31/1/19

Emilio Carrillo en Sevilla (Encuentros Mensuales): jueves 7 de febrero de 2019, 18:30h


Diversas tradiciones espirituales y textos milenarios indican que la humanidad actual no es la primera, ni la última. Este Encuentro entrará de lleno en ello, examinando los siguientes temas:
+El devenir del planeta Tierra: Cadenas planetarias y Rondas.
+La evolución de la humanidad y las siete razas-raíz: Protoplasmática, Hiperborea, Lemuria, Atlántida, la humanidad actual y las dos venideras.
+El papel de cada humanidad en el proceso evolutivo general.
+La importancia del momento presente.

7 DE FEBRERO, jueves, 18:30 horas, SEVILLA

“Lemuria, Atlántida y la humanidad actual: las humanidades pasadas y las que vendrán
(Encuentros Mensuales con Emilio Carrillo en la Politécnica de la Universidad de Sevilla)

Programa: 
18:30 Conferencia.
20:00 Coloquio.
21:00 Cierre.

Salón de Actos de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla (C/ Virgen de África 7, junto a Avda. República Argentina -Metro: Parque de los Príncipes-)

Aportación: 5 euros. Esta cantidad se podrá abonar:
+En “El Rincón de Kiko” (C/ San José 21-23, Pasaje)
+A la entrada de la charla-coloquio.
Si desea reservar de plaza: rincondekiko@gmail.com, indicando nombre y dos apellidos
Ante cualquier duda o para mayor información, escribir a dicho correo electrónico

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Nueve más uno


Autor: Deéelij


1.       Aconteciéndonos

En un instante sin instantes, somos, estamos. Somos eternos. Estamos eternos.
Sabemos de nuestro Ser, y del No Ser; del Estar y del no Estar. Todo lo sabemos, y a todo alcanzamos, siendo el Todo. El Todo, todo lo abarca, todo lo cubre, todo lo diseña, todo lo manifiesta; en un sin nada concreto que lo pueda expresar. La expresión de la Esencia es no descriptible, sólo Perceptible en Uno, en la Mismidad de su expresión sin expresión.
Mientras que en el Ser se sabe, en el No Ser se experimenta lo que se sabe. Y todo es al instante en el Todo y en el todo donde el Todo se acontece en el todo; siendo el todo un acontecimiento del Todo en todo su manifestar eterno sin inicio ni final.
Todo es todo. La Esencia acontece en la sustancia, y la esencia se impregna de la Esencia.
En el Todo no hay linealidad. Sí la hay en el todo. Para acontecer al Todo desde el todo, hay que romper la linealidad; entonces se da una alineación desde el todo al Todo.
 En y desde el Todo Nos amanecemos.


2.       Amaneciéndonos

Al pronto el tiempo es el nuevo hogar, una nueva dimensión e incluso densidad. Entramos, con más o menos elegancia. Hacemos y deshacemos. Es un nacer continuado a incontables experiencias, integrándose al instante en el no instante desde distintos instantes medidos, a veces, quizá muchas, desacompasadamente, visto desde los instantes contables. Es lo visto y no visto, el ahora en cada instante sin dejar de ser el ahora; aunque la inmersión produzca cierta distancia, incluso nostalgia. 

Cada amanecer es un acontecer distinto en la linealidad del tiempo; por igual lo es desde el no tiempo.
Nos acompañamos unidos olvidándonos de lo pactado, del recuerdo de ser el Todo. En el olvido nos encontramos, y al hacerlo anhelamos el regreso al Todo. Aunque no es necesario el regreso si en conexión, despierto en el amanecer del recuerdo olvidado, permanecemos.
Nos amanecemos al amanecer en Uno. Cuando otro amanece en Sí, y ambos se unen, juntos permanecen amaneciéndose en mutuo acuerdo.
Incluso aunque en cada amanecer no se despierte y el olvido permanezca echado,  es un amanecer aprendido, experimentado, absorbido, integrado; pues sea lo que suceda, todos nos nutrimos desde todos, y en el Todo.


3.       Nutriéndonos

Con apoyos o sin los mismos en cada amanecer, Nos alimentamos mutuamente con las particularidades realizadas.
La ingesta, mientras nos amanecemos, puede no ser la más productiva, pero mientras en el amanecer se esté, nutriéndonos estamos. En el devolverse, todo es sumatorio y multiplicativo, integrado y derivado. Todo nutriente es un alimento para la Singularidad que lo comparte en la Unicidad y la Totalidad.
Compartir es el verdadero hacer del nutriente del alma en sus amaneceres. Incluso cuando el compartir no parece que sea la fórmula, es la fórmula que se use lo que se comparte.
La cuestión es que absorber el alimento de la experiencia en vida puede resultar dificultoso para ese amanecer, pero siempre es un amanecer del que alimentarse, aunque en la linealidad no se note ni se entienda. En ello estamos en cada amanecer, nutriéndonos e ilustrándonos al instante, como espejos, como somos olvidando que Somos. 


4.       Ilustrándonos

El aprendizaje de lo que no se Es, constituye un sumatorio elocuente de las múltiples experiencias que componen la ilustración de conocimientos empíricos.
Desde la oscuridad el aporte lumínico de nuevas ilustraciones aportan datos suculentos desde los que desarrollar nuevas muestras concluyentes en lo individual y colectivo.
Las velas del conocimiento experimental van encendiéndose, progresivamente, mostrando claro lo que era opaco, traslúcido y hasta oscuro.
La inmersión en la oscuridad representa un aporte ilustrativo que conduce a una luminosidad clarividente, hermosa, siempre magnífica.
Poco a poco, supone el sumatorio que conduce a la asimilación propia y de conjunto.

5.       Asimilándose

Si me asimilo, asimilo. Asimilo al asimilarme. El fruto evidente de la ilustración se manifiesta en un cordón de acontecimientos que me acontece y nos acontece.
Asimilo desde el desconocimiento puro. Si poseyera un conocimiento, la asimilación inicial podría tener una asimilación contaminada por una ilustración no encadenada desde un inicio sin inicio, sin un partir concreto.
Parto desde la Nada a la nada, nadando en la nada hasta asimilarme en la Nada del Todo; cuando Todo es nada y Nada es Todo.
Siendo nada, puedo nadar asimilándome/nos, ilustrándome/nos, nutriéndome/nos, para al final amaneciéndome /nos.
Puedo partir desde la nada sin Nada, y con Todo a la vez; aun no sabiéndolo; o no creyendo que se sepa.
En la experiencia aprendo recordando lo que siempre he sabido.
Si no me comprendo, no te comprendo. Si me comprendo te comprendo y así florezco y florecemos.


6.       Floreciéndonos

Florezco en mí al florecer en ti. Si tú floreces, ambos logramos la apertura de los pétalos al asimilarnos.
Florecer es un ir y venir sin cesar, agradable y amable.
Germinamos desde un arroyo que brota incesantemente hacia el río de nuestras ilustraciones. Germinamos gestándonos de un inicio quizá incierto, quizá granándose, pero creciendo, emergiendo hasta consumar en un océanos de hojas coloridas que flotan dejándose mecer por la olas de los vientos de una voluntad decidida, entendida; no obstante hemos de entendernos al florecer para madurar en una oxigenación original, perpetua, incesante.
Al estar en lo incesante, incesantemente fluyendo, dentro de lo perecedero, surgimos y resurgimos emergiendo a un nuevo manantial desde el que contemplar el sumatorio; por ello, nos encontramos en un incremento sustancial, esencial y vital de un brotar hacia una multiplicación continuada que nos conduce, suavemente, a un incrementar y un incrementarnos.


7.       Incrementándonos

Partimos de cero, hasta incrementarnos floreciendo, luciendo, brillando. Es la secuencia de nuestras secuelas libremente acogidas.
Intensificamos la intensidad, crecemos, nos expandimos, nos elevamos y volamos sin un final concreto, sin un concreto declinar, sólo inclinándonos hacia lo que más bien es cierto: Uno, y Todos: Todo.
El Todo no nos incrementa si se incrementa, el Todo es el incremento incesante, y manifiesto.
En el incrementarnos nos dilatamos hacia un final sin final; sólo y quizá, si así se quiere, es un crecer sabido sin necesidad de una expansión concreta, pues lo concreto es que somos la expansión incrementándonos.
     Entonces se despeja la ecuación, sin que por ello aparezca una solución, pues ambos somos la solución a todo y desde Todo.
     Extendemos el abrazo sin ceñirlo en un guiño apretujado, más bien liberador y dulcificador.
    En el incremento propio y solidario acompasa el recompensarnos sin una compensación específica, sin una recompensa terminal; solo nos recompensamos. 


8.       Recompensándonos

¿Acaso necesitamos o buscamos la recompensa? En modo alguno es así. Recompensarnos es admirarnos, potenciarnos desde nuestras esencias expandidas.
Nunca la recompensa es efímera, pues si lo fuera no sería más que engaño. La recompensa es un homenaje perpetuo que nos ofrecemos al mostrarnos. Es una remuneración sin retribución y mucho menos sin retención. La fiscalización de la recompensa al recompensarnos es inviable; no posee sentido, está al margen de lo que es esencial.
El laurel del premio es la virtud de la valía sostenida, amparada en Sí. La medalla posee valor infinitamente relativo, pues la cuestión es la cuestión de la medalla, no la medalla en sí.
Poseemos sin poseer. Tenemos sin tener. Pertenecemos sin pertenecer. Somos sin dejar de Ser. Y en el Ser, al Ser de nuevo, lo que siempre Somos mientras estamos siendo eso que somos, salta la corona de la inspiración. Y en la inspiración nos inspiramos. El Ser nos inspira, y nos inspiramos en Él.



9.       Inspirándonos

Si en el Todo nos inspiramos y desde Él inspiramos ¿qué nos inspira?
La percepción obedece a lo interno del Ser. Las sensaciones proceden de lo recibido mediante los sentidos; y esto es lo que nos puede inspirar, inspirar a lo que no se Es. Es lo que nos puede perder.
En la inspiración mutua mediante sensaciones no productivas dejamos de inspirarnos desde Nosotros en el Ser.
En el dejar de inhalar el humo de las sensaciones vacías y sin sentido encontramos la auténtica inspiración, la del Ser el Todo en el todo pese a que lleguen reflujos de sensaciones que aletargan y retrasan la devolución a la única pertenencia: al Todo.
Sin inspiraciones externas a nuestro Ser, recuperamos la creatividad propia de nuestro Ser esté donde esté y resida al modo que resida donde sea que fluya, pues en el fluir de la inspiraciones propias nos devolvemos a la Esencia de la que nos acontecimos, amaneciéndonos, nutriéndonos, ilustrándonos, asimilándonos, floreciéndonos, incrementándonos y recompensándonos al inspirarnos definitivamente en el devolvernos a nuestro Ser. 

10.   Nueve más uno: Devolviéndose

El Devolviéndonos, nos encadenamos sin cadenas a un rodar sin  rueda; a un ir sin marchar; a una marcha sin jornada; a un punto sin inicio ni final.
Devolviéndonos regresamos sin partidas, sin salidas, sin llegadas, sin metas ni objetivos. Sólo nos dedicamos a ir devolviéndonos una y otra vez sin que haya una vez, ni un instante ni momento medible.
Nos devolvemos sin un deber. Devolvemos devolviéndonos, Siendo; Siendo el Ser sin momento medible; en una eternidad perpetua; en Amor estallando; estallándose sin nada que demoler.
¿Nos devolvemos ni un nada concreto en el qué hacer?

Terminado de escribir a día 21/11/18


Nota 1: Si quieres  en formato PDF todo lo escrito, por mí, en este blog, desde junio de 2018 hasta ahora, sólo ha de solicitarlo en mi correo electrónico: deeelij@gmail.com

Nota 2: Si quieres en formato PDF mi libro “Alas sin plumas” también lo puedes solicitar en el mismo mail.

30/1/19

Sabed dar


Y uno le rogó que le hablara sobre el dar. Y Abul Beka así le dijo:
—El saber dar es toda una filosofía. No todos aquellos que dan están dando.
»Dar limosnas puede ser denigrante para aquellos que las reciben, mas dar caridad es dar amor y esto solo puede vivificar a aquel que lo recibe.
»Dar las sobras no es sino acallar la conciencia. Dar aquello que uno mismo necesita es quitarse de la boca para dar a otra boca, y en verdad te digo que solo de esta forma se alimenta el espíritu.
»Dar tampoco es dejar a otro para que dé en nuestro nombre o en nuestro anonimato. Dar es sentirse uno con aquel a quien se da.
»Mira el muro de una casa: ¿acaso todas sus piedras no se dan unas a otras? ¿Acaso no hay caridad entre todas las hojas de un árbol? Dime pues por qué es tan difícil crearla en el cuerpo de la Humanidad.

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Autor: Cayetano Arroyo
Fuente: Diálogos con Abul Beka (Editorial Sirio)
Nota: En homenaje a la memoria de Cayetano Arroyo y Vicente Pérez Moreno,
un texto extraído de los Diálogos de Abul Beka se publica en este blog todos los
miércoles desde el 4 de octubre de 2017.
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Emilio Carrillo en Mérida: viernes 15 de febrero de 2019, 19h




15 DE FEBRERO, viernes, 19:00 horas, MÉRIDA

Conferencia de Emilio Carrillo:
“Guía básica para nuestra trasformación interna y crecimiento personal”

En las Jornadas “Despierta Extremadura: charlas con consciencia”

Hotel Romero Mérida (Autovía A-66 “Ruta de la Plata”, salida Km 630)

Entrada libre y gratuita hasta completar el aforo. Para mayor información: 656 815 710 / 684 215 316

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29/1/19

"II Encuentro Andaluz de Teosofía" (Sevilla, sábado 16 marzo 2019): "La vida más allá de la muerte" (Con José Tarragó, Isaac Jauli, Juan Carlos Crespo, Emilio Carrillo...)


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“II ENCUENTRO ANDALUZ DE TEOSOFÍA”
La vida más allá de la muerte
-En homenaje a Antonio Alonso Vital (1891-1984)
y en apoyo a la Protectora de Animales “Buen Amigo”-
Sábado 16 de marzo de 2019
Organiza: Sociedad Teosófica Española. Grupo “Fraternidad” de Sevilla
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Salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla
(C/ Virgen de África 7, junto a Avda. República Argentina –Metro: Parque de los Príncipes-)
(Aforo: 400 butacas)
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PROGRAMA

09:30 Inscripciones y recogida de la documentación
10:00 Presentación del Encuentro
Lola Rumi. Secretaria del Grupo de Estudios Teosóficos Fraternidad de Sevilla
10:20 Mantras: del Sonido al Silencio
Grupo Arunachala
10:40 Aproximación a Antonio Alonso Vital
Maribel Cintas. Catedrática de Lengua y Literatura
11:00 La muerte no existe
José Tarragó. Vicepresidente de la Sociedad Teosófica Española
11:40 Descanso
12:00 Preparación de la mente y las emociones en nuestro viaje al más allá
Isaac Jauli. Doctor en Psicología Clínica y especialista en Psicología Junguiana
13:00 Coloquio con José Tarragó, Isaac Jauli, Caridad Oliva y Lola Ortiz
14:00 Descanso
17:00 Sobre la Protectora de Animales “Buen Amigo”
Cándida Valera. Presidenta de la Protectora de Animales “Buen Amigo” de Los Palacios (Sevilla)
17:20 El “Túnel de Luz” en las Experiencias Cercanas a la Muerte según la Medicina Tradicional China
Juan Carlos Crespo de la Rosa. Doctor en Medicina y Presidente de la Asociación Española de Medicina integrativa
18:20 ¿Qué hay después de la muerte?
Emilio Carrillo. Escritor, profesor y divulgador especializado en el desarrollo de la Consciencia
19:20 Descanso
19:40 Coloquio con Emilio Carrillo, Juan Carlos Crespo de la Rosa Paqui Vinuesa
20:40 Concierto meditativo
Luis Manuel Moreno
21:00 Cierre

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Aportación: 15 euros.
Los ingresos se utilizarán para abonar el alquiler del local y los gastos de organización y apoyar económicamente a la Protectora de Animales “Buen Amigo” de Los Palacios (Sevilla) (Ver vídeo al final de esta información)
Pago:
+Mediante transferencia bancaria a la cuenta: ES92 2100 7595 5902 0005 7565
+En El Rincón de Kiko (C/ San José 21-23, Pasaje)
+Sin pago previo: se abona a la entrada del Encuentro. En este caso, se aconseja enviar un email para reserva de plaza a esta dirección de correo: teosofia.sevilla@gmail.com (ojo: teosofia sin acento), indicando nombre y dos apellidos (Nota: no se contestará el email confirmando plaza, pues esta es automática; solo se responderá si el aforo se hubiera ya cubierto).
Ante cualquier duda, escribir al correo electrónico indicado.
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Para mayor información:
Web:
https://teosofiasevilla.com
Blog:
Facebook:
Canal YouTube:
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HOTELES CERCANOS AL LUGAR DEL ENCUENTRO Y EL CENTRO DE LA CIUDAD
+Hotel Monte Carmelo (****):
+Apartahotel Resitur (***):
+Hostal Dalis (**):
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VÍDEO DE LA PROTECTORA DE ANIMALES "EL BUEN AMIGO"


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El Alfabeto Emocional



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Enviado por Carmina (cgirasol@telefonica.net)
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28/1/19

Web del Proyecto de investigación "Consciencia y Sociedad Distópica"


Gracias al trabajo generoso de María del Mar Jíménez Zamora, ya está en servicio la web del Proyecto de investigación "Consciencia y Sociedad Distópica":

Todavía está en construcción y al casi medio centenar de textos (artículos, entrevistas...) que ya incluye, pronto se le sumarán otros muchos que han ido llegando al Proyecto gracias a las aportaciones de numerosas personas interesadas en sus contenidos.

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La mirada pesimista y admonitoria que surge tras las sucesivas crisis económicas y políticas (Proyecto Consciencia y Sociedad Distópica)


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El blog El Cielo en la Tierra publica todos los lunes, desde el 3 de septiembre de 2018, una entrada relacionada con el Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica. Por medio de la web del Proyecto se puede tener información detallada sobre sus objetivos y contenidos y cómo colaborar con él:
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Si lo que aquí va a leer le resulta exagerado, envíele un email a su yo de 2007 con un pequeño informe de la situación en las últimas semanas...  (Julián Díez sobre Cenital, de Emilio Bueso)

En 2014, treinta años después de cruzar el 1984 imaginado por George Orwell, las distopías están de actualidad. Por un lado, se ha producido un boom del género en su vertiente juvenil, auspiciado sin duda por el éxito de la trilogía de Suzanne Collins Los juegos del hambre. Por otro, la crisis económica y la desafección política, con su consiguiente desconfianza hacia el futuro, han alimentado una mirada pesimista, y al mismo tiempo admonitoria, que encaja perfectamente con las bases del género.

Las cosas aún podrían ir peor, parece que queremos decirnos, no se sabe si para evitarlo o para prepararnos. Vamos directos al abismo, gritamos, sin saber si queremos asustarnos, concienciarnos o fomentar la revolución.

¿Cómo luchar contra semejante estado de ánimo? ¿Cómo enfrentarnos a unos poderes que parecen superarnos? Una de las respuestas sería, quizá, mirar la forma en que lo hacen los antihéroes distópicos: en entornos todavía peores, luchan, pelean, tratan de resistirse. Pierden, sin duda, pero después de haberlo intentado. ¿No deberíamos hacer lo mismo nosotros, antes de que sea tarde?

He ahí, en ese interrogante por supuesto simplificado, parte del éxito actual de las distopías. En el mismo tipo de entorno y de frustración, de hecho, que generó los grandes títulos del género (basta acercarse a las consideradas distopías fundacionales, con permiso de Wells y Zamiátin, para comprobarlo: Un mundo feliz, de Aldous Huxley, apareció tras el crack del 29; y el 1984 de Orwell y Farenheit 451 de Ray Bradbury, tras la Segunda Guerra Mundial). No es de extrañar, por tanto, el auge actual de series televisivas como Black Mirror, una apoteosis distópica, o el de las adaptaciones al cine de Los juegos del hambre y sus sucedáneos.

Son ejemplos de esa necesidad catártica que tenemos de enfrentarnos a las derivas de nuestro presente: derivas económicas, políticas, biológicas, tecnológicas, medioambientales... Dicho de otro modo: ¿de veras creemos que el hecho de que la moda zombi, con sus masas desquiciadas, y la moda vampírica, con sus monstruos de alta alcurnia, hayan precedido a la moda distópica es una casualidad?

Especulaciones al margen, el hecho es que nos hallamos, sí, en pleno auge de las distopías. Junto a la ucronía, con sus pasados alternativos, y junto al retrofuturismo o steampunk, con su recuperación de una época en la que el futuro era todavía prometedor, se trata del único subgénero de la ciencia ficción que sobrevive a la apisonadora de la fantasía, que de J. K. Rowling a Patrick Rothfuss y George R. R. Martin parece haberse acomodado mejor al signo de los tiempos. Lejos ya el interés por las aventuras espaciales, las invasiones alienígenas, la ciencia hard y los grandes avances tecnológicos, lectores y espectadores parecen sentirse más atraídos por los planteamientos simbólicos, por la magia y las luchas morales de la fantasía épica, que por la concreción obsolescente de la vieja ciencia ficción.

En ese contexto, distopías, ucronías y retrofuturismo, más cercanos a la frontera entre ambos géneros, tenían las de ganar. Al fin y al cabo, y bien mirado, el éxito de Star Wars debería de habérnoslo advertido: por muy de ciencia ficción que pareciera, la saga de George Lucas era sobre todo de fantasía, y la elección final de la primera película, en la que Luke Skywalker elegía La Fuerza en detrimento de los ordenadores, así lo anunciaba en los años previos a la transición entre ambos reinados.

Todo lo dicho, sin embargo, ocurre en medio de extrañas paradojas (…) Para el público general, además, es difícil distinguir entre las distopías, las antiutopías, ciertas novelas de anticipación, las narraciones apocalípticas y el cyberpunk y sus derivados, ya que se trata de géneros fronterizos que tienen en común una visión negativa del mañana. La historia misma del género, para colmo, es desconocida más allá de los clásicos indiscutibles, de modo que títulos tan destacados como Limbo, de Bernard Wolfe, Mercaderes del espacio, de Frederik Pohl y C. M. Kornbluth, Todos sobre Zanzíbar, de John Brunner, Las torres del olvido, de George Turner, o el clásico español Lágrimas de luz, de Rafael Marín, apenas han sido leídos por la mayoría. Y pese a todo, la distopía avanza, convence, crea afición.

La distopía muta, se transforma, fagocita géneros adyacentes. Y es una buena noticia, en lo social y en lo literario: en este último terreno, porque la distopía no puede ser mediocre; requiere la creación de un mundo, de una sociedad, requiere un conflicto bien desarrollado, requiere grandes personajes. Requiere autores de altura, porque una distopía mal escrita no aguanta el peso de su propia apuesta. Pero también es bueno, posiblemente, en lo social, porque no hay mejor antídoto contra el futuro distópico que la propia difusión de la distopía. Incluso, y no es poco, frente al peligro de que un hallazgo del calibre del Gran Hermano acabe pervertido en forma de show televisivo que contradiga su naturaleza...

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Autor: Ricard Ruiz Garzón (Escritor y periodista)
Fuente: Fragmento de la presentación del libro
Mañana Todavía. Doce distopías para el siglo XXI
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27/1/19

Los Viajes Iniciáticos de H.P. Blavatsky (Enseñanzas Teosóficas: 102)




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Autor: José Rubio Sánchez
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Las Enseñanzas Teosóficas se publican en este blog cada domingo, desde el
19 de febrero de 2017
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El poder del amor


Os recomiendo la lectura del libro El poder del amor de María Teresa Jiménez Ortega. Es la autobiografía de una mujer que perdió a dos hijos en circunstancias diferentes y que transcendió estas realidades a partir de incrementar el brillo de su ser interior. La obra apunta también a las luces y sombras del enfoque convencional de la psiquiatría y reivindica un trato más humano para los pacientes y sus familiares. Un testimonio valiente y comprometido de lo mucho que podemos hacer cualquiera de nosotros para superar las peores adversidades y para hacer realidad un mundo mejor.


      Puedes encontrar la obra en Internet (https://www.ediciones-ende.com/producto/el-poder-del-amor/) y en un gran número de librerías de toda España.

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