30/3/12

Meditación: algunos consejos prácticos

Una persona anónima ha realizado el siguiente comentario en la entrada del blog titulada De Guías Espirituales y de la gente del entorno más cercano (publicada ayer, 29 de marzo):

¿Por qué es tan difícil meditar?. Pregunto esto ya que a mí me resulta de lo más complicado. Será que quiero ir más deprisa de lo que realmente puedo en este momento de mi evolución y quisiera poder sentir algo que en mi interior sé que está pero muy oculto. A mí todo lo relacionado con estos temas me suenan en el fondo muy familiares y lo veo de lo más normal, pero no logro que se plasme en nada ¿qué puedo hacer?. Un fuerte abrazo de amor.

En contestación a sus preguntas, comparto con tod@s vosotr@s una breve batería de consejos sintéticos acerca de la práctica de la meditación:

Medita todos los días no menos de 20 minutos, más si te es posible. Hazlo siempre a la misma hora y en el mismo sitio, un lugar tranquilo en el que te encuentres a gusto. La postura da igual, la que te sea más cómoda. Y sigue estas pautas:

1. Silencio.

2. Respira varias veces profundamente y, a partir, de ahí, respira con normalidad, pero de manera consciente, dándote cuenta de que lo haces.

3. Céntrate en el Aquí y Ahora, en el preciso momento que estás viviendo. Y si oyes los ruidos que hay a tu alrededor, no hay problema, al contrario, son parte de ese Aquí y Ahora que es la Vida misma, la tuya, en ese preciso instante.

4. Toma consciencia de los latidos de tu corazón, que riegan con sangre renovada todo tu cuerpo. Durante un minuto, más o menos, sin agobios de tener que contar los segundos, intenta notar la energía que envía por tu organismo.

5. Seguidamente, durante otro minutillo, toma consciencia de tu entrecejo (Tercer Ojo) y de la glándula pineal (en la parte superior de la cabeza, junto a la coronilla), que es una especie de antena que te conecta con todo y con todos.

6. Sitúa ahora la atención en el coxis (parte final de la columna vertebral, casi en el culo) y en el pequeño espacio que hay entre tu sexo (testículos u orificio vaginal) y el agujero anal. Constituyen el centro de tu sexualidad, que es Sagrada. Procura conectar mentalmente esta Energía Sexual con la que fluye desde el Corazón y la que te llega por la glándula pineal. Estate así dos o tres minutos, más o menos. Paulatinamente, empezarás a sentir la energía que surge de distintas partes de tu cuerpo, que será más intensa conforme vayas avanzando en esta práctica.

7. Y llegados a este punto, déjate ir, fluye y procura no pensar en nada. Los pensamientos, no obstante, aparecerán en tu mente. No te preocupes, es lo normal. Te ayudará la siguiente práctica:

+Intenta no pensar imaginando un libro cerrado, un libro con la portada negra y cerrada.

+Cuando un pensamiento acuda a tu mente, el que sea, imagina que el libro se ha abierto por cualquier página. Y entonces, en lugar de engancharte al pensamiento (comenzar a leer la página), déjalo pasar imaginando que cierras nuevamente el libro.

+Haz esto las veces que sean necesarias. Sin culpabilizarte porque los pensamientos sigan apareciendo, sin inquietarte por nada.

+Poco a poco, sobre todo cuando abundes día a día en esta práctica, los pensamientos se irán distanciando entre sí y comenzarán a aparecer momentos de no-pensamiento. Eso sí, tú no serás consciente de ello de manera mental, pues el no-pensamiento pasa absolutamente desapercibido para la mente.

8. No generes ninguna expectativa con esta práctica. Pero no tengas dudas de que, con la persistencia en ella, tu vida entrará por nuevos derroteros y tu consciencia se expandirá. E irás constatando de primera mano lo que es el Vaciamiento, el desalojo interior que nos introduce plenamente en la Unidad y Unicidad de cuanto Es.

9. Finalmente, cuando la meditación forme parte de tu vida, ve tomando consciencia de que su práctica se puede hacer en cualquier momento del día y en cualquier lugar o circunstancia, la que sea. Basta con sentir el Aquí y Ahora, percibirte a ti mismo y observar los hechos, acontecimientos y avatares de la vida con la misma distancia y desasimiento con que se contemplan los pensamientos que durante la meditación aparecen. No en balde, ninguno de esos hechos y acontecimientos, ninguno, sean “positivos” o “negativos”, afectan a lo único importante: la Vida, tu Vida, el hecho mágico y sublime de que Vives y vas a seguir Viviendo eterna e infinitamente, de momento presente en momento presente, de instante en instante, ya sea en esta vida física y en este cuerpo o, tras el tránsito (la mal llamada muerte), en otros planos de Vida y Consciencia. Así se sencillo y maravilloso.

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29/3/12

La muerte es un imposible, un fantasma, solo eso, de la imaginación humana

José Luis de la Rica estuvo entre las casi doscientas personas que asistieron a la charla que impartí la semana pasada en Madrid (ver la entrada del blog publicada el 13 de marzo con el título Madrid, viernes 23 de marzo: “Reencuentro con nuestra Multidimensionalidad”). Y me acaba de enviar un email enormemente intenso y emotivo relacionado con el tránsito (eso que mucha gente aún denomina “muerte”) de sus hijos Elena y Roberto.

Tras pedirle permiso, me ha autorizado a compartirlo con tod@s vosotr@s, lo que le agradezco de Corazón y hago bajo estas líneas.

Constataréis que está lleno de experiencia, Amor y Sabiduría. Y pone de manifiesto de modo diáfano que la muerte es un imposible, un fantasma, solo eso, de la imaginación humana.

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Querido, amigo, Emilio...

Me llamo José Luis de la Rica y vivo en Madrid.

He escuchado varias veces tus conferencias en Youtube y..., ¡estoy encanta’ooo! Jejeje... Por cierto, el viernes, cuando estuviste en Madrid, estuvimos contigo un grupo de amigos.

Verás, llevo días pensando en escribirte, pero va a ser hoy que ¿casualmente?, se cumplen doce años del día en el que nuestra hija Elena se trasladó al Cielo. Tenía doce años y la leucemia fue excusa para el tránsito.

Emilio, yo creía que te morías y que eso era todo; ¡que desaparecías diluido en la NADA! Imagínate qué dolorrr por el suceso y qué desconsuelo ante un sentido tan absurdo de la vida. Había pensado algunas veces que no temía mi muerte, pero poca gente se plantea la muerte de un hijo y yo era una de ellas. Mi mujer tenía esa fe de andar por casa y se enfadó con Jesús –como he comprobado que pasa prácticamente siempre en esos casos. Bueno, al menos ella guardaba en su corazón esa esperanza de un reencuentro posterior, ¿pero yo? Estaba tan obcecado por mi rechazo a la forma en la que me habían presentado a Dios que... Ahora sé que Dios Es Amor, amigo Emilio. ¡Qué diferencia!

Pero la niña empezó manifestarse con diversas "señales" y tras un durísimo proceso de sufrimiento, mi vida experimentó un cambio tal que, ahora sí, que he encontrado el sentido de mi vida: Emilio, desde hace casi diez años, ayudo a la gente para que se lleguen a dar cuenta, que el vínculo afectivo con los que se nos han adelantado en el paso a la otra dimensión, es una fuerza, una energía real, que nos mantiene unidos y de cuyos efectos podemos hacernos conscientes. Esto es posible gracias a la fuerza del Amor que todo lo une y fortalece. Es el efecto de la oración del que hablan los grandes místicos del mundo.

Y es más sencillo de lo que podríamos imaginar: Vale con que el Amor sea la profunda razón que te mueva, que pongas "confiado" tu dolor, anhelo y esperanza en "las manos" de La Luz, que relajes y te dejes guiar hasta el Cielo, por medio de una meditación de visualización. ¡Y ya está! Es como si hubieras ido a visitarles. Te entrevistas con toda tu familia, también con la de las personas que estén acompañando en la meditación, se conozcan entre sí o no... y muchas otras cosas que pueden suceder, todas hermosas, emocionantes y por supuesto consoladoras. A esta experiencia le llamo "El vuelo de la mariposa". Por supuesto, el nombre no está elegido al azar, jejeje...

Emilio, habían transcurrido ocho años desde que se fue la niña cuando una mañana de junio, mi mujer encontró en la cama el cadáver de nuestro hijo de treinta y un años. Mientras dormía, había sufrido un edema de corazón y pulmón. Roberto, mentalmente, era un niño de unos quince años, feliz con su Barça y yendo al cine con sus amigüetes del centro ocupacional al que asistía.

¡Qué fuerte! ¿no? No, Emilio. A mediodía ya habíamos hablado con mi hija que nos dijo que estaba con él. En el tanatorio volvimos a interesarnos por él y nos dijo la niña que aún no podíamos hablar con Roberto porque él creía que estaba dormido soñando. -Aún no le habían dicho lo que le había pasado porque se podría asustar- nos dijo. Hazte una idea de cómo era mentalmente Roberto. Fíjate que cuando más o menos dos meses más tarde, por fin, pudimos hablar con él, resulta que conmigo se comportaba normalmente y sin embargo, lloraba cuando hablaba con su madre. Roberto estaba más enmadara’o que enmadra’o. Jejeje... ahora está totalmente integrado y entre otras cosas nos ayuda con El vuelo de la mariposa, como muchos otros chicos y mayores, por otra parte, jejeje... Como vemos, en el "Otro lado", las cosas se hacen con sumo tacto.

Me gustó el ejemplo que usaste en la charla del viernes; aquél que nos contaste del viaje a Noruega. ¡Chico!, me sonreía a medida que lo ibas contando porque yo sabía perfectamente a dónde querías llegar, jejeje... Me sonreía mientras decía para mis adentros: "Este es de los míos", jejeje... Sí, Emilio, eso es exactamente para mí, para mi mujer y le hijo que aún nos acompaña por aquí, lo que ha pasado con nuestros hijos. Ellos "han vuelto a Casa" y nosotros regresaremos cuando llegue nuestro momento. Entretanto, podemos "hablarnos y vernos" a través de Internet (la consciencia del corazón). Mientras llega ese hermoso día, tratamos de desarrollar nuestro espíritu andando todo lo que podamos en el camino del Amor-Dios.

Emilio, como ves, te adjunto un documento "En la despedida del cuerpo de Roberto" para que le eches un vistazo (se transcribe en la parte final de esta entrada del blog). Al final pongo una dirección de Internet en la que, además de poder ver las fotos de lo que sucedió, puedes darte una vuelta por la página para que veas el alcance de lo que estoy viviendo.

Soy muy feliz, Emilio. Mi mujer básicamente está como yo, si bien, lógicamente, ella añora sus presencias físicas más que yo.

¡Jo!, chico... Si, además, resulta que es cierto que la humanidad está a punto de sentir que la muerte no existe, me parece que el efecto que va a causar en las vidas de las personas será tan enorme que significará el final de una era tanto social como espiritual. Y estoy encantado si Dios ha querido que esta pequeña oruga experimente encarnado en este planeta, algo tan fantástico como se avecina.

Bueno, amigo Emilio, como te dice Ángel Oliveros, quedo a la orden. Te envío un abrazo muy fuerte con esta carta y ¡hasta la tuya! Tómate tu tiempo, pero no dejes de hacerme saber tu opinión, por fa.

Venga, otro más, jejeje...

jose luis

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En la despedida del cuerpo de Roberto:

Roberto (31 años) es el segundo hijo que se nos ha adelantado en el paso. Elena (12 años), su hermana pequeña, se nos adelantó ocho años antes.

26 de junio del 2008.

Me llaman al móvil. Es Ana Mari. Dice que “¡Roberto está muerto!”.

-Pero ¿cómo se va a haber muerto Roberto?

-¡Sí, no respira y está morado!

Salgo a buscar un taxi y media hora más tarde estoy delante de su cadáver. Está frío. Roberto no está ahí, pero sí, es su cuerpo.

¿Cómo ha podido ser? Roberto es un chico joven lleno de salud. Nunca ha trasnochado. Con treinta y un años, nunca ha ingerido alcohol ni ha consumido tabaco. Es un chico muy dependiente de nosotros, mentalmente es como si tuviera quince años. Muerte súbita producida por un edema pulmonar y cardíaco. Se ha ido dormido, no se ha enterado de nada y, como unas horas después supimos, aún él no sabe si está aquí –en La Tierra- soñando o es que en verdad se ha reunido con su hermana Elena en el Azul. ¡Vaya con Roberto, con el miedo que tenía él a morirse!

Cree que está soñando con su hermana como tantas otras veces y Elena nos advierte que aún no está preparado para saber lo que le ha ocurrido de verdad. Está tranquilo y dentro de unos días podremos entrevistarnos con él.

Estoy muy acelerado. Mi mente y mi corazón saben que no está muerto: la muerte es la gran mentira de la vida. Lo sé, llevo más de siete años comunicándome con personas que dejaron este mundo. Pero psicológicamente tengo que organizar mi mente para asumir la nueva relación con nuestro hijo.

Ana Mari está destrozada. Ahora sí que nos hemos quedado libres para irnos cuando llegue nuestro momento. Nadie depende ya de nosotros para sobrevivir. Rubén, el chico mayor, está recién casado y su mujer está esperando un bebé para dentro de ocho meses. Martín –nuestro nieto y sobrino- nació justamente el mismo día que su tío Roberto cumple sus treinta y dos años terrenales.

Se llevan su cuerpo al Instituto Anatómico Forense. Ahí estará hasta mañana, después podremos disponer de él un día más hasta darle sepultura.

¿Cómo me siento? No lo sé, acelerado pero sin pena. Sé que él no ha perdido nada con el cambio. Que ahora está ante una nueva etapa de su desarrollo vital. Sé que ahora podrá hacer realidad sus mejores sueños y que cientos de personas le habrán recibido entre abrazos y risas. Y, lo que es mejor de todo, por fin habrá podido mirarse en los ojos de Jesús. No lo creo, lo sé. Y eso nos tiene que satisfacer lo suficiente como para volver a aceptar otra vez la marcha de un hijo. El camino es difícil, pero ellos –desde su Nueva Vida- enviarán efluvios de Amor a nuestro corazón, para que lo consigamos.

Y queremos rendir un homenaje a Roberto y a todos nuestros Amigos del Azul. Desde aquí queremos participar de la Alegría que corre todo el Cielo. Compro globos y una bombona de helio.

La mañana del entierro, un par de horas antes de dar sepultura a su cuerpo, hacemos una cadena e inflamos casi doscientos globos, hasta que se terminó el helio. Uno inflaba, otro hacía un nudo con el mismo globo, otros ataban un hilito al globo para poder agarrarlo y entre todos, escribimos dedicatorias a nuestros seres del Azul.

Quince minutos antes de salir hacia el cementerio, el techo de la sala está parcialmente cubierto de globos. De pronto, uno de ellos empieza a descender hasta situarse a un metro del suelo. Tiene un nombre –como todos los demás. El nombre que lleva escrito es Elena. Es el globo dedicado para nuestra hija.

El globo se empieza a mover de derecha a izquierda, deteniéndose unos momentos delante de cada una de las personas que están sentadas. Estamos todos atentos y sorprendidos. Va de uno a otro como empujado por la voluntad de alguien que no vemos. Cuando llega frente a Rubén (mi otro hijo) se detiene mucho tiempo y después sigue su camino hacia la puerta de salida. Le estamos grabando y haciendo fotos. El globo parece que está posando para ello. Cuando empieza a salir por la puerta, lo volvemos a situar en el mismo lugar en el que se descolgó y otra vez, vuelve a hacer el mismo recorrido, de la misma manera que antes.

Ahora, cuando está de nuevo saliendo por la puerta, vienen a avisaros de que ya ha llegado la hora, que tenemos que llevar el cuerpo al cementerio.

Cuando están introduciendo el cuerpo en la sepultura, soltamos los globos, que por efecto de la corriente del aire, se elevan en dirección al sol.

En el silencio del momento, sólo se oyen las llamadas de Ana Mari, animando a su hijo para que SEA MUY FELIZ en su NUEVA VIDA…

Para ver las fotos:

https://skydrive.live.com/?sa=184748101%5C?cid=5442ca12f801b298#sc=photos

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Puede consultarse también el siguiente enlace:

http://homenajeadolors.marianobayona.com/elvuelodelamariposa.htm

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De Guía Espirituales y de la gente del entorno más cercano

En la entrada Nacer es “no-hacer”; Vivir es Vivir (“no-hacer”): Regreso al Paraíso, publicada el pasado 18 de marzo, ha tenido lugar un intercambio de comentarios entre Javier, R.C. y yo mismo que, por ser de interés general, se reproduce a continuación.

Se comienza reflexionando sobre los Guías Espirituales y se termina compartiendo acerca de las relaciones cotidianas con la gente del entorno más cercano.

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Javier:

Quería hacerte unas preguntas que espero me puedas responder.

¿Cómo es nuestro guía espiritual o ángel de la guarda? ¿Es uno o son varios?

¿Qué misión tienen con nosotros? ¿Todas las personas tienen su guía o guías?

¿Podríamos contactar con ellos de alguna manera? ¿Podemos pedirles ayuda y/o asesoramiento? ¿Están siempre con nosotros?

Bueno Emilio, perdona por la cantidad de preguntas pero es que tengo tantas dudas....
Si me puedes recomendar alguna lectura o libro pues también sería bien recibido.

Emilio:

Responder adecuadamente a tus preguntas requeriría redactar un mini-libro. No obstante, como aproximación:

+Nuestro guía espiritual o ángel de la guarda puede ser uno o también varios, no hay reglas fijas. Y es (o son) nuestro propio ser, que es multidimensional, que nos apoya desde planos más sutiles de consciencia.

+¿Qué misión tienen con nosotros?: Ayudarnos a cumplir nuestro propósito de vida, es decir, la razón fundamental por la que vivimos esta experiencia física concreta encarnados como humanos.

+¿Todas las personas tienen su guía o guías?: Sí, por supuesto, pues todos somos multidimensionales. Cosa distinta es que lo perciban en mayor o menor medida.

+¿Podríamos contactar con ellos de alguna manera?: En silencio, respiración consciente y meditación.

+¿Podemos pedirles ayuda y/o asesoramiento?: Desde luego. Pero ojo, no te darán apoyo alguno para los temas materiales y de la cotidianeidad mundana. Al contrario, pueden instarte a que rompas moldes y mandes a freír gárgaras cosas que para tu yo pequeñito y tu mente son muy importantes.

+¿Están siempre con nosotros?: Siempre, son unos pesados, ja, ja, ja.

+¿Algún libro?: No te puedo sugerir ninguno, aunque seguro que en Internet lo encuentras. Y, sobre todo, te aconsejo que escuches a tu Corazón.

Javier:

Comprendo perfectamente que para esta cuestión haría falta un libro para explicarlas en profundidad, pero con las respuestas que me has dado te puedo asegurar que me has ayudado mucho y me estimula a aprender más del tema ya que de un tiempo para acá he empezado a tener cada vez más curiosidad por estas cuestiones ya que me siento realmente bien y me ayuda mucho el saber que nuestra esencia es espiritual y eterna y que incluso pueda haber otras entidades o seres que nos acompañan a modo de guías o tutores.

La pena es que con las personas de mi entorno más cercano no puedo hablar de esto porque o me dan de loco o lo ven algo surrealista/ciencia ficción o en otros casos perteneciente a algún tipo de religión o secta. Pero bueno, por lo menos existe Internet y tenemos la gran suerte de encontrar en él a personas como tú.

R.C.:

Javier, no eres el único que se siente solo e incomprendido entre las personas de su entorno más cercano. A mí me ocurre un tanto de lo mismo y también percibo eso que dices: te toman por loc@ o aún peor: por retrasad@ mental. Y a mí no me afecta eso: me afecta y siento pena porque esas personas -o esas partes de mí, que diría Emilio- tengan esa falta de aspiraciones o sensibilidad, pero por lo que leo, no hay que intentar cambiar a nadie de su estado: ya le vendrá la Luz si es que le tiene que llegar. Ellos no saben lo que se pierden, pero son felices y no echan de menos nada de estas cosas espirituales. Yo empiezo a aceptar que eso sea así, incluso a acostumbrarme y comprender que el Universo es muy diverso y no te tienes que ir muy lejos para comprender que eso es así: esa diversidad puedes encontrarla en tu propia familia.

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Gracias a Javier y a R.C.. Como compartía ayer con una buena amiga, cada uno tiene su Camino, su proceso y su evolución. Y no estamos aquí para convencer ni para salvar a nadie, sino para ser lo que somos, Amor, y regresar al Paraíso, acompañando a la par a los demás y al mundo entero en ese regreso que ya hemos iniciado.

El cambio interior va remodelando el mundo exterior y generando en él nuevas intersecciones conscienciales (amigos, pareja,…), que se van ajustando a los requerimientos de ese cambio. Hay que fluir ante ello y tener la valentía de romper antiguas intersecciones y lazos que ya carecen sentido, así como pautas y modelos de vida y relaciones personales que ya no nos valen y van quedando atrás. Hay que saber dejar atrás cualquier intersección consciencial y conexión que no sintonice armónicamente con nuestro interior. Lo contrario es un auto-daño y una fuente continua de auto-castigos (ver la entrada titulada Auto-castigos y auto-lesiones: ¡sólo vanidad!, publicada el pasado 15 de marzo).

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18/3/12

Nacer es “no-hacer”; Vivir es Vivir (“no-hacer”): Regreso al Paraíso

La Humanidad ha creído hasta el momento presente que se nace para hacer y que “nacer” es sinónimo de “hacer”. Es un paradigma culturalmente muy arraigado el considerar que venimos y estamos aquí, en esta vida y en este mundo, para hacer cosas: lograr metas, alcanzar objetivos, producir, construir lo que sea,… Y en ese hacer -ligado inevitablemente a trabajos, empeños, esfuerzos, programaciones y controles- se busca la “realización” personal (cada cual según su “yo y sus circunstancias”), el sentido de la vida y hasta un sueño de porvenir colectivo en el marco de la denominada civilización.

Pero, Aquí y Ahora, la Humanidad vive de manera natural un Tiempo de Evolución. Así ya lo están sintiendo y experienciando en primera persona numerosos seres humanos. Por nuestra propia decisión consciente -desde nuestro Cambio Interior- y en un contexto de cambio de ciclo que también es cosmogónico, el viejo mundo ha empezado a derrumbarse y su Matriz a desconfigurarse. Y la dinámica de disolución de sus caducos paradigmas, como el citado de que se nace para hacer, es ya irreversible. En su lugar, emana de manera acelerada un Nuevo Mundo y una Nueva Humanidad que enraizarán en la Madre Tierra cual bella y fructífera cristalización del proceso de evolución en marcha.

Precisamente, una de las claves fundamentales para la plasmación efectiva de la reiterada evolución se halla en el discernimiento y la interiorización de que no se nace para hacer, sino para “no hacer”. De hecho, “nacer” es “no-hacer” (nacer=nohacer). Lo que puede ser expresado de otra forma igualmente hermosa y contundente: se nace para Vivir y Vivir, es sencillamente, eso, Vivir, no-hacer.

Esta afirmación resultará todavía inaceptable para muchas personas, pues choca frontalmente con uno de los ejes centrales del arcaico sistema de creencias de un viejo mundo que viene enseñando y educando en la tradición y el convencimiento de que Vivir significa ineludiblemente hacer. Por milenios, la gente ha vivido en esa idea, que ha sido fraguada desde la mente y que se trata, por lo mismo, de una mera creación mental. Prisionera de ella, el ser humano lleva siglos empeñando su vida y su “civilización” en hacer cosas y hasta hacerse “a-sí-mismo”.

La Creación es Perfecta

Pero la creencia de que se nace para hacer sólo es verdad en la medida que mentalmente pensemos que lo es. Y, desde luego, no es Real. ¿Por qué?. Pues porque la Creación es Perfecta y cada uno de nosotros, el mundo y cuanto nos rodea es, igualmente, Perfecto. Ante lo cual, pensar que se nace para hacer significa asumir, consciente o inconscientemente, que la Creación se halla incompleta y que precisa para culminarse de la obra humana; o que nosotros (el género humano, el planeta,…) estamos “mal” o insuficientemente hechos y se requiere nuestra propia acción para paliar los errores y las carencias de la Creación.

Esta percepción ha ido en paralelo, no podía de ser otro modo, al creciente predominio de una visión de la vida y de la muerte cada vez más materialista, egocéntrica y soberbia y radicalmente ajena a nuestra esencia espiritual y divinal. Tan ajena, que hemos creído que el mundo (la Tierra, la Naturaleza, nosotros mismos,…) está mal hecho y se necesita que hagamos cosas para adaptarlo y acomodarlo a lo que nuestra vida demanda. Es decir, la Humanidad, en su deriva egóica, ha llegado a pensar (otra creación mental) que Dios no existe o que, si existe, está separado y fuera de nosotros y es tan chapucero y torpón como para que su Creación haya de ser reajustada y modificada por la mano humana.

Sin embargo, lo Real es muy distinto: la Creación es Perfecta y no precisa de ninguna fe de erratas ni de ninguna corrección de errores. Todo es divino y todo se halla exacta y maravillosamente hecho –aquí, en la globalidad del Cosmos y en todas las Dimensiones, sin excepción- para que fluya el Amor y la Vida y para que la Felicidad sea el Estado Natural de cuanto vive y existe.

Hacer: la decisión de ser (yo soy)

Si el ser humano no se percata de esto es por su empeño de ser “yo soy”, en vez de “Yo Soy”, en el sentido recogido en recientes entradas de este Blog (ver, por ejemplo, Cuando no decido, cuando incluso no decido ser, publicada el pasado 9 de marzo); por su obsesión en pensar (creación mental) que debe y tiene que hacer cosas y que vivir se plasma en ese hacer; en definitiva, por una monumental vanidad que es la fuente de las auto-agresiones referidas en la entrada del 15 de marzo titulada Auto-castigos y auto-lesiones: ¡sólo vanidad!.

Antes de nacer (encarnar en el plano humano) nuestra dimensión espiritual es plenamente consciente que “Dios es yo y que yo soy Dios (Yo Soy) cuando ceso de ser yo (yo soy)”. Igualmente, conoce bien que el mundo (el Universo, el planeta, la Naturaleza, la Humanidad, cada cuerpo físico,…) es obra de Dios y, por tanto, una obra nuestra (del Dios que Somos y Todo Es) de absoluta Perfección. Y sabe que la encarnación (nacer) en esta Dimensión y plano no tiene otra meta o finalidad que la Vida misma (Vivir), esto es, experienciar el Yo Soy que Somos en un escenario (nuestra “casa” y “hogar” en Tercera Dimensión) divinamente configurado y, por tanto, amoroso, acogedor y perfecto, una espléndida manifestación de nuestra propia divinidad. La metáfora del Paraíso Terrenal es fiel reflejo de lo anterior y describe atinadamente el marco de felicidad, alegría, belleza, libertad y armonía para el que la Vida toda -y, desde luego, la vida humana- está diseñada y generada.

Sin embargo, el ser humano, en su proceso consciencial y en libre albedrío, optó hace tiempo por fragmentarse mental e ilusamente de la Unidad y Unicidad de Cuanto Es y, olvidando el Yo Soy que Es, decidió ser: yo soy. Y en esta decisión individual y colectiva radica la visión de que nacer es hacer y que vivir consiste en eso, en hacer; la percepción de que estamos aquí para hacer cosas, en lugar de, simplemente, Vivir (Yo Soy).

Siguiendo con la aludida metáfora, esta decisión de ser (yo soy) es la que provoca la expulsión del Paraíso. Pero nadie y menos el Dios que Somos desahució a la Humanidad del Edén, sino que se trató de un auto-exilio en la medida que el deseo de experienciar el yo soy (esta es la manzana que figuradamente comen Eva y Adán: la decisión y el deseo de ser, yo soy) reclama y exige un mundo bien distinto al Paraíso. Un mundo cuya configuración permita y posibilite vivir tal experiencia. Y la Creación es tan Perfecta que eso lo hace factible y un mundo así es que el hemos generado cual Matriz Holográfica desde nuestra dinámica consciencial ficticiamente separa del Yo Soy. En él, nos esforzamos en hacer, nos empeñamos en “ganar el pan con el sudor de nuestra frente” (cuando la Creación es Providencia y Abundancia), acometemos bricolaje en reparaciones absurdas que sólo consiguen distorsionar una “casa” y un “hogar” que son Perfectos y terminamos concibiendo la existencia como un Valle de Lagrimas en el que estamos exiliados y condenados a unos trabajos forzados que sólo nosotros mismos hemos elegido hacer al decidir ser (yo soy).

Vivir para Vivir (Yo Soy)

Pero Aquí y Ahora, que no por casualidad coincide igualmente con un cambio de ciclo cosmogónico, un número creciente de seres humanos han iniciado el regreso al Paraíso y, consciencialmente, están dando por finalizada la experiencia del yo soy. Y en cuanto el yo soy se diluye, el Yo Soy fluye y se hace presente de modo natural y espontáneo. Y el Yo Soy, en su Sabiduría Innata y Divina, Vive, no hace; y es Perfectamente Consciente de que Vivir es Vivir, no hacer, y que completamente todo (la vida entera y la absoluta totalidad de sus componentes) está divinamente creado y hecho para Vivir sin otro requerimiento, premisa o condicionante que Vivir.

En el desenvolvimiento del momento presente (eso que la Humanidad todavía llama “futuro” debido a que continúa atada a otra curiosa creencia de perfil puramente mental: la de la existencia del tiempo), miles de millones de seres humanos van abandonar el deseo de ser (yo soy) y, desde su Cambio Interior y el despliegue del Yo Soy, provocarán la evolución del género humano hacia una Nueva Humanidad en la Nueva Tierra que el ser vivo Tierra, por su parte, también está ya configurando. Su cotidianeidad estará presidida por lo que ya algunas personas están practicando: Vivir para Vivir (no para hacer).

¿Qué es esto de Vivir para Vivir?. Tan acostumbrados estamos a vivir para hacer que hemos olvidado lo que es Vivir para Vivir. Pero no hay que pre-ocuparse: nuestro Corazón atesora ese conocimiento y lo vamos a redescubrir. Puede entenderse fácilmente subrayando que el Paraíso al que regresamos no se halla en ningún sitio concreto, sino en todo y, especialmente, en el interior de nosotros mismos. Y que para entrar en él, recuérdese de nuevo la metáfora, hay que estar ¡absolutamente desnudos!. Y estar desnudos es Vivir y no-hacer (ni siquiera colocarnos una hojita de parra): vaciamiento y desalojo interior de cualquier necesidad o requerimiento de “yo soy” y de lo que ello conlleva; confianza en la Providencia (que es nuestro propio ser divino y eterno); aceptación de todo y de todos sin estar en acuerdo o en desacuerdo con nadie ni con nada; fluir en el Aquí y Ahora con Libertad y Alegría, sin preocupaciones ni inquietudes y en Armonía con la Naturaleza; interiorización plena de la Perfección y de la Unidad y Unicidad de cuanto Existe y Es; Ser el Amor que Somos. ¡Vivir!: Yo Soy.

Nada hay que hacer, nada hay que decidir. Yo Soy Amor y Vida en el Aquí y Ahora y en la Unidad y Unicidad de una Naturaleza tan Viva como Divina donde todo, sin excepción, es Perfecto.

¡Deja de “hacer” y date la Gozada de Vivir para Vivir en el Aquí y Ahora de este Tiempo de Evolución!

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17/3/12

El Corazón: nuestro cerebro principal

En un comentario a la última entrada del Blog, publicada el pasado 15 de marzo y titulada Auto-castigos y auto-lesiones: ¡sólo vanidad!, un amigo ha planteado estas preguntas: ¿cómo es vivir desde el corazón?; ¿cómo es sentir desde el corazón?.

Se trata de cuestiones que cada cual debe responder, precisamente, desde su Corazón. Pero como tal aseveración puede ser incomprendida si se carece de información sobre la auténtica entidad y dimensión del corazón humano, comparto con él y con tod@s vosotr@s un breve texto que he extraído de la entrevista publicada el pasado 14 de marzo por el periódico La Vanguardia y realizada a Annie Marquier, matemática e investigadora de la conciencia:

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120314/54267641495/annie-marquier-corazon-cerebro.html

Los conocimientos científicos que la entrevista sintetiza muestran que:

+El cuerpo humano dispone de dos cerebros, el mental, radicado en la cabeza, y otro, que opera de forma bien distinta y sin ficciones mentales, ubicado en el corazón.

+El cerebro-corazón es el principal de los dos y tiene capacidad para influir en el cerebro-mente de la cabeza, activando en éste centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad fuera de los límites del tiempo y del espacio, permitiendo un conocimiento inmediato e instantáneo y una percepción exacta de esa realidad.

+Cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

+Expresiones tan populares como “te lo digo desde el corazón” o “con el corazón en la mano” están llenas de sentido, coherencia y significado. No en balde, el amor del corazón no es una emoción, es un Estado de Consciencia, ¡es Amor!.

Ahora sólo queda interiorizar estos conocimientos y llevarlos a la práctica de manera no mental, sino natural y espontánea, esto es, no desde el cerebro-mente, sino desde el cerebro-corazón. Y es que el potencial del cerebro-corazón se activa cultivando, precisamente, las cualidades del corazón y liberándose del miedo, el deseo y el ansia de dominio.

¡Ánimo a tod@s!. Es tan sencillo como el latir rítmico y acompasado del corazón. Es tan simple como fluir, tan fácil como ¡Vivir!.

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El cuerpo humano dispone de dos cerebros

El cuerpo humano dispone de dos cerebros: el que todas las personas conocen y otro hasta ahora desconocido. ¿Cuál es éste?. Se trata del cerebro-corazón. Y es mucho más potente y principal para el ser humano que el cerebro-mente de la cabeza.

El corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Gracias a esos circuitos tan elaborados, el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro ubicado en la cabeza; y puede aprender, recordar e incluso percibir.

Cuatro tipos de conexiones entre el corazón y el cerebro de la cabeza

Existen cuatro tipos de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza:

+La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos: El corazón envía más información al cerebro-mente de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad; y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro-mente según las circunstancias. Así, el corazón puede influir en nuestra percepción de la realidad y, por tanto, en nuestras reacciones.

+La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores: Es el corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como Hormona del Amor.

+La comunicación biofísica mediante ondas de presión: A través del ritmo cardiaco y sus variaciones el corazón envía mensajes al cerebro-mente y al resto del cuerpo. Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes. Aparece con las emociones negativas y con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las ondas cerebrales de la mente se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.

+La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico. Y el campo magnético del corazón se extiende alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.

El cerebro-corazón activa en el cerebro-mente centros de percepción completamente nuevos y crea un estado de coherencia biológico

El cerebro del corazón activa en el cerebro mental o de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.

Cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas.

El potencial del cerebro-corazón se activa cultivando las cualidades del corazón y liberándose del miedo, el deseo y el ansia de dominio

Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas. Se puede activar cultivando precisamente las cualidades del corazón: la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias,... Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido para sobrevivir millones de años.

El ser humano puede liberarse de ellos tomando la posición de testigos, observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos y escogiendo las emociones que nos pueden hacer sentir bien.

Confiar en la intuición y estar atentos a nuestro interior

Debemos aprender a confiar en la intuición y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior. Cultivar el silencio, contactar con la Naturaleza, vivir periodos de soledad, meditar, contemplar, cuidar el entorno vibratorio, trabajar en grupo, practicar una Vida Sencilla. Y preguntar al corazón cuando no se sepa qué hacer.

Todo lo anterior se ha descubierto recientemente y conduce a la conclusión de que el circuito del cerebro-corazón es el primero en tratar la información que después pasa por el cerebro-mente de la cabeza. Y como algunos seres humanos están empezando a experienciar, el uso consciente de este circuito representa un paso más en la evolución humana, un salto evolutivo que se une a la activación de componentes durmientes del ADN, provocando, todo en conjunto, una auténtica Metamorfosis y ojos nuevos para una Nueva Vida y un Nuevo Mundo.

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15/3/12

Auto-castigos y auto-lesiones: ¡sólo vanidad!

En una entrada del Blog se ha realizado un comentario que agradezco mucho y que plantea lo siguiente: “¿Qué puedo hacer para amarme de forma pura y plena? Llevo bastante tiempo en una situación de rechazo a mi mismo y con un sentimiento de no merecimiento que me daña y me hunde”.

El ser humano se auto-castiga y auto-lesiona de múltiples maneras: miedos, autolimitaciones mentales, culpas, sufrimientos (que son muy distintos al dolor), celos, recelos, envidas, rencores, iras, olvido de su esencia y poder divinos, falta de autoestima y complejos diversos, desgaste energético por los continuos viajes en el tiempo (saltando permanentemente entre el pasado y el futuro, sin vivir nunca en el Aquí y Ahora), pre-ocupaciones constantes, sentimiento de soledad, falta de comunicación y generación de suposiciones, asunción del trabajo herculano de ser “magistrado” de todo y todos (siempre opinando, etiquetando y juzgando a los demás y a uno mismo), alimentación insana, ritmo de vida estresante y un largo, muy largo etcétera.

¿Por qué semejante martirio auto-infligido?. Muy sencillo: por vanidad. Todos esos auto-castigos y auto-lesiones se deben a la vanidad, al ridículo empeño de ser un “yo soy” individual.

La paradoja es que con ese “yo soy” se interpreta un papel secundario y hasta estrafalario en la película de la vida, mientras que dejando de ser un “yo soy” fragmentado de la Unidad y Unicidad de cuanto Es, es decir, siendo Yo Soy, se es director, guionista, cámara y absoluto protagonista de la Vida. Pero, aun así, la vanidad es tan fuerte que el empeño de ser “yo soy” impide percibir tamaña paradoja.

¿Qué puedes hacer para amarte de forma pura y plena?. Precisamente, no “amarte” ni amar nada ni a nadie. Eres Amor, no un “yo soy” que ama o deja de amar. Eres Amor pleno y puro. Simplemente, vive como lo que eres: Yo Soy. No hay mejor manera de “amarte” que dejar de amarse a uno mismo para Ser el Amor que Somos y Es: Yo Soy. Vive no amándote ni amando, sino, sencillamente, siendo Amor: Yo Soy.

Y siendo Amor, fluye confiando absolutamente en la Providencia, acepta todo y todos (especialmente a ti mismo, tal como eres) sin estar de acuerdo o en desacuerdo con nada ni con nadie y disfruta de un Aquí y Ahora (“carpe diem”) que ha sido creado (co-creado) para que tú, Yo Soy, despliegue la Felicidad que es tu Estado Natural.

Todo lo demás es vanidad de vanidades y ¡sólo vanidad!.

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13/3/12

Madrid, viernes 23 de marzo: “Reencuentro con nuestra Multidimensionalidad”

El próximo viernes 23 de marzo, si la Providencia no estima otra cosa, daré una charla en Madrid, organizada por Shamballa M.H.D (http://shamballa-gaia.blogspot.com/), con el título "Reencuentro con nuestra Multidimensionalidad”.

La charla y el coloquio posterior tendrán una duración total de tres horas, con inicio a las18:30 y final a las 21:30 horas. El lugar de celebración será el salón de actos del Colegio San Viator (Plaza Fernández Ladreda, 2. 28026-Madrid. Tlf: 915697003).

La asistencia es gratuita y la entrada totalmente libre hasta completar el aforo. Si se desea mayor información, puede solicitarse a través del siguiente email de contacto: Shamballa@live.com

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Preguntas sobre el Nuevo Mundo

Un@s amig@s formulan tres preguntas sobre el Nuevo Mundo que se responden a continuación con base en los contenidos de algunas de las entradas publicadas en el blog durante el presente 2012.

1. En ese Nuevo Mundo, ¿habrá que trabajar para poder comer?

En el Nuevo Mundo, simplemente, no habrá que comer. Ni, por supuesto, trabajar.

El ADN humano contiene todos los componentes “genergéticos” pertinentes para vivir sin ingerir “comida”, es decir, sin alimentarse a costa de otros seres vivos (sean mamíferos, peces, vegetales, frutas,…).

Esos componentes se potencian y despliegan en el proceso de activación crística (Yo Soy), aportando al organismo la energía regeneradora y los nutrientes pertinentes para, en contacto con la energía del Sol y la que aporta la ingestión de agua y la respiración consciente, vivir en plena salud, sin padecer nunca enfermedad alguna, y en estado de permanente juventud, sin sufrir jamás ni el envejecimiento ni la muerte.

Esta capacidad del ADN es lo que muchas personas están empezando a sentir en este espléndido Aquí y Ahora, que es un Tiempo de Evolución y Cambio, una auténtica Metamorfosis.

2. Este viejo mundo, ¿seguirá existiendo para algunos?

Durante un siglo largo, sobre el planeta Tierra convivirán los dos mundos: el viejo -cada vez más decadente, conflictivo y desarticulado- y el Nuevo Mundo –cada vez más pletórico, armonioso y asentado-. Cada ser humano –su dimensión espiritual- decidirá libremente en cuál de los dos quiere vivir y continuar experienciando.

Esto será así hasta que la frecuencia vibracional de la Madre Tierra, por su Ascensión, resulte incompatible para la gradación vibracional del viejo mundo. Llegados a este punto, los seres humanos –su dimensión espiritual- que quieran permanecer en Tercera Dimensión encarnarán en su siguiente vida en otro planeta, hay muchos, inserto en esa Tercera Dimensión. En cambio, los seres humanos que consciencialmente hayan elegido el Nuevo Mundo corformarán la Nueva Humanidad y desplegaran su existencia en la Madre Tierra, que será ya plenamente una Nueva Tierra, una Tierra Ascendida.

3. ¿Cuando empezará a ser habitable el Nuevo Mundo?.

Ya lo es para algunas personas. Y serán muchas más a partir de los 90 maravillosos días que discurrirán desde el solsticio de invierno de 2012 al equinoccio de primavera de 2013. A partir de ese momento, de manera paulatina, habrá cada vez más seres humanos que, permaneciendo en la Tierra y entre sus congéneres, no vivirán en Tercera Dimensión, sino en un Nuevo Mundo que será tan evidente para ellos como hasta ahora ha sido el viejo. Habrán activado su Campo Crístico (Yo Soy), llenarán de Amor cuanto les rodea y gozarán de Ojos Nuevos: una Nueva Visión y una Nueva Conciencia. Su Metamorfosis será tanto interior (espiritual) como exterior (física) y les llevará a un punto sin retorno en el que acontece algo extraordinario que expande el Corazón y no cabe describir con palabras. No obstante, puede ser definido como el descubrimiento de que la Felicidad es nuestro Estado Natural.

Se trata más bien de un redescubrimiento, pues la Sabiduría innata que nuestro Ser Divino atesora conoce bien que la Felicidad es nuestro Estado Natural. Tú, por tanto, también lo sabes, aunque no lo recuerdas. Cuando lo hagas, verás lo que Eres en tu Esencia, en tu Quietud Divinal: Ser, Vida, Amor, Armonía, Libertad, Felicidad. Y comprenderás que el mundo exterior es un esplendoroso escenario donde la Quietud se hace Movimiento y se despliegan la Vida y la Experiencia de Ser, un portentoso espacio para llenarlo con lo que Eres: Amor y Felicidad: Yo Soy

Abrazos de Amor.

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11/3/12

Yo Soy y el mundo físico y material

En los comentarios a la entrada Cuando no decido, cuando incluso ni decido ser, publicada anteayer en el Blog, se han planteado una serie de cuestiones que llevan a subrayar y resaltar lo siguiente:

1. El mundo físico y material -nuestro propio cuerpo, la Naturaleza,…- está plenamente integrado en la Unidad y Unicidad de Cuanto Es. Por ello, el mundo físico y material es Perfecto. El Yo Soy es consciente de ello. El yo soy no; y desde su mente genera la falaz percepción de la imperfección del mundo físico y material.

2. La Perfección del mundo físico y material tiene múltiples manifestaciones. Entre ellas y muy especialmente, el estar concebido, diseñado y creado para el Yo Soy (no para el yo soy).

3. Por ejemplo, el cuerpo físico del ser humano está hecho y configurado para el Yo Soy. Su ADN contiene todos los componentes “genergéticos” pertinentes para ello, que se activan aportando al organismo la energía regeneradora y los nutrientes pertinentes para, en contacto con la energía del Sol y la que aporta la ingestión de agua y la respiración consciente, vivir en plena salud, sin padecer nunca enfermedad alguna, y en estado de permanente juventud, sin sufrir jamás ni el envejecimiento ni la muerte. Esta capacidad del ADN es lo que muchas personas están empezando a sentir en este maravilloso Aquí y Ahora, que es un Tiempo de Evolución y Cambio, una auténtica Metamorfosis.

4. Pero cuando, en lugar del Yo Soy, decidimos ser, es decir, yo soy, violentamos desde esa decisión –que conlleva un deseo de separación o fragmentación de la Unidad- la Perfección del medio físico y natural –integrado absolutamente en esa Unidad- y agredimos a nuestro propio cuerpo, manteniendo durmientes múltiples componentes de nuestra ADN y sometiendo a una tensión “contracorriente” a la base genética y celular del organismo, provocando desgaste, enfermedad, envejecimiento y, finalmente, muerte.

5. Por tanto, Todo, también este mundo físico y material, está ahí, en el Aquí y Ahora, para que el Yo Soy despliegue el Vivir como exclusiva Experiencia. Cuando decidimos ser, yo soy, violentamos este Orden Natural, originando dolor y desgaste energético y colapsando la colosal capacidad de regeneración presente e inserta en toda la Naturaleza y en nuestro cuerpo.

6. Como se señala en la referida entrada del Blog, en este mundo conviven el mundo del Yo Soy y el mundo del yo soy. Pero este mundo (su base fisica y material) está creado y diseñado para el Yo Soy, no para el yo soy, que es una “singularidad”, que dirían los físicos, en la Creación (una singularidad "normal", por otra parte, en la Tercera Dimensión). Por lo mismo, el Yo Soy no tiene que irse de este mundo para desplegar su Vivir como exclusiva Experiencia. El Yo Soy percibe con claridad el Estado de Pureza y el Carácter Divinal de todo soporte físico y material y lo integra completamente en su propio Yo Soy, sin dualidad ni separación.

7. En cuanto a la interacción del Yo Soy con los yo soy, no está marcada ni por el desinterés ni por la percepción de “contaminación”, como se apunta en los comentarios hechos a la entrada anterior. Todo es Perfecto, no existe contaminación alguna. El yo soy es una experiencia maravillosa, una hermosa y curiosa singularidad en la Unidad y Unicidad ante la que Yo Soy, inevitablemente, responde con lo que indefectiblemente Es: Amor.

Con Amor, en Amor, desde el Amor.

Abrazos, Besos y Bendiciones de Amor y Gozo.

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9/3/12

Cuando no decido, cuando incluso ni decido ser

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¿Quién soy?: Lo que decido ser

Alex Robira. El Laberinto de la felicidad


Dios es yo. Y yo soy Dios precisamente cuando ceso de ser yo, es decir, cuando dejo de identificarme con cualquier tipo de identidad, sea física o espiritual, sea individual o colectiva.

Emilio Carrillo. Posdata a la Canción del Yo Soy (Entrada del blog de fecha 17 de febrero pasado)

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1. Cuando decido ser, lo que decido ser soy. ¿Y si no decido ser?. Cuando no decido, cuando incluso ni decido ser, Soy.

2. Dos mundos conviven en este: el que Es, ajeno a “mi” decisión de ser; y el que creo por “mi” decisión de ser. El primero es el mundo del Yo Soy; el segundo, el mundo del yo soy. Ambos son divinos y maravillosos. Y los dos tienen sus propias reglas de juego.

3. El mundo del yo soy, creado por mi decisión de ser, es mi responsabilidad al cien por cien. Todo lo que en él ocurre, sucede y acontece es mi creación. Todo, absolutamente todo, es consecuencia de mi decisión de ser y proyección de lo que soy como consecuencia de esa decisión, haciendo que mi vida y todo lo que me rodea, sin excepción alguna, sean “espejos” de lo que he decidido ser (*). El mundo del yo soy es una colosal Matriz Holográfica que se ajusta y amolda en todo –espacio, tiempo, perfiles, personajes, eventos, circunstancias, límites,…- a lo que he decidido ser. Es un mundo mágico en el que todo es Verdad y nada es Real, pues todas las realidades son super-cuánticas y super-simétricas, mutan constante e interactivamente, ostentan perfiles holográficos y matriciales y son diferentes en función del observador, de su decisión de ser y de la evolución de su estado consciencial.

4. El mundo del Yo Soy es ajeno a cualquier Verdad e intrínseca y esencialmente Real. Precisamente por esto, no puede ser descrito con palabras, pues es inabarcable para la mente. El mundo del Yo Soy no puede ser pensado, sino Vivido. El mundo del Yo Soy es la Vida en toda su Pureza, sin aditivos materiales ni colorantes mentales. En él, Vivir es la exclusiva Experiencia. Por lo mismo, el mundo del Yo Soy es Amor.

5. En el mundo del yo soy, desde mi decisión de ser busco mi contento y mi cuidado. Y "mi deseo de estar contento origina el dolor de mi vida y del mundo" (Buda), a través de la cadena de eventos de dualismo y fragmentación que ese deseo produce en la Matriz Holográfica.

6. En el mundo del Yo Soy: “quedeme y olvideme, el rostro recliné sobre el Amado, cesó todo y dejeme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado” (San Juan de la Cruz, en Noche Oscura).

7. Siendo tan distintos, ambos mundos, el del Yo Soy y el del yo soy, confluyen en un mismo punto: el Aquí y Ahora. No en balde, en la vida cotidiana, entre cada estímulo, hecho o impacto que se recibe y la respuesta al mismo se encuentra el Aquí y Ahora, un espacio sagrado de libertad donde se genera la actitud con la que la Vida se vive desde la reacción ante cada estímulo.

8. En el mundo del yo soy, esa actitud está en función de mi decisión de ser. Y la actitud elegida ocasiona emociones y pensamientos que se plasman en acciones. Y las acciones repetidas se convierten en hábitos, que determinan nuestro carácter, que define la visión de la vida y la muerte: el sentido que le otorgamos a la vida y el significado que le damos y le daremos, cuando acometamos el tránsito, a lo que llamamos muerte.

9. En el mundo del Yo Soy, esa actitud no es otra que la Vida misma: ¡Vivir como exclusiva Experiencia !. Y esto representa;

+Confiar radicalmente en la Providencia.

+Ser Amor, lo que significa, a su vez, respeto a la libertad y evolución de los demás y aceptación: aceptar al otro; aceptar todo y a todos. Sólo así no hay dualidad y lo otro o el otro se hace Uno con Uno mismo. Y aceptar no es aguantarse con lo que no se está de acuerdo, sino desprenderse de las emociones egóicas y no estar en acuerdo o desacuerdo con nada ni con nadie.

+Fluir en libertad y alegría, sin inquietud o preocupación alguna, pues todo es Perfecto y se halla en el Aquí y Ahora para que despleguemos la Felicidad que es nuestro Estado Natural (tan natural que ni siquiera debe ser llamada Felicidad, pues no hay dolor o infelicidad con la que dualmente contrastarla).

10. Dios es yo. Y yo soy Dios cuando ceso de ser yo: Yo Soy

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(*) Por ejemplo:

+Si mi decisión de ser es “ser bueno”, inevitablemente crearé a quienes sean “malos”, pues si estos no existieran, mi deseo de ser “bueno” no podría plasmarse en la “realidad” por mi generada. Igualmente, crearé la “maldad” que lleva a los “malos” a serlo, así como la “bondad” que a mí me hace “bueno”.

+Si mi decisión de ser es “estar despierto”, ineludiblemente crearé a los que estén “dormidos”, ya que si estos no existieran, mi deseo de “estar despierto” carecería de sentido en la “realidad” desde mi engendrada. Del mismo modo, crearé los motivos que hacen que los “dormidos” lo estén, así como las razones que provocan mi “despertar”.

+Si mi decisión de ser es “ser un salvador”, forzosamente crearé tanto las “víctimas” a quienes deba y pueda “salvar” como el “algo”, el “verdugo” o el “perseguidor” que hostiga a las “víctimas” y del que yo, “salvador”, las voy a “salvar”.