31/5/10

Meditaciones (LXXVIII)

(Foto titulada "Malla Crística" enviada por Belén Montes)

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Todo está cumplido;

el trabajo, culminado.

La cabeza de la serpiente está aplastada

y sólo le restan los últimos coletazos.

Proclamemos nuestra alegría y nuestro gozo.


Tejida está ya, en torno al planeta,

la Red Consciencial y Crística

que aporta energía y vigor

para afrontar tan singular momento.

Proclamemos nuestra alegría y nuestro gozo.


En el vientre de la Madre Tierra

ya ha crecido con fuerza la Nueva Tierra;

para su nacimiento sólo quedan los dolores del parto

y pronto será nuestra nueva casa.

Proclamemos nuestra alegría y nuestro gozo.


El parto que está por venir no nos asusta,

pues es la manifestación de nuestra esperanza

la plasmación de nuestra Consciencia,

la llegada del hijo mas deseado.

Proclamemos nuestra alegría y nuestro gozo.


Afrontamos sin miedos el último trecho del camino,

sabiendo que su dificultad no es sino preámbulo

de verdes praderas bajo un Cielo luminoso.

Y unidos en torno a la Vida y a la Luz,

en Amor y con Amor ,

proclamamos nuestra alegría y nuestro gozo.

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Las Meditaciones se publican en el Blog de lunes a viernes (Primera entrada e introducción: martes 23 de febrero de 2010). Igualmente, para facilitar el seguimiento, se han publicado agrupadas conforme al siguiente calendario:

+20 de marzo: I a XXVIII

+9 de abril: XXIX a XLII

+17 de abril: XLIII a XLVII

+24 de abril: XLVIII a LII

+1 de mayo: LIII a LVII

+8 de mayo: LVIII a LXII

+15 de mayo: LXIII a LXVII

+22 de mayo: VXVIII a LXXII

+29 de mayo: VXXIII a LXXVII

La Sábana Santa: nuevos datos

En los últimos días se ha escrito en el Blog acerca del título de "Cristo" y su aplicación a Jesús de Nazaret (ver entradas Cristo y Jesús-Cristo: campos morfogenéticos y Campo Búdico y Cristo: nuevas reflexiones, de 26 y 27 de mayo, respectivamente). Causalmente, los amig@s de Starviewer nos remiten esta información acerca de la llamada Sábana Santa o posible sudario de Jesús, con nuevos datos relativos a su autenticidad.

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Radiación Instantánea

A pesar de las críticas vertidas sobre todos aquellos científicos que en el pasado analizaron la Sábana Santa, las evidencias científicas apoyan los últimos avances sobre Radiación y cuestionan la autenticidad del Análisis del Carbono 14 (que fechó el lienzo en una época muy posterior a la de la muerte física de Jesús).

La polémica de la Sábana Santa se ha cerrado, al menos desde el punto de vista científico. Las declaraciones de Jackson y Jumper son tajantes:

Cuando expusieron su descubrimiento en el Congreso Científico Internacional sobre La Sábana Santa en Turín, alegaron que era Radiación Instantánea “porque los hilos no están carbonizados, sino superficialmente chamuscados, y por la penetración de la quemadura podemos medir la fracción de segundo que duró la radiación”.

Una reacción instantánea en el lienzo generó la fotografía, justo en una fracción de segundo.Este hecho, unido a la circunstancia de haber encontrado muestras de polen procedentes de diferentes zonas, mayoritariamente de Galilea y Jerusalén, induce a pensar que hubo fraude en la Datación del Carbono 14.

La polémica datación del Carbono 14.

Cinco Congresos Científicos Internacionales consecutivos invalidaron la prueba del Carbono-14 en la Sábana Santa. Jorge Loring, explica las razones por las que la prueba del Carbono 14 ha sido invaidada para el análisis:

1º.-La alteración del Carbono 14 por la propia Radiación instantánea. Esta circunstancia se demostró por Congreso Científico Internacional de Roma por dos científicos: el Profesor Lindner, Catedrático de Química Técnica en la Universidad alemana de Karlsrue, y el Profesor Rinaudo, Catedrático de Medicina Nuclear en la Universidad francesa de Montpellier.

2º.-Por el incendio que sufrió en la iglesia de Chamberí estando guardada en
una urna de plata. Dimitri Kutnestov, Físico Teórico en Moscú y Premio Lenin.

3º.-Por la capa bioplástica, de hongos y bacterias, que cubre las fibras. Es una investigación del Dr. Leoncio Garza Valdés, microbiólogo de la Universidad de San Antonio en Texas (EE.UU.).

Respecto a la información tridimensional

El Dr. John Heller (Biofísico del New England Institute y miembro del STURP) cuenta que las investigaciones científicas han sido millares. Se tomaron más de cinco mil fotografías de la tela, visible normal, infrarrojos y ultravioleta. Utilizando el analizador de imagen VP8, se demostró que la imagen de la Sábana contenía información tridimensional; y además, entre otros, se hicieron imágenes topográficas, reflexión espectroscópica y más de 1,000 experimentos químicos para determinar la naturaleza de la imagen y de las manchas de sangre, así como la historia del lino, fibras varias, presencia de pigmentos orgánicos e inorgánicos, vehículos oxidantes y reductores, más todos los posibles caminos humanos para tratar de crear una imagen igual a la de la Sábana sin éxito.

Finalmente, El VP8 concluyó primeramente que hay sangre humana. Ésta fue identificada por el Dr. Baima Bollone, como del grupo sanguíneo AB, muy frecuente entre los hebreos y raro en los demás pueblos. Concluyó también que en el momento de producirse la impresión, el hombre envuelto en el lienzo se encontraba ingrávido y que las imágenes únicamente pudieron formarse como consecuencia de una Radiación Instantánea desconocida, lo que coincide exactamente con lo demostrado ya por Jackson y Jumper.

Bibliografía:

http://www.case.edu.au/images/uploads/03_pdfs/williams-shroud-turin.pdf

http://www.harpers.org/archive/1981/11/0024680

Studies on the radiocarbon sample from the shroud of turin

StarViewerInternational 2010.

Sobre la Santísima Trinidad

Ayer domingo, los católicos de todo el mundo celebraron la Fiesta de la Santísima Trinidad. A este respecto, Concha Redondo nos remite estas reflexiones de Enrique Martínez Lozano.

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Uno de los mitos de Occidente –a decir de Raimon Panikkar- consiste en considerar la individualidad como el mayor valor. Lo cual llevó, entre otras consecuencias, a que Occidente pensara a Dios como un “individuo”.

Parece claro que, en el proceso de evolución de la conciencia, lo que podemos designar como el “momento individual” –con el consiguiente afianzamiento del yo- supuso un paso adelante significativo; el ser humano se pensaba a sí mismo como un individuo: había nacido la autoconsciencia.

Pero lo que fue, sin duda, un avance, implicaba un riesgo en el que se terminó cayendo: la absolutización de la individualidad, que llevó a considerar el yo como la cima de la evolución y nuestra identidad definitiva. Se identificó “persona” con “individuo” y se definió a aquélla a partir de éste. El resultado salta a la vista: la comprensión de la humanidad como una multiplicidad de individuos –yoes- enfrentados entre sí.

En el terreno religioso, al hablar de Dios como “persona”, se le otorgó inmediatamente un carácter “individual”, que lo convirtió en un ser “aislado” o “individuado”, separado (!) del conjunto de lo Real.

Por esta misma dinámica, cuando en la tradición cristiana se hablaba de la “Trinidad”, se caía, en la práctica, en un triteísmo, que pensaba a las “tres Personas” como “individuos”. Incluso en algunos ámbitos cristianos, teológicos y devocionales, se llegaba incluso a hablar, sin pudor, de “Los Tres”.

Originariamente, sin embargo, el término “persona” no hacía referencia a una “sustancia” (individuo separado), sino a una “relación”. Todos los seres somos gracias a la relación que nos define: del mismo modo que no puede existir el padre sin el hijo, ni el hijo sin el padre –“padre” e “hijo” son realidades radicalmente relacionales-, nadie puede existir al margen de la relación que nos constituye con respecto al conjunto.

Llevado al plano religioso, habría que decir que el Misterio de la Trinidad no es un enigma acerca de cómo conjugar tres “individualidades” en una Unidad, sino más bien la proclamación de que Todo es Relación. El Misterio de Lo que Es y Somos se asemeja, metafóricamente, a una infinita Red, constituida por la misma interrelación.

Decía al principio que la individualidad supuso un avance en el despliegue evolutivo de la conciencia. Pero caemos en un error cuando la consideramos como la meta del mismo. El nivel mental-egoico de la conciencia, tras ser integrado, empieza a ser transcendido en un nuevo estadio, ahora transpersonal, caracterizado precisamente –no podía ser de otro modo- por la interrelación, en una Conciencia percibida cada vez más unitaria, global e integradora.

He pensado que estas reflexiones pueden ayudarnos a purificar imágenes de Dios demasiado parecidas a nuestros propios conceptos mentales y deudoras de los mitos y prejuicios que, colectivamente, arrastramos. Pero, realmente, ante el Misterio nos toca quedarnos callados, en un Silencio que no es indiferencia, sino adoración admirada ante ese “no sé qué, que se alcanza por ventura”, como diría san Juan de la Cruz. Para nuestra mente, es un “no sé qué” –porque no es un “objeto” susceptible de ser apresado por la razón-, pero a su lado cualquier otra hermosura palidece:

Por toda la hermosura

nunca yo me perderé,

sino por un no sé qué

que se alcanza por ventura”

Glosa 12, en S. Juan de la Cruz, Obras completas (edición de E. PACHO), Monte Carmelo, Burgos 72000, p.78

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Fuente: www.enriquemartinezlozano.com

Los diez cuadros del bollero: 6. Cabalgando sobre el buey volver a casa

Los diez cuadros del boyero, obra de Kakuan Zenji, maestro chino del siglo XII, simbolizan y sintetizan el camino del Zen. Con ella como telón de fondo, Ana María Schlüter ha publicado en el número 2 de la Revista Sufí

(http://www.nematollahi.org/revistasufi)

un espléndido trabajo titulado La experiencia de lo bello en el Zen.

A lo largo de doce entradas (primero, diez para cada uno de los cuadros y, finalmente, dos dedicadas a tal experiencia de lo bello en el Zen), vamos a insertar en el Blog sus contenidos íntegros, lo que nos permitirá pasear por todos ellos y deleitarnos con sus profundos significados.

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1. Buscar al buey (26 de mayo)

2. Ver las pisadas (27 de mayo)

3. Ver al buey (28 de mayo)

4. Atar al buey (29 de mayo)

5. Domar al buey (30 de mayo)

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6. Cabalgando sobre el buey volver a casa

En el sexto cuadro, el boyero llega a soltar las riendas y está sentado libre tocando una flauta. Es un cuadro ya no de lucha, sino de alegría y paz.

"Cabalga libre como el aire… Donde quiera que vaya levanta una brisa fresca, mientras en su corazón reina una honda tranquilidad. ¡Este buey no necesita un solo tallo de hierba!"

Sobran todas las palabras. Pero aún sigue habiendo dos, pastor y buey.


Comparte con nosotr@s: “Cuento de Alí y el harén del sultán” (1/2), de José Manuel Piñero

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CUENTO DE ALÍ Y EL HARÉN DEL SULTÁN (1/2)

Cuéntase, que en lo que transcurrió en la antigüedad del tiempo y en lo pasado de la edad, hubo un reino opulento y emprendedor situado a orillas de un gran río, en cuya vega existía una de las ciudades mas influyente del mundo conocido, a la que impusieron el nombre de Hispalis, atraídos por sus inmensas riquezas, llegaron a él, hombres de los mas lejanos lugares y de las mas diversas razas y religiones. En sus arrabales, se apiñaban los más ruines y miserables personajes que en el mundo existiesen; porque por todos es sabido que donde nace la opulencia y la riqueza, también aparece la pobreza y la miseria, son como la luz y la sombra, no puede existir la una sin la otra, así mismo se presentaban grandes oportunidades para que los miserables y canallas, pudieran hacer fácilmente adeptos. En estos arrabales vivía nuestro personaje, un joven huérfano, cargado de ignorancias y poseedor de una candidez bobalicona, que con sus pillerías, trataba de comer a diario, tarea que se le presentaba difícil de conseguir, en la mayor de las ocasiones. Ni que decir tengo, que el pobre muchacho, estaba mas delgado que una tira de esparto, pero ningunas de sus experiencias, peripecias, ni desgracias, avivó su ingenio, ni acrecentó su maldad, no pudo su experiencia impedir, que le convencieran algunos de sus fieles compañeros y amigos de la orden mendicante, tras previo soborno del contramaestre del barco, de que ir a galera, era poco mas o menos que un agradable crucero a las islas Vírgenes, detalle este ultimo, que no se le paso por alto, debido a que no había tenido ningún encuentro carnal con hembra alguna, fuera de la belleza que fuere, fuera de la especie que fuere.

El pequeño muchacho, tras el naufragio sufrido por el “Cascajo” nombre que lucia con gran orgullo la galera donde le embarcaron voluntariamente, tras una violenta y huracanada tormenta, que el capitán, pese a su gran experiencia, arriando las velas, y navegado a capa durante la misma, no pudo vencerla, ni huir de ella, tratando de capear el temporal, el barco se hundió irremisiblemente, tragado por las aguas, descuajaringándose por todos sus flancos. Llegó extenuado e inconsciente, cualidad esta ultima que era consustancial a todo lo que realizaba, a una playa de arenas blancas, de un archipiélago de pequeñas islas islámicas olvidadas de la mano de Dios Todopoderoso, o de Alá el Misericordioso, puesto que ni él mismo sabría al despertarse a que religión pertenecía, ni a que Dios encomendarse, para invocarle una oración y darle las gracias por haber conservado la vida; su joven edad, su inocencia, su candidez y sobre todos su gran ignorancia, desembocaban en un gran desconocimiento de todo lo existente y aun hasta de si mismo. Esto no le suponía ningún quebranto emocional, puesto que se había criado en la picaresca, y estaba acostumbrado desde que nació a las mezclas de religiones y creencias, que allí convivían, a esto unía su nula educación, no solo en los temas religiosos, sino de cualquier otro de los que podamos imaginar; era huérfano, y los arrabales fueron su hogar; siempre estuvo andrajoso y mendigando por la calle, hasta que lo enrolaron en el “Cascajo”, cuando sucedió, pensó que había sido un premio, a pesar de los grilletes, que creyó que eran un amable distintivo, comía todos los días, y en su candidez, elucubró que aquello era algo bueno, podemos llegar a entender la coherencia de un malvado, pero el imbécil es perfectamente incomprensible. En realidad, como pregonaba la poesía anónima, era un moro judío, nacido entres los cristianos, no sabia que Dios era el suyo, no sabia quienes eran sus hermanos.

Como decía… aquel escuchimizado muchacho, yacía en la playa, con la cabeza boca abajo, sus piernas, si tal nombre se le puede dar, a esos delgados huesos desprovistos de todo músculo o carne que los cubriesen, estaban despatarradas y cubiertas de costras marinas, conchas, y hasta pequeños calamares y moluscos, tenia enredados, en el estropajo rizado que tenia como pelo, así como en su espalda, toda cubierta de las mas diversas especies de algas, que harían las delicias de cualquier biólogo marino; donde sobresalían insultantemente sus costillas que eran mas propias del esqueleto de un muerto, que el de una persona que todavía respiraba y se pudiese contar en el mundo de los vivos. Durante los mas de treinta días que estuvo a la deriva agarrado al madero desprendido de la nave, soportando los vaivenes de las olas y expuesto al implacable sol durante el día y al húmedo frío de la noche, ni los mismos depredadores del mar, avezados cazadores, ya fuesen tiburones u otros de los grandes monstruos abisales, que pueblan y habitan las profundidades marinas, no le prestaron la menor atención, no valía la pena, la comida era escasa, que digo escasa, nula, y se podrían atragantar con un hueso.

El pobre Ali Al-Falo, este era su nombre, yacía aplomado y casi sepultado en la arena, había perdido el conocimiento, o mejor dicho estaba desmayado, puesto que conocimientos no poseía, soportando el ardiente sol del medio día sobre su cetrina espalda, esperando resignado exhalar su último suspiro y poder dejar libre su alma. El sultanado, donde había sido arrastrado y arrojado por el mar, estaba compuestos por un archipiélago de muchas islas medianas y pequeñas y una de gran extensión: la Isla Grande, donde el sultán Harum Al-Astaca, ejercía su reinado con severidad y estrecha vigilancia sobre todas las demás, algunas de ellas deshabitadas, que en ocasiones, los piratas la utilizaban inocentemente, como lugar de repostaje de víveres y agua, tras previo pago, en sus honradas travesías, esto es lo que le decían al sultán, y el visir cobraba, guardaba y callaba. Como digo, vivía en ella, con sus mujeres y toda una prole de hijos e hijas, todo era un remanso de paz, concordia y felicidad en aquellos parajes. El Visir, Mal A-Uba era el brazo ejecutivo del estado, y persona muy celosa de cumplimentar inmediatamente todos los mandatos del sultán, su frase preferida era “manda y obedezco” después de besar el suelo entre sus manos. En ella también vivían todos los principales del reino, junto con sus familias y los feroces jeques guerreros, entre todos formaban la clase dirigente de esta poblada y selecta Isla Grande. Tanto el sultán como los demás jeques y autoridades, eran personas permisivas y liberales, y por ende, dejaban pasear a las mujeres de sus serrallos e hijas por las solitarias playas, para de esta manera apartarlas de los ojos siempre libidinosos de los soldados, esclavos y comerciantes de la populosa y selectiva ciudad, siempre tan curiosos y fisgones, siempre tan molestos con su presencia. Eso si, durante estos momentos de esparcimientos iban inexorablemente acompañadas de sus esclavas, y algún que otro eunuco, grande y fuerte con voz de canario desafinado, y la sutileza de un rinoceronte cabreado, que pastoreaban a todas aquellas inocentes manadas de esposas y vírgenes, protegiéndolas durante el tiempo que durase sus relajantes paseos por las orillas del mar, de esta forma impedían el acercamiento inoportuno de cualquier despistado, atajando el problema de raíz, es decir, cortándoles de cuajo la cabeza. Lo de un juicio previo, que amparaban las leyes redactadas por los jeques y rubricadas por el propio sultán, todos interpretaban que era una perdida de tiempo, cuando la infracción era tan clara. Un despiste, por Dios, ¡que estuviesen más atentos!

Schalhrazada era una de las esposas, un poco olvidada, del sultán dentro de aquel harén de más de cuarenta mujeres jóvenes y hermosas. Ella había cumplido los cincuenta años, pero pese a su edad, conservaba su belleza intacta, y el desdén a que era sometida, le obligó asumir mas las tareas de las compras y provisiones del palacio, que de complacer y compartir el lecho del sultán durante las noches, no porque hubiese perdido el deseo, que lo conservaba intacto, que digo intacto, mas aún, me atrevería a pensar que había aumentado, debido a la escasez amorosa y la lujuria de su edad, sino porque ya sabemos lo volubles que son los hombres, cuando tienen tanto donde elegir… hoy escojo a esta joven, que me trajeron los piratas el mes pasado, mañana aquella de veinte años que fue regalo del emir Al-Salido, su hermano, al que no quería desairar, y así hasta mas de cuarenta preciosas sílfides y algunos cientos de esclavas, y claro, las veteranas, en estos casos, ante tanto sultán caprichoso, y tanta desleal competencia, la verdad, iban perdiendo posición en el lecho, aunque lo ganaban en autoridad dentro del harén, porque una cosa es una cosa y otra perder el gobierno de tu propia casa, que compartía con las mas veteranas que se encontraban en la misma o perecida posición, siendo ella la que ganaba a todas en edad y por tanto en sabiduría y poder; como dije, paseaba, como tenia costumbre, descalza por la orilla del mar, y junto a ella su mucama Estabomba, una mulata de nariz chata, cadera anchas y fuertes, y carnes prietas, que sostenía un parasol de seda, que no paraba de nada, pero daba mucha distinción. Tras un pequeño sobresalto, que casi pisotea la cabeza de Ali, se detuvo delante de aquel deshecho y esmirriado ser humano, que apenas empezaba a llegarle un poco de resuello, jadeante apartaba con su agitado aliento la fina arena que le retornaba a los ojos, y se la quitaba a duras penas con una de sus manos, cuando alzando la cabeza, que no podía sostenerla sobre sus hombros, vio de repente a una hermosa mujer con un ancho manto de tela de Mussul, en seda sembrada de lentejuela de oro y forro de brocado. Se levantó un poco el velillo de la cara y aparecieron por debajo dos preciosos ojos negros, con largas pestañas, y ¡qué párpados! Era esbelta, sus manos y sus pies muy pequeños, y reunía, en fin, un conjunto de perfectas cualidades. Observando Schalhrazada que el esmirriado aun vivía, dijo con su voz llena de dulzura: recogedlo. Estabomba hizo una señal al eunuco, que le seguía a distancia, un grandullón de casi dos metros de altura y casi lo mismo de anchura, que iba echando dátiles a su boca como si fuera un saco donde guardar patatas, este, lo recogió con una mano, como se coge un lagarto y se lo echó bruscamente al hombro igual que si de una alforja se tratase, después siguió andando y comiendo dátiles con las dos, no era cuestión de perder el tiempo con naderías.

En el camino de vuelta al harén, he aquí que se paró Schalhrazada en la frutería y compro manzanas de Siria; membrillos osmaní, melocotones de Omán; jazmines de Alepo, nenúfares de Damasco, limones de Egipto, cidras sultaní, bayas de mirto, anémonas rojas de color de sangre, violetas, flores de granado y narcisos. Después, continuando con su responsabilidad del abastecimiento, se detuvo en casa de un destilador y compró diez clases de aguas: de rosas, de azahar y otras muchas; y varias bebidas embriagadoras, como asimismo un hisopo para aspersiones de agua de rosas almizclada, granos de incienso macho, palo de áloe, ámbar gris y almizcle, y finalmente velas de cera de Alejandría.

Cuando Schalhrazada hubo cumplimentado su tarea, llegó a un palacio, todo de mármol, que disponía de un gran patio que daba al jardín de atrás, y tras el jardín estaban unas grandiosas y ordenadas caballerizas. Todo era muy lujoso, y el pórtico tenía dos hojas de ébano, adornadas con chapas de oro rojo. Llamó, y las dos hojas de la puerta se abrieron.

Ali colgado al hombro del eunuco como una ristra de chorizo, había vuelto en si, abrió sus grandes y salientes ojos, y vio entonces que había abierto la puerta otra joven, cuyo talle, elegante y gracioso, era un verdadero modelo, especialmente por sus pechos redondos y salientes, su gentil apostura, su belleza, y todas las perfecciones de su cara y de todo lo demás. Su frente era blanca como la primera luz de la luna nueva, sus ojos como los ojos de las gacelas, sus cejas como la luna creciente del Ramadán, sus mejillas como anémonas, su boca como el sello de Soleimán, el magnifico, y su rostro como la luna llena al salir. Por eso, a su vista, notó el mozo que se le iba el juicio y de nuevo cay´´o inconsciente, pero antes dijo para sí: “¡Por Alah! ¡En mi vida he tenido un día tan bendito como el de hoy!” Esta joven tan admirable dijo a su compañera la proveedora del harén, a su mucama y al eunuco: ¡Entrad! Schalhrazada, dirigiéndose a Estabomba, le dijo que las leyes de la hospitalidad, le obligaban a lavar, cuidar, sanar y alimentar, al pobre muchacho, que seguía colgado del hombro del eunuco, que continuaba ocupado, comiendo dátiles a dos carrillos.

El eunuco lo sumergió, sin ninguna delicadeza, en una bañera llena de agua con pétalos de rosas y se marchó en búsqueda de su señora, y la pobre mucama empezó a frotar con un áspero estropajo, y hasta tuvo que emplear una pequeña daga para rasparle y arrancarle las costras y conchas pegadas a su cuerpo, tanto del pecho, como de la cara y la espalda del muchacho que entre tanto movimiento y agitado manoseo, había recobrado algo de vida, aunque seguía sintiéndose débil; ya sin miramiento y obligada por las circunstancia, le despojó, de los calzones raídos, para de esta forma terminar el encargo de su señora. Pero Alah o Dios todopoderoso, porque hasta yo mismo estoy hecho un lío, sobre el Dios a quien debería encomendarse, bueno, pues los dos, hicieron que este mozuelo, carente de toda cualidad aparente, tuviese una oculta, aunque no de menor importancia, ni despreciable ante los ojos de una mujer, tan inclinada a los análisis de las sensibilidades del corazón, y no pasó inadvertido este atributo para Estabomba, que lanzó un grito, y lo contuvo inmediatamente, no así sus ojos que se mantenían fijos en las entrepiernas de Ali, queriendo saltar de sus cuencas, aquello podía competir con los potros de la caballeriza. Sabemos los serviciales que son las mucamas, pero aquello, aquello hizo que extremase su labor, cambió el estropajo por esponjas suaves, y la dagas por finos peines que apenas rozaban su piel, con sumo cuidado, frotaba su pelo con los mejores jabones y ungüento que la señora empleaba, para sus menesteres de belleza, después lo secó con lento mimo, desde la cabeza a los pies, recorriendo todas y cada una de las partes de su cuerpo, con toallas tan mullidas, que ni el mismo sultán usaba para su aseo personal, aquella morena mucama, reflejaba en su cara tal felicidad, que parecía que había encontrado un tesoro escondido. Lo alimentó con los mejores manjares, que había en palacio, cordero asado, bebidas embriagadores, y dulces de los mas variados y ella misma se lo acercaba a la boca, haciendo ondular su ancho talle; no estaba en las costumbres del pobre Ali, que nadie lo cuidase y mucho menos con tantos mimos y lisonjas, ora lanzando una sonrisa, ora guiñando un ojo, a veces lanzando antes de darle un pastelito un “¡ay!”, y en otra un “¡huy!”, todo con un cuidado y una delicadeza, digna de un príncipe; hay que reponer sus fuerzas cueste los sacrificios que cueste, pensó resuelta, las leyes de la hospitalidad, le obligaban. Le puso una túnica que le cubría desde el cuello hasta los pies, aseada pero no muy llamativa, puesto que hay que espantar a las moscardonas, que eran muchas, con años de abstinencia en esta Isla Grande. Ali creyó que había muerto y estaba en el paraíso, el pobre muchacho miraba a su alrededor y no entendía nada.

Schalhrazada, observando la demora tan grande que Estabomba, estaba empleando en las labores que le había encomendado, la hizo llamar, y le preguntó que como estaba el esmirriado, ésta contestó inmediatamente, que necesitará varias semanas para reponerse, y que ella misma podría llevarlo a un cobertizo abandonado, que hay en las caballerizas que están detrás del jardín, lejos del palacio y que se encargaría de atenderlo hasta que recuperase por completo su salud… si la ama así lo dispusiese. Si observó, Schalhrazada, que había mas brillo y mas picardía de lo normal en sus negros ojos, pero en fin, que mas daba, pensó: ¡que lo cuidase! y a su vez estaba orgullosa de haberle enseñado a su sirvienta, por fin, después de tanto tiempo, y siempre tan esquiva en practicarla, lo importante que son las leyes de la hospitalidad en aquel sultanado.

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La segunda y última parte de esta narración será publicada en el Blog mañana martes, 1 de junio.


30/5/10

Resumen semanal: 24 a 30 de mayo de 2010

Lunes 24:

+Comparte con nosotr@s: “Elena”, de Teresa López.

+Agradecimiento a Mila Cahue y Rafael López Guerrero.

+El tonto.

+Qué es un místico hoy.

+Meditaciones (LXXIII).

Martes 25:

+La Patro: Dándole su meresío.

+Sevilla en la historia y la leyenda.

+Vivir… es admitir.

+¡Qué sencillo es el mundo!.

+Meditaciones (LXXIV).

Miércoles 26:

+Arpas Eternas: Esperando al Amor.

+El nacimiento de una Humanidad co-creativa.

+Cristo y Jesús-Cristo: campos morfogenéticos y Campo Búdico.

+Los diez cuadros del boyero: 1. Buscar al buey.

+Meditaciones (LXXV).

Jueves 27:

+Los diez cuadros del boyero: 2. Ver las pisadas.

+La importancia de un desmayo.

+Historia del muñeco de sal.

+Cristo: nuevas reflexiones.

+Toque de Humor.

+Meditaciones (LXXVI).

Viernes 28:

+Los diez cuadros del boyero: 3. Ver al buey.

+Comparte con nosotr@s: “Justicia poética”, de Mirta Rodríguez.

+Silencio, Ser.

+La Sabiduría es simple: 2012 y llamamiento a la unión.

+Meditaciones (LXXVII).

Sábado 29:

+Taller de Espiritualidad para Buscadores: Módulo 10 (continuación).

+Los diez cuadros del boyero: 4. Atar al buey.

+Meditaciones (compendio semanal).

Domingo 30:

+Los diez cuadros del boyero: 5. Domar al buey.

+Taller de Espiritualidad para Buscadores: Módulo 10 (continuación).

+Resumen semanal: del 24 al 30 de mayo de 2010.

(Total: 32)

Taller de Espiritualidad para Buscadores: Módulo 10 (continuación)

PARA TODOS LOS QUE DESEEN SEGUIR POR ESTE BLOG EL

TALLER DE ESPIRITUALIDAD PARA BUSCADORES

(Se publican en el Blog las entradas correspondientes a los distintos Módulos que configuran el Taller conforme éste se va desarrollando para l@s que lo siguen de manera presencial, comenzando el sábado 6 febrero y concluyendo el domingo 30 de mayo de 2010)

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Taller de Espiritualidad para Buscadores:

+ Módulo 1: Ver entradas del sábado 6 y domingo 7 de febrero.

+ Módulo 2: Ver entradas del sábado 13 y domingo 14 de febrero.

+ Módulo 3: Ver entradas del sábado 20 y domingo 21 de febrero.

+ Módulo 4: Ver entradas del sábado 6 y domingo 7 de marzo.

+ Módulo 5: Ver entradas de los sábados 13 y 20 y domingos 14 y 21 de marzo.

+ Módulo 6: Ver entradas de los sábados 27 de marzo y 10 de abril y domingos 28 de marzo y 11 de abril.

+ Módulo 7: Ver entradas de los sábados 17 y 24 y los domingos 18 y 25 de abril.

+Módulo 8: Ver entradas del sábado 1 y domingo 2 de mayo.

+Módulo 9: Ver entradas de los sábados 8 y 15 y domingos 9 y 16 de mayo.

+Módulo 10: Amor

Sábado 22 de mayo:

84. Sobre el Amor, con Amor

85. Ho´oponopono

86. Comunicación con nosotros mismos

Domingo 23 de mayo:

87. El “Amor/Evolución”

88. Vía del Servicio a los otros (VSO) y Vía del Servicio a mí mismo (VSM)

89. Necesidades mías (NM) y necesidades de los otros (NO)

90. Actos con Amor (ACA) y Actos sin Amor (ASA)

Sábado 29 de mayo:

91. La Ciencia del Amor

92. La Vía del Servicio a Mí Mismo

93. Amor de pareja, de amistad y familiar y amor al prójimo

Domingo 30 de mayo:

94. Amarse a uno mismo y Amor Incondicional

95. El Amor de Dios como fuente del amor al prójimo

96. Sin temor y plenamente

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94. Amarse a uno mismo y Amor Incondicional

Todos los grandes maestros se han referido al Amor, pero ninguno con la intensidad y claridad de Jesús. Su mensaje al respecto fue nítido y contundente: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Cuántas veces lo habremos leído u oído?. Y cuántas veces lo hemos olvidado, o aparcado, o dejado como una tarea pendiente para mañana. ¿Tan difícil es ponerlo en práctica?. No lo es tanto cuando el mensaje se interioriza en su radicalidad y se asumen en su verdad: primero, ámate a ti mismo; y tras ello, inmediatamente, ama al prójimo. Desgraciadamente, solemos poner mucho énfasis en lo segundo -la necesidad (obligación, sacrificio) de amar a los demás- e ignoramos lo primero –amarse a uno mismo-, que es la premisa de partida y fundamental.

Pero lo cierto es que el Amor nace de dentro, o no existe. Y para que la semilla del Amor fructifique en nuestro interior, debemos amarnos a nosotros mismos, concientes de nuestro linaje divino, de nuestra condición de Hijos de Dios no sólo porque nos haya creado Él, sino porque somos Él. Como dice Willigis Jäger: “Creemos ser la playa que anhela el mar. Somos el mar que juega con la playa”. Es decir, como explica muy bien Pedro Miguel Lamet, “pensamos desde la finitud que vamos hacia Dios, y ya somos parte de Dios, pues si yo le falto a Dios, Dios no es Dios. Despertar es darse cuenta de esto. Que lo tenemos todo, que somos mar aunque creemos ser playa”.

Cuando percibimos íntimamente lo anterior y explota en nosotros la divinidad que atesoramos y somos, el Amor nace de manera natural y se desborda, se expande, se derrama hacia quienes nos rodean, de forma irrefrenable e incondicional; y no como sacrificio u obligación, sino como gozo y realización plena de nuestro Ser íntimo.

El Amor a uno mismo emana del Amor a Dios y se desparrama en el Amor hacia todo. El Amor a uno mismo es la conexión, el puente necesario, para canalizar el Amor de Dios hacia los demás. Amar a Dios conlleva necesariamente el Amor a uno mismo. Y este se desborda siempre en el Amor al prójimo. Quien no se Ame a sí mismo, ni Ama a Dios, ni podrá Amar de verdad a los demás.

Y tal como te ames a ti mismo… ama a los demás: Amor Incondicional.

Referirse al Amor Incondicional es hacerlo al Amor infinito, trascendente, eterno, estremecedor, definitivo; incomparablemente mucho más que un sentimiento. Un Amor que no admite predilecciones de ningún tipo, escala o especie. Y que pertenece al ámbito del Yo Verdadero, nuestro Ser Interior de linaje divinal; nada tiene que ver con ese amor con el que al ego -nuestro pequeño yo- le gusta llenarse la boca.

¿Por qué ostenta el Amor Incondicional estas cualidades?. Muy sencillo: como ya se expresó al inicio de este Módulo 10, porque se fundamenta en la Unidad de cuanto Es y Existe:

1. Todo es suma de partes y forma parte de una suma superior, aunque cada parte es, a su vez, el Todo.

2. El Todo, la Unidad, es vivificado por la Consciencia de modo similar a como la sangre, en su circulación, anima y tonifica nuestro cuerpo físico.

3. Y de la Unidad y la Consciencia surge el Amor, que en términos científicos puede ser definido como energía pura de carácter vibratorio que se despliega en ondas de torsión.

No podemos desplazar el Amor Incondicional al terreno del amor al prójimo, en un acto de sublimación. Es un bello enfoque, pero una pena, cuando menos. No cabe compartir una relación egóica (por no llamarla amor egoísta, términos contradictorios) con los “nuestros” y pretender ejercer un amor incondicional con los “otros”.

El Amor Incondicional sale de dentro, o no sale. O se practica con los nuestros o no existirá para nadie, por mucho que lo escribamos con mayúscula y lo pretendamos diferenciar. O aprendemos a amar aquí, ahora, y a tí, o no existirá jamás el amor en nuestro corazón, para nadie.

Si el amor incondicional es algo que está llamado a ser practicado con un prójimo, poco próximo, y cuando Dios nos lo inspire, o nos lo mande, estamos hablando de una entelequia preciosa, ideal, a la que aspirar, eternamente, como una meta tan bella como irreal. No se puede amar por obligación moral, religiosa, ni de ningún tipo.

El amor nace de dentro, o no existe. Y cuando el amor nace, se desborda, se expande, se derrama hacia quienes te rodean, de forma infrenable. Y sólo de este amor se beneficiará nuestro prójimo, no a la inversa.

El Amor es Incondicional, o no es. Amar con condiciones dicta mucho de ser amor: llamémosle otra cosa. Este es un Amor que se ha de sentir, se ha vivir, se ha de aprender. Y a amar sólo se aprende amando. O ejercemos el Amor, en su modalidad de Incondicional, entre nosotros, con mi pareja, con mis amigos, con mis hijos, con mis padres, con mis hermanos, con mi perro, con mis plantas, con mis árboles del parque, o podemos despedirnos de ejercerlo, más allá.

Pienso, y siento, que el amor incondicional es el que proyectamos hacia alguien, con independencia de cómo sea, de lo que haga o de lo que diga, más: aún sin ser correspondido.

Si nuestra relación de pareja es pasional o egoísta, es decir, sin llegar al amor, se convertirá en una relación infernal, con la separación matrimonial al fondo.

Si nuestra relación amistosa carece de amor, por estar condicionada a recibir algo, será de corto alcance.

Si nuestra relación paternal no está basada en el amor, sino que esta condicionada a la recepción de cualquier tipo de recompensa, social, moral o afectiva, caeremos, con la distancia y el tiempo, en el lamentable olvido de nuestros hijos.

Si nuestras relaciones con otros familiares sólo se basan en la costumbre, en la inercia, en la rutina, seremos buenos hermanos, tíos, primos o sobrinos, mientras estemos lejos y vayamos de visita, y hasta que llegue el reparto de una herencia.

El amor de pareja tiene que ser incondicional, por difícil que parezca, o no será. Hay que aspirar a amar sin poner condiciones, sin pretender cambiar al otro, sabiendo cómo es y aceptándolo. La pasión no ha de enturbiar el amor incondicional, sino al contrario: se ha de integrar en el, potenciándolo.

¿No es el Amor Incondicional el que debe presidir la amistad?. ¡Practiquemos la amistad sin condiciones!.

¿No ha de aspirar un padre y un hijo amarse sin condiciones, sin esperar nada a cambio, y, más aún, recibiendo, posiblemente, ingratitudes y despechos, como contrapartida ?.

Nuestra lucha, nuestro quehacer de cada día, será poner los medios para erradicar de nosotros las memorias o experiencia negativas que, agazapadas en nuestro subconsciente, impregnan de egoísmo nuestro comportamiento. Habrá que hacer el cambio y encauzar nuestros sentimientos. Tendremos que tomar consciencia de nuestro ser de luz y de amor, y facilitarle los medios para que tome las riendas de nuestra vida, haciendo que nuestro comportamiento esté, cada día, más cerca del Amor (Incondicional, por supuesto) y más lejos del egoísmo. Quienes puedan y quieran ayudarnos a crecer en el Amor, lo habrán de hacer desde dentro de nosotros mismos: elevando nuestra frecuencia vibracional, posiblemente, con música, con cantos, con poesía, con colores, con magnetismo, tal vez, y, sobre todo, con mucho Amor.

95. El Amor de Dios como fuente del amor al prójimo

Por todo lo enunciado, el amor al prójimo no debe ser entendido o interiorizado como una especie de obligación para ser “bueno” o para superar el examen cuando me juzguen y “ganar el Cielo”. Así planteado, el amor al prójimo no sería tal, sino otra variante del amor a uno mismo.

El amor al prójimo no emana del mí mismo, del ego, sino del Mí Mismo, el Yo verdadero, que es Espíritu y Amor y comparte la Esencia con el Creador&Creación. Esta Esencia divina, Amor Incondicional, es lo decisivo: de ella brota el amor al prójimo. En el amor de pareja, de amistad o familiar, la determinación intermedia es la predilección; en el amor al prójimo, la determinación intermedia es la Esencia compartida que nos unifica. La consciencia sobre nuestro auténtico Ser y el Amor de Dios que nos unifica con la Creación es la fuente del amor al prójimo.

El amor al prójimo es la equidad eterna en el amar, que es lo contrario de la predilección. La equidad consiste en que no se discrimine; y la equidad eterna consiste en que no se discrimine incondicionalmente en lo más mínimo. Por el contrario, la predilección consiste en discriminar; y la predilección apasionada, en discriminar ilimitadamente. Y con todo ello no se trata de aspirar a un nivel superior de amor. El amor al prójimo es demasiado grave y serio en sus movimientos como para mariposear danzando en la frivolidad de semejante discurso fácil y egóico acerca de lo altísimo. El camino que lleva al amor al prójimo pasa por el escándalo: cabalmente, es escándalo para la carne y la sangre y una locura para la racionalidad.

Y se equivoca de pleno quien cree que con la ayuda del conocimiento y la cultura se acercará más a lo supremo. La cultura no enseña a amar al prójimo; más bien desarrolla una nueva distinción -entre cultos y los que no lo son-, algo que a veces sucede a los buscadores. El prójimo es lo equitativo; no es el amado por quien tienes predilección apasionada; tampoco es el amigo, ni el familiar, ni el cultivado con el que te igualas en cultura. El prójimo es cada ser humano. Y es tu prójimo en la igualdad contigo en la Esencia divina y en la Unidad del Ser Uno.

96. Sin temor y plenamente

Agustín de Hipona, tras haber reencontrado su Ser interior y Esencia divinal y henchido por la fuerza del Amor, exclamó “ama y haz lo que quieras”. Esta afirmación ha sido objeto de malas interpretaciones, pero muestra sin tapujos el giro radical que el Amor otorga a nuestras vidas. Volviendo a ejemplos usados en capítulos precedentes, la hoja (o la ola) que toma consciencia constata por fin lo que realmente es -el árbol (o el mar)- y de la energía vital que todo vivifica y unifica: el Amor. La encarnación, cadena de vidas, del Espíritu en el plano humano proporciona este colosal descubrimiento: el Amor, en general, y el amor al prójimo y la compasión, en particular, cual modo más perfeccionado de experimentar la individualidad. Al estar basado en la Esencia divina, nos pone en situación de volcarnos de nuevo en la Unidad de la que somos parte consustancial y activa. Del Ser Uno surgimos; a él pertenecemos; y en él retornamos perfeccionados tras haber degustado hasta el último sorbo la experiencia de la individualidad en libre albedrío, culminada de manera sublime con lo que somos: Amor.

El Principio Único es el Padre; su Hijo, el Espíritu o Amor; y el Espíritu Santo la plasmación de la inmanencia divina en cada manifestación (material o inmaterial) surgida de la condensación vibracional del Verbo. Los tres conforman la Santísima Trinidad que da luz a un cuaternario que, de hecho, es una Unidad: el Ser Uno -que es activo (Padre), pasivo (Hijo) y neutro (Espíritu Santo)-. Él todo es; en Él todo existe y se sostiene. En esta dimensión y en este planeta, cada cual es el Ser Uno experimentando en el espacio/tiempo y viviendo una ilusión de separación, fragmentación e individualidad. Cuando adquirimos consciencia de ello, se descorre el velo y contemplamos nuestro auténtico Ser. Y esta toma de consciencia expande la consciencia de la Creación, contribuyendo a que sea Creadora.

Es un canto consciencial que llena la Creación. Es el canto que entona Maria con el “Hinneni” (palabra hebrea también utilizada por Abraham que puede ser traducida como “heme aquí”) con el que responde al ángel Gabriel cuando le anuncia que va a ser madre de Jesús (Lucas, 1,38). Es el hermoso canto cósmico e interdimensional en el que, como ha escrito Ernesto Cardenal en Vida en el Amor (Editorial Trotta; Madrid, 1997), estamos unidos al coro de los astros y al de los átomos; al de los ángeles y al de las innumerables modalidades de existencia y civilizaciones que pueblan el Omniverso.

Es algo espectacularmente hermoso. Dios no está allí y nosotros aquí; no hay separación ni frontera porque estamos unificados en la Esencia, en el Amor. Por eso, no tenemos que pedir cosas cuando oramos; no es así como esto funciona, sino al contrario, pues se trata de hacer realidad el “heme aquí” (“hinneni”): que el Ser interior aflore y coja el mando de nuestras vidas. Hay que ser consciente en cada momento de nuestro linaje divino, nuestro Yo verdadero. Y cuando nuestra mente piense que hay algo que no podamos hacer, nuestro Ser interior dirá de inmediato que nada hay que temer, que Él sabe lo que necesitamos incluso antes de que lo sintamos. Están ocurriendo muchas cosas a nuestro alrededor de las que nuestro intelecto y ego no tienen ni idea. Y todo es específicamente para cada uno de nosotros. Conforme empezamos a confiar gradualmente en ello, el Yo verdadero toma el mando y se hace cargo de nuestra vida, que se transforma así en una Vida Impersonal, en el sentido que Joseph Benner ha reflejado en textos como El Maestro (Editorial Sirio; Málaga, 1996), es decir, de hegemonía absoluta del Yo Divino e interior y ausencia del pequeño yo, de la mediocre personalidad, del torpe ego.

Aquellos que deseen Ser y quieran Ver estas cosas, han de saber que no pueden hacerlo a medias: no caben las medias tintas. A lo largo de estos Módulos del Taller y entradas en el Blog, muchos buscadores habrán encontrado lo que tanto buscaban: la energía interior del Dios que somos. Ahora sólo queda destapar el tarro de la Esencia, inhalar su fragancia en nuestro respiro y dejar que impregne la vida de manera absoluta y completa. Pero, ¡ojo!: una vez que el tarro se abre, es muy difícil de cerrar. Ya nada será como era, sino que será como Es. Y antes de disfrutar de la felicidad y la alegría de lo que eres y Es, sentirás cierta sensación de vértigo originada por tu propia infinitud y eternidad y la falta inicial de referencias. Pero nada hay que temer; es una sensación pasajera. De lo que sí has de ocuparte en cada instante es de asumir el 100 por 100 de la responsabilidad de tu vida; de comprometerte plenamente con la nueva visión; y de Amar, sólo Amar, en un momento presente continuo. Y el milagro explotará en ti por que tú eres el milagro.

El milagro incluye la resurrección en vida: un nacimiento nuevo en una existencia que sabrás eterna. Quizá tus familiares y amigos se percaten del cambio tan descomunal, consciencial, energético y vibratorio, que has experimentado; y habrá opiniones para todos los gustos, pues cada cual proyectará en ellas su propio grado de consciencia. Todas las aceptarás con agrado, pues también son tus proyecciones. Las restantes personas, salvo excepciones, no percibirán nada especial; al menos no a través de sus cinco sentidos. Pero sí notarás que, donde quiera que vayas, la gente querrá estar contigo, sentarse a tu lado, conversar, reír y hasta llorar en tu compañía. Siempre tendrás tiempo para atenderles, pues conocerás que el tiempo no existe y las casualidades tampoco. Y te verás en ellos; sabrás escucharles y sentirás a todos dentro de ti con amor y compasión; a nadie juzgarás, sino que constatarás el entusiasmo que el ser humano derrocha incluso cuando produce daño a sí mismo o a los otros; y, conscientemente, darás a todos calor con tu luz interior. Vivirás en el ahora sin preocupaciones ni sufrimientos; llenarás el momento presente de Actos con Amor, ahondando en la Vía del Servicio a los otros; permanentemente te agradecerás a tu Mí Mismo las maravillas de la vida; y te pedirás perdón por los pensamientos y actos -tuyos y de los demás- carentes de Amor. Y no le dirás a nadie lo que estás haciendo. Tan sólo lo harás y observarás el Milagro.

Decidimos el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego está en tus manos. Ahora o nunca.

Con Amor; en Amor.

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FIN DEL TALLER DE ESPIRITUALIDAD PARA BUSCADORES