4/4/20

Por sus obras los conoceréis


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Texto: Emilio Carrillo y Lola Rumi
Audio: La Voz de Pankara
https://www.youtube.com/watch?v=W-gfXqiDukY&amp=&feature=youtu.be
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Abundan en estas fechas las convocatorias a “meditaciones” de todo tipo, incluidas “meditaciones mundiales”.

Dejando a un lado que la meditación (Sanyama) nada tiene que ver con eso, tenemos el mayor respeto hacia tales iniciativas. No dudamos de que a ellas se sumarán muchas personas de corazón. Bienvenido sea: bienvenidas las visualizaciones de salud y paz, los pensamientos positivos hacia la humanidad, las intenciones armoniosas hacía la Madre Tierra, etcétera.

Ahora bien, debemos percatarnos en consciencia de que hay un riesgo: el de quedarse ahí y no dar el paso de compromiso personal -efectivo, directo y rotundo- que corresponde ahora dar, ante los acontecimientos distópicos que vivimos y viviremos, en nuestra vida real y cotidiana.

Si deseamos construir una nueva humanidad, no está de más visualizarla o pensar en ella, pero lo imprescindible es crearla y plasmarla fehaciente en el aquí-ahora de nuestra vida con nuestros actos y nuestras obras. Ni más, ni menos. Sin ello, todo lo demás no sirve para nada.

No en balde, como enseñó Jesús de Nazaret cual colofón a su Sermón de la Montaña: "por sus obras los conoceréis” (Evangelio de Mateo 7,16). Valga con unos pocos ejemplos:

+¿Cuál es tu estilo y ritmo de vida: es sencilla; o sigues embarcado en el culto a la velocidad, el ajetreo incesante, la distracción alienante y el entretenimiento lelo?

+¿Cómo te relacionas con los demás: desde la competencia, el intento de dominio y control y la imposición de tu manera de ver las cosas; o desde la cooperación, la solidaridad, el respeto, la compresión, la tolerancia y la empatía?

+¿Y tus hábitos de acumulación y consumo: eres austero, compartes lo que tienes y te has dado cuenta de que necesitas poco y lo poco que necesitas lo necesitas poco; o sigues anclado en el acaparar, atesorar y consumir ciegamente?

+¿Y la alimentación: has dejado de dañar con ella a otros seres vivos; o continúas ingiriendo carne de dolor de animales salvajemente explotados y asesinados?

+¿Y tu círculo de compasión, hasta donde llega: se limita a tus seres queridos, amigos y familiares; o los has ampliado a toda la humanidad -sin fronteras ni banderas de ningún tipo-, a todas las formas de vida –superando el absurdo especismo de creerte, como humano superior-, a la Madre Tierra en su conjunto y al Cosmos y la Existencia en su totalidad?  

Hazte preguntas como estas y respóndelas sin auto-engaños para, a partir de ahí, impulsar la auto-transformación que te convierta en semilla de la nueva humanidad que deseas.

Es la hora del verdadero compromiso con uno mismo, con los demás y con la Vida en su plenitud. Es la hora de la impecabilidad y la autenticidad. Es el momento.

Y es el momento de que nuestra Esperanza de un mundo mejor lo sea de verdad. No la esperanza inconsciente de que las cosas vuelvan a ser como eran: no, por favor, más de lo mismo no –una humanidad sufriente, deshumanizada, separada de los demás seres vivos, la Naturaleza y el planeta…-. Sino la Esperanza consciente de una nueva humanidad de la que cada uno nos convertimos activamente en factor de impulso con nuestra ejemplaridad de vida en cada instante del día a día

Un cálido abrazo para tod@s

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