Al hablar de procesos de compra y de venta, lo natural es pensar en lugares como comercios, oficinas o establecimientos en los que hay transacciones económicas, pero la simple trasmisión de una idea o una opinión, contiene una vibración parecida.
Cuando se estudia la energía vital de un comercio, de una
oficina o de un establecimiento, lo primero que se presta atención, al margen
de la fluidez de su energía, es la intención del proceso más allá del proceso
económico.
Por ejemplo, en el caso de una óptica, su intención es
mejorar la vista, en el caso de una compañía de telecomunicaciones es facilitar
nuestra comunicación, en una gestoría tratan de facilitar nuestra gestión y
administración, en un gimnasio procuran mejorar nuestra salud, en un centro
estética, nuestra belleza externa, en un centro de yoga, nuestra belleza
interna, y así un largo etcétera de ejemplos.
Cuando la intención profunda de un proceso de venta se
tiene claro, es más fácil crear un entorno que facilite el proceso de compra,
ya que la energía del comprador se enfocará más fácilmente en el beneficio real
que obtiene.
La clave de una buena circulación de la energía de para
este proceso es la confianza.
Algo similar ocurre con la transmisión de una idea o de una
opinión.
Tras cada idea u opinión hay un motivo trascendente.
Tras la idea de un diseño gráfico puede haber una intención
de comunicar, tras la opinión sobre el comportamiento de un hijo puede estar el
orden, transmitir una idea para las vacaciones puede contener el objetivo del
descanso, opinar sobre la elección de un sofá puede llevar implícita la
intención de la comodidad. De nuevo, podemos encontrar un largo etcétera y, al
igual que ocurre con el ambiente de un lugar, la base de la buena comunicación
y posible admisión de la idea u opinión, es la confianza.
Cuando la base real de la oferta de un negocio o del
enfoque de una idea u opinión es la manipulación o un beneficio unitario, es
muy difícil lograr un ambiente de confianza.
Si estás pensando en decorar tu propio negocio u oficina, o
si ya lo tienes decorado pero sientes la necesidad de reforzar las ventas,
trata de trascender el mensaje meramente económico y prueba a mostrar y
recordar los valores reales adquirirá la persona que confíe en tu ofrecimiento.
Si lo que pretendes es ofrecer una idea u opinión, trata de
centrarte en el objetivo real y prueba a exponerlo desde un principio.
Un proceso de compra-venta satisfactorio tiene siempre como
base la confianza y el beneficio de todas las partes.
Decorar un espacio para que los procesos fluyan, es
posible. Preparar tu interior para ello, también.
La base de ambos es integrar el beneficio real que hay tras
lo que se ofrece y mostrarlo con naturalidad.
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Autor: Andrés
Tarazona (andres@andrestarazona.com)
Todos los jueves, desde el 7 de noviembre de 2019, Andrés comparte
en este blog una serie de publicaciones centradas en
el Diseño Sentido: interiorismo y diseño consciente de viviendas, comercios
y empresas que mejoran la calidad de vida.
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