencia de que ese enfado
que experimenta es una enfermedad con la que está envenenando su cuerpo y su
ser. Por tanto, no le respondas con ira, sino con compasión… Si a alguien le da
un infarto de corazón tú no te peleas con él, sino que lo atiendes en la medida
de tus posibilidades y lo llevas a un hospital. Pues de idéntica forma, si
alguien se enoja, se enfada o te insulta, no te pelees con él, percibe su
enfermedad y responde con compasión.
Viejo
hábito
|
Nuevo
hábito
|
Enfadarte,
sentirte aludido por los insultos de otro y enojarte sin darte cuenta de que
el enfado o el insulto de ese otro era solo la excusa que necesitabas y
estabas esperando para sacar a la luz la ira que ya bullía en ti.
|
Adquirir una
imperturbabilidad que haga imposible enojarse por nada ni por nadie. Si
alguien te insulta, es su problema. Nada tiene que ver contigo. El insulto
solo será tal si a ti te lo parece; en caso contrario, no te sentirás
insultado. Y si alguien de tu entorno se enfada, toma consciencia de que ese
enfado que experimenta es una enfermedad… Si a alguien le da un infarto de
corazón tú no te peleas con él, sino que lo atiendes en la medida de tus
posibilidades. Pues de idéntica forma, si alguien se enoja o te insulta, no
te pelees con él, percibe su enfermedad y responde con compasión.
|
El deseo de
dominio y los enojos son propios del ego. Cuando dejas de estar abducido por la
mente y tomas el mando consciente de tu vida, el piloto automático del ego se
desactiva y fluye lo que auténticamente eres. Entonces eres imperturbable y
todo cambia simplemente porque tu actitud cambia: todo pasa a ser distinto y
contemplas el mundo tal y como verdaderamente es. Tú eres lo único que estaba
inquieto y eso te impedía ver las cosas como son. Ya no lo estás y ves la
realidad.
===================================================
Del libro de Emilio Carrillo titulado Sin mente, sin lenguaje, sin tiempo (Ediciones ENDE, 2015): http://www.sinmente.com/
===================================================
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.